Philippe Leroyer | Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)

Special Focus

AWID is an international, feminist, membership organisation committed to achieving gender equality, sustainable development and women’s human rights

Women Human Rights Defenders

WHRDs are self-identified women and lesbian, bisexual, transgender, queer and intersex (LBTQI) people and others who defend rights and are subject to gender-specific risks and threats due to their human rights work and/or as a direct consequence of their gender identity or sexual orientation.

WHRDs are subject to systematic violence and discrimination due to their identities and unyielding struggles for rights, equality and justice.

The WHRD Program collaborates with international and regional partners as well as the AWID membership to raise awareness about these risks and threats, advocate for feminist and holistic measures of protection and safety, and actively promote a culture of self-care and collective well being in our movements.


Risks and threats targeting WHRDs  

WHRDs are exposed to the same types of risks that all other defenders who defend human rights, communities, and the environment face. However, they are also exposed to gender-based violence and gender-specific risks because they challenge existing gender norms within their communities and societies.

By defending rights, WHRDs are at risk of:

  • Physical assault and death
  • Intimidation and harassment, including in online spaces
  • Judicial harassment and criminalization
  • Burnout

A collaborative, holistic approach to safety

We work collaboratively with international and regional networks and our membership

  • to raise awareness about human rights abuses and violations against WHRDs and the systemic violence and discrimination they experience
  • to strengthen protection mechanisms and ensure more effective and timely responses to WHRDs at risk

We work to promote a holistic approach to protection which includes:

  • emphasizing the importance of self-care and collective well being, and recognizing that what care and wellbeing mean may differ across cultures
  • documenting the violations targeting WHRDs using a feminist intersectional perspective;
  • promoting the social recognition and celebration of the work and resilience of WHRDs ; and
  • building civic spaces that are conducive to dismantling structural inequalities without restrictions or obstacles

Our Actions

We aim to contribute to a safer world for WHRDs, their families and communities. We believe that action for rights and justice should not put WHRDs at risk; it should be appreciated and celebrated.

  • Promoting collaboration and coordination among human rights and women’s rights organizations at the international level to  strengthen  responses concerning safety and wellbeing of WHRDs.

  • Supporting regional networks of WHRDs and their organizations, such as the Mesoamerican Initiative for WHRDs and the WHRD Middle East and North Africa  Coalition, in promoting and strengthening collective action for protection - emphasizing the establishment of solidarity and protection networks, the promotion of self-care, and advocacy and mobilization for the safety of WHRDs;

  • Increasing the visibility and recognition of  WHRDs and their struggles, as well as the risks that they encounter by documenting the attacks that they face, and researching, producing, and disseminating information on their struggles, strategies, and challenges:

  • Mobilizing urgent responses of international solidarity for WHRDs at risk through our international and regional networks, and our active membership.

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Yelena Grigoriyeva

Yelena Grigoriyeva, a menudo conocida entre sus amigxs como Lena, fue una destacada defensora de los derechos LGBT en Rusia.

Formó parte de movimientos democráticos, anti-guerra y LGBT. En su activismo, fue una crítica feroz del Presidente Vladimir Putin y su administración, y expresó su oposición a la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea de Ucrania y al maltrato de prisionerxs.

Yelena se declaró bisexual a principios de 2019. "Su salida del armario fue una sorpresa para mí, y no la aprobé. Le dije: ‘Escucha, Lena, ya estás en la mira por tu actividad política. Te acabas de clavar otro blanco en el pecho’". - Olga Smirnova

Yelena, de hecho, recibió múltiples amenazas de muerte y, según algunxs de sus conocidxs, figuraba en un sitio web homofóbico que instaba a sus visitantes a que persiguieran a las personas LGBT. Yelena denunció las amenazas a la policía, pero el Estado ruso no le proporcionó ningún tipo de protección.

Sin embargo, Yelena, a pesar de vivir en una sociedad en la que la oposición política, así como lxs integrantes de la comunidad LGBT y lxs defensores de sus derechos, se enfrentan a una violencia continua y creciente, siguió haciendo campaña por la justicia social y la igualdad.

"No se perdió ni una sola acción. Y la detuvieron tantas veces que hasta perdí la cuenta", Olga Smirnova (compañera activista de la oposición y amiga).

Yelena fue asesinada el 21 de julio de 2019, cerca de su casa. Las autoridades detuvieron a una persona sospechosa pero, según algunas fuentes, muchxs amigxs y compañerxs activistas creen que es un chivo expiatorio y que, en realidad, se trata de un asesinato político deliberado.

Para los familiares y amigxs de Yelena, su caso sigue sin resolverse aunque la persona sospechosa haya confesado.

En 2013, Rusia aprobó una ley que prohíbe la difusión de lo que describió como "propaganda gay". En 2014, Human Rights Watch publicó un informe al respecto.

Con-versandamos

Gracias, Ángela y Pilar.

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Yannia Sofía Garzón Valencia Portrait

Yannia Sofía Garzón Valencia: Soy Mujernegra y tejedora comunitaria. Vivo en Santander de Quilichao, Cauca, Colombia. Me interesan los procesos creativos que producen organización para sostener la vida colectiva. Me gusta conversar y cocinar, investigar y analizar, sembrar y aprender de plantas, leer y jugar. Actualmente coordino el Observatorio sobre violencia basada en género contra personas Afrodescendientes en Colombia. (@VigiaAfro).


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Las tres “compartíamos” la tarde en un barrio del sur de Bogotá.

