
Tahira Mazhar Ali

En todo el mundo lxs defensorxs feministas, por los derechos de las mujeres y por la justicia de género están enfrentándose a las agendas fascistas y fundamentalistas. Estas fuerzas opresivas atacan a las mujeres, a las personas que tienen una identidad o expresión de género y/u orientación sexual no convencional y a otras comunidades oprimidas.
Las ideologías discriminatorias están socavando y cooptando nuestros sistemas y estándares de derechos humanos, para convertirlos en dominio de unxs pocxs.. Por esto, la iniciativa Promoción de los Derechos Universales y la Justicia (PDUJ) promueve la universalidad de los derechos, el principio fundante según el cual los derechos humanos les pertenecen a todxs sin excepción, sin importar quién sean.
Creamos un espacio para que los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y de justicia de género y sus aliadxs puedan reconocer la influencia y el impacto de lxs actorxs anti-derechos., pensar estrategias y realizar acciones colectivas para contrarrestarlos También buscamos promover los derechos de las mujeres y los marcos, las normas y las propuestas feministas así como proteger y promover la universalidad de los derechos.
Construimos conocimiento: Apoyamos a los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y de justicia de género difundiendo y divulgando conocimiento y mensajes clave sobre lxs actorxs anti-derechos, sus estrategias y el impacto que tienen sobre los sistemas internacionales de derechos humanos a través del liderazgo de AWID en el Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos (OURs)*.
Promovemos agendas feministas: Nos aliamos con diversos actores en espacios internacionales de derechos humanos, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos, la Comisión sobre Población y Desarrollo, la Comisión sobre la Condición Social y Jurídica de las Mujeres y la Asamblea General de la ONU. .
Generamos y amplificamos alternativas: Junto con nuestra membresía, buscamos que los movimientos que se organizan a nivel local, nacional y regional en distintos espacios conozcan y exijan que se apliquen los compromisos, resoluciones y normas internacionales.
Movilizamos la acción solidaria: Actuamos junto a las defensoras de derechos humanos, incluyendo a activistas trans e intersex, así como a lxs jóvenes feministas, para enfrentar los fundamentalismos y fascismos y para llamar la atención sobre situaciones de peligro.
En asociación con activistas feministas jóvenes y organizaciones lideradas por jóvenes, AWID está organizando, en forma autónoma, Beijing Sin Ataduras, en paralelo con Beijing+25.
Naike Ledan
Semi Kaefra Alisha Fermond, Trans Rights Activist ACIFVH
Natalie Desrosiers
Fédorah Pierre-Louis
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Ven a conocer las economías feministas que AMAMOS.
Cuando hablamos de economía, hablamos de cómo organizamos nuestras sociedades, nuestros hogares y lugares de trabajo. ¿Cómo vivimos juntxs? ¿Cómo producimos alimentos, organizamos los cuidados y aseguramos nuestra salud? La economía también se trata de cómo accedemos y gestionamos recursos, cómo nos relacionamos con otras personas, con nosotrxs mismxs y con la Naturaleza.
Lxs feministas han estado construyendo alternativas económicas a los sistemas capitalistas explotadores durante siglos. Estas alternativas existen en el aquí y el ahora, y son los pilares de los mundos más justos y más sostenibles que necesitamos y merecemos.
Nos emociona compartir contigo una muestra de alternativas económicas feministas, con colectivos inspiradores de todo el mundo.
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Estamos emocianadxs de presentarte a Clemencia Carabalí Rodallega, una feminista afrocolombiana extraordinaria.
Ha trabajado incansablemente durante tres décadas por la salvaguarda de los derechos humanos, los derechos de las mujeres y la construcción de paz en zonas de conflito en la Costa Pacífica de Colombia.
Clemencia ha hecho contribuciones significativas a la lucha por la verdad, la reparación y la justicia para las víctimas de la guerra civil de Colombia.
Recibió el Premio Nacional por la Defensa de los Derechos Humanos en 2019, y también participó en la campaña de la recién electa afrocolombiana y amiga de mucho tiempo, la vicepresidenta Francia Márquez.
Aunque Clemencia ha enfrentado y continúa enfrentando muchas dificultades, incluso amenazas e intentos de asesinato, sigue luchando por los derechos de las mujeres y comunidades afrocolombianas en todo el país.
