
Sandhya Rao

En septiembre de 2016, 1800 feministas y activistas por los derechos de las mujeres de todos los rincones de nuestros movimientos se congregaron en las costas de Bahia, en el 13º Foro Internacional de AWID.
En esta sección se destacan los logros, los aprendizajes y los recursos que surgieron de las ricas conversaciones mantenidas. Te invitamos a analizar, compartir y comentar.
Uno de los aportes más importantes del Foro fue la necesidad de ampliar y profundizar nuestro trabajo entre movimientos, frente a la confluencia de los fascismos en auge, fundamentalismos, codicia corporativa y cambio climático.
Nuestras Iniciativas Semilla han ayudado a 20 ideas que surgieron en el Foro para crecer en forma de acciones concretas
El vídeo «Defendiendo a las Personas y al Planeta» y la guía «Tejiendo la resistencia a través de la acción» estan protagonizados por defensoras de derechos humanos y presentan estrategias concretas para confrontar al poder corporativo
Con nuestras animaciones El estado de nuestros movimientos feministas y Justicia climática y ambiental, los movimientos ahora tienen herramientas creativas para apoyar su trabajo.
La compilación de las expresiones artísticas «Los Movimientos Importan», sigue inspirando una organización más fuerte y creativa en todo el mundo.
Los movimientos también pueden beneficiarse de nuevas metodologías para imaginar nuestros futuros feministas (¡pronto!)
AWID se ha comprometido, mediante su próximo plan estratégico y su proceso del Foro, a continuar y profundizar las relaciones, las lecciones y los procesos iniciados en el Foro 2016 y basándonos en el momento actual.
Los Foros de AWID comenzaron en 1983 en Washington DC. Desde entonces, el evento ha crecido hasta convertirse en muchas cosas para muchas personas: un proceso iterativo para darle forma a nuestros análisis, objetivos y acciones; un hito crucial que fortalece los feminismos de lxs participantes e infunde energías a sus procesos de organización; un hogar político donde lxs defensoras de derechos humanos encuentran un santuario y solidaridad.
avec Naike Ledan et Fédorah Pierre-Louis
As feminists struggling for gender, peace, economic, social and environmental justice, we know there is no single recipe for success but an array of possibilities that can and are making change happen. The menu of options is as diverse as our movements and the communities in which we live and struggle.
Before we dare to present some of the feminist imaginations for another world, here are the principles around which we base our propositions:
We believe there is no one model for all and that everyone has a right to claim and contribute to building another world that is possible, as the World Social Forum motto puts it.
This includes the right to participate in democratic governance and to influence one’s future – politically, economically, socially and culturally.
Economic self-determination gives peoples the ability to take control over their natural resources and use those resources for their own ends or collective use. Furthermore, women’s economic agency is fundamental to mitigating the often cyclical nature of poverty, denial of education, safety, and security.
The principle of substantive equality is laid out in the Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women (CEDAW) and other international human rights instruments. This principle is fundamental for development and achieving a just economy as it affirms that all human beings are born free and equal.
Non-discrimination is an integral part of the principle of equality that ensures that no one is denied their rights because of factors such as race, gender, language, religion, sexual orientation, gender identity, political or other opinion, national or social origin, property or birth.
The inherent dignity of all persons without distinction must be upheld and respected. While States are responsible for ensuring the use of maximum available resources for the fulfilment of human rights, reclaiming rights and dignity is fundamentally a key space for civil society struggle and popular mobilization.
This principle, exercised through organized efforts to transform unjust institutions, guides the restoration of balance between "participation" (input) and "distribution" (output) when either principle is violated.
It puts limits on monopolistic accumulations of capital and other abuses of property. This concept is founded on an economy model that is based on fairness, and justice.
In order to make change happen, we need strong and diverse feminist networks. We need movements building solidarity from the personal to the political, from the local to the global and back.
Building collective power through movements helps convert the struggle for human rights, equality and justice into a political force for change that cannot be ignored.
