
Magdalena Reyes Salazar

Esta sección de análisis especial ofrece un análisis feminista crítico y acceso a los recursos clave relacionados con la «protección de la familia» en los espacios internacionales de derechos humanos.
Durante los últimos años, venimos observando una nueva y preocupante tendencia en el ámbito internacional de derechos humanos, donde se están empleando discursos sobre la «protección de la familia» para defender violaciones cometidas contra miembros de la familia, de modo de reforzar y justificar la impunidad y para coartar la igualdad de derechos en el seno de la familia y la vida familiar.
La campaña para «proteger a la familia» es impulsada por proyectos conservadores que tienen como fin imponer interpretaciones «tradicionales» y patriarcales de familia; quitando los derechos de las manos de sus miembros para ponerlos en las de la institución «familia».
Desde 2014 un grupo de estados opera como bloque en espacios de derechos humanos, bajo el nombre «Group of Friends of the Family» [Grupo de amigos de la familia], y a partir de entonces se han aprobado resoluciones sobre la «Protección de la familia» todos los años.
Esta agenda se ha extendido más allá del Consejo de Derechos Humanos (HRC, por sus siglas en inglés). Hemos visto cómo el lenguaje regresivo sobre «la familia» se ha introducido en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres (CSW, por sus siglas en inglés), y hemos asistido a intentos por incluir este lenguaje en las negociaciones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
AWID trabaja con asociadxs y aliadxs para resistir conjuntamente las agendas regresivas de «Protección de la familia» y otras, y para defender la universalidad de los derechos humanos.
En respuesta a la creciente influencia de actores regresivos en los espacios de derechos humanos, AWID se ha unido con aliadxs para formar el Observatorio de la Universalidad de los Derechos (OURs, por sus siglas en inglés). OURs es un proyecto colaborativo que monitorea, analiza y comparte información sobre iniciativas anti-derechos tales como la «Protección de la familia».
Derechos en Riesgo, el primer informe de OURs, traza un mapa de los actores que conforman el cabildeo global anti-derechos e identifica sus discursos y estrategias principales, señalando los efectos que estos discursos y estrategias están teniendo sobre nuestros derechos humanos.
El informe expone a la «Protección de la familia» como una agenda que ha promovido la colaboración entre una amplia gama de actores regresivos en las Naciones Unidas. La describe como un marco estratégico que aloja «múltiples posiciones patriarcales y anti-derechos, cuyo marco, a su vez, apunta a justificar e institucionalizar estas posiciones».
When walking in the heart of the Raval district of Barcelona, you might come across Metzineres, a feminist cooperative by and for womxn2 who use drugs surviving multiple situations of vulnerability.
Imagine a place free of stigma, where womxn can be safe. A safe place that provides shelter, support and accompaniment for womxn whose rights are systematically violated by the war on drugs and those who experience violence, discrimination and repression as a result.
Right outside the entrance, passers by and visitors are greeted with a massive chalkboard that outlines tips, tricks, wishes and drawings by drug users. There is also a calendar that boasts a range of activities self-organized by the Metzineres community. Whether it’s hairdressing and cosmetics workshops, radio shows, theater, communal meals offered to the community, or self-defense classes - there is always something going on.
The cooperative provides safe consumption sites as well as utilities that cover people’s basic needs. There are beds, storage spaces, showers, toilets, washing machines and a small outdoor terrace where people can chill or have a goat gardening.
Metzineres operates within a harm reduction framework, which attempts to reduce the negative consequences of using drugs. But harm reduction is so much more than a set of practices: it is a politics anchored in social justice, dignity and rights for people who use drugs.
2 Womxn is a term used by the collective to describe cis and trans women as well as non-binary peopleIn 2013, we published three global reports. These reports confirm that women’s rights organizations are doing the heavy lifting to advance women’s rights and gender equality by using diverse, creative and long-term strategies, all while being underfunded.
Our 2010 global survey showed that the collective income of 740 women’s organizations around the world totaled only USD 104 million. Compare this with Greenpeace International, one organization with a 2010 budget of USD 310 million1. Imagine the impact these groups could have if they were able to access all the financial resources they need and more?
AWID’s WITM research has catalyzed increased funding for women’s rights organizing. WITM research was a driving force behind the Catapult crowdfunding platform, which has raised USD 6.5 million for women’s rights. The Dutch Government cited WITM research as a reason for its unprecedented MDG 3 Fund of EU 82 million. WITM research has also led to the creation of several new funds: FRIDA – The Young Feminist Fund, the Indigenous Women’s Fund, Fundo Elas, the Mediterranean Women’s Fund and the Rita Fund.
