
Olena Tsukerman

En todo el mundo lxs defensorxs feministas, por los derechos de las mujeres y por la justicia de género están enfrentándose a las agendas fascistas y fundamentalistas. Estas fuerzas opresivas atacan a las mujeres, a las personas que tienen una identidad o expresión de género y/u orientación sexual no convencional y a otras comunidades oprimidas.
Las ideologías discriminatorias están socavando y cooptando nuestros sistemas y estándares de derechos humanos, para convertirlos en dominio de unxs pocxs.. Por esto, la iniciativa Promoción de los Derechos Universales y la Justicia (PDUJ) promueve la universalidad de los derechos, el principio fundante según el cual los derechos humanos les pertenecen a todxs sin excepción, sin importar quién sean.
Creamos un espacio para que los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y de justicia de género y sus aliadxs puedan reconocer la influencia y el impacto de lxs actorxs anti-derechos., pensar estrategias y realizar acciones colectivas para contrarrestarlos También buscamos promover los derechos de las mujeres y los marcos, las normas y las propuestas feministas así como proteger y promover la universalidad de los derechos.
Construimos conocimiento: Apoyamos a los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y de justicia de género difundiendo y divulgando conocimiento y mensajes clave sobre lxs actorxs anti-derechos, sus estrategias y el impacto que tienen sobre los sistemas internacionales de derechos humanos a través del liderazgo de AWID en el Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos (OURs)*.
Promovemos agendas feministas: Nos aliamos con diversos actores en espacios internacionales de derechos humanos, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos, la Comisión sobre Población y Desarrollo, la Comisión sobre la Condición Social y Jurídica de las Mujeres y la Asamblea General de la ONU. .
Generamos y amplificamos alternativas: Junto con nuestra membresía, buscamos que los movimientos que se organizan a nivel local, nacional y regional en distintos espacios conozcan y exijan que se apliquen los compromisos, resoluciones y normas internacionales.
Movilizamos la acción solidaria: Actuamos junto a las defensoras de derechos humanos, incluyendo a activistas trans e intersex, así como a lxs jóvenes feministas, para enfrentar los fundamentalismos y fascismos y para llamar la atención sobre situaciones de peligro.
Actualmente, una compleja red de actores anti-derechos, en constante evolución, está ejerciendo cada vez más influencia tanto en los espacios internacionales y regionales, como en las políticas nacionales. Los actores anti-derechos están ingresando en los espacios multilaterales (donde múltiples países se reúnen para la colaboración internacional), con el fin de transformarlos y socavarlos desde adentro. Emplean una variedad de discursos persuasivos para ganar legitimidad, a menudo cooptando el lenguaje de los derechos y la justicia para ocultar sus verdaderas agendas.
Este informe es el segundo de una serie de reportes sobre las tendencias en derechos humanos, producido por el Observatorio de la Universalidad de los Derechos (OURs, por sus siglas en inglés). Además del análisis sobre actores anti-derechos clave y sus discursos, estrategias e impactos, el informe presenta breves narrativas inspiradoras de acción feminista y ejercicios de construcción de conocimiento para ayudar a fortalecer nuestra resistencia colectiva.
El efecto sobre nuestros derechos ya ha sido grave, pero esto no ha terminado todavía. Todxs podemos hacer nuestra parte para resistir las agendas anti-derechos y reclamar nuestros derechos.
¡Únete hoy mismo al llamado a la acción colectiva!
Ghiwa Sayegh es una anarcoescritora queer, editora independiente y archivista. Es la editora fundadora de Kohl, una revista para la investigación sobre cuerpo y género, y la cofundadora de Intersectional Knowledge Publishers. Posee una maestría en estudios de género de Université Paris 8 Vincennes, Saint-Denis. Le apasionan la teoría queer, las circulaciones transnacionales y las historias imaginadas o desconocidas. Sus influencias son Audre Lorde y Sara Ahmed.
¡Deja tus prejuicios, tus preconceptos Y tu ropa de la puerta para afuera!
A los seis años, me enteré de que mi abuelo tenía una sala de cine. Mi madre me contó que la había abierto a principios de la década de 1960, cuando ella también tenía unos seis años. Recordaba que la primera noche proyectaron La novicia rebelde / Sonrisas y lágrimas...
