
Losana McGowan

Esta sección de análisis especial ofrece un análisis feminista crítico y acceso a los recursos clave relacionados con la «protección de la familia» en los espacios internacionales de derechos humanos.
Durante los últimos años, venimos observando una nueva y preocupante tendencia en el ámbito internacional de derechos humanos, donde se están empleando discursos sobre la «protección de la familia» para defender violaciones cometidas contra miembros de la familia, de modo de reforzar y justificar la impunidad y para coartar la igualdad de derechos en el seno de la familia y la vida familiar.
La campaña para «proteger a la familia» es impulsada por proyectos conservadores que tienen como fin imponer interpretaciones «tradicionales» y patriarcales de familia; quitando los derechos de las manos de sus miembros para ponerlos en las de la institución «familia».
Desde 2014 un grupo de estados opera como bloque en espacios de derechos humanos, bajo el nombre «Group of Friends of the Family» [Grupo de amigos de la familia], y a partir de entonces se han aprobado resoluciones sobre la «Protección de la familia» todos los años.
Esta agenda se ha extendido más allá del Consejo de Derechos Humanos (HRC, por sus siglas en inglés). Hemos visto cómo el lenguaje regresivo sobre «la familia» se ha introducido en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres (CSW, por sus siglas en inglés), y hemos asistido a intentos por incluir este lenguaje en las negociaciones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
AWID trabaja con asociadxs y aliadxs para resistir conjuntamente las agendas regresivas de «Protección de la familia» y otras, y para defender la universalidad de los derechos humanos.
En respuesta a la creciente influencia de actores regresivos en los espacios de derechos humanos, AWID se ha unido con aliadxs para formar el Observatorio de la Universalidad de los Derechos (OURs, por sus siglas en inglés). OURs es un proyecto colaborativo que monitorea, analiza y comparte información sobre iniciativas anti-derechos tales como la «Protección de la familia».
Derechos en Riesgo, el primer informe de OURs, traza un mapa de los actores que conforman el cabildeo global anti-derechos e identifica sus discursos y estrategias principales, señalando los efectos que estos discursos y estrategias están teniendo sobre nuestros derechos humanos.
El informe expone a la «Protección de la familia» como una agenda que ha promovido la colaboración entre una amplia gama de actores regresivos en las Naciones Unidas. La describe como un marco estratégico que aloja «múltiples posiciones patriarcales y anti-derechos, cuyo marco, a su vez, apunta a justificar e institucionalizar estas posiciones».
Nous avons ensuite organisé une série complète de visites au Népal, en Malaisie, au Sri Lanka, en Thaïlande, en Indonésie et (plus tard) à Taïwan. Sur place, chaque visite comprenait non seulement un examen de l’infrastructure logistique, mais aussi des réunions avec des activistes et des groupes féministes locales·aux afin de mieux comprendre la situation et leur analyse des risques et opportunités potentielles quant à un Forum de l’AWID dans leur contexte.
Ils ont souvent exprimé des sentiments partagés entre risques et opportunités liées à la visibilité apportée par un événement comme le Forum. Durant l’une des réunions, les activistes présent·e·s soulignèrent à l'unanimité, au cours des 30 premières minutes, que le Forum de l’AWID pouvait entraîner de nombreux contrecoups, que les droits LGBTQ étaient un sujet politique particulièrement sensible et que les groupes fondamentalistes chercheraient de toutes leurs forces à interrompre l’événement. Lorsque nous répliquâmes « ok, donc vous ne pensez pas que ce soit une bonne idée », leur réponse également unanime fut « bien sûr que si, nous voulons changer les récits !».
Il était difficile d’entendre et de voir dans certains endroits le nombre d’activistes féministes qui voulaient utiliser l’opportunité de visibilité d’un tel événement comme levier, prêt·e·s à faire face aux risques locaux ; mais l’accueil de près de 2000 personnes venues du monde entier nécessitait de prendre en compte d’autres calculs de risque et de faisabilité.
Nous avons également débattu de questions sur ce qu’implique l’organisation d’un forum féministe en cohérence avec les principes d’inclusion, de réciprocité et d’autodétermination, là où les politiques et les pratiques étatiques vont généralement à leur encontre (même si les représentant·e·s des Ministères du Tourisme ont tenté ardemment de concilier ce point).