Como pocas veces ocurre, había una amplia área verde para jugar y nos sentamos en unos banquitos de madera bajo un árbol de sauco. Por fin experimentábamos la sensación de otras formas del amor – estar por el gusto de estar y el placer de escucharnos. Estas conversas para mí hacen parte de las más recientes expresiones de amor que la vida me ha permitido. Formas que no sabía que eran posibles, que se quedan afuera de un taller o de un espacio militante, de un salón de clases o de una oficina de trabajo. Pasamos la tarde entre amigas donde el color de piel de las tres no fuese un tema para hacernos las ciegas y sí una experiencia para intimar sobre los parecidos y diferencias entre nuestras experiencias de infancia y juventud. 
 
Hasta hoy me resultan nutritivas y resignificadoras aquellas charlas que se eximen de alguna tarea pendiente del movimiento negro en Colombia con la cercanía tejida del encuentro, de reconocernos, y en ese reconocernos, de identificar las particularidades que tiene liberarnos. Y de que no hay un solo camino sino muchos caminos de liberación – caminos que habitamos cada vez que dijimos no y nos rebelamos, y que lejos de incomodarnos, nos encontramos en nuestra autenticidad hecha de debilidad y fortaleza, que en lugar de separarnos, nos junta. 
 
Nuestro propósito para hacer esa hermosa tarde fue estar. Ser conscientes de estar entre nosotras. Transitamos para que los recuerdos que quedaran sean aquellos que imaginamos por decididos, sean nuestros y no los que el miedo filtra, acomoda y permite. Recordamos fragmentos exactos de programas; cantamos coros de canciones y a lxs artistas que nos educaron en qué iba eso de amar bien, odiar bien, insultar como la mejor villana, sufrir como la mejor protagonista. Nos contamos travesuras en el colegio, lo que nos quedaba dentro del inconsciente después de la exposición a tantas formas mediáticas de decir lo mismo: durante la época del colegio, desde las maestras y las religiosas, la sobreexposición se nos hace a las mujeres para que nos identifiquemos en la aspiración de cenicienta, la conducción y apropiación para nuestras vidas del drama de la muchacha empobrecida y disminuida que precisa completar el valor de ella misma en el acto redentor de nuestra condición, y del que solo es capaz la mirada de un hombre, que como mínimo ha de ser blanco, merecedor de nuestra entrepierna – su supuesta “máxima aspiración” – y la “perfecta realización de nuestros sueños” la que debe ser nuestra.
 
Aquella tarde éramos tres, y cada una de nosotras criadas en diferentes lugares del país, pero era fascinante coincidir al repetir de memoria frases y situaciones de canciones y novelas, que a veces – nos dimos cuenta hablando, conociéndonos – mantuvieron algunos códigos, símbolos que se reprodujeron con algunas variaciones en nuestras casas, en nuestras relaciones primeras dentro del barrio y en el colegio. Educadas en y para el “drama” – ¿así se llama al género taquillero? – que llega a ser más drama y mayor merecimiento, el tema de “cómo y en qué situaciones es válido y legítimo sufrir” se transforma también – y esto es importante – en cómo debe ser la actitud, cómo debe verse y cómo debe hacer y ser quien sufre. Por tanto, algunas conseguimos sacarnos de nosotras mismas, y por todo significado de amor “aprendimos” que aquel que nos toca a nosotras, solo lo podíamos aprender adultas, rompiendo las ilusiones, aceptando el pecado natural, el conocimiento de la producción industrial de una virgen maría a la que no queremos parecernos, a la que no nos cabe dentro de lo que entendemos, y los desengaños que esta alineación nos reserva.
 
Luego de cantar, pasamos por las exploraciones sexuales tempranas. Nunca pensé que la mayoría de personas pasamos por ahí antes de los nueve años, y que aún en la adultez, hoy esas experiencias, esos recuerdos, son carga pesada y que incluso hoy, en miles de lugares, millones de niñas y niños son cercenados en su inocencia por la ausencia de confianza y la ignorancia que les ofrecemos para que reconozcan sus cuerpos. Culpar la curiosidad, valiosa fórmula de control. Retomamos conversas breves que habíamos tenido derivadas de nuestro rehacernos la historia de nuestra vida desde nuestro ser maldecido negro y por nosotras renacido. Recordamos que muchas de nuestras tías y primas fueron saliendo de sus casas, de ombligo, de su arraigo, para buscar un futuro afuera, en otro lugar.

El futuro exige el precio de reacomodar las relaciones que nos han hecho desde la infancia y colocarlas en un cuarto de olvido, fundantes, pero no relevantes para avanzar. Progresar fue para nosotras memorizar qué nos hacemos a nosotras mismas con las oportunidades que encontramos en otro lugar, que el otro lugar y no nosotras es dónde habita la oportunidad, que estamos disponibles, que hay que estar afuera. Sin embargo, para muchas de nuestras tías y primas, a cambio de la oportunidad que pocas veces llegaba de ser matriculadas y mantenidas en el colegio nocturno o un sabático por su trabajo doméstico, lo que sí llegaba con puntualidad de factura de servicio público, era la de convertirse en la primera experiencia sexual de parientes que vivían en ese futuro por el que ellas mismas y otrxs antes de ellas ya habían pagado y cuyo precio habían olvidado. Ese legado no lo seguiremos.

"Aprendió que el cuidado del vientre es un asunto de mantener sus tejidos en calor, de evitar los fríos que entran por la molleja encima de la cabeza, por los pies, por las orejas, para que no doliera especialmente en tiempos en que la luna baja, que para eso hay que cuidar lo que se come y no se come, cómo se viste y cómo se camina, que esto tiene que ver en todo momento con la salud de las niñas."