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Mientras el capitalismo heteropatriarcal continúa forzándonos al consumismo y el acatamiento, observamos que nuestras luchas están siendo compartimentadas y separadas por fronteras tanto físicas como virtuales.
AWID, el Center for Women’s Global Leadership [CWGL, Centro por el Liderazgo Global de las Mujeres], y la African Women's Development and Communication Network [FEMNET, Red de Desarrollo y Comunicación de las Mujeres Africanas], presentan esta plataforma como aporte para cuestionar las nociones dominantes acerca del desarrollo y poner sobre la mesa propuestas iniciales para una agenda feminista para el desarrollo y la justicia económica y de género.
¿Cómo se originó este proyecto?
Estas propuestas son exactamente eso: se ideas y experiencias a ser conversadas, debatidas, para que les sumemos elementos, las desmenucemos, las adaptemos, las adoptemos e incluso para que inspiren otras propuestas.
Asma fue una destacada activista pakistaní por los derechos humanos, valiente crítica de la interferencia de los militares en la política, y firme defensora del estado de derecho.
Fue la fundadora y presidenta de la Human Rights Commission of Pakistan [Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, un grupo independiente], y una de las administradoras del International Crisis Group. Obtuvo premios internacionales, y fue Relatora Especial de Naciones Unidas sobre derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales.
Es recordada con afecto por sus colegas y amigxs de AWID
«Con su vida, Asma reescribió la historia que a muchas nos contaron, como mujeres. Asma cambió el mundo. Lo cambió en Pakistán, y lo cambió en nuestras imaginaciones.»
Paseando por el barrio del Raval en Barcelona, puede que te encuentres con Metzineres, una cooperativa feminista por y para mujerxs que consumen drogas y que sobreviven múltiples situaciones de vulnerabilidad.
Imagínate un lugar libre de estigma, donde lxs mujerxs puedan consumir drogas de manera segura. Un lugar que brinda seguridad, apoyo y acompañamiento a mujerxs cuyos derechos son sistemáticamente vulnerados por la guerra contra las drogas y que sufren violencia, discriminacion y represión como consecuencia.
Justo afuera de la entrada, lxs transeúntes y visitantes son recibidxs con una enorme pizarra que describe consejos, trucos, deseos y dibujos de personas que usan drogas. También hay un calendario que cuenta con una serie de actividades auto-gestionadas por la comunidad de Metzineres. Ya sean talleres de peluquería y cosmética, radio, teatro, comidas comunales ofrecidas a la comunidad o clases de defensa personal, ¡siempre hay algo que hacer!
La cooperativa proporciona sitios de consumo seguros, así como servicios que cubren las necesidades básicas de las personas. Hay camas, espacios de almacenamiento, duchas, baños, lavadoras y una pequeña terraza al aire libre donde la gente puede relajarse o hacer un poco de jardinería.
Metzineres opera dentro de un marco de reducción de daños, que intenta reducir las consecuencias negativas del uso de drogas. Pero la reducción de daños es mucho más que un conjunto de prácticas: es una política anclada en la justicia social, la dignidad y los derechos de las personas que consumen drogas.
Desde su paso por Peacebuild hasta la Canadian Feminist Alliance for International Action [alianza feminista canadiense para la acción internacional], Amnistía Internacional y el Canadian Centre for Policy Alternatives (CCPA, centro canadiense para las alternativas políticas), Kate tuvo durante toda su vida una pasión por los derechos de las mujeres y la igualdad de género y dedicó su carrera a luchar contra la desigualdad y a hacer del mundo un lugar más compasivo.
Fue integrante del Comité Coordinador de Social Watch [observatorio social] y colaboró con los informes del Observatorio Social Nacional canadiense. Como investigadora senior en el CCPA, Kate fue aclamada a nivel nacional por hacer la investigación, escribir y producir el informe anual «Los mejores y los peores lugares para ser mujer en Canadá».
Murió tranquilamente, rodeada de su familia, luego de una batalla de tres años con el cáncer de colon. Sus seres queridos la describen como «una feminista divertida, valiente y sin remordimientos».