Infórmate

Tu fuente de información para mantenerte al día de las últimas tendencias que afectan a la justicia de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo

Reclamando los espacios democráticos

Solo podemos soñar con alternativas cuando existe la posibilidad de desafiar al poder

En los últimos años ha habido una disminución global sistemática de los espacios democráticos. En todo el mundo, algunos gobiernos en colaboración con las fuerzas corporativas, conservadoras y militares están atacando a las voces disidentes y silenciando las críticas con el fin de proteger y consolidar el poder y los intereses de la élite. Ante estas medidas severas, lxs activistas feministas deben seguir defendiendo los espacios democráticos porque solo podemos soñar con alternativas y expandir nuestras imaginaciones feministas cuando tenemos el espacio necesario para desafiar al poder.

En el reciente Foro de AWID que se llevo a cabo en Bahía, Brasil invitamos a lxs participantes a que imaginaran “futuros feministas”, pero para poder hacerlo debemos considerar  hasta dónde están dispuestos a llegar el Estado y otras fuerzas para limitar nuestra imaginación. Este fue el tema central de la sesión: Reclamando los espacios democráticos, en la cual lxs participantes exploraron las restricciones en contra de la resistencia que se están dando tanto a nivel nacional como internacional.

Los incidentes de represión por parte del estado no son algo nuevo, pero las técnicas utilizadas se han vuelto más sofisticadas. Los gobiernos están usando nuevas formas de burocracia para desacelerar el trabajo de lxs activistas, tales como el cuestionamiento y la limitación de los recursos externos que las organizaciones pueden obtener. Por ejemplo, Rusia está usando una ley sobre agentes extranjeros diseñada de manera amplia con el fin de silenciar las voces de las ONGs, mientras que en India la ley de contribuciones extranjeras pretende abatir a aquellxs que critican sus políticas y prácticas regresivas.

Al mismo tiempo, los estados continúan usando la violencia como táctica. Con frecuencia, una fuerte presencia militar sigue invadiendo los espacios de movilización y resistencia pacífica. Los gobiernos abusan del miedo y utilizan el lenguaje del terrorismo para aprobar legislación imprecisa que les da poderes amplios para socavar las libertades fundamentales y suprimir los espacios democráticos. Kenia, por ejemplo, ha usado el discurso antiterrorista para deslegitimar y cancelar el registro de ONGs, al igual que amordazar a los medios de comunicación que son críticos del gobierno y las acciones militares.

El poder de los medios de comunicación

La panelista Jessica Carvalho Morris de Conectas (Brasil) le recordó a lxs participantes que “los medios pueden destruir o agitar los espacios democráticos”.  Sabemos el poder que tienen los medios para galvanizar a los movimientos, y por esta razón los gobiernos suelen silenciar a los medios para no tener que rendir cuentas. Simplemente miren lo que pasó en Gabón. Pero también sabemos que en algunos lugares los medios han sido cooptados por el estado y se han rehusado a tomar una posición crítica hacia el gobierno para mantener el status quo. En esta disminución de los espacios democráticos, se ha demostrado que inclusive las plataformas de las redes sociales, que ofrecen la ilusión de ser espacios libres y abiertos, no son neutrales. Por ejemplo, Facebook ha sido acusado de censura cuando desactivó las cuentas de activistas que demandaban rendición de cuentas ante las injusticias en Cachemira. 

Expansión del espacio para las corporaciones

No es ninguna coincidencia que mientras el espacio para la expresión democrática se achica, la promoción de los intereses corporativos crece. Los espacios de toma de decisiones están excluyendo gradualmente a los grupos de derechos humanos, mientras le dan más espacio a los actores corporativos. Esta relación creciente entre gobiernos y corporaciones tiene su costo, por ejemplo quienes desafían a las industrias extractivistas y la complicidad entre el estado y el poder corporativo están en grave riesgo. Con su resistencia a la explotación de los recursos naturales perpetrada por las corporaciones nos piden que imaginemos un mundo alternativo y equitativo, pero sus voces disidentes son a menudo catalogadas como “anti-desarrollo” y calificadas como “antipatriotas”. El aniversario de los seis meses del asesinato de Berta Cáceres, prominente defensora de derechos humanos, indígena y feminista hondureña, es un duro recordatorio de la violencia infligida en contra de quienes están pidiendo que su autonomía y agencia sean reconocidos.

Mientras tanto, los ataques a los espacios democráticos no son nada neutrales y siguen la línea de falla del poder: las voces de las mujeres, los pueblos indígenas y otros grupos marginados son reprimidas más de lo usual. En el contexto de las actuales desigualdades, estos grupos enfrentan riesgos más altos cuando se deterioran los espacios democráticos.

Defendiendo los espacios democráticos, imaginando nuestra propia liberación

La sesión Reclamando los espacios democráticos reveló las amenazas a las que están expuestos los espacios democráticos, pero también hizo un llamado más poderoso.

Aya Chebbi, una activista joven de Túnez declaró: Necesitamos un terremoto de solidaridad internacional !”

Al defender los espacios democráticos estamos defendiendo maneras diversas de criticar al poder. Estamos retando el creciente alcance del Estado y de la industria capitalista del poder corporativo. Estamos colocando a las libertades fundamentales y la dignidad humana en el centro de la discusión.

No es solo que los espacios democráticos nos permiten desafiar al poder y así expandir nuestras imaginaciones feministas, sino que también le dan lugar a una multiplicidad de voces que demandan la verdad frente al poder y de esa manera posibilitan marcos más fuertes, profundos y más multifacéticos para imaginar nuestra propia liberación.

La pluralidad de voces es capaz de contraponerse a la narrativa dominante y alterar la que, en algunas ocasiones, es la única historia que se cuenta.  Así sea mujeres desafiando la interpretación de las leyes religiosas o una manifestación del Orgullo en un medioambiente conservador, estas acciones de resistencia nos permiten ver nuestra humanidad en múltiples niveles.  Todas las formas diferentes de desafiar al poder deben ser protegidas, pues la capacidad de organizarnos y expresarnos es lo que construye nuestra idea colectiva de justicia.

En esta sesión, Charlene Carruthers del Black Youth Project 100 (BYP100,Proyecto de la juventud negra 100) y de Movement for Black Lives [Movimiento por las vidas negras] (Estados Unidos) capturó el poder y la posibilidad de la imaginación liberadora cuando relató a lxs participantes cómo el movimiento de Black Lives (Vidas negras) aboga por la abolición de la policía y las prisiones. Carruthers nos animó a imaginarnos como sería la vida sin estas instituciones y nos recordó que la raíz de la institución policial fue el control de lxs esclavxs.

Cuando ella preguntó: “Sí, demolemos a la policía, pero ¿qué construimos?”, me hizo soñar con un futuro sin prisiones ni policía, y entender cómo la resistencia nos da un marco para articular la libertad.  

En ese momento, y con ese ejemplo, el imperativo crucial de reclamar nuestros espacios democráticos para expandir nuestras imaginaciones feministas se hizo más evidente que nunca.

Sobre la autora

Sanyu Awori es una feminista keniata defensora de los derechos humanos que trabaja para International Women's Rights Action Watch Asia Pacific.

Category
Análisis
Region
Global
Source
Foro de AWID