En Colombia y en América Latina se implementó con mucho éxito un manual de conducta llamado “La Urbanidad de Carreño.” Hasta la década de los 90’s y tanto en colegios públicos como privados fue de obligatoria lectura. Mi mamá que fue recogida por monjas carmelitas, lo conocía de pe a pa: el manual efectivamente condicionaba la mirada sobre los cuerpos. La primera vez que lo leí tuve que parar varias veces para sobarme el estómago que me dolía de tanto reír. Tiene instrucciones tan ridículas como la de ducharse con los ojos cerrados y apagar la luz al momento de ponerse la ropa de dormir. Los capítulos hacían referencia a cómo estar en la casa, en la calle, en una cena, en una comida – en otras palabras, las normas del buen gusto y de la etiqueta. El deber ser de la ciudadanía de bien, la civilidad que permitía distanciarse de los valores de la vida en el campo. El mismo manual indicaba que saludar de grito a alguna persona conocida que se encontrara al otro lado de la calle era indecoroso; la buena educación es cruzar la calle, así como los hombres deben quitarse sus abrigos, para ponerlos en los charcos de agua toda vez que fueran acompañados de mujeres que no debían mojarse el calzado. Pensaba en los saludos de un lado al otro lado del río, y en el calor que hace en los lugares donde hacemos la vida que no nos pide abrigo. 
 
Este señor Carreño se contrasta grandemente con el abuelo de otra mujer mayora oriunda de Turbo. Ella compartió una vez que su abuelo era un sabio, que de él aprendió a partiar, a cuidarse el cuerpo. Aprendió que el cuidado del vientre es un asunto de mantener sus tejidos en calor, de evitar los fríos que entran por la molleja encima de la cabeza, por los pies, por las orejas, para que no doliera especialmente en tiempos en que la luna baja, que para eso hay que cuidar lo que se come y no se come, cómo se viste y cómo se camina, que esto tiene que ver en todo momento con la salud de las niñas. La mayora dice que de su abuelo devoto aprendió que los cólicos se hicieron más comunes cuando las casas dejaron de tener piso de tierra y/o madera. Cuando llegó el concreto y la baldosa, cuando el material de la casa permitió que el frio entrara por los pies, con ellos aumentó la tensión en el tejido de los vientres.
 
Sorprendidas de nuevo. La distancia entre la consciencia de la vida de Don Carreño y la del sabio abuelo, es la misma distancia entre lo que se dicta para el comportamiento adecuado, y cómo se ven incapacitados el impulso y los sentidos, incluso el sentido común que gusta de la salud. En ese momento podía entender otra de las tantas maneras en cómo el cemento obstruye nuestra forma de respirar de la tierra, y de nosotras como parte de ella. No había dimensionado que hubo, y aún hay, arquitecturas y materiales pensados para el cuido de nuestros cuerpos. En Colombia como en muchos otros países, el material del que está hecha la vivienda hace parte de los indicadores del índice de pobreza multidimensional: la vivienda que está construida en cemento aleja al hogar de ser leído como pobre, y así podríamos seguir rastreando el desaliento con el que el progreso nos arrastra en abandonar la relación de nuestro entorno con nuestro cuerpo. El buen gusto y la civilidad nos encamina hacia afuera: avanzar – mienten – está allá afuera.
 
Nos molestó un poco caer en cuenta juntas de cómo nuestras mamás o nuestros papás no nos dijeron palabra alguna de la menstruación, salvo cuando la mancha marrón ya había embadurnado los calzones. Ni nos alejaron de la vergüenza que se supone era apenas natural sentir una vez estuviera allí, acompañada de los retortijones en el vientre muchas veces acallados por las labores de faena, que se llaman quistes, miomas, hematomas – asesinaron y olvidaron a nuestras abuelas que habían averiguado y olvidaron los tratamientos para sanarlos. Que su aliento, enfriado cada vez más por ese afuera, heló la familiaridad y en lugar de calentar nuestros vientres, sentenció consejos parecidos más a las advertencias sobre lo único que les importa a los hombres. Generalizando a todos los hombres – legitimando el rol saqueador del pene, y que la única opción para esos cuerpos con pene es tomar aquello que tenemos entre las piernas. La inmutable e instalada naturalización de las múltiples variaciones de esta verdad. Y generalizar para todas las mujeres que debemos preservarlo para uno, el que lo meta primero, el que dé algo a cambio, y que somos mujeres únicamente por eso, por aspirar a/y dejarlo meter. De niña exploré penesitos y clitorisitos, y entre juegos la pregunta al oído que en esas ocasiones hacía cuando era entre mujeres fue: ¿esta vez a quién le toca hacer de hombre y a quién hacer de mujer? Por respuesta: principios de orgasmitos independientemente de con quién. Supongo que ocurre parecido entre los cuerpos de los hombres también.

"Podía entender otra de las tantas maneras en cómo el cemento obstruye nuestra forma de respirar de la tierra, y de nosotras como parte de ella. No había dimensionado que hubo, y aún hay, arquitecturas y materiales pensados para el cuido de nuestros cuerpos."