While the WITM research has shed important light on the global funding landscape, AWID and partners have identified the need to dig deeper, to analyze funding trends by region, population and issue. In response, organizations are now using AWID’s WITM research methodology to do their own funding trends analyses. For example, in November 2013, Kosova Women’s Network and Alter Habitus – Institute for Studies in Society and Culture published Where is the Money for Women’s Rights? A Kosovo Case Study.
At the same time, AWID continues to collaborate with partners in Where is the Money for Indigenous Women’s Rights (with International Indigenous Women’s Forum and International Funders for Indigenous Peoples) and our upcoming Where is the Money for Women’s Rights in Brazil? (with Fundo Elas).
Several organizations have also conducted their own independent funding trends research, deepening their understanding of the funding landscape and politics behind it. For example, the South Asian Women’s Fund was inspired by AWID’s WITM research to conduct funding trends reports for each country in South Asia, as well as a regional overview. Other examples of research outside of AWID include the collaboration between Open Society Foundations, Mama Cash, and the Red Umbrella Fund to produce the report Funding for Sex Workers Rights, and the first-ever survey on trans* and intersex funding by Global Action for Trans* Equality and American Jewish World Service.
AWID agradece a las numerosas personas cuyos análisis, ideas y contribuciones han dado forma a la investigación y las acciones de promoción de "¿Dónde está el dinero para las organizaciones feministas?" a lo largo de los años.
Ante todo, vaya nuestro agradecimiento más profundo a lxs afiliadxs y activistas de AWID que participaron en las consultas de ¿Dónde está el dinero? y ensayaron esta encuesta con nosotrxs, y que compartieron su tiempo, sus análisis y el corazón con tanta generosidad.
Expresamos nuestra gratitud a los movimientos, aliados y fondos feministas, entre otros, a Black Feminist Fund, Pacific Feminist Fund, ASTRAEA Lesbian Foundation for Justice, FRIDA Young Feminist Fund, Purposeful, Kosovo Women’s Network, Human Rights Funders Network, Dalan Fund y PROSPERA por su rigurosa investigación sobre el estado de la dotación de recursos, sus agudos análisis y promoción sostenida para más y mejor financiamiento y poder para las organizaciones feministas y por la justicia de género en todos los contextos.
Ottilie fue una activista feminista, educadora y política de Namibia.
Fue una de las fundadoras de la Organización Popular del Sudoeste Africano (SWAPO), del Club Yu Chi Chan (un grupo armado revolucionario) y del Frente Nacional de Liberación del Sudoeste Africano (SWANLIF). También fue una de las fundadoras de la Asociación de Mujeres de Namibia y del Proyecto Niñas. A lo largo de su vida, Ottilie defendió el derecho a discutir, a pensar, a disputar y a exigir. Movilizó a las mujeres, organizó a estudiantes y docentes y criticó a otrxs camaradas por su elitismo y su corrupción.
Ottilie trabajó intensamente para desmantelar el patriarcado y para crear una democracia participativa concreta, feminista, transformadora y liberadora.
A menudo decía: «Descansaré cuando muera».
El cuidado como base de las economías
La pandemia de COVID-19 puso de relieve la crisis mundial de los cuidados y demostró los fracasos del modelo económico dominante que está destruyendo servicios públicos esenciales, infraestructuras sociales y sistemas de atención en todo el mundo.
Cozinha Ocupação 9 Julho, Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca (ASOM) y Metzineres son solo algunos ejemplos de economías de cuidado que centran las necesidades de las personas marginalizadas y la Naturaleza, así como el trabajo de cuidados, el trabajo reproductivo, invisibilizado y no remunerado necesario para garantizar la sostenibilidad de nuestras vidas, nuestras sociedades y nuestros ecosistemas.
Now that you have analyzed all your data – from your survey, interviews, desk research and potentially other sources – you can create your final product.
In this section:
- Create your final product
1. Write clearly
2. Make it pretty- Gather review and inputs
1. Polish your results
2. Facilitate the feedback
Your final product will be the document that will summarize, analyze and criticize your data. That will be the piece that you will share with your community to present and explain your research to your audience.