“Only movements can create sustained change at the levels that policy and legislation alone cannot achieve.”
See more on this at Batliwala, S: 2012 “Changing Their World. Concepts and Practices of Women’s Movements” 2nd Edition. AWID
El tema del Foro –– Rebelándonos Juntes –– es una invitación a vincularnos con todo nuestro ser, a conectarnos entre nosotrxs en forma focalizada, afectuosa y valiente, para que podamos sentir el latido de los movimientos globales y rebelarnos juntxs para enfrentar los desafíos de esta época.
Los movimientos feministas, por los derechos de las mujeres, por la justicia de género, LBTQI+ y aliados de todo el mundo están en una instancia crítica, ya que deben enfrentar una poderosa reacción contra los derechos y las libertades previamente ganados. Durante los últimos años, hemos asistido al rápido auge de los autoritarismos, a la violenta represión de la sociedad civil y la criminalización de las mujeres y las personas de género no normativo defensoras de los derechos humanos, a la escalada bélica y de los conflictos armados en muchas partes de nuestro mundo, a la perpetuación continua de las injusticias económicas y a las crisis sanitarias, ecológicas y climáticas entrecruzadas.
Nuestros movimientos están sacudidos y, a la vez, buscan construir y mantener la fortaleza necesaria para el trabajo que hay por delante. No podemos hacer este trabajo solxs, en nuestros núcleos aislados. La conexión y la sanación son esenciales para transformar los persistentes desequilibrios de poder y las líneas divisorias dentro de nuestros propios movimientos. Debemos trabajar y elaborar estrategias de manera interconectada, para que podamos florecer juntxs. El Foro de AWID promueve ese ingrediente vital de interconexión en el poder de resistencia, crecimiento e influencia transformadora de las organizaciones feministas de todo el planeta.
Le 2 septembre 2021, les géniales féministes et activistes pour la justice sociale du festival de l’AWID Crear | Résister | Transform se sont retrouvées, non seulement pour mettre en commun leurs stratégies de résistance, cocréer et transformer le monde, mais également pour parler crûment sur Twitter.
Nana Darkoa Sekyiamah, cofondatrice du blog Adventures From The Bedrooms of African Women et autrice de The Sex Lives of African Women, menait l’exercice, épaulée par la plateforme numérique panafricaine womanist queer AfroFemHub, pour poser la question suivante : Comment pouvons-nous, de manière sûre et consensuelle, explorer notre plaisir, nos désirs et nos fantasmes par textos?
Je pense que c’est une question de très haute importance, parce qu’elle porte sur la question plus large de la navigation en ligne selon un point de vue féministe. Avec le capitalisme, le langage autour des corps et du sexe peut être déshumanisant et perturbant, et aborder le plaisir sexuel sur le numérique peut sembler devoir prendre une tournure performative. Donc, trouver des manières d’examiner comment nous faisons part de notre désir, qu’elles soient à la fois affirmatives et enthousiastes, peut repousser les modèles dominants de présentation et de consommation, et se réapproprier ces espaces comme autant de lieux d’un engagement authentique, prouvant que les sextos devraient tous être justement ça : féministes.
En outre, permettre aux conversations féministes d’incarner leur côté ludique dans les conversations en ligne contribue à recadrer le récit populaire selon lequel les interventions féministes sont tristes et austères. Mais nous le savons bien : s’amuser fait partie de notre politique, et est inhérent à ce qu’être féministe veut dire.
À l’aide du mot-dièse #SextLikeAFeminist des universitaires et des activistes du monde entier se sont donné rendez-vous pour partager leurs tweets féministes les plus affamés, et voici mes dix favoris.
Comme ces tweets le montrent, sextoter comme une féministe est à la fois sexy, drôle – et chaud. Mais sans jamais perdre de vue son engagement en faveur de l’équité et de la justice.