Experiencias y exploraciones de nuestras tías, primas y conocidas se volcaron hacia el cuerpo y su desnudez como tabú. Evadieron expresarla, enunciarla, hasta el punto de encubrirla, asignando nombres para sus funciones, de excretar, de expulsar, de procrear, y para nosotras de recibir. A propósito, compartí una reflexión que salió de escuchar una mayora en un taller; ella decía que, en el tiempo de vivir con su abuela, la recordaba durmiendo con un ojo abierto y otro cerrado y con una escopeta al lado del colchón. Al menor ruido en la noche, la accionaba sin chistar, situación no poco habitual en algunos territorios del pacífico colombiano donde hay un comportamiento nocivo y normalizado; y es que hombres casados y solteros que sienten gusto por una joven, se le meten en la habitación de noche – “gateada” entendemos, “gateada” decimos. El asunto de hacerle justicia a la joven, era un cálculo de riesgo: si las autoridades de la casa se daban cuenta y había o no abuso, podían herirlo y hasta matarlo. 
 
Una práctica de justicia propia y directa, que tiene consecuencias que hasta hoy no han acabado con el gateo. En ese mismo taller – seguía compartiendo con mis hermanas – otras participantes dijeron que ni ellas ni sus mamás dejaban a sus hijas con sus padres a la hora del baño, a menos que llevaran ropa interior. En esas recordé la voz de mi papá diciéndome cuando yo tenía siete años, su mamá nunca ha dejado que yo la bañe. Les compartí esto y, todo lo contrario, una de ellas nos compartió que en cambio su papá la bañaba desnudita en el patio de su casa de infancia hasta que tuvo siete años, y que luego hasta los nueve lo hacía su hermano mayor. Ella nunca sintió un dejo de mirada extraña por parte de ellos; para ellos, decía, era parte de las tareas del cuidado con la consentida. Recuerda ser vista como lo que era: una niña hija, una niña hermana peleada con el agua. 
 
De nuevo la infancia, ayer y hoy. Nos sorprendió escucharla, me consoló saberlo. Ya había sido diferente en otros lugares y el padre de mi hija hasta casi los dos años la bañó en la tina. Incluso antes de que cumpliera dos años le pegaba un poco en las nalgas hacia arriba, según él, para hacerlas más grandes. Acá se pueden conversar sobre otras dimensiones de cómo hacemos los cuerpos, pero es para otro cuento. Para mí, se trataba de una tarea de cuidado entre tantas del reparto que acordamos antes de que ella naciera. Y la decisión de no ver en cada hombre un violador al acecho, no significa que no lo sean, sino que también pueden dejar de serlo. También hay hombres y cuerpos de hombres que por crianza nunca lo han sido. 
 
También pasa ahora. Le pasó a nuestra amiga y a mi hija. Me quedé pensando: ¿cómo puede ser que algunas mujeres pudieran formar una pareja en la que no les pueden dejar el cuidado de sus hijas? Estoy segura que mi mamá amó a mi papá. Y aunque pocas veces hablamos sobre la mujer que fue antes de ser mi mamá, sé que sus experiencias de abuso no se comparan en brutalidad y permisividad como las de ahora y sin embargo es una decisión – de muchas mujeres en muchos lugares. Lo que me lleva a otras preguntas: ¿Qué tan frecuente, tan reiterados los casos de abuso que en nuestra familia extensa fueron, que las madres prohibieron perceptible o imperceptiblemente a sus parejas bañar a sus hijas?, ¿Tiene que ver con toda esa sobreexposición mediática a la que somos expuestxs casi desde el nacer?, ¿Qué hace posible el desdibujamiento del lazo familiar y lo deja solo en un lazo de satisfacción corporal?, ¿Es la proximidad a los valores de la urbanidad que con tanto celo cuida de las correctas formas de los cuerpos femeninos como objetos de deseo, e impulsa a los cuerpos masculinos a actuar como poseedores y conquistadores, cumpliendo el mandato que debe ser imitado de la representación a la que mediáticamente les exponen para sentirse tranquilos en su identidad?, ¿Es el cemento y otros códigos como el de la urbanidad de Carreño el que lo soporta?, ¿El olvido de las relaciones que establecemos en función de obtener progreso, lo que lo provoca, el insistente hacer para afuera?, ¿Qué pasa con los aprendizajes de nuestra época, de quienes a escondidas o no, tuvimos exploración sexual infantil?, ¿Anulados por la culpa?, ¿Germen de la desconfianza y la vergüenza hacia la desnudez?, ¿Germen de la desconfianza y la vergüenza hacia estar adentro de si mismx? ¿No son estos aprendizajes, posibilidades para confiar en abordar la desnudez de los cuerpos dentro del respeto a sí mismx y otrxs? Estas preguntas nacen porque hay espacios de confianza, donde el miedo a decir cómo se piensa y siente está espantado por el propósito de acompañarnos. Imagino cuantas hay en tantos rincones de este planeta y estoy muy segura que no son preguntas nuevas, que hay mensajes repetidos en ellas y que nos encontramos viviendo sus respuestas.

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Explorar Corporalidades Transnacionales

Esta edición en alianza con Kohl: una publicación para Body and Gender Research analizará soluciones, propuestas y realidades feministas para transformar nuestro mundo actual, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades.

Explorar

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التجسيدات العابرة للحدود

نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.

استكشف المجلة

Snippet Watch Stories (ES)

Conoce más sobre el impacto del foro a través de estas historias.

Puis-je vous contacter si j’ai des questions ou des inquiétudes?

Si vous avez des questions ou des inquiétudes, merci de nous contacter par le biais de ce formulaire, en indiquant « Enquête WITM » dans l’objet de votre message. Vous pouvez également nous écrire à witm@awid.org.