At AWID, we often write a comprehensive written report that analyzes each set of data and synthesizes all of our findings, then later create smaller products, such as infographics and summaries (explained in the subsequent section “Finalize and format”).
Importance of the editor
An editor will proofread, ensure concise writing, conduct fact-checking, point out inconsistencies that need to be resolved, arrange the flow of the document and possibly suggest titles.
Your editor should preferably be someone who understands and knows your WITM work but who was not directly involved in the research. This will bring in a fresh perspective.
Use the data collected to create graphs and tables. These type of visuals are a compelling way to highlight the main findings of your research and validate your analysis.
Source relevant images that can illustrate your report.
Highlight key-numbers and/or powerful testimonials.
Remember: The more accessible your product is, the more people will want to read (and share!) it.
At this point, you have collected all your data, analyzed it and transformed it into your final product, likely in a long report.
Before moving on to the next steps – you should share your final research product with your advisor organizations, activists, and donors.
This is a great moment to check the following points:
Once you have inputted all feedback from your advisors, be sure to run it by your editor once more.
This will now be the final, completed version of your report. If you intend to publish the final report in other languages, now is the time to send it for translation.
This is a significant contribution from your advisors. Consider offering them some form of recognition.
• 2 - 5 months
• 1 or more research person(s)
• 1 Editor (or web-editor if you create an online product)
• Translator(s), if done in more than one language
• List of advisor organizations, activists, and donors.
• Concept note (from “Frame your research” section)
• Survey topline results
• Prepared interview questions
• Interview results
• Desk research data
• All other data used in report
Absolutamente; deseamos saber de ustedes y su experiencia con la obtención de recursos.
Experte en développement social et anthropologue de formation, Mary était surtout connue pour être une pionnière de la lutte contre les mutilations génitales féminines (MGF).
Née au Caire en 1922, les travaux de Mary en matière de développement ont commencé tôt, dès son adhésion à la YWCA (Association chrétienne des jeunes femmes). Mary était membre du Conseil œcuménique des Églises et s'est progressivement intéressée aux questions relatives à la santé des femmes. Sa longue lutte contre les MGF a porté ses fruits en 2008, lorsque l'Egypte a finalement criminalisé cette pratique.
On se souvient d'elle comme d'une mentor pour de nombreuses féministes et militant-e-s égyptien-ne-s
En el contexto actual, hemos identificado cinco grandes amenazas para la lucha por economías feministas y justas.
«La financialización alude a la importancia creciente de los mercados financieros, los motivos financieros, las instituciones financieras y las elites financieras en el manejo de la economía y las instituciones que la rigen tanto a nivel nacional como internacional» - Gerald Epstein
Epstein Gerald A. 2006: Financialization and the World Economy. Edward Elgar Publishing.
Las instituciones financieras ejercen una fuerte influencia sobre la gobernabilidad económica y la dirección que toman las políticas para el desarrollo. La influencia cada vez más acentuada que tienen el sector corporativo y las instituciones financieras internacionales en la definición de políticas públicas locales y globales ha resultado en Estados cada vez más presos de los intereses del capital. El sistema financiero actual, con sus políticas controversiales de crédito y deuda, juega un rol fundamental para la reproducción y la expansión de los procesos de acumulación de capital.
Esto plantea preguntas importantes acerca de cómo regular y repensar el sistema financiero global, no solo para evitar las graves consecuencias negativas de las crisis causadas por las deudas sino también para permitir medios de vida sostenibles y la realización de los derechos económicos y sociales sin retrocesos.
(Para más detalles, ver el artículo de Balakrishnan y Heintz “Debt, Power, and Crisis: Social Stratification and the Inequitable Governance of Financial Markets”, en inglés [Deuda, poder y crisis: Estratificación social y la gobernabilidad inequitativa de los mercados financieros]
En estos últimos 20 años, los acuerdos comerciales (tanto bilaterales como multilaterales) han expandido su rol mostrando un interés cada vez mayor en el otorgamiento de derechos de propiedad intelectual a las corporaciones.
Estos derechos han beneficiado claramente a las corporaciones transnacionales afectando gravemente la posibilidad de que las naciones y pueblos más empobrecidos puedan realizar sus derechos humanos, en particular
Además, la liberalización de las importaciones agrícolas que resulta en una afluencia de bienes baratos pone en peligro a las mujeres campesinas que trabajan en forma autónoma en países empobrecidos y a la seguridad alimentaria de todxs. Las cláusulas de protección a las inversiones que forman parte de los acuerdos comerciales limitan el espacio político para que los gobiernos nacionales promulguen e implementen regulaciones en asuntos tan críticos como la protección ambiental, los derechos laborales y la duración de las patentes.