Dans beaucoup d’endroits, suivre le contexte donnait des impressions de balancier pouvant pencher vers l’ouverture et la sécurité des débats féministes à un moment donné, et vers la répression totale et la xénophobie l’instant d’après, sacrifiant les priorités féministes dans les négociations politiques cherchant à apaiser l’extrême droite ou les forces anti-droits.
Ce processus a donné lieu à des réflexions sur le contexte extrêmement difficile pour l’activisme des droits des femmes et de la justice de genre au niveau mondial.
Pour autant, nous ne pourrions aujourd’hui organiser un Forum de l’AWID à Istanbul comme nous l’avions fait en 2012, ou au Brésil comme en 2016.
L’organisation du Forum de l’AWID implique pour nous la création et la disposition d’un espace qui s’ajuste au mieux à une diversité de formes d’expression de solidarité, d’indignation, d’espoir et d’inspiration. Celles-ci sont au cœur de nos mouvements féministes.
Actuellement, Taipei nous semble donc être l’emplacement de la région Asie-Pacifique qui nous permet au mieux de bâtir un espace sécurisé et désobéissant pour notre communauté féministe mondiale.
Le fait est qu’il n’existe pas d’emplacement idéal dans le monde actuel pour tenir un Forum qui se concentre sur les Réalités féministes. Peu importe où nous irons, nous devrons construire cet espace ensemble !
Данные будут обработаны в статистических целях, чтобы осветить состояние ресурсного обеспечения феминистских движений во всем мире, и представлены будут только в обобщенном виде. AWID не будет публиковать информацию о конкретных организациях или отображать информацию, которая позволила бы идентифицировать организации по их местоположению или характеристикам, без их согласия.
AWID comenzó a preparar este informe anual en el momento en que la pandemia global empezaba a desintegrar las formas en que nos reunimos, nos organizamos y vivimos nuestras vidas. Es imposible reseñar lo que hemos hecho sin que el COVID-19 afecte nuestra evaluación.
Descargar el informe anual 2019 completo (PDF)
Es una afirmación, urgentemente necesaria, de que existen otros modos, más justos, de organizar nuestras vidas. Durante 2019, cientos de grupos compartieron con nosotrxs sus experiencias y propuestas de realidades feministas, que van desde las redes radicales de apoyo comunitario que facilitan el aborto autogestionado en América Latina y las prácticas de economías comunitarias en Indonesia y de sistemas alimentarios comunitarios en India y EEUU, hasta la reconcepción y renovación de las prácticas no perjudiciales para ritos de iniciación en Sierra Leona. Estas son las experiencias que trazarán un camino hacia una «nueva normalidad».
Una parte clave de nuestro trabajo de 2019 fue alentar estas exploraciones a través de una guía que AWID lanzó para apoyar a aquellos grupos interesados en descubrir las historias y las aspiraciones que son los componentes esenciales de las proposiciones feministas.
Mientras nos focalizamos en nuestras propuestas para un mundo diferente, también reconocemos el complejo contexto que nos rodea. A través de alianzas con el Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos, las Feministas por un Tratado Vinculante, el Consorcio Count Me In! y otras organizaciones, AWID ha continuado resistiendo contra el poder corporativo irrestricto y contra las agendas fascistas y fundamentalistas que socavan los derechos de las mujeres y la justicia de género. En vista de las escasas posibilidades de lograr un cambio transformador a través de procesos multilaterales y de la limitada receptividad de la mayoría de los Estados, estamos redoblando nuestros esfuerzos para garantizar que los movimientos feministas, en toda su diversidad, sean financiados de forma proporcional al papel crítico que desempeñan al apoyar a sus comunidades, reclamar derechos, y responder a las crisis. En 2019, introdujimos principios y enfoques feministas para fondos innovadores como la Iniciativa Spotlight y el Fondo Igualdad, y logramos obtener recursos a través de subvenciones de fondos semilla para realidades feministas provenientes de donantes feministas.