Film club - Tenderness is the sharpest resistance

Our first Feminist Film Club program is now available to view: “Tenderness is the Sharpest Resistance” is a film series on Asian/Pacific Feminist Realities curated by Jess X Snow 

WATCH

Magaly Quintana

Magaly Quintana était connue de nombreuses personnes au Nicaragua comme « La Maga » (la magicienne). Historienne et activiste féministe, elle était une indéfectible défenseure des droits des femmes, réclamant justice pour les victimes de féminicides.

Magaly était fortement engagée dans la documentation et la collecte de statistiques sur les femmes et les filles tuées dans le cadre de la violence sexuelle dans le pays. 

 « Elle s’employait à reconstituer la vie de chacune d’entre elles, de leur famille, pour montrer ces vies qui avaient été détruites », Dora María Téllez.

Magaly avait également critiqué le gouvernement pour sa réforme de la loi 779 sur la violence à l’égard des femmes. Résultat du travail acharné des mouvements de femmes nicaraguayens, cette loi incluait – avant sa réforme – d’importantes dispositions criminalisant le féminicide. Elle avançait que les réformes législatives avaient affaibli la loi et restreint la définition des féminicides à des homicides, rendant ainsi « invisibles » les crimes violents perpétrés contre les femmes.

Magaly a commencé à mener des actions féministes au début des années 1980. Directrice du Catholic Women for the Right to Choose, elle a défendu le droit à l’avortement thérapeutique après son interdiction en 2006, de même que soutenu les manifestations contre le gouvernement de Daniel Ortega en 2018.

Née en mai 1952, Magaly est décédée en mai 2019.

 « Nous nous reverrons plus tard, ma très chère Magaly Quintana. Merci beaucoup, merci pour l’héritage que tu nous laisses. Nous te reverrons, aussi forte et puissante que toujours. », Erika Guevara Rosas (Directrice américaine d’Amnesty International)

Lettre d’amour aux mouvements féministes : les au revoir de Hakima et Cindy

Une image représentant une feuille de papier scrapbooking avec la phrase Lettre d’amour aux mouvements féministes : les au revoir de Hakima et Cindy

Chers mouvements féministes,

Vous nous avez accueillies à bras ouverts lorsqu’il a été annoncé en 2016 au Forum de l’AWID à Bahia que nous serions toutes deux codirectrices exécutives de l’AWID. Nous pensions alors que tout était possible, nous allions construire une oasis féministe qui nourrirait nos combats collectifs à venir. Nous avons quitté Bahia avec un sens aigu de nos nouvelles responsabilités, nous engageant à vous servir de notre mieux et à diriger l’AWID de la manière la plus efficace et la plus soutenante pour vous.

Il est maintenant temps pour nous de laisser la place à un nouveau leadership !

Plus de cinq ans après le début de cette aventure, nous avons décidé de faire coïncider la fin du cycle stratégique actuel de l’AWID avec l’arrêt de notre codirection. Nous pensons que c’est le moment idéal de quitter nos fonctions et de soutenir la relève. Nous pensons en effet que le leadership féministe transformateur est cyclique.

Nous avons pleinement conscience de l’opportunité qui nous a été donnée de jouer un rôle dans les 40 ans d’histoire de l’AWID, de soutenir et mener l’organisation tout au long du difficile contexte de la pandémie mondiale et des nombreuses crises qui se sont succédé.

Mouvements féministes, nous savons que vous ferez partie de notre prochaine aventure, quelle qu’elle soit. Vous nous enseignez sans relâche la force et la résilience. Nous changeons de fonction, mais nous continuerons collectivement à progresser ensemble.

Comment nous avons avancé

Nous avons des souvenirs très clairs de ceux d’entre vous en Indonésie, en Malaisie, au Népal, en Thaïlande, en Taiwan et ailleurs encore, avec qui nous avons co-créé le Forum de l’AWID, dans la générosité et la spontanéité. Sans aucun doute, notre plus grand regret de ces cinq dernières années est de n’avoir pas pu vous offrir un autre Forum en présentiel.

Dès que la difficile (quoique nécessaire) décision d’annuler le forum de l’AWID a été prise, nous nous sommes centrées sur les questions existentielles avec lesquelles de si nombreuses organisations se débattaient : comment transformer nos manières de travailler pour continuer à être pertinentes, comment prendre en compte la fatigue, la maladie et le deuil qui nous touchent toutes et tous de diverses manières ? Comment construire des relations porteuses de sens, lorsque l’on doit se cantonner aux interactions en ligne ? Il n’y a toujours pas de réponses évidentes à ces questions mais, mouvements féministes, vous avez ouvert la voie.

Nous étions si fières de voir la manière dont les féministes prenaient les rênes d’initiatives visant à atténuer les effets de la COVID-19 sur nos communautés. Les féministes sont les intervenant·es de première ligne dans les crises et nous continuerons à réclamer la reconnaissance et des ressources pour ce travail. Vous avez souvent répondu avec enthousiasme à nos mobilisations, participant de manières toujours plus géniales à notre campagne pour un Sauvetage féministe et ensuite au Festival Crear Résister Transform. Vous vous êtes spontanément jointes à nos actions de plaidoyer, lors d’interventions dans les espaces les droits humains, auprès de responsables des politiques ou de bailleurs de fonds.

Travailler avec vous nous a inspirées, à l’AWID, à prendre une décision importante en matière d’élargissement des possibilités de participation de nos membres sans devoir passer par l’AWID. C’est ce que nous appelons l’approche des adhésions basée sur la solidarité. Nous avons hâte au lancement de la plateforme de la communauté de l’AWID, plus tard dans l’année.

Vous nous avez démontré que, puisque nous ne pouvons pas compter sur le système, le plus important est d’être là les un·es pour les autres. Nous espérons avoir bien réussi, au cours de ces années passées, à créer un espace pour de nouvelles relations approfondies et des possibilités de soutien mutuel et de collaboration.

Nous voulons témoigner à l’équipe actuelle, et précédente, de l’AWID (tant le personnel que les membres du CA), avec qui nous avons eu l’honneur de travailler au cours de ces années, tout notre amour et notre respect. Nous avons appris de chacun·e d’entre vous et sommes profondément reconnaissantes de toutes vos contributions à l’AWID au fil des ans.

Nous avons été les toutes premières codirectrices exécutives de l’AWID. Nous avons beaucoup appris des multiples traditions activistes et communautaires de leadership collectif et des organisations féministes qui l’avaient fait avant nous. Nous savons que nous n’aurions pas pu faire ce travail sans l’autre. Nous avons pu nous appuyer sur les forces l’une de l’autre et nous nous sommes soutenues mutuellement pour faire le meilleur travail possible.

Et maintenant

Nous sommes arrivées à cette fonction ensemble, et repartons ensemble, même si nous décalons nos dates de départ. Nous voulons toutes les deux assurer une transition aussi douce que possible et une arrivée maîtrisée de la nouvelle direction.

Mouvements féministes, vous êtes entre de bonnes mains avec l’équipe de l’AWID. Elle sait ce qu’elle fait. Et nous sommes fières de quitter l’organisation alors qu’elle est si forte et si résiliente. Nous espérons voir bon nombre d’entre vous au Forum de l’AWID en 2024 – vous nous reconnaîtrez facilement, nous serons les deux personnes totalement relax dans l’assemblée !

Nous vous envoyons de l’amour et de la reconnaissance pour tout ce que vous avez fait avec et pour nous. L’impact que vous avez dans nos vies s’étend sur bien plus que les cinq dernières années et continuera, sans aucun doute, bien au-delà.

Cindy et Hakima

Snippet Forum Quoate Nicky Mcintyre (FR)

Tous nos processus de changement reposent sur les relations que nous établissons dans des espaces comme les forums de l'AWID, où l'on danse ensemble, où l'on fait ressortir son humour, sa vraie personnalité, où l'on raconte des histoires. C'est ce qui fait la différence.
- Nicky Mcintyre, États-Unis

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لبناء وقائع نسوية ترتكز على الأدلة عن كيف يتحرك المال ولمن يصل

Film club - The Turtle's rage

The Turtle’s Rage (2012) Alemán | Árabe con subtítulos en inglés

Esta película cuenta la historia de un hombre misterioso cuya vida ha sido moldeada por la huida, la expulsión, el exilio y el fracasado retorno a Palestina. El film está  compuesto por la búsqueda de respuestas que lleva a cabo su hija.


Conversación en vivo con Pary El-Qalqili, directora de “The Turtle’s Rage”

Doris Valenzuela Angulo

Doris Valenzuela Angulo was an Afro-descendant social activist, leader and human rights defender from Buenaventura, Colombia. She was part of Communities Building Peace in the Territories (CONPAZ), a national network of organizations in communities affected by armed conflict that advocate for non-violence and socio-environmental justice. 

Doris defied constant paramilitary violence and pressures from mega projects to displace her community and state collusion. Faced with one of the most difficult contexts in her country, she played a leadership role in an unprecedented initiative of non-violent resistance called Puente Nayero Humanitarian Space, an urban place for community cohesion, safety, creativity and collective action. 

This unique non-violent struggle of the families that belonged to Puente Nayero Humanitarian Space, attracted attention and support from both local and international agencies. By September 2014, the Inter-American Commission on Human Rights had granted precautionary protection measures to the community ordering the Colombian State to adopt necessary measures to preserve their lives and personal integrity. However, the threats and violence from the paramilitaries continued. Doris focused her energies on preventing forced recruitment of children and young people by the neo-paramilitaires, continuing on despite the murder of her son Cristian Dainer Aragón Valenzuela in July 2015. Doris also became a target, continuously receiving threats for her activism and the work she did.  

The continued aggression and threats against her life forced Doris to leave Colombia. She was residing in Spain from February 2017 to February 2018, as part of the Amnesty International temporary protection program for human rights defenders at risk. In April 2018, Doris was murdered in Murcia, Spain by her ex-partner. She was only 39 years old. 


Tributes:

"Doris, spending a whole year with you has taught us how a person can have the ability to transform and generate hope in the face of deeply negative and devastating events during your life...We continue with our commitment in the defense of all human rights. Your courage and your light will always guide us.” - Montserrat Román, Amnesty International Grupo La Palma

Excerpt from “Words for Doris Valenzuela Angulo” by Elsa López

"..You knew it. You always knew. And in spite of everything you stood firm against so many injustices, so many miseries, so much persecution. You stood up, haughty and fierce, against those who wanted to make you again abandon your hopes, humble yourself and surrender. Standing up you cried out for your freedom and ours that was yours. Nothing and no one paralyzed your efforts to change the world and make it more generous and livable. You, live among us, more alive today than ever among us despite death. Always live by your gestures, your courage, your greatness when crying for a promised land that you came to invoke with each of your cries for all the deserts you inhabited. You. Always alive. Doris Valenzuela Angulo.

