
Lesbia Yaneth Urquía Urquía

La Construcción de Economías Feministas se trata de crear un mundo con aire limpio para respirar y agua limpia para beber, con trabajo significativo y cuidado para nosotrxs y nuestras comunidades, donde todxs podamos disfrutar de nuestra autonomía económica, sexual y política.
En el mundo en que vivimos hoy, la economía sigue dependiendo del trabajo de cuidado no remunerado o subvalorado que realizan las mujeres para ganancia de otrxs. La búsqueda del «crecimiento» solo expande el extractivismo, un modelo de desarrollo basado en la extracción y explotación masiva de los recursos naturales que sigue destruyendo a las personas y al planeta mientras concentra la riqueza en manos de las elites globales. Mientras tanto, el acceso a la salud, a la educación, a un salario digno y a la seguridad social se están convirtiendo en el privilegio de pocxs. Este modelo económico se asienta sobre la supremacía blanca, el colonialismo y el patriarcado.
Adoptar solamente un «enfoque de empoderamiento económico de las mujeres» es solo integrar aún más a las mujeres a este sistema. Ese ‘empoderamiento’ puede ser un medio temporal de supervivencia, pero debemos plantar las semillas que hagan que otro mundo sea posible mientras derribamos los muros del que ya existe.
Creemos en la capacidad de los movimientos feministas de trabajar para el cambio con alianzas amplias que atraviesen distintos movimientos sociales. Al amplificar las propuestas y visiones feministas, nuestro objetivo es construir nuevos paradigmas para economías justas.
Nuestro enfoque debe ser interconectado e interseccional, porque la autonomía sexual y corporal no será posible hasta que todxs y cada unx de nosotrxs disfrute de sus derechos e independencia económicos. Queremos trabajar con quienes resisten y enfrentan el auge mundial de la derecha conservadora y de los fundamentalismos religiosos, porque no es posible ninguna economía justa hasta que no hagamos crujir las bases del actual sistema.
Promovemos agendas feministas: Enfrentamos al poder corporativo y su impunidad por los abusos de derechos humanos trabajando con aliadxs. Así nos asegurarnos de llevar a los espacios de decisión política las perspectivas feministas, de derechos de las mujeres y de justicia de género. Un ejemplo sobre el que puedes leer más es nuestro trabajo sobre el futuro instrumento legalmente vinculante sobre las «corporaciones transnacionales y otras empresas comerciales con respecto a los derechos humanos», en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Movilizamos acciones solidarias: Trabajamos para fortalecer los vínculos entre los movimientos feministas y por la justicia impositiva, incluyendo el reclamo de que los recursos públicos perdidos a través de los flujos financieros ilícitos (IFFs, por sus siglas en inglés) sean usados para asegurar la justicia social y de género.
Construimos conocimiento: Brindamos a las defensoras de derechos humanos información estratégica que es vital para enfrentar el poder corporativo y el extractivismo. Contribuiremos a construir conocimiento acerca del financiamiento local y global para el extractivismo,y los mecanismos de inversión que lo sostienen.
Creamos y difundimos alternativas: Movilizamos a nuestra membresía y a los movimientos imaginando de manera colectiva economías feministas, y compartiendo conocimientos, prácticas y agendas feministas por la justicia económica.
«La revolución corporativa va a colapsar si nos rehusamos a comprar lo que están vendiendo: sus ideas, su versión de la historia, sus guerras, sus armas, su idea de inevitabilidad. Otro mundo no solo es posible, sino que está en camino. En los días tranquilos, puedo oírlo respirar».
Arundhati Roy, War Talk.
Louise Malherbe es una comisaria y programadora cinematográfica y crítica de cine radicada en Berlín. Trabajó como programadora de cine para Metropolis Cinema Association de Beirut, y actualmente coordina el proyecto Reel Streams, el cual se orienta a apoyar la difusión del cine independiente en la región árabe. Es jefa de programación del Festival de Cine de Soura, un festival de cine queer enfocado en la región de Asia sudoccidental y Norte de África, escribe crítica de cine para Manifesto XXI y, recientemente, comenzó a desempeñarse como comisaria de cine y festivales para Cinema Akil.
«Este sería un buen momento para repensar cómo podría ser la revolución. Quizás no sera una marcha por las calles de cuerpos enojados y sin discapacidades. Quizás será más como el mundo detenido porque todos los cuerpos que hay en él están exhaustos: porque el cuidado debe ser priorizado antes de que sea demasiado tarde.»
- Johanna Hedva
Los hospitales son instituciones, espacios vivientes del capitalismo, y lo que se manifiesta cuando alguien está supuestamente haciendo reposo allí es un microcosmos del sistema en que vivimos.