Las propuestas de decrecimiento cuestionan la premisa de que la economía de los países debe ‘crecer o perecer’ y muestran la falsedad del lugar central que se le otorga al crecimiento medido por un aumento del Producto Bruto Interno (PIB).
Un modelo de decrecimiento propone un cambio hacia niveles de producción y consumo más bajos y sostenibles. En esencia postula una reducción del sistema económico para dejarle más espacio a la cooperación entre personas y a los ecosistemas humanos.
Esta propuesta incluye:
Las perspectivas feministas dentro de la teoría y práctica del decrecimiento sostienen que también es necesario redefinir y revalidar el trabajo no remunerado y remunerado, de cuidados y en el mercado, para superar los estereotipos tradicionales de género así como las brechas laborales y las desigualdades en el ingreso prevalecientes que devalúan el trabajo de cuidado.
As these tweets show, it turns out that sexting like a feminist is sexy, funny – and horny. Yet, it never loses sight of its commitment to equity and justice.
Lxs actores ultra conservadores han desarrollado una serie de discursos en la esfera internacional de los derechos humanos. Utilizan argumentos que manipulan la religión, la cultura, la tradición y la soberanía nacional para minar los derechos relacionados con el género y la sexualidad.
Lxs actores anti-derechos se han alejado cada vez más del lenguaje explícitamente religioso. Vemos que actores regresivxs —que antes tal vez ridiculizaban los conceptos de derechos humanos — ahora los manipulan y cooptan para promover sus propios objetivos.
Este discurso emergente y exitoso parece inocuo, pero resulta útil como un tema ‘sombrilla’ bajo el que se cobijan múltiples posiciones patriarcales y anti-derechos. Por eso el tema de la «protección de la familia» resulta un ejemplo clave que muestra la tendencia de lxs actores regresivxs a llevar adelante una incidencia integral e integrada.
El lenguaje de la «protección de la familia» opera desplazando al sujeto de los derechos humanos, reemplazando al individuo por instituciones ya poderosas. También afirma una concepción unitaria, jerárquica y patriarcal de la familia que discrimina a todo formato familiar que esté fuera de estos límites rígidos.
Por último, intenta cambiar el enfoque del reconocimiento y la protección de los derechos de integrantes vulnerables de la familia a la no discriminación, la autonomía y la ausencia de violencia en el contexto de las relaciones familiares.
La Santa Sede y varios grupos de la derecha cristiana buscan apropiarse del derecho a la vida para ponerlo al servicio de su misión contra el aborto. Mezclando el lenguaje de los derechos humanos con la doctrina religiosa conservadora, argumentan que el derecho a la vida, tal como se lo establece en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, se aplica a partir del momento de la concepción.
Ningún instrumento universal de derechos humanos apoya ese argumento. Sin embargo, esta es una táctica atractiva para lxs actores anti-derechos, porque el derecho a la vida no puede ser violado bajo ninguna circunstancia y es un estándar legal vinculante.
Lxs actores anti-derechos humanos utilizan una serie de dispositivos retóricos en su campaña para minar los derechos sexuales: sostienen que estos derechos no existen o que son «nuevos derechos»; que causan daño a las niñas, los niños y la sociedad; y/o que se oponen a la cultura, la tradición o las leyes nacionales.
Lxs actores conservadores dedicados a hacer incidencia en la ONU atacan el derecho a una educación sexual integral (ESI) desde varios frentes. Afirman que viola los «derechos parentales»; que perjudica a las niñas y los niños; y que no es educación sino adoctrinamiento ideológico.
También alegan que poderosos grupos de presión les imponen la Educación Sexual Integral a las niñas y los niños, los padres y las Naciones Unidas para beneficiarse de los servicios que estos mismos grupos proporcionan a niñas, niños y jóvenes.
Los intentos de invalidar los derechos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género se han multiplicado. Lxs actores ultra conservadores argumentan que aplicar los principios y leyes históricos de derechos humanos a esta temática equivale a crear «nuevos derechos», y proponen un cambio radical en el significado actual de los derechos que resultaría de interpretarlos a la luz de la "cultura" o de las «particularidades nacionales».