Si miramos hacia adelante, resulta claro que el contexto requiere una transformación de nuestras estrategias de organización:
AWID se está embarcando ahora en un nuevo modelo de membresía que reduce las barreras para el acceso y pone el énfasis en las oportunidades para la participación y la conexión entre afiliadxs. Seguiremos experimentando con distintas herramientas y procesos virtuales para construir comunidad. La interacción entre movimientos continuará siendo central para nuestro trabajo. Las acciones de AWID en solidaridad con los movimientos y las identidades que sufren opresión (incluso y especialmente cuando estas quedan marginalizadas dentro de los movimientos feministas) son importantes para impulsar el cambio y brindar apoyo a los movimientos amplios e inclusivos para todas las personas.
Somos resilientes, nos adaptamos, y nos hacemos presentes para lxs demás. Y tenemos que seguir haciéndolo mejor. Gracias a todxs ustedes, que son parte del viaje junto con nosotrxs.
En rejoignant l’AWID, vous intégrez l’organisation féministe mondiale, un pouvoir collectif qui se fonde sur la solidarité et puise ses racines dans le travail entre les mouvements.
«Yo no planeaba ser una cantante, el canto planeó estar en mí.» - Dorothy Masuka (entrevista de Mail & Guardian)
Una de estas canciones, titulada «Dr. Malan» (por el político pro-apartheid D.F. Malan) fue prohibida. Luego, en 1961, grabó «Lumumba», una canción sobre el asesinato del líder anticolonial Patrice Lumumba. El trabajo y el activismo de Dorothy atrajeron la atención de la División Especial de la policía sudafricana, y fue forzada a un exilio político que se prolongaría durante tres décadas. Durante ese tiempo, trabajó con grupos independentistas, incluido el Congreso Nacional Africano. En 1992, cuando el apartheid comenzó a desmoronarse y Nelson Mandela fue liberado de prisión, Dorothy regresó a Sudáfrica.
Su trabajo incluye la primera canción que grabó, en 1953, titulada «Hamba Notsokolo», que fue un éxito durante la década de 1950, y hoy es un clásico muy valorado. También escribió «El Yow Phata Phata», una canción que fue adaptada por Miriam Makeba, quien hizo de «Pata, Pata» un hit internacional.
Arraigados en la resistencia, la música y el activismo de Dorothy (popularmente conocida como «Auntie Dot» [«Tía Dot»]) estaban entretejidos, y dejaron un legado magnífico e inspirador.
Dorothy falleció en Johannesburgo el 23 de febrero de 2019 a la edad de 83 años, por problemas de salud.
Entrevista a Dorothy Masuka de Mail & Guardian (en inglés)
Escucha su música:
“Lord, we are unworthy. We are the ones who committed sin for Eve ate the fruit in Eden. We are just women who grow sweet potatoes, look after pigs and give birth to children. We believe you died on the cross to set us free. Thank you, In Jesus’s name Amen.”
This is a typical prayer of women I have heard during my visits to ministries in several villages. Even I said the same prayer for many years.
I was born and grew up in Agamua, the Central Highlands of West Papua. My father belongs to the Lani tribe and my mother comes from Walak.
In Lani and Walak languages - languages spoken in the Central Highlands - tiru means a pillar. There are four tiru (pillars) standing firmly in the middle of the Lani roundhouse (honai), around wun’awe or a furnace. Tiru is always made of the strongest type of wood called a’pe (ironwood tree). The longer the wood gets heated and smoked from the fire in the honai, the stronger it becomes. Without tiru, the honai cannot stand firm. West Papuan women are these tiru.
West Papua is located in the western part of the New Guinea island, containing some of the world’s highest mountains, densest jungle, and richest mineral resources. It is home to over 250 groups and has an incredible biodiversity. Due to its natural wealth, West Papua has, over the centuries, been targeted by foreign occupiers. Until 1963, we were colonized by the Dutch. However in 1969, after a manipulative political act, we were transferred from the Dutch to Indonesia.
The first German missionaries arrived in Mansinam Island, Manokwari, in 1855. Then, in the 1950s, Christianity was brought to the Central Highlands of West Papua by Protestant missionaries of European descent from America, Canada, Australia and New Zealand.
According to Scripture in Genesis 1: 26-27, Man and Woman are created in the image of God. It means all humanity is made with the call and capacity to exercise dominion. Radah, the Hebrew word for dominion, means stewardship. Radah is not a call to exercