
Cheryl Ananayo

WHRDs are self-identified women and lesbian, bisexual, transgender, queer and intersex (LBTQI) people and others who defend rights and are subject to gender-specific risks and threats due to their human rights work and/or as a direct consequence of their gender identity or sexual orientation.
WHRDs are subject to systematic violence and discrimination due to their identities and unyielding struggles for rights, equality and justice.
The WHRD Program collaborates with international and regional partners as well as the AWID membership to raise awareness about these risks and threats, advocate for feminist and holistic measures of protection and safety, and actively promote a culture of self-care and collective well being in our movements.
WHRDs are exposed to the same types of risks that all other defenders who defend human rights, communities, and the environment face. However, they are also exposed to gender-based violence and gender-specific risks because they challenge existing gender norms within their communities and societies.
We work collaboratively with international and regional networks and our membership
We aim to contribute to a safer world for WHRDs, their families and communities. We believe that action for rights and justice should not put WHRDs at risk; it should be appreciated and celebrated.
Promoting collaboration and coordination among human rights and women’s rights organizations at the international level to strengthen responses concerning safety and wellbeing of WHRDs.
Supporting regional networks of WHRDs and their organizations, such as the Mesoamerican Initiative for WHRDs and the WHRD Middle East and North Africa Coalition, in promoting and strengthening collective action for protection - emphasizing the establishment of solidarity and protection networks, the promotion of self-care, and advocacy and mobilization for the safety of WHRDs;
Increasing the visibility and recognition of WHRDs and their struggles, as well as the risks that they encounter by documenting the attacks that they face, and researching, producing, and disseminating information on their struggles, strategies, and challenges:
Mobilizing urgent responses of international solidarity for WHRDs at risk through our international and regional networks, and our active membership.
¡Sí! Actualmente estamos explorando tecnologías innovadoras que permitan una conexión y participación significativas.
¿Quieren juntar a distintas personas para fortalecer la resistencia? Esta metodología de talleres ofrece ejercicios grupales para incrementar el conocimiento y el poder colectivos, con opciones para adaptarlos a las distintas necesidades.
Hola de nuevo, y de nuevo, y de nuevo. Los he conocido y amado durante toda mi vida adulta, desde que los encontré, significativamente, después de graduarme de la universidad. Los había visto una vez antes. Fue cuando ustedes aparecieron como Betty Friedan en un programa de entrevistas de televisión en el Medio Oeste de los Estados Unidos, a finales de la década de 1960. En ese momento, la Sra. Wells (mi otra madre) y yo comentamos las ideas exageradas y disparatadas de las que esta mujer estaba tratando de convencernos. Desde entonces, década tras década, me he enamorado cada vez más profundamente de ustedes, mis amados movimientos, y he entendido y presenciado su genialidad política y teórica, su autoridad ética y moral, su creatividad, su alegría, y su amor, sobre todo. Casi sesenta años después, sé que somos compañerxs para siempre.
Los primeros años de nuestra relación fueron buenos. Yo estaba bastante autoinvolucrada (tratando de entender la identidad racial, de género y sexual; aclarando mis políticas, valores y ética fundamentales; completando mi educación formal), y ustedes me brindaron numerosos escenarios, centros sociales intelectuales y ambientes de contención acogedores donde y a través de los cuales pude elaborar los componentes fundamentales de la feminista y el ser humano en que me convertiría.
Los movimientos de mujeres predominantemente blancas de Cambridge y Boston, incluyendo Daughters of Bilitis [Hijas de Bilitis], fueron mi punto de partida. Eso me vino bien en ese momento, pero pronto me di cuenta de que deseaba algo más. ¡Poof! Mágicamente (descubrimiento casual), me conecté con un pequeño grupo de mujeres radicales, antiimperialistas, negras, socialistas y lesbianas y, pronto, nos convertimos en el Combahee River Collective [Colectivo del Río Combahee].
Esa temprana experiencia de Combahee -combinada con aprendizajes vitales críticos y, en particular, con las políticas raciales inmigrantes afroamericanas y coreanas de principios de la década de 1990 en los Estados Unidos- me prepararon para el viaje que me ha llevado a identificarme y a trabajar como feminista transnacional para enfrentar el militarismo y a dedicarme a imaginar otros mundos donde todos los seres vivos prosperen.