Los movimientos feministas han estado, y continúan estando, en la primera línea de resistencia a estos acuerdos, denunciando las trampas que encierran.
(Ver por ejemplo, las reacciones de movimientos sociales y redes feministas de todo el mundo frente a las negociaciones del Tratado Trastlántico de Comercio e Inversiones y del Acuerdo de Asociación Transpacífico)
La mercantilización de los recursos de la Tierra y sus consecuencias — la degradación ambiental y el cambio climático producidos por décadas de industrialización agresiva, despojo y extractivismo de los recursos mundiales — han dañado la biodiversidad y la resiliencia ecológica. Estos daños ya están amenazando la mera existencia de la sociedad humana.
La comunidad internacional no ha logrado enfrentar los patrones de producción y consumo que conforman la raíz misma de este problema. Lo que hicieron los gobiernos — con el apoyo de las grandes empresas a quienes les interesa obtener ganancias — fue optar por el enfoque de la «economía verde» que promueve las «tecnologías energéticamente eficientes» (como la energía nuclear, los biocombustibles, los organismos genéticamente modificados y la geoingeniería) y los esquemas de comercio de emisiones de dióxido de carbono como soluciones mágicas.
Si bien los procesos de apropiación de tierras y recursos no son algo nuevo -de hecho, han sido luchas centrales en la historia colonial- lo que sí es nuevo son los medios de avanzada por los cuales la tierra y los recursos naturales se están volviendo mercancías en nuevos mercados.
Las instituciones financieras internacionales desempeñan un rol central en promover la mercantilización de la tierra en los países en desarrollo. Estas instituciones financian reformas agrarias que les permiten a actores poderosos utilizar la tierra para ganancias especulativas a cambio de magras promesas de empleos y crecimiento. La apropiación de tierras tiene impactos negativos de gran alcance sobre el acceso de los pueblos a bienes y servicios esenciales, además de causar desplazamiento de poblaciones y degradación ambiental.
Quienes se están resistiendo a la apropiación de tierras, incluyendo a las defensoras de derechos humanos, se enfrentan todos los días a distintas formas de violencia que van desde las agresiones físicas a los abusos sexuales.
Esta base patriarcal tiene una hegemonía particular en los modelos neoliberales actuales.
Resulta evidente que la economía política y el desarrollo se vinculan de varias formas con la sexualidad y el género: pensemos en cómo define el capitalismo lo que se puede entender como 'trabajo' y cómo el valor de los seres humanos se define a partir de su productividad en el trabajo rentado.
En la mayoría de los casos, el lugar que ocupan las mujeres en la economía mundial continúa siendo el de trabajadoras explotadas por su género ya que su trabajo está devaluado en los empleos precarios, la subsistencia doméstica, la reproducción y la producción no remunerada en el hogar. Naturalizada como trabajo no remunerado de las mujeres, la labor que permtie la reproducción de la fuerza de trabajo le provee un enorme subsidio al capitalismo a la vez que funciona como fuente de opresión y sometimiento de género.
Esta situación se ve agravada por el hecho de que cuando los mecanismos de protección social comienzan a debilitarse, se incrementa la carga laboral de las mujeres.
El fenómeno de la migración global que encarnan miles de refugiadxs económicxs que escapan de la pobreza que lxs oprime no es ajeno a las relaciones de poder entre los géneros que impone el capitalismo. Las remesas se convierten en una de las principales fuentes del financiación para el desarrollo de familias y comunidades, pero tienen un costo enorme para las mujeres migrantes que se esfuerzan por alcanzar un salario que les permita vivir en su nuevo país.
También estamos viendo cómo los sistemas patriarcales capitalistas están utilizando la violencia y la opresión para mantener su estatus quo. El alza del gasto mundial para sostener el militarismo y la violencia, perpretados ambos por actores estatales y no estatales, se vuelca cada vez más a controlar el disenso, los cuerpos y voces de las mujeres, así como a zanjar disputas económicas, políticas y sociales.
En todo el mundo, la violencia, el encarcelamiento y la discriminación afectan de manera desproporcionada a:
Para confrontar la violencia estructural y sus vínculos con el sistema global capitalista, se necesita un análisis interseccional que relacione entre sí el género, la raza, la etnia, la edad, la capacidad, la nacionalidad, la orientación sexual y la identidad de género entre otras categorías.
