
Maria Luisa Posa Dominado

Women human rights defenders (WHRDs) worldwide defend their lands, livelihoods and communities from extractive industries and corporate power. They stand against powerful economic and political interests driving land theft, displacement of communities, loss of livelihoods, and environmental degradation.
Extractivism is an economic and political model of development that commodifies nature and prioritizes profit over human rights and the environment. Rooted in colonial history, it reinforces social and economic inequalities locally and globally. Often, Black, rural and Indigenous women are the most affected by extractivism, and are largely excluded from decision-making. Defying these patriarchal and neo-colonial forces, women rise in defense of rights, lands, people and nature.
WHRDs confronting extractive industries experience a range of risks, threats and violations, including criminalization, stigmatization, violence and intimidation. Their stories reveal a strong aspect of gendered and sexualized violence. Perpetrators include state and local authorities, corporations, police, military, paramilitary and private security forces, and at times their own communities.
AWID and the Women Human Rights Defenders International Coalition (WHRD-IC) are pleased to announce “Women Human Rights Defenders Confronting Extractivism and Corporate Power”; a cross-regional research project documenting the lived experiences of WHRDs from Asia, Africa and Latin America.
"Women Human Rights Defenders confronting extractive industries: an overview of critical risks and Human Rights obligations" is a policy report with a gender perspective. It analyses forms of violations and types of perpetrators, quotes relevant human rights obligations and includes policy recommendations to states, corporations, civil society and donors.
"Weaving resistance through action: Strategies of Women Human Rights Defenders confronting extractive industries" is a practical guide outlining creative and deliberate forms of action, successful tactics and inspiring stories of resistance.
The video “Defending people and planet: Women confronting extractive industries” puts courageous WHRDs from Africa, Asia, and Latin America in the spotlight. They share their struggles for land and life, and speak to the risks and challenges they face in their activism.
Challenging corporate power: Struggles for women’s rights, economic and gender justice is a research paper outlining the impacts of corporate power and offering insights into strategies of resistance.
AWID acknowledges with gratitude the invaluable input of every Woman Human Rights Defender who participated in this project. This project was made possible thanks to your willingness to generously and openly share your experiences and learnings. Your courage, creativity and resilience is an inspiration for us all. Thank you!
We believe so! It is still very early in the planning process, so please stay tuned as plans are forming.
Entrevista realizada por Chinelo Onwualu
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Naike Ledan es una defensora de la justicia social, una feminista comprometida y con 20 años de experiencia en la defensa de los derechos humanos y la justicia social, el empoderamiento de las mujeres, la lucha por el acceso universal a los servicios básicos y la inclusión social, así como por el desarrollo de las capacidades de la sociedad civil. Tiene una vasta trayectoria de trabajo en Canadá, en África occidental y meridional, y en Haití, en la promoción de los derechos civiles, el desarrollo de las capacidades de las organizaciones de la sociedad civil, enfocada sobre todo en los determinantes sociales de la exclusión estructural. Valora los principios de un liderazgo compartido, anticolonial, contra la opresión y los espacios antipatriarcales. |
Chinelo Se te conoce como activista por los derechos trans; me intriga cómo fue tu recorrido hasta allí.
Naike Crecí en Haití donde viví hasta los 18 años y luego me fui a vivir a Montreal donde pasé 19 años. Cuando volví a Haití, en 2016, pensaba que estaba regresando a casa pero el lugar había cambiado y tuve que readaptarme. No volví a conectarme como había esperado hacerlo con la familia y las amistades de mi infancia. Volví habiendo vivido en el exterior, con una situación laboral cómoda y durante mucho tiempo me sentí bastante extranjera. Y a la vez me sentía muy en casa por el idioma, los silencios entendidos, no tener que explicar nada cuando empezamos a cantar un anuncio publicitario. Ya sabes: esas cosas que compartimos, esa energía, ese espacio, ese espíritu.
Lo que me ayudó fue que me gustó mucho la tarea de andar por el país y documentar lo que la gente sabía. Entonces, dejé la comodidad de lado. Me convertí en directora nacional de una organización regional que era completamente queer. Mi trabajo consistía sobre todo en conseguir recursos y desarrollar capacidades en la sociedad civil. Mi estrategia era salir a las zonas rurales, buscar a todas las organizaciones pequeñas que había ahí, ayudarlas a desarrollar su capacidad y financiarlas. No me interesaban lxs polítiquxs, ni andar a los apretones de manos o sacarme fotos (risas). Tuve un muy buen aliado: Charlot Jeudy, el activista (queer) que fue asesinado hace tres años en su casa. Nos acercamos mucho después de que se prohibió en Haití un festival de cine afro-queer que habíamos planeado juntxs. La prohibición hizo mucho ruido y logró que se hablara de ser queer en todas partes, entonces Charlot me presentó a todas las OSC pequeñitas que había en cada rincón del país. Y ahí estaba yo para ayudarlas a registrarse o a elaborar sus planes estratégicos. Fue esa clase de trabajo la que me convirtió en activista queer y, por extensión, en activista trans. Aunque yo no me defino como activista. Es una palabra con mucho peso, ¿no crees? Es algo que otrxs dicen de ti. Yo creo que solo soy amante y luchadorx (risas).