Las instituciones están organizadas para separarnos de nuestros sistemas de cuidados: en ellas nos encontramos aisladxs en estructuras rígidamente jerárquicas, y a menudo sentimos como si ese cuidado fuera algo que se nos hace a nosotrxs, en lugar de algo dado/recibido como parte de una conversación. Debido a su integración en la demanda capitalista, el cuidado institucional está compartimentado: una persona trata tu pierna y solo tu pierna, otra persona trata tu presión arterial, etc.
El mes pasado, la fotógrafa Mariam Mekiwi tuvo que someterse a una cirugía y documentó el proceso. Sus imágenes de entornos esterilizados (luces blancas de neón, filas y filas de estructuras repetitivas), con una paleta de colores desteñidos, reflejan un lugar que estaba vaciado de vida y de movimiento. Esta fue una de las formas en que Mariam mantuvo vivo su propio espíritu. Era una forma de protesta desde dentro de los confines de una institución con la cual tenía que interactuar.
Las fotos constituyen un retrato de algo increíblemente vulnerable, porque observar a alguien atravesar el colapso de su propio cuerpo es siempre un recordatorio sagrado de nuestra fragilidad. Son también un testimonio de la fragilidad de estos sistemas de cuidado, que nos pueden ser negados por diversas razones: desde no tener dinero hasta no estar en un cuerpo considerado lo suficientemente valioso, un cuerpo que es quizás demasiado femenino, demasiado queer, o demasiado marrón.
El cuidado experimentado como algo desencarnado y solitario, que puede ser revocado en cualquier momento, no nos ayuda a prosperar. Y es muy diferente del modo en que los seres humanos se comportan en la realidad cuando cuidan unos de otros. ¿En qué sería diferente nuestro mundo si nos comprometiéramos a desmantelar las actuales estructuras capitalistas referidas a nuestra salud? ¿Cómo sería nuestro mundo si lo reinventáramos en forma radical?
Ika Vantiani es una artista, curadora y artesana de Yakarta, Indonesia. Su obra explora la idea de ser mujer en la sociedad actual, en la cual los medios de comunicación y el consumo están entretejidos. Ika usa la disciplina del collage, y la expande al arte callejero, a talleres e instalaciones. Integra colectivos artísticos tales como Micro Galleries, The Collage Club y It’s In Your Hands Collective.
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Asamblea Placentera: Tejiendo Proyectos Feministas ColaborativosGhiwa Sayegh, Kohl: A Journal for Body and Gender Research De brujeria, chamanismo y otros conocimientos insurrectos contra el patriarcadoSofía Blanco Sixtos, Colectiva Feminista MAPAS |
Durante décadas, lxs investigadorxs y activistas feministas han articulado conceptos importantes en relación al género para entender y cuestionar la opresión y la discriminación. Ahora, esos conceptos se han convertido en el blanco de los actores anti-derechos, quienes afirman que los roles de género patriarcales y opresivos son de «sentido común» y, estratégicamente, presentan a todas las otras ideas, normas culturales y formas de vida social como una peligrosa ideología conspirativa.
Lee nuestro resumen Narrativas sobre la «Ideología de género»: Una amenaza para los derechos humanos
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Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca (ASOM)
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Las Mujeres Sostienen el Cuidado | El Cuidado Sostiene la Vida | La vida Sostiene la Economía | ¿Quién Cuida a las Mujeres? | Ni Una Menos1 | Juntas, Juntos, Juntes | Almuerzo de Domingo
1Ni una menos es un eslogan feminista famoso en América Latina que surgió en Argentina como respuesta a la creciente violencia de género.
Laura fue una abogada y líder activista que luchó valientemente por la descriminalización del trabajo sexual en Irlanda.
Es recordada como «una combatiente por la libertad de lxs trabajadorxs sexuales, una feminista, una madre para su hija y una amiga necesaria para mucha gente».
Laura promovió el reconocimiento de las personas de la industria del sexo como trabajadorxs merecedorxs de derechos. Presentó demandas por la descriminalización, e inició una revisión judicial en la Corte Suprema de Belfast respecto de las provisiones que criminalizan la compra de servicios sexuales. Declaró que su intención era llevar el caso a la Corte Europea de Derechos Humanos.
Ottilie fue una activista feminista, educadora y política de Namibia.
Fue una de las fundadoras de la Organización Popular del Sudoeste Africano (SWAPO), del Club Yu Chi Chan (un grupo armado revolucionario) y del Frente Nacional de Liberación del Sudoeste Africano (SWANLIF). También fue una de las fundadoras de la Asociación de Mujeres de Namibia y del Proyecto Niñas. A lo largo de su vida, Ottilie defendió el derecho a discutir, a pensar, a disputar y a exigir. Movilizó a las mujeres, organizó a estudiantes y docentes y criticó a otrxs camaradas por su elitismo y su corrupción.
Ottilie trabajó intensamente para desmantelar el patriarcado y para crear una democracia participativa concreta, feminista, transformadora y liberadora.
A menudo decía: «Descansaré cuando muera».
1 de cada 3 personas trans y travesti en Argentina vive en un hogar de bajos ingresos.