They are only words. I know. I know it too. But the words unite us, protect us, give us strength and encouragement to continue walking towards the light that you defended so much…” 

Nominate bold feminists to join AWID's Board of Directors

Every year, AWID seeks to renew and enrich the perspectives and experience reflected in our Board of Directors by bringing in new members.

Currently, we are looking for individuals to serve 3-year terms on AWID’s Board, starting in early 2023. This is an opportunity to contribute to our organisation’s governance and to be part of an amazing group of feminists from around the world. 

Please help us to identify thoughtful and bold feminists to nominate for election by July 29, 2022.

Submit your nomination

Please also share this invitation to nominate with your networks!

Who are we looking for?

First and foremost, we are looking for candidates who are committed to AWID’s mission, who can make connections between local and global struggles, and who can help us to be thoughtful about how to best leverage AWID's positioning and strengths in a constantly evolving context. Candidates must be willing to uphold the legal duties and responsibilities of the AWID Board in the best interests of the organization. 

This is a voluntary role that requires commitment and engagement throughout the year. Board members are expected to commit a minimum of 10-15 days per year to attend in-person and virtual meetings, and contribute to other communications.  

We aspire for our Board to reflect diversity in all its forms, particularly in terms of gender identity, sexual orientation, age, geography and background. Additionally, we seek Board members with experience relevant to AWID’s priority areas of work. 

While we will consider all candidates, in light of the current composition of the board, priority consideration will be given to:

Candidates with experience working at the intersections of women’s rights/gender justice and :

  • Finance
  • Climate justice
  • Disability justice, and/or 
  • Technology

 Candidates from the following regions:

  • Africa
  • South America

What Board members bring to AWID

The Board of Directors is key to inform AWID’s strategic direction and support our organisation to fulfill its mission in coherence with the world we live in and the needs of our movements. 

Board members contribute to the organization in many ways: bringing governance experience from other spaces, perspectives from diverse sectors of feminist movements, and substantive expertise in areas relevant to AWID’s strategy. 
The candidates who are ultimately elected will be joining the AWID Board in 2023, accompanying us for the launch of our new strategic plan led by AWID’s new Co-Executive Directors, and the planning of our next international Forum.   

Do you know someone with this profile?

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(You can nominate yourself or someone you know - with their consent)

Please also share this invitation to nominate with your networks!

While anyone can nominate a person for the AWID Board, only AWID members can vote in our Board Elections - Become an AWID member today!

Thank you, in advance, for helping us find our next wonderful Board members to support AWID in its journey ahead!  

What measures to protect public health and contain risks of Covid19 outbreak will be in place?

We are monitoring this and other risks carefully, and will publish comprehensive health and safety information when the registration opens, so you could make an informed decision. In addition, the hybrid format is designed to provide a meaningful engagement experience to the participants who will prefer not to travel or are not able to travel.

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لماذا الآن؟

A monochromatic orange illustration of a woman with curly hair with her hand on her chin. She seems to inquisitive or posing a question.

تتواجد الحركات النسوية، حركات حقوق النساء، حركات العدالة الجندرية، حركات مجتمع الميم - عين وحلفاءها/ يفاتها في مفترق شديد الأهمية وتواجه هجمات عصيبة على حقوق وحريات حصلت عليها. فتصاعد الاستبداد في الأعوام الأخيرة، وكذلك القمع العنيف للمجتمع المدني وتجريم النساء والأشخاص المتنوعين/ات جندرياً المدافعين عن حقوق الإنسان، تصاعد الحروب والأزمات في الكثير من أنحاء العالم، استمرار الظلم الاقتصادي والتقاطع بين الصحة، البيئة والأزمة المناخية.

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Mena Mangal

Mena Mangal fue una destacada periodista de televisión, defensora de los derechos de las mujeres y asesora cultural de la Wolesi Jirga, la cámara baja del parlamento nacional de Afganistán.

Durante más de una década, trabajó para Ariana TV, el canal Lamar de lengua Pashto de Tolo TV, y para la emisora privada de televisión nacional afgana Shamshad TV. Como presentadora, Mena se enfocó en los derechos de las mujeres y en los programas de entrevistas culturales.

"La defensora de los derechos de la mujeres Wazhma Frogh dijo que Mangal "tenía una voz fuerte" y  se pronunció activamente como defensora de su pueblo".

Fuera de la pantalla, también dirigió páginas populares de redes sociales que defendían los derechos de las niñas y mujeres afganas a la educación y el trabajo. En lo que concierne a su vida privada, Mena escribió extensamente acerca de cómo había sido forzada a contraer un matrimonio arreglado en 2017, y sobre el proceso que tuvo que atravesar para poder obtener finalmente el divorcio.

En un post de Facebook, Mena escribió que estaba recibiendo amenazas de muerte de fuentes desconocidas, pero que aun así continuaría llevando a cabo su trabajo.

El 11 de mayo de 2019, Mena fue atacada por hombres armados desconocidos y asesinada a tiros a plena luz del día en un espacio público del sudeste de Kabul.

"Estamos preocupadxs por la situación actual ya que está teniendo un impacto directo en las mujeres que trabajan fuera de sus casas... Las mujeres periodistas están cambiando de profesión debido a los crecientes riesgos que enfrentan". - Robina Hamdard, defensora de los derechos de las mujeres en Kabul.

Las Triple Cripples: ¡hablemos de sexo, nena!

por Nandini Tanya Lallmon, República de Mauricio (@nandini_tanya)

Olajumoke «Jay» Abdullahi y Kym Oliver son feministas revolucionarias en más de un sentido. 