Chinelo Cuéntame sobre el taller que facilitaste durante el Festival de AWID. ¿De qué se trataba y en qué contexto surgió?
Naike Los medios internacionales no hablan en serio sobre Haití, pero en un ambiente político tan malo como el que estamos viviendo, el ambiente económico se torna aún más catastrófico. Como haitianx más bien de clase media, que habla otros idiomas, que tiene otros pasaportes, al principio dudé de si yo debía ocupar ese espacio o no. Pero muchas veces me veo como un puente más que como alguien que va a hablar de sí mismx. Entonces decidí invitar a Semi, una joven mujer trans brillante que vive fuera de Puerto Príncipe, para que tomara el espacio y la palabra, y nos trazara un recorrido sobre el ecosistema de las realidades que viven las mujeres trans en Haití. Terminamos creando una sesión sobre el feminismo que no incluye — o, diría yo, los espacios feministas formales (que no lo hacen) — y cómo en Haití las chicas trans no cuentan con espacios donde puedan contribuir al conocimiento de las mujeres y compartir sus realidades. Por eso el Festival de AWID me dio la oportunidad de ceder el espacio a las mujeres que deben ocuparlo. Lo pasamos muy bien, tomamos vino en línea mientras charlábamos. Mi cofacilitadora, Semi, contó cómo fue haber sido unx niñx/niña/mujer trans en distintas etapas de su vida. También habló de los peligros de la calle, de la pobreza, la exclusión, lo que ocurre cuando «se te nota», así como de sus victorias.
Chinelo ¿Qué relación existe en Haití entre las mujeres trans y las organizaciones feministas? ¿Cómo ha sido tu experiencia en este sentido?
Naike La experiencia de las mujeres trans en Haití ha sido realmente difícil; devastadora en realidad. Pasaron de la invisibilidad absoluta a estar extremadamente sexualizadas. Otra cosa que sucede es que las están matando y los medios no informan acerca de esos asesinatos. Así de inexistentes, de borradas son y están las mujeres trans. Están en todas partes pero no en los espacios laborales, ni en los espacios feministas ni en las organizaciones. Ni siquiera en las organizaciones LGBT. Solo muy recientemente, y gracias a mucha presión del activismo, algunas de estas organizaciones de alguna manera se están readaptando, pero en los espacios feministas esto sigue estando fuera de toda consideración. Todavía tenemos que escuchar el viejo discurso excluyente que dice «No son mujeres. Por supuesto, si no se les nota … » La cultura de que no se note es una conversación sobre gestión de riesgos: cuánto se te nota y cuánto no se te nota, y lo que eso implica para tu cuerpo y en términos de la violencia que causa. En las realidades trans-excluyentes que vivimos, que se reproducen en muchos espacios feministas, a las que no «se les nota» en absoluto tal vez se las considere chicas, pero solo hasta cierto punto. Pero, ¿qué pasa cuando se enamoran, cuando quieren conversar, cuando están en el armario, cuando quieren adoptar una determinada estética o seguir una carrera? La conversación sobre la terapia hormonal termina centrándose en la reducción de riesgos, como lo dijo la propia Semi en el taller. Pero no tenemos la opción de las terapias hormonales, no tenemos ni el marco médico ni un sistema que apoye a las que quieran tomar por ese camino.
Chinelo Cuando hablas de lo que piensa la sociedad acerca de las personas trans y las personas queer, suena bastante similar a lo que ocurre en Nigeria que puede ser un ambiente profundamente homofóbico.