Los dos momentos críticos siguientes del movimiento de mujeres ocurrieron décadas después de los años de Combahee, pero estuvieron profundamente vinculados. Primero, fue conocer y ser invitada al movimiento feminista coreano que se estaba organizando contra las bases militares estadounidenses y apoyaba a las «mujeres kijichon» [«mujeres de confort»], las mujeres coreanas cuyas vidas (que para algunas incluía a sus hijxs mestizxs) giraban alrededor del variado servicio al personal militar estadounidense en las aldeas y los pueblos adyacentes a las bases. Las amadas feministas coreanas, especialmente Kim Yon-Ja y Ahn Il Soon (las primeras hermanas que conocí y con quienes viajé), me hicieron ver y comprender la importancia crítica de la nación como principio analítico y organizativo. El «toque final» fue vivir y trabajar en la Palestina ocupada. La difunta Maha Abu-Dayyeh me introdujo al movimiento de mujeres palestinas, con un comentario profundo: «puedes dejar Palestina, pero Palestina nunca te dejará». Cuánta verdad. Y todo mi trabajo y mis experiencias a través de muchas fronteras me llevaron a AWID, mi segundo hogar.
Como saben, amados movimientos, estar con ustedes no ha sido fácil ni simple. De hecho, son demandantes, están sistemáticamente plagados de contradicciones y, a veces, hasta resultan hirientes. No obstante, continúan creciendo y desarrollándose, a medida que sostienen mi propio crecimiento y desarrollo político, emocional y espiritual. Supongo que nos cultivamos mutuamente: un proceso muy profundo al cual dedicaré el resto de mi tiempo bajo mi forma actual.
El eje de ser/estar con ustedes todas estas décadas es esto:
Feministas que comprometen colectivamente sus cabezas, corazones, manos y espíritus para transformar nuestros mundos
¡Mucho amor, movimientos feministas!
Su Margo
alias DJ MOR Love and Joy
Wellfleet, Massachusetts, Estados Unidos
Nous nous posons la même question et nous pensons qu'elle n’admet pas de réponse simple. Le Forum de l’AWID pourrait être, pour de nombreux participant·e·s, l'un des rares voyages internationaux qu'ils·elles effectueront au cours de leur vie. La pandémie nous a révélé les possibilités mais aussi les limites des espaces virtuels pour la construction de mouvements : rien ne vaut une rencontre en personne. Les mouvements ont besoin de connexions transfrontalières pour renforcer leur pouvoir collectif face aux menaces qui pèsent sur eux, notamment la crise climatique. Nous sommes d'avis que le prochain Forum de l'AWID pourrait ouvrir un espace stratégique afin d'organiser ces conversations et explorer les alternatives qui se posent aux voyages internationaux. L'élément hybride du Forum est une composante importante de cette exploration.
Mientras el capitalismo heteropatriarcal continúa forzándonos al consumismo y el acatamiento, observamos que nuestras luchas están siendo compartimentadas y separadas por fronteras tanto físicas como virtuales.
Y con los desafíos adicionales presentados por una pandemia global que todavía deben ser superados, esta estrategia de «divide y vencerás» ha sido favorable para la proliferación de la explotación en muchas áreas.
No obstante esto, desde el 1° hasta el 30 de septiembre de 2021, un festival para movimientos feministas! de AWID nos llevó a un viaje sobre lo que significa encarnar nuestras realidades en espacios virtuales. En el Festival se reunieron activistas feministas de todo el mundo, no solo para compartir experiencias de libertades duramente conquistadas, de resistencias y de solidaridades más allá de las fronteras, sino para articular lo que podría ser una forma transnacional de compañerismo.
Esta solidaridad tiene el potencial de desafiar las fronteras, tejiendo una visión del futuro que es transformadora, porque es abolicionista [del complejo industrial carcelario] y anticapitalista. A lo largo de un mes, a través de las infraestructuras digitales que ocupamos con nuestra cuiridad / queeridad, nuestra resistencia y nuestros imaginarios, el Festival nos mostró una forma de desviarnos de los sistemas que nos hacen cómplices de la opresión de otras personas y de nosotrxs mismxs.
Si bien Audre Lorde nos enseñó que las herramientas del amo nunca desarmarán la casa del amo, Sara Ahmed nos demostró que podemos utilizarlas en forma indebida. Dado que teníamos que dar espacio a la asamblea, y a pesar de todas las otras demandas sobre nuestro tiempo, fue posible imaginar una disrupción de la realidad del capitalismo heteropatriarcal.
Ahora bien, si entendemos la asamblea como una forma de placer, entonces, se hace posible establecer el vínculo entre el placer transgresor y la resistencia transnacional/transdigital: entre las clases de placer que desafían las fronteras por un lado, y la cuiridad / queeridad, lo camp, las luchas por la tierra y los movimientos indigenistas, el anticapitalismo y la organización política anticolonial por el otro.
Esta edición intentó captar un sentido de cómo el ejercicio de la asamblea en el Festival adoptó múltiples formas e imaginaciones. Además de contar con las colaboraciones directas de algunxs de sus conferencistas y soñadorxs, trajimos a una plétora de otras voces del Sur global para que conversaran sobre muchos de sus temas y sujetxs. Lo que sigue es una muestra de algunos de los paneles del Festival que más nos inspiraron.