Las dos amigas se llaman a sí mismas las «Triple Cripples» [«Triples Inválidas»] porque, como mujeres discapacitadas negras, se ven sometidas a tres niveles de discriminación. Jay, actualmente de 31 años, contrajo polio cuando era bebé y utiliza una férula y unas muletas como sostén, mientras que Kym, de 25 años, tiene esclerosis múltiple y se moviliza en silla de ruedas. El nombre del dúo surge de un esfuerzo por redefinir la palabra «inválida» que, según ellas, «ha sido un término habitualmente usado contra las personas discapacitadas como injuria, como una forma infalible de recordarnos que estábamos “falladas” y que siempre íbamos a ser “menos que”.»

Como mujeres negras, Kym y Jay han sido víctimas del estereotipo racial globalizado que hipersexualiza la piel oscura. En su libro Heart of the Race: Black Women’s Lives in Britain [Corazón de la raza: las vidas de las mujeres negras en Gran Bretaña], Beverley Bryan, Stella Dadzie y Suzanne Scafe describen cómo las mujeres negras han sido históricamente definidas como un «riesgo de alta promiscuidad» por los doctores, debido a su libido y su fertilidad. Jay explica que «la gente piensa que estoy siempre dispuesta a hacer de todo y cualquier cosa todo el tiempo porque soy una mujer negra». Aunque ambas mujeres han sido sometidas a una intensa fetichización debido a su color de piel, sus discapacidades han confundido a muchas personas. Kym describe así su experiencia como mujer con curvas: «Tengo el tipo de cuerpo que la gente quiere manosear, y les parece que yo debería poder aceptarlo, pero, al mismo tiempo, existe esta idea de que yo no debería tener pretensiones, por mi discapacidad.»
 
En las plataformas de citas en línea, a Jay le han preguntado si puede realizar ciertas posiciones sexuales, dado que ciertas potenciales parejas «han decidido que quieren estar contigo de este modo y quieren saber si tu corporalidad puede facilitarlo.» Durante una consulta de control, Kym hizo disculparse a unx profesional médicx que, mientras completaba un formulario de admisión, le preguntó cuántas parejas sexuales ha tenido con un tono que implicaba «yo sé que estas preguntas no son aplicables en tu caso, pero tenemos que seguir el proceso estándar del cuestionario.» 

El error de pensar que la falta de autonomía física equivale a una falta de deseo sexual es generalizado.

En la escuela, Jay era excluida de las clases de educación sexual, porque se presuponía que estaba incapacitada para tener sexo. Ella explica que incluso las organizaciones bien intencionadas que promueven el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva a menudo no tienen en cuenta las necesidades específicas de las mujeres discapacitadas. Por ejemplo, las píldoras son consideradas con frecuencia un método anticonceptivo efectivo, sin ninguna mención de que pueden agravar los riesgos de coágulos de las mujeres que usan sillas de ruedas.

Con sede en Londres, las Triple Cripples esperaban ansiosamente participar, junto con el equipo Decolonising Contraception [descolonizar la contracepción], en el SexFest2020, un festival de un día organizado para personas de color y dedicado a la salud y el bienestar sexuales. Desafortunadamente, el evento fue cancelado debido a la pandemia del COVID-19. A pesar de ello, sin desanimarse, Jay y Kim se volcaron a sus plataformas de activismo en línea, para oponerse a la forma en que la sexualidad es vista desde una perspectiva estrictamente heteronormativa y para desafiar la idea de que la femineidad está definida por la capacidad de procrear. El dúo inauguró un canal de YouTube y un podcast (también llamado «The Triple Cripples») para promover la representación de las personas discriminadas de múltiples formas como seres humanos holísticos. Sus planes a futuro incluyen un documental creativo y una muestra fotográfica dedicada a luchar contra la discriminación y a difundir las voces de personas de color discapacitadas.

La experiencia de discriminación basada en la raza, el género y la discapacidad es más que acumulativa.

Si bien las mujeres discapacitadas de color comparten experiencias de discriminación por motivos de discapacidad con otras personas discapacitadas, experiencias de sexismo con otras mujeres, y experiencias de racismo con otras personas de color, estas experiencias interactúan y no pueden ser separadas: las mujeres discapacitadas de color experimentan una discriminación singular como mujeres discapacitadas de color. 

Si bien las Triple Cripples reconocen que las ideas anticuadas y superficiales sobre la diversidad no se transformarán, como por arte de magia, en espacios inclusivos de un día para otro, siguen confiando en que sus pequeños hachazos finalmente lograrán derribar los grandes robles que las prácticas discriminatorias representan para ellas.


«Bloomed» [En flor] 

de Titash Sen, Kolkata, India (@unzeroed)

La alegría de aceptarse y crecer al calor de esa luz.

Feminist Realities Magazine - “Bloomed” by Titash Sen
Titash Sen (@unzeroed)

“Asignado Nderentendei Al Nacer”

de Bastión Moral, Asunción, Paraguay (@basti0nmoral)

La mujeridad obligatoria es un dispositivo colonial heterocispatriarcal de violencia hacia cuerpos asignados femeninos al nacer. Los cuerpos trans seguimos resistiendo a pesar de la invisibilización y apagamiento histórico. No soy mujer, me asignaron un género a partir de mis genitales.  

“Asignado Nderentendei Al Nacer” [Assigned Nderentendei at Birth]  by Bastión Moral
Bastión Moral (@basti0nmoral)