Naike Haití es un país muy complejo de maneras muy hermosas. Aquí nada es simple, ¿sabes?, las cosas nunca son de una sola forma. La gente es muy tolerante, y también muy homofóbica. Hay zonas rurales en las que la gente no es para nada homofóbica porque allí hay muchos templos vudús y esa es una religión que respeta la vida. Un principio básico de la religión vudú es que todxs lxs niñxs son niñxs. Por eso es una religión que no define lo que está bien ni lo que está mal. Durante muchísimo tiempo la gente pensó en Haití como un refugio, un lugar donde había tolerancia — estamos hablando de los setenta, ochenta, antes del VIH, inclusive los noventa. Luego vino el terremoto (en 2010) donde murieron casi 300 000 personas. Y entonces llegó todo ese dinero de las iglesias evangélicas del sur de Estados Unidos para reconstruir el país y encontrar a Jesús. Por eso la homofobia en Haití es algo muy reciente. En lo profundo, en el corazón del alma de su cultura, no puedo realmente decir que sea un país homofóbico. Pero en la vida cotidiana no hay duda de que esa violencia lastima la piel de las personas queer. Y de las mujeres, de las mujeres empobrecidas, las mujeres de piel oscura, porque el colorismo está muy arraigado en el Caribe.
Chinelo ¿Cómo te has enfrentado a esto? ¿Cuál ha sido tu estrategia para sobrevivir?
NaikeEstoy enamoradx de mi trabajo. Me encanta trabajar. Cuando recién llegué trabajaba en una ONG horrible pero el trabajo que hacía era maravilloso. Estaba siempre en zonas rurales, conversando y aprendiendo de la gente, de las mujeres. Y eso me colmó el corazón durante mucho tiempo porque adoro mi cultura, a la gente negra, a las mujeres negras, a las ancianas negras, lxs bebés negrxs. Es algo que me colma espiritualmente. Cuando vivíamos en Canadá, mis hijxs iban a esas escuelas sólo de blanquxs donde lxs trataban como mascotas. No hablaban creole ni francés. Y ahora corren libres por el jardín y ya están empezando a pelearse en creole. También encontré espacios de supervivencia en la gente a la que conocí. Forjé lazos con gente queer y con otra gente rara como yo, y eso ha sido realmente maravilloso. Pero ahora todo se ha vuelto más difícil porque ya no me siento segurx en Haití. En Puerto Príncipe ocurren casi 40 secuestros por semana, y esto es así desde 2018. Ahora tengo ataques de ansiedad y de pánico. Entonces, es hora de irme y he comenzado a preguntarme dónde está mi hogar. Pasé 19 años en Montreal pero allí nunca sentí que estuviera en mi casa. Desde que me fui, nunca lo extrañé y por eso no quiero volver. Últimamente estoy llorando mucho porque siento como que está comenzando mi segundo exilio.
Chinelo ¿Cómo es tu relación con el placer, el tiempo libre y el descanso?
Naike Mi relación con el placer, el tiempo libre y el descanso es la misma, porque para mí son una sola cosa. Son esos momentos vividos en los que disfruto del sol sobre mi rostro, por ejemplo. Es placer, tiempo libre y descanso a la vez.
Placer: Es el espacio al que siempre voy, casi siempre como refugio donde puedo celebrarme a mí mismx. Me reservo el poder y el derecho de hacer mucho ruido o nada de ruido cuando disfruto del placer que siento — de todo el placer en el que me deleito en abundancia, viciosamente, que incluye el placer de la soledad y el silencio pero no se limita a eso.
Tiempo libre: andar en bicicleta, ir a festivales de música, comer, descubrir vinos, bailar las danzas vudús tradicionales de Haití son algunas de las muchas opciones que se me ocurren en este momento.
Descanso: Para eso vivo. Como persona que sobresale en su trabajo y que está literalmente enamorada de él, es una paradoja lo haraganx que soy. Nadie lo sabe porque lo que todo el mundo ve es una persona que trabaja muchísimo y es muy exitosa. No saben que puedo ser inflexible en cuanto a disfrutar profundamente de no hacer nada.
Esta edición en alianza con Kohl: una publicación para Body and Gender Research analizará soluciones, propuestas y realidades feministas para transformar nuestro mundo actual, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades.
نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.
Le premier rapport de l’Observatoire sur l’universalité des droits (OURs) - disponible en anglais et en espagnol - compile les informations disponibles sur les tendances antidroits dans les sphères internationales. Découvrez les principaux groupes religieux, les discours et les tactiques antidroits à l’œuvre au sein de l’ONU.
ليس هناك اختلاف، نفس الطريقة ونفس الموعد النهائي. يرجى استخدام نفس النموذج لإرسال مقترحك سواء كان ذلك شخصيًا أو عبر الإنترنت أو كليهما (هجين).
Tan pronto como podamos, compartiremos información sobre el programa, los espacios y la forma en que todo el mundo puede participar en su construcción, en camino hacia el Foro y durante el Foro. Sigue con atención las actualizaciones.