AWID is very pleased to share our 2014 Annual Report.
From building knowledge on women’s rights issues to amplifying responses to violence against women human rights defenders (WHRDs), our work last year continued to strengthen feminist and women’s rights movements across the world.
Get learn how we built the capacity of our members and broader constituency, pushed hard to keep women’s rights on the agenda of major international development and human rights processes, and helped increase coverage of women’s rights issues and organizing through the media. You'll find a panoramic sampling of our projects and some concrete numbers demonstrating our impact.
Collaboration is at the heart of all that we do, and we look forward to another year of working together to take our movements to the next level.
Despite an increasingly challenging panorama, there are important signs of hope for advancing women’s rights agendas. Women’s rights activists remain crucial in creating openings to demand structural change, sustaining their communities, opposing violence and holding the line on key achievements. And there are important opportunities to influence new actors and to mobilize greater resources to support women’s rights organizations.
In this context, strong collective action and organizing among women’s rights activists remains essential.
I am sincerely thrilled by AWID’s accomplishments since 1982 and hope to be able to pay at least a modest contribution to its hard work for the benefit of women and situation of gender equality.” — Aleksandra Miletic-Santic, Bosnia Herzegovina
Le corps est une entité puissante. En tant que femmes, notre corps est contrôlé, opprimé et policé depuis l'utérus. Notre apparence, nos mouvements, nos vêtements, notre façon de marcher, de parler, nos gestes et notre rire. Je me suis souvent interrogée sur les raisons des peurs patriarcales liées au pouvoir du corps féminin.
Là d'où je viens, le travail du sexe et les travailleur.se.s du sexe étaient évoqué.e.s avec un mélange de mépris, de dégoût, de fascination, de pitié et de condamnation.
J'ai entré en contact avec le travail du sexe et les travailleur.se.s du sexe pour la première fois à l'âge de 22 ans. À partir de simples conversations, assis.e.s en cercle, autour d'un café ou d'un thé, nous avons exploré la vie, les expériences, les pensées et les sentiments de chacun.e.
Pour les travailleur.se.s du sexe, le travail du sexe était le choix le plus intéressant parmi toutes les autres options : payer les factures, soutenir la famille, bénéficier d’horaires de travail plus flexibles, avoir des relations sexuelles. Tout comme j'ai choisi mon travail comme étant le choix le plus intéressant pour payer les factures, soutenir la famille, avoir des heures de travail plus flexibles.
Ces personnes, femmes et hommes, m'ont appris que je prenais mes propres décisions concernant mon corps... duquel je concentre sa vie et son énergie, si je l'utilise pour le plaisir ou la douleur, si je l'échange ou le donne librement, et comment je veux m’y sentir. Cette prise de conscience était aussi excitante qu’autonomisante.
Crear | Résister | Transform : un festival pour les mouvements féministes - 2021... vous m'avez accompagnée dans une série de moments qui ont changé ma vie (!!!)
Nous appelons cela des « événements », mais en réalité, vos espaces d'apprentissage féministes sont selon moi des lieux où je prends un peu de ce que j'ai en moi, un peu de ce que disent vos intervenants et un peu des discussions pour approfondir notre compréhension.
Partager... Participer... S'immerger...
dans la force, dans la vulnérabilité, dans le plaisir.
Être simplement la féministe transformatrice que je suis, sans prétentions, sans appréhensions...
Accueillir la féministe transformatrice que j'ai toujours été, sans même connaître le terme ou le reconnaître de cette manière ou en ces termes...
Trouver un foyer pour la féministe transformatrice féroce qui vit en moi...
Malgré la colère, la rage et la frustration de ne pas être traitée sur un pied d'égalité et d'être traitée comme « moins __ que ».
Je ne me suis pas toujours considérée comme une féministe ni reconnue dans le mouvement ou le discours féministe... En réalité, j'apprécie que l'on m'ouvre les portes, que l'on me tire les chaises pour m'asseoir, que l'on reconnaisse ma féminité en tant que femme.
Parfois, j'ai rejeté le patriarcat avec agacement, parfois j'ai réagi avec frustration et colère, mais je ne l'ai pas abordé... Je n'ai pas remarqué sa toxicité sinistre et insidieuse... J'étais assez privilégiée de pouvoir travailler à travers lui, d'y survivre, de le surmonter, d'exceller malgré lui... Je n'ai pas suffisamment remis en question, pas suffisamment défié, pas suffisamment repoussé mes limites... Je n'en ai pas fait assez...
se connecter avec les travailleur.se.s du sexe, explorer la sexualité, et les femmes pour la paix et la sécurité....