Desde hace muchos años, las organizaciones de la derecha cristiana se movilizan en contra de los derechos reproductivos junto con la Santa Sede y otrxs aliadxs anti-derechos. A menudo argumentan que los derechos reproductivos no son más que una forma de control poblacional impuesto por Occidente sobre los países del Sur Global. Irónicamente, esta afirmación proviene a menudo de actores con sede en Estados Unidos y Europa Occidental, que en su mayoría trabajan activamente para exportar sus discursos y políticas fundamentalistas.
Lxs actores regresivxs también citan argumentos «científicos» de grupos de expertxs ultra conservadores y de fuentes que emplean metodologías de investigación poco sólidas, para sugerir que el aborto causa una serie de efectos secundarios psicológicos, sexuales, físicos y relacionales.
Así como lxs actores anti-derechos buscan construir una nueva categoría de «protección de la familia», también proponen otra: los «derechos parentales», que tampoco encuentra respaldo en las normas de derechos humanos vigentes. Este discurso paradójicamente intenta utilizar las protecciones de derechos que les corresponden a los niños y las niñas, tal como las expresa la Convención sobre los Derechos del Niño, para fundamentar el derecho de padres y madres a controlar a sus hijas e hijos y limitar sus derechos.
Cada vez más, lxs actores anti-derechos, están intentando infiltrar y subvertir los estándares y discursos desarrollados por defensoras de derechos humanos, como la violencia contra las mujeres.
En la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres y en otros escenarios, estos actores insisten en tratar esta forma de violencia como un concepto al que le adosan argumentos anti-derechos reproductivos y otros de cariz patriarcal. Lxs actores ultra conservadores, por ejemplo, han argumentado que las relaciones de pareja no tradicionales ni heteronormativas son un factor de riesgo para la violencia, y enfatizan que los padres son necesarios para proteger a las familias de la violencia.
La Santa Sede ha elaborado y sostenido una crítica al género, a la «ideología de género», lxs «radicales del género» y la teoría de género. Lxs actores anti-derechos a menudo leen el término ‘género’ como un código equivalente a ‘derechos LGBTQ’. La derecha religiosa utiliza el género como un concepto transversal que une muchos de sus discursos. Cada vez más, el pánico que generan en torno a este tema se concentra en la identidad de género y en los derechos de las personas trans.
Varios actores ultra-conservadores emplean el discurso de la complementariedad de los sexos. Estructuran su retórica en torno a una presunción de diferencia: se supone que los hombres y las mujeres tienen roles diferentes pero complementarios en el matrimonio, la vida familiar, y también en su participación en la vida comunitaria, política y económica.
La referencia a los roles «naturales» tiene por objeto rechazar los derechos humanos universales a la igualdad y la no discriminación. También se utiliza para justificar las violaciones de estos derechos por parte de actores estatales y no estatales, y el incumplimiento de las obligaciones del Estado en cuanto a eliminar los prejuicios y las prácticas basadas en roles estereotipados para hombres o mujeres.
Este discurso sugiere que organismos de la ONU o Estados que actúan a través de la ONU atacan injustamente a los gobiernos nacionales. Lo que se intenta aquí es desplazar el sujeto de los derechos humanos de la persona o sector marginado que sufre una violación de sus derechos a una institución poderosa y/o regresiva, el Estado, para justificar excepciones nacionales a los derechos universales o para apoyar la impunidad estatal.
Lxs actores anti-derechos han adoptado el discurso de la libertad religiosa para justificar violaciones a los derechos humanos. Se refieren a la libertad religiosa de una manera que contradice directamente el propósito de este derecho humano y entra seriamente en conflicto con el principio de la universalidad de los derechos.
Su argumento es que la libertad religiosa se ve amenazada y debilitada por la protección a los derechos humanos, particularmente aquellos relacionados con el género y la sexualidad.