Laura fue una abogada y líder activista que luchó valientemente por la descriminalización del trabajo sexual en Irlanda.
Es recordada como «una combatiente por la libertad de lxs trabajadorxs sexuales, una feminista, una madre para su hija y una amiga necesaria para mucha gente».
Laura promovió el reconocimiento de las personas de la industria del sexo como trabajadorxs merecedorxs de derechos. Presentó demandas por la descriminalización, e inició una revisión judicial en la Corte Suprema de Belfast respecto de las provisiones que criminalizan la compra de servicios sexuales. Declaró que su intención era llevar el caso a la Corte Europea de Derechos Humanos.
Ottilie fue una activista feminista, educadora y política de Namibia.
Fue una de las fundadoras de la Organización Popular del Sudoeste Africano (SWAPO), del Club Yu Chi Chan (un grupo armado revolucionario) y del Frente Nacional de Liberación del Sudoeste Africano (SWANLIF). También fue una de las fundadoras de la Asociación de Mujeres de Namibia y del Proyecto Niñas. A lo largo de su vida, Ottilie defendió el derecho a discutir, a pensar, a disputar y a exigir. Movilizó a las mujeres, organizó a estudiantes y docentes y criticó a otrxs camaradas por su elitismo y su corrupción.
Ottilie trabajó intensamente para desmantelar el patriarcado y para crear una democracia participativa concreta, feminista, transformadora y liberadora.
A menudo decía: «Descansaré cuando muera».
Carmen tuvo una larga carrera en la defensa de los derechos de las mujeres tanto en organizaciones no gubernamentales como en el sistema de las Naciones Unidas.
Dio clases en varias universidades españolas y latinoamericanas y publicó numerosos artículos e informes sobre mujeres, género y paz en países en desarrollo. Sus escritos y reflexiones críticas repercutieron en toda una generación de mujeres jóvenes.
En sus últimos años, fue responsable del Área Práctica de Género en el Centro Regional para América Latina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desde donde apoyó iniciativas muy valiosas en favor de la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres.
"Después
Después del amor la primera vez,
nuestros cuerpos y mentes desnudas:
un salón de espejos.
Totalmente desarmadxs, íntegramente frágiles,
nos echamos en los brazos del otrx,
respiramos con cuidado,
por miedo de romper
estas figuras de cristal". - Fahmida Riaz
Su trabajo se enfrentó a duras críticas de los frentes conservadores, que la acusaron de utilizar expresiones eróticas y "pornográficas" en su lenguaje poético.
Eventualmente, Fahmida fue incluida en una lista negra y acusada de sedición en virtud del artículo 124A del Código Penal de Pakistán, durante la dictadura de Zia Ul Haq. Fahmida fue obligada a exiliarse en 1981 y pasó casi siete años en la India antes de regresar a Pakistán.
En el prefacio de "Badan Dareeda" ("El Cuerpo Desgarrado"), una colección de poesía publicada en 1974, escribió:
La brillantez de Fahmida fue la de desafiar cualquier lógica singular o categoría de género, nación, religión o cultura. Ella se negó a ser colocada en el rol de la "mujer poeta", rompió con las definiciones tradicionales de la poesía y los conceptos y temas femeninos (que van desde la conciencia política, el cuerpo, la cultura, el deseo, la religión, al hogar) y derribó las inhibiciones impuestas a su género.
"Tienes que entender que la cultura no puede tener esencia. Las culturas se mueven, fluyen unas en otras, formando nuevas culturas. La cultura nace de esa manera. No hay choque de culturas".
Fahmida es autora de más de 15 libros de poesía y ficción, incluido su poema "Taaziyati Qaraardaaden" ("Resoluciones de condolencia" - en inglés), que podría servir como un tributo apropiado a su vida y legado, y una colección de poemas (Apna Jurm To Saabit He "Mi crimen está probado") publicado en 1988, durante su tiempo en exilio.
Fahmida Riaz nació en Meerut (India) el 28 de julio de 1946 y falleció el 21 de noviembre de 2018 en Lahore (Pakistán).