Jusqu'à ce que je prenne pleinement conscience et comprenne que les implications des privilèges et de l'oppression étaient intersectionnelles.
Jusqu'à ce que je réalise ce que signifie se battre pour la justice de genre et pas seulement pour « l'égalité pour tous ».
Je ne suis plus une praticienne et une animatrice, mais bien une praticienne et une animatrice féministe transformatrice.
Être féministe signifie que je vais agir
Plonger dans un avenir incertain, fragile, complexe (et peut-être assez violent)...
Je vous suis profondément reconnaissante et je promets de rester féroce dans la prise en compte et le redressement des questions problématiques liées au genre, à la race, à l'ethnicité, à la classe sociale, à l'orientation sexuelle et aux capacités, et de rester présente et fidèle à la lutte pour l'inclusion, l'équité et la justice.
Khin Khin
avec Nazik Abylgaziva, Amaranta Gomez Regalado, Cindy Weisner et Lucineia Freitas.
AWID comenzó a preparar este informe anual en el momento en que la pandemia global empezaba a desintegrar las formas en que nos reunimos, nos organizamos y vivimos nuestras vidas. Es imposible reseñar lo que hemos hecho sin que el COVID-19 afecte nuestra evaluación.
Descargar el informe anual 2019 completo (PDF)
Es una afirmación, urgentemente necesaria, de que existen otros modos, más justos, de organizar nuestras vidas. Durante 2019, cientos de grupos compartieron con nosotrxs sus experiencias y propuestas de realidades feministas, que van desde las redes radicales de apoyo comunitario que facilitan el aborto autogestionado en América Latina y las prácticas de economías comunitarias en Indonesia y de sistemas alimentarios comunitarios en India y EEUU, hasta la reconcepción y renovación de las prácticas no perjudiciales para ritos de iniciación en Sierra Leona. Estas son las experiencias que trazarán un camino hacia una «nueva normalidad».
Una parte clave de nuestro trabajo de 2019 fue alentar estas exploraciones a través de una guía que AWID lanzó para apoyar a aquellos grupos interesados en descubrir las historias y las aspiraciones que son los componentes esenciales de las proposiciones feministas.
Mientras nos focalizamos en nuestras propuestas para un mundo diferente, también reconocemos el complejo contexto que nos rodea. A través de alianzas con el Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos, las Feministas por un Tratado Vinculante, el Consorcio Count Me In! y otras organizaciones, AWID ha continuado resistiendo contra el poder corporativo irrestricto y contra las agendas fascistas y fundamentalistas que socavan los derechos de las mujeres y la justicia de género. En vista de las escasas posibilidades de lograr un cambio transformador a través de procesos multilaterales y de la limitada receptividad de la mayoría de los Estados, estamos redoblando nuestros esfuerzos para garantizar que los movimientos feministas, en toda su diversidad, sean financiados de forma proporcional al papel crítico que desempeñan al apoyar a sus comunidades, reclamar derechos, y responder a las crisis. En 2019, introdujimos principios y enfoques feministas para fondos innovadores como la Iniciativa Spotlight y el Fondo Igualdad, y logramos obtener recursos a través de subvenciones de fondos semilla para realidades feministas provenientes de donantes feministas.
Si miramos hacia adelante, resulta claro que el contexto requiere una transformación de nuestras estrategias de organización:
AWID se está embarcando ahora en un nuevo modelo de membresía que reduce las barreras para el acceso y pone el énfasis en las oportunidades para la participación y la conexión entre afiliadxs. Seguiremos experimentando con distintas herramientas y procesos virtuales para construir comunidad. La interacción entre movimientos continuará siendo central para nuestro trabajo. Las acciones de AWID en solidaridad con los movimientos y las identidades que sufren opresión (incluso y especialmente cuando estas quedan marginalizadas dentro de los movimientos feministas) son importantes para impulsar el cambio y brindar apoyo a los movimientos amplios e inclusivos para todas las personas.
Somos resilientes, nos adaptamos, y nos hacemos presentes para lxs demás. Y tenemos que seguir haciéndolo mejor. Gracias a todxs ustedes, que son parte del viaje junto con nosotrxs.
Across the world and social movements, those who want to innovate tend to feel lonely and powerless before the ‘movement status quo’. Historically, the AWID Forums have played a role in supporting these innovators by offering them a platform where their ideas and practices are welcomed and strengthened by the thoughts and actions of others – in different regions and communities – who have already explored them. Sara Abu Ghazal, Palestinian feminist in Lebanon, tells the story of what the Forums meant for a new generation of feminists in the MENA (Middle East and North Africa) region that introduced new ways of organising, new understandings of feminism and new issues to the regional women’s rights landscape.