La conspiration du cercle des écrivain·e·s | Wazina Zondon
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Également connue sous le nom de Réseau de recherche Teta, la conspiration des écrivain·e·s a été fondée en 2021 dans le cadre des cercles d’écriture hebdomadaires de Kohl. Le Réseau est un groupe transnational d’écrivain·e·s queer et féministes qui se consacrent à l’écriture, à la réflexion et à la création de monde collectifs. | Wazina Zondon est une Afghane élevée à New York. Elle centre son travail de recueil d’histoires et de narration sur les souvenirs collectifs et les rites de passage dans la diaspora. Elle travaille actuellement sur Faith : in Love/faith in love (Foi : en amour / Foi en l’amour), travail qui (re)retrace l’histoire d’amour de ses parents et l’empreinte d’amour héritée de sa famille. |
L’amour est sur le marché noir en enfer
car l’amour est un acide
qui ronge nos barres de fer.
Mais toi, moi et demain,
on jure en se tenant la main
que les luttes se multiplieront.
La scie à métaux a deux lames.
Le fusil a deux canons.
Nous portons la liberté en notre sein.
Nous sommes un complot.
Il est de notre devoir de lutter pour la liberté.
Il est de notre devoir de vaincre.
Nous devons nous aimer et nous soutenir mutuellement.
Nous n’avons rien d’autre à perdre que nos chaînes.
« Love » d’Assata Shakur
Voilà la question que pose Wazina Zondon dans son récit de souvenir collectif Loveprint. Loveprint est une déambulation, un chevauchement, un détour qui (re)crée, là où se rejoignent les entrevues et les essais personnels, nos histoires de famille et nos connaissances sur l’amour, les relations de couple et les aventures amoureuses. Sur les conseils de Wazina, la conspiration du cercle des écrivain·e·s s’est retrouvée autour d’une tentative de reproduction de cette épreuve littérale, sous la forme d’une écriture collective dans laquelle nos différentes histoires, nos genres et nos identités sexuelles se complètent et se contredisent. Nos voix empiètent les unes sur les autres, les unes complètent les phrases des autres et nous créons une conversation, un mémorial, des morceaux de nous qui parlent à un « nous ».
Je suis ce que l’on appelle un « joyeux accident ». Il y aurait beaucoup à dire à ce propos – une vie accidentelle, mais dans le même temps totalement voulue. Je sens que cela a façonné ma manière d’aimer. Je ne tombe pas simplement amoureuse, je prends le risque de la glissade qui me fera tomber. Ça a peut-être fait de moi une amor fati.
On m’a dit que je n’étais pas une enfant voulue. Donc, j’ai grandi et je suis devenue une adulte non voulue. Les origines de mon impression d’amour viennent d’avoir été éternellement non bienvenue. Je ne suis pas le fruit d’un amour ou d’une quelconque émotion joyeuse, mais bien plutôt de douleur et de fardeau. Je n’ai pas d’impression d’amour – du moins pas dans ce sens-là.
Je sais avec certitude que mes parents se sont aimés à un moment, mais la santé mentale est un tel démon – si personne ne lui tient tête, il n’y a pas de gagnant.
Je n’associerai jamais « l’amour » à mes parents ou à la famille normative. En grandissant, l’amour était accompagné de tant de violence et de responsabilités que je n’avais pas demandées, et pour lesquelles je n’étais pas prête. Alors que mes parents « s’aimaient », c’était un éthos toxique de violence, de jalousie et d’insécurité dans lequel grandir. J’ai grandi avec une immense faim de stabilité, et c’est ce que je suis aujourd’hui. Je prends des risques, mais jamais dans mon « espace d’amour ».
Je ne sais pas pourquoi ma mère a choisi d’accueillir une enfant
(moi) en son sein. Elle ne m’aime pas sous cette forme.
Ma mère me dit que si je dois penser à « trouver » l’amour, je ne devrais jamais prendre son mariage en exemple. Mon impression d’amour vient au contraire des chiens que j’élève depuis deux décennies (18 ans précisément). Le contraire est également vrai – ils m’ont élevée. Je comprends de mieux en mieux cet amour et ses différents niveaux, en leur compagnie.
Je n’ai pas découvert l’amour avec une « impression ». Dans notre maison, nous ne parlons pas d’amour. J’ai dû m’enseigner à aimer. J’ai dû y travailler dur. Malgré cela, j’échoue et malgré cela, je continue d’essayer et d’échouer tous les jours. L’échec est peut-être mon impression d’amour.
Mon impression d’amour est l’attention, la chaleur et la compréhension
que je donne aux personnes qui m’entourent, qu’il s’agisse d’un inconnu,
d’une amie, d’une proche ou d’une amante.
Mon impression d’amour est politique – sans calcul et sans réflexion.
Je suis né·e sous une pluie de bombes.