Hevrin Khalaf fue una destacada líder política siria-kurda de la región autónoma de Rojava, donde las mujeres kurdas están arriesgando sus vidas para resistir la ofensiva turca y construir un sistema feminista.
Hevrin fue Secretaria General del Future Syria Party [Partido de la Futura Siria] (FSP, por sus siglas en inglés), un grupo que tenía como objetivo la construcción de puentes, la reconciliación entre diferentes grupos étnicos y el trabajo hacia una "Siria democrática, pluralista y descentralizada".
Hevrin fue un símbolo de este esfuerzo de reconciliación. También trabajó para promover la igualdad entre mujeres y hombres y fue una representante para periodistas, trabajadorxs de ayuda humanitaria y diplomáticxs que visitaban la región.
Hevrin era también una ingeniera civil de Derik, y fue una de las fundadoras de Foundation for Science and Free Though [(Fundación para la Ciencia y el Libre Pensamiento] en 2012.
El 12 de octubre de 2019 fue torturada y asesinada por la milicia Ahrar al-Sharqiya, sustentada por Turquía, durante una operación militar contra las Fuerzas Democráticas Sirias en Rojava.
"El asesinato de Khalaf es un punto de inflexión en la historia moderna de Siria. Demuestra una vez más el viejo proverbio kurdo "no hay amigxs sino montañas". Siempre seré amigo[NC1] de Khalaf y su visión de un mundo mejor." - Ahed Al Hendi
Tenemos el placer de presentarte a Sopo Japaridze, feminista feroz, líder sindical y presidenta del sindicato independiente de servicios Red de Solidaridad.
Dejó el país cuando era muy joven para ir a los Estados Unidos, donde se volvió políticamente muy activa como organizadora laboral. Siempre mantuvo a Georgia en su mente todo ese tiempo, hasta que un día, dos décadas después, decidió regresar.
La confederación sindical georgiana existente en este momento era menos que ideal. Entonces, equipada con sus habilidades, conocimientos y experiencia en organización laboral, Sopo regresó a Georgia y formó su propio sindicato.
También es una apasionada investigadora y escritora. Estudia relaciones laborales y sociales, escribe para varias publicaciones y es una de lxs editorxs de Left East, una plataforma analítica de Europa del Este. También cofundó la iniciativa y el podcast de historia política, Reimaginando la Georgia soviética, donde explora las complejidades y los matices de las experiencias del país bajo la Unión Soviética, para entender mejor su pasado y construir un futuro mejor.
Rosa Cándida Mayorga Muñoz fue una trabajadora social guatemalteca, líder sindical y defensora de los derechos laborales. La llamaban cariñosamente «Rosita».
En la década de 1980, Rosa se convirtió en la primera mujer integrante del Comité Ejecutivo del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional de Electrificación (STINDE), un sindicato al que se había incorporado originalmente para defender los derechos laborales de las mujeres. Para ella, esto significaba luchar por la igualdad de oportunidades en una empresa en la que muchas mujeres enfrentaban un sistema discriminatorio y violento creado por las autoridades de la compañía. Rosa también había sufrido acoso sexual en su lugar de trabajo, tanto por parte de sus compañeros de trabajo, como de los funcionarios. Sin embargo, no era alguien a quien se pudiera acallar.
Rosa continuó con su pelea y fue parte del esfuerzo por configurar la lucha en una forma más específica, la del «Pacto colectivo de condiciones de trabajo INDE -STINDE». Este pacto fue pionero: el primero en tipificar el concepto de acoso (sexual) en Guatemala. Sirve como referencia para la legislación guatemalteca en temas laborales, y es un estímulo para otros sindicatos.
«No tenía herramientas de lucha más que sus propios ideales... Muchas veces fue intimidada, hostigada para dejar por un lado la lucha, pero su valentía a enfrentar generaba la imagen de la esperanza para los sindicalistas de bases. Rosita se trazó una imagen de respeto, no solo dentro de su sindicato, sino ante las autoridades de la institución, ante el movimiento de mujeres; fue reconocida, como pionera, del movimiento de mujeres sindicalistas, en un espacio que había sido más desarrollado por hombres.» - Maritza Velasquez, ATRAHDOM
Rosa falleció el 4 de abril de 2018, a la edad de 77 años.