La profunda crisis de gobernabilidad mundial que vivimos también se expresa en los débiles acuerdos intergubernamentales a los que se logra llegar y que a menudo carecen de los mecanismos más básicos para la rendición de cuentas. El sistema multilateral que antes le fue útil a la gobernabilidad mundial no está logrando responder a las múltiples crisis actuales. El sistema mismo continúa siendo muy poco democrático, con las corporaciones adquiriendo cada vez más presencia y más poder ya que ocupan los espacios donde antes estaban los Estados.
Estas amenazas nos desafían a lxs feministas a repensar nuestro marco de referencias y nuestras estrategias. Y también a renovar y reactivar nuestro compromiso con la construcción de movimientos junto con otrxs por una economía justa.
Nos desafían a pensar agendas más amplias por las transformaciones socioeconómicas desde una perspectiva feminista, atendiendo a las realidades que viven la mayoría de lxs empobrecidxs. Ahora es el momento de lograr cambios por una economía justa y de hacerle frente a los desafíos sistémicos persistentes.
Le financement extérieur inclut les subventions et autres formes de financement de la part de fondations philanthropiques, de gouvernements, de financeurs bilatéraux, multilatéraux ou d’entreprise et de donateur·rices individuel·les, qu’elles et ils soient de votre pays ou de l’étranger. Il exclut les ressources que les groupes, organisations et/ou mouvements génèrent de manière autonome (ressource en anglais), telles que les cotisations d’adhésion, contributions volontaires du personnel, de membres et/ou de soutiens, les collectes de fonds communautaires, les locations de salles et ventes de services. Les définitions des différents types de financement, ainsi que de courtes descriptions des différents bailleurs de fonds, sont incluses dans l’enquête pour une meilleure compréhension.
Peni was a radical feminist philosopher, poet, writer, playwright and songwriter.
As the first coordinator for the Fiji Women’s Rights Movement, she left a legacy that was infused with her deep concern for women’s human rights, justice and peace. Peni’s commitment to social, economic and ecological justice and her outstanding work gained local and international respect. She was one of the first in mainstream feminist movements in Fiji to work with, and beside LGBTQI people as a real accomplice, and provided practical assistance to the early Fiji sex worker movement.
Her colleagues described her as a formidable individual and visionary leader for change. She inspired many by her creativity and courage. Her work provided platforms for people to be heard, attain new skills and forge new pathways both at the personal and community level.
Comme le remarque l’activiste et chercheuse Soma Kishore Parthasarathy, il existe des conceptualisations diverses de la notion de biens communs.
De manière conventionnelle, ils sont définis comme des ressources naturelles se trouvant en dehors du domaine privé et dont l'usage est affecté à ceux et celles qui en dépendent. Aujourd’hui, ce concept a été élargi pour comprendre, outre les ressources naturelles, les ressources liées aux savoirs, au patrimoine, à la culture, aux espaces virtuels, et même au climat. Le concept de biens communs est antérieur au régime de la propriété privée et il représentait le fondement de l'organisation de la société. Les définitions données actuellement par les entités gouvernementales limitent ce cadre aux ressources foncières et matérielles.
Le concept de biens communs repose sur la pratique culturelle du partage d'espaces de vie et des ressources envisagés comme des cadeaux de la nature, destinés au bien commun et à la viabilité de ces biens communs.
Les biens communs de l’humanité sont de plus en plus menacés par les nations et les forces du marché qui les colonisent, les exploitent et les occupent.
Dans certains contextes favorables, les «biens communs» ont le potentiel d’habiliter les femmes, en particulier les femmes opprimées économiquement, à jouir d’autonomie par rapport à la manière de négocier leurs multiples besoins et aspirations.
Le patriarcat est renforcé lorsque les femmes et d'autres genres opprimés se voient refuser l'accès aux biens communs et au contrôle de ces derniers.
Par conséquent, une économie féministe cherche à rétablir les droits légitimes des communautés vis-à-vis de ces ressources communes. Cette autonomie leur permet de subvenir à leurs besoins, tout en faisant progresser des systèmes de gouvernance plus égalitaires par rapport à l'utilisation de ces ressources. Une économie féministe reconnaît le rôle des femmes et offre l’égalité des chances par rapport à la prise de décision : les femmes ont un accès égalitaire à ces ressources.