Mon impression d’amour est le négatif
de ce moment-là.
J’en sais plus sur ce que l’amour n’est pas que je n’en sais sur ce qu’est l’amour.
L’amour, ce n’est ni l’anxiété ni la panique.
L’amour, ce n’est pas de demander la permission de vivre ou de respirer. C’est toujours à propos de l’amour et il n’y a pas d’amour sans liberté.
Tout ce que l’on fait, on le fait avec le cœur, sauf l’amour. L’amour, c’est se servir de son esprit.
Je crains parfois que le langage de mon amour ne se perde dans la traduction.
--- Il y a de nombreuses manières
de cartographier les origines
de
la manière de ne pas
aimer
aimer juste assez
aimer beaucoup trop
aimer un peu
perdre un peu
à l’amour
à l’amour perdu ---
Je ne supporte pas l’idée du couple. Je ne supporte pas l’idée de vivre seule en vieillissant non plus. Je suis fatiguée de tout faire toute seule, de déménager seule, de payer le loyer et les factures toute seule… Je m’imagine avoir un arrêt cardiaque toute seule, et ça m’effraie. Je n’ai absolument pas envie de « me mettre en couple ». Je veux un monde où je peux épouser une amie, acheter une maison avec une amie, ne pas avoir de rapports sexuels.
Aimer plusieurs personnes ne corrompt
absolument pas l’amour partagé à deux, et que l’amour
soit romantique ou non n’est vraiment pas si
important que cela.
Lorsque je réfléchis à l’état déplorable de mes relations, je me rends compte que je suis dans le type de relation auquel on m’a formée. Malgré toute ma « radicalité », je n’ai toujours pas désappris les foutues normes de genre.
Mon besoin de stabilité ne me semble pas « assez radical ». Je veux sortir de cette catégorisation. Je veux quelque chose que je n’ai jamais eu. Je veux le rendre beau. Je veux me sentir belle et en sécurité – et seule la stabilité me procure ces sensations. Sûre, hors de danger, savoir que le foyer n’a rien à voir avec la violence ni les tensions.
--- Impression d’amour – j’aime sentir les livres pour voir où ils
ont été imprimés
Je tente de réfléchir à l’origine de ma compréhension et de ma
pratique de l’amour
A-t-on besoin d’origine, n’est-ce pas pareil à la pureté? Pas de
pureté ni d’origine de l’amour.
Pourquoi est-ce la compréhension et la pratique, et non
« l’émotion » qui vient à l’esprit? ---
Lorsque j’appelle mes parents, je ne raccroche pas après que l’on se soit dit au revoir, pour pouvoir entendre les bruits de la maison.
Lors de mon enterrement sunni, je veux que toutes les femmes et tous les hommes se rassemblent pour mon enterrement. Qu’est-ce que c’est que cette histoire de ne pas pouvoir dire au revoir à des morts d’un autre sexe? Il sera sunni parce que ma mère voudrait qu’il le soit. Il sera écologique – pas besoin de pierre tombale. J’adore tous les rituels funéraires. Le Coran c’est bien, mais je veux aussi de la musique. J’aime vraiment Asmahan, Oum Koulthoum et The Stones Roses.
J’ai une liste de musiques pour la semaine, du lundi au vendredi. Et deux autres pour la fin de semaine : une pour les samedis et une pour les dimanches. Je voudrais que celles et ceux qui m’ont aimée mettent la musique que j’écoutais, en respectant les jours – avec une légère tolérance tant que l’on respecte les listes de musiques.
Je veux être entourée par la ou les personnes qui m’auront aimée, même pour un bref instant. En musique et entourée de bouquets de fleurs coupées. Je ne veux pas qu’on me trouve morte; je veux mourir en riant avec des êtres aimés.
Je veux que l’on se rappelle de moi comme de quelqu’un qui aimait.
I don’t need to feel loved in death. I need the people around me to feel I loved them, even after I die. Being loved in death is about those who are alive. So I think more about how we come together as a living and loving community in the death of those we love and live with. How we take their memories with us. How we become archives of their lives.
--- Parfois, on ne peut aimer les gens que dans leur mort ---
Je dois revenir en arrière à l’idée du corps connecté à un espace. Ma famille est très réduite et, bien que ne venions pas de différents endroits, c’est comme si chaque génération était partie dans un nouveau lieu. C’est peut-être la raison pour laquelle la mort n’est pas reliée à un endroit spécial, à un cimetière. Il est courant dans notre famille d’enterrer les morts sans nom ou pierre tombale, ou de disperser les cendres dans le vent. Je me sens apaisée par ce genre de commémoration sans lieu fixe. L’idée que mes cendres puissent fertiliser une nouvelle vie me donne le sentiment d’être aimée, d’être remémorée par la re-création. Ma grand-mère est décédée en début d’année du fait de complications suite à la vaccination. Deux heures après son décès, ma famille riait aux larmes en repensant aux blagues qu’elle faisait, à sa manière hilarante de raconter des histoires. Nous avons ri et l’avons aimée, et c’était comme si elle était à nouveau assise avec nous. Voilà ce qui me ferait me sentir bien – pouvoir fertiliser les sols, fertiliser les conversations et une commémoration collective.