Lo que se proponen instalar es que el derecho a la libertad religiosa tiene por objeto proteger a las propias religiones y no a las personas, que son quienes en verdad tienen la libertad de profesar o no distintas creencias. Sin embargo, el derecho internacional de los derechos humanos protege a lxs creyentes y no a las creencias, y el derecho a la libertad de religión, pensamiento y conciencia incluye el derecho a no profesar ninguna religión ni creencia así como a cambiar de religión o de creencias.
El despliegue de referencias a la cultura y la tradición para debilitar los derechos humanos, incluido el derecho a la igualdad, es una táctica común entre lxs actores anti- derechos. Presentan la cultura como algo monolítico, estático e inmutable, y a menudo la oponen a las «normas occidentales».
Las alusiones a la cultura por parte de lxs actores anti-derechos en los debates de política internacional tienen como objetivo debilitar la universalidad de los derechos, defendiendo un relativismo cultural que prevalece sobre las reivindicaciones de derechos o las limita. El uso de los derechos culturales por parte de actores regresivxs se basa en una tergiversación deliberada de la cultura como derecho humano. Los Estados deben velar por que no se utilicen actitudes tradicionales o culturales para justificar violaciones a la igualdad. Las normas de derechos humanos exigen acceso, participación y contribución igualitaria en todos los aspectos de la vida cultural para todas las personas, incluidas las mujeres, las minorías religiosas y raciales y las personas cuya identidad o expresión de género difieren de las normativas.
En espacios políticos internacionales, lxs actores anti-derechos manipulan cada vez más las referencias a los derechos humanos universales o fundamentales para revertir el significado de la universalidad de los derechos.
En lugar de utilizar el término ‘universal’ para describir todo el conjunto de derechos humanos indivisibles e interrelacionados, lxs actores ultra conservadores lo emplean para delimitar y describir un subconjunto de derechos humanos que ellxs consideran «verdaderamente fundamentales». Todos los otros derechos estarían sujetos a la discreción del Estado, serían derechos 'nuevos' u opcionales. Este discurso resulta especialmente poderoso ya que instala una categoría indefinida - lo «verdaderamente universal» - que queda abierta a interpretaciones cambiantes.
"مهمتي في الحياة ليست مجرد البقاء على قيد الحياة، بل أن أزدهر؛ وأن أفعل ذلك ببعض الشغف، وبعض التعاطف، وبعض الفكاهة، وبعض الأناقة". - مايا أنجيلو
يعتبر المنتدى الدولي الخامس عشر لجمعية حقوق المرأة في التنمية حدثًا مجتمعيًا عالميًا ومساحة للتحول الشخصي الجذري. يجمع المنتدى، وهو اجتماع فريد من نوعه، الحركات النسوية وحقوق المرأة والعدالة الجندرية ومجتمع الميم عين والحركات الحليفة، بكل تنوعنا وإنسانيتنا، للتواصل والشفاء والازدهار. المنتدى هو المكان الذي تحتل فيه نسويات ونسويو الجنوب العالمي والمجتمعات المهمشة تاريخياً مركز الصدارة، حيث يضعون الاستراتيجيات مع بعضهم/ن البعض، مع الحركات الحليفة الأخرى، ومع المموّلين وصانعي السياسات بهدف تحويل السلطة، إقامة تحالفات استراتيجية، والدخول في عالم أفضل ومختلف.
عندما يجتمع الناس على نطاق عالمي، كأفراد وحركات، فإننا نولد قوة جارفة. انضموا إلينا في بانكوك، تايلاند في عام 2024. تعالوا وارقصوا وغنوا واحلموا وانهضوا معنا.
متى: 2-5 ديسمبر 2024
أين: بانكوك، تايلاند؛ وعلى الانترنت
من: ما يقرب الـ 2500 ناشط/ة نسوية من جميع أنحاء العالم يشاركون شخصيًا، و3000 يشاركون افتراضيًا