--- Il y avait
Deux rues dans lesquelles
Je marchais
Je courais
Je jouais
Je demeurais
Il y avait
Cinq heures pendant lesquelles
Le soleil était chaud
Le ciel était bleu
La terre était verte
Il y avait
Une fleur que je pouvais
Sentir
Toucher
Pincer
Écraser
Il y avait
Les amies que je pouvais
Caresser
La nourriture
Que je pouvais
inhaler
La langue
Qui me glissait des
lèvres
Il pourrait toujours y avoir
Tous ces nombreux lieux
Et des choses
Et des gens
Après moi ---
Peut-être qu’une promesse que je serai « spatialement commémorée » en tant que plante et soignée à tour de rôle, jusqu’à ce qu’elle devienne un arbre, serait suffisante. Pas de nom, pas de plaque – juste la plante/l’arbre, et savoir qu’on en prendra soin. Quant à mon corps, je veux qu’il soit incinéré sans aucune forme de rituel et que les cendres de mes os soient libérées dans la mer d’Arabie.
J’ai besoin que l’on traite mon corps aussi subversivement qu’il a vécu.
Je ne veux pas être enterrée à côté de ma famille. Dans ce petit tiroir à côté de toutes les personnes qui ne m’ont jamais connue. Coincée dans la mort comme je l’ai été dans la vie. Je veux être incinérée, et que mes cendres soient finalement libres.
Je veux être autorisé·e à passer, pas pendre dans l’entre-deux, pour être une présence, un processus actif, un trépas.
Je vous demanderai de :
Je veux que l’on se souvienne de moi pour l’amour que j’ai mis dans ce monde. Je veux que
mon corps soit donné, et que mes organes continuent d’alimenter
l’amour d’une ou d’autres vies.
--- L’odeur du jasmin ---
Cette édition du journal, en partenariat avec Kohl : a Journal for Body and Gender Research (Kohl : une revue pour la recherche sur le corps et le genre) explorera les solutions, propositions et réalités féministes afin de transformer notre monde actuel, nos corps et nos sexualités.
نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.
Alors que le capitalisme hétéropatriarcal s’acharne à nous contraindre au consumérisme et à la conformité, nous constatons que nos luttes sont cloisonnées et séparées par des frontières aussi bien physiques que virtuelles.
Avec les défis supplémentaires d’une pandémie mondiale à surmonter, cette stratégie du « diviser pour mieux régner » a favorisé l’expansion de l’exploitation dans de nombreux domaines.
Malgré tout, du 1er au 30 septembre 2021, le festival Crear | Résister | Transform : un festival dédié aux mouvements féministes ! de l’AWID nous a emmené·e·s à la découverte de ce que cela signifiait d’incarner nos réalités dans des espaces virtuels. Lors du festival, des activistes féministes du monde entier se sont réuni·e·s non seulement pour partager des expériences de libertés, de résistances et de solidarités transfrontalières durement gagnées, mais aussi pour exprimer ce à quoi pourrait ressembler une forme transnationale d’unité.
C’est précisément cette unité qui a le potentiel de dépasser les frontières, permettant de tisser une vision de l’avenir qui est transformatrice parce qu’abolitionniste et anticapitaliste. À travers des infrastructures numériques que nous avons investies avec notre queerness, notre résistance et nos imaginaires, le festival a présenté un moyen de se détourner des systèmes qui nous rendent complices de l’oppression des autres et de nous-mêmes.
Si Audre Lorde nous a appris que « les outils du maître ne détruiront jamais la maison du maître », Sara Ahmed nous a montré en revanche que nous pouvons en faire mauvais usage. Le fait d’avoir à créer un espace de rassemblement, en dépit de toutes les autres contraintes pesant sur nos emplois du temps, nous a permis d’imaginer une façon de rompre avec la réalité du capitalisme hétéropatriarcal.
Maintenant, si nous comprenons le rassemblement comme une forme de plaisir, il devient alors possible de faire le lien entre le plaisir transgressif et la résistance transnationale/transdigitale; entre les types de plaisir qui bousculent les frontières d’une part, et la queerness, la théâtralité, la lutte pour la terre et les autochtones, l’anticapitalisme et l’organisation anticoloniale d’autre part.
La présente édition a tenté de donner une idée de la manière dont l’exercice de rassemblement du festival a revêtu de multiples formes et imaginations. Au-delà des collaborations directes avec certain·e·s de ses orateurices et rêveur·se·s, nous avons fait appel à une pléthore d’autres voix du Sud mondial pour aborder plusieurs de ces sujets et thématiques. Vous trouverez ci-dessous une carte de certains des panels du festival qui nous ont le plus inspiré·e·s.
Avec une carrière juridique de plus de 30 ans à son actif, Oby était connue en Afrique et dans le monde comme une ardente défenseure de la justice de genre et des droits humains.
Elle a fondé le Centre de documentation et de développement des ressources civiles (CIRDDOC), une ONG nigériane qui sponsorise des formations et des activités de mise en réseau qui promeuvent les droits humains, la bonne gouvernance, l’accès à la justice et l’État de droit pour les membres de la société civile, les parlementaires, ainsi que d’autres parties prenantes concernées.
Au Nigeria, les activistes se souviennent d’Oby avec émotion, la qualifiant « d’activiste extraordinaire qui a fait preuve d’énergie et de passion pour lutter pour l’égalité de genre et la justice de genre au Nigéria et en Afrique »
نعم! نحن نستكشف حاليًا تقنيات مبتكرة للسماح بالاتصال والمشاركة الهادفين.
“My mission in life is not merely to survive, but to thrive; and to do so with some passion, some compassion, some humor, and some style.” - Maya Angelou
The AWID International Forum is both a global community event and a space of radical personal transformation. A one-of-a-kind convening, the Forum brings together feminist, women’s rights, gender justice, LBTQI+ and allied movements, in all our diversity and humanity, to connect, heal and thrive. The Forum is a place where Global South feminists and historically marginalized communities take center stage, strategizing with each other and allied movements, funders and policy-makers, in order to shift power, make alliances, and usher in a different, better world.
When people come together on a global scale, as individuals and movements, we generate a sweeping force. Join us in Bangkok, Thailand in 2024. Come dance, sing, dream and rise with us.
When: 2–5 December 2024
Where: Bangkok, Thailand; and online
Who: Approximately 2,500 feminists from all over the world participating in-person, and 3,000 participating virtually
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Por María Bonita - Venezuela
Las ancestras hacen un círculo
Sagrado, vivo, poderoso
Estamos en el medio
Sintiendo su fuerza.
Suena el tambor de la tierra
Nuestra piel se viste de colores
Somos verdes, rojas, naranja, azules, violetas, negras
Suena el tambor de la tierra
La voz vibra, el grito ocupa, el canto se presenta, arrulla el sueño, despierta conciencia.
Suena el tambor de la tierra
Y la mirada se hace cómplice, amiga, profunda.
Suena el tambor de la tierra
El corazón es uno solo, percuta el alma, nos invita a movernos, nos vuelve deseo, nos indica un camino.
El de la juntanza comunera, el del poder popular, el del autogobierno, el de la revolución de las mujeres, el del cuidado subversivo.
Suena el tambor de la tierra
Y yo les invito a entrar, a ser voz, piel, mirada, semilla, fuego, canción, comunión.
Suena el tambor de la tierra
Y yo les invito a descubrirla, a amarla, a conocerla, a defenderla, desde el corazón de la comuna
Hace 25 años que habitan las mismas calles polvorientas, en lo más alto de una loma con nombre de león, vienen de diferentes lugares, muchas con tradición campesina, tienen la piel color rebeldía, color cardón, porque en ellas habita el semiárido larense, de allí su amor por la vida, su aprecio, el cuidado y resguardo por el agua y el territorio, es que son herederas de la estirpe Gayón, Ayaman, comunidades indígenas que habitaron y habitan el norte del estado Lara.
Desde muy jóvenes aprendieron que la maternidad es un signo del que no se escapa con facilidad, cuidar a los hijos, la casa, el marido, lavar, planchar, cocinar, fregar, todo tenía que estar impecable, insisten.
Y la vida era eso, eso y la violencia, el insulto, el maltrato, el golpe, el reclamo, la queja era algo de esperar, algo que parecía natural, así se vivían los días, la cotidianidad, en aquellas calles de tierra viviendo en pequeñas casitas de chapa, de zinc, sin servicios básicos, esa era pobreza, la precariedad cuando llego un hombre, si, un hombre, un proyecto, una revolución inusual porque se hizo sin la guerra.
Entonces las invitaron a salir, las invitaron a tomar la calle, el espacio público y ellas en ese proceso derribaron puertas y ventanas, rompieron cadenas, se soltaron el cabello, se sintieron libres, libres cimarronas, rebeldes caribes, guerreras libertadoras.
Y es que eso de independencia y soberanía es algo que las que pudieron estudiar lo habían leído, pero sentirse, sentirse protagonistas de un proceso de cambio de transformación social, eso es una importante conquista que tenemos que mencionar, que no podemos olvidar.
En lo alto de esa loma se siente la complicidad, el fuego compartido, los años de lucha, cuentan que una de ellas se iba con su paragua por las tardes y de casa en casa tomando un cafecito, conversando con la gente iba convocando, convenciendo
¡Vamos a hacer el consejo comunal!
¡Avancemos hacia la comuna!
Hagamos planes de trabajo para la educación, el deporte, la salud, la alimentación, el comité de mujer e igualdad de género, la economía.
¡Vamos a ser Gobierno Popular para que el Barrio se Ponga Bonito!
Y así llegaron las casas, el consultorio popular, el simoncito, el proyecto de electrificación, el de agua potable son algunos de los logros comunales, de los sueños comunales hechos realidad.
Y ustedes se preguntaran como llego una cuentera, una cuenta cuentos a esa loma con nombre de león
Y yo les digo: es que nací bochinchera, dando pelea, nací callejera diría mi abuela, disposicioner agregaría el Comandante Chávez, de tanto andar, renegar, pelear y dudar de aquel militar, me termino convenciendo con el proyecto comunal, con eso de ser autogobierno, de que el pueblo administre sus recursos, con eso de todo el poder para las comunas, con eso me convenció.
Pero yo sabía que algo faltaba porque las mujeres, las mujeres comuneras seguimos construyendo poder popular y nuestro corazón se viste de lucha antiimperialista y anticapitalista pero hay algo que nos duele, que nos sigue afectando, hay heridas del patriarcado que están presente.
Entonces un día, me descubro llorando y sonó el tambor de la tierra y las ancestras hablaron.
Me vi rodeada de un grupo de mujeres que me sostuvo, me contuvo mientras me derramaba frente a ellas, mientras dolía y me liberaba al mismo tiempo, así que descubrí que el amor entre mujeres te sana, te salva, que nuestra amistad en profundamente política y que la sororidad es una manera de andar, de vivir la vida, a partir de ese momento no me volví a sentir sola, no me sentí más nunca una isla, porque sé que hay un grupo de mujeres que me llevan, me traen, me aman, me cuidan y viceversa, sé que esta forma de hacerme feminista con la mística de mujeres por la vida es una experiencia de sentirse conectada, amada por mujeres aunque no las vuelvas a ver, entonces como no querer que esto que me ocurrió, le pase a otras, este amanecer, este parirme un nuevo corazón es un regalo de las diosas que tiene que ser compartido.
Por eso decidí unirme a ellas y echar a andar por las comunas, comencé a caminar, a conocer otras experiencias, comenzamos a debatir sobre salud, educación, alimentación, nos fuimos predicando el verbo antipatriacal y las comunas libres de machismo, insistimos en recuperar la sabiduría ancestral, la intuición, decidimos defender la vida hablando de aborto y nos vemos riendo, llorando, debatiendo, reflexionando, me encuentro con macu, con la china, yenni, carolina, maria, ramona, irma y hasta con nuestra hermana yenifer que se nos fue hace poco.
Este es mi homenaje a ellas, a las mujeres loma a las mujeres leonas, ellas sin duda se sembraron en mí con tanta fuerza que son parte de mis latidos.
Ellas sin duda marca un camino, ellas son las que hacen posible el cuidado familiar, el cuidado colectivo, ellas son también una fuerza, una fuerza en el territorio para superar el bloqueo, la violencia patriarcal, la traición política, para superar la burocracia la corrupción.
Ellas sin duda marcan un camino
Ellas sin duda son una brújula
Ellas sin duda son el corazón de la comuna
Gracias.
with Naike Ledan and Fédorah Pierre-Louis.
Marielle was a Brazilian politician, feminist, lesbian and human rights activist.
Marielle was an outspoken critic of police brutality and extrajudicial killings. Her openly feminist, Black and favela-centered politics were a source of hope for marginalized groups in Rio de Janeiro, currently governed by a conservative city government and an evangelical mayor.
On March 14, 2018, after delivering a speech in Rio de Janeiro, Franco and her driver were shot multiple times and killed. Following news of her death crowds took to the streets shouting "Marielle presente!" (Marielle is here!) and demanding justice be done.
Read more about Marielle and the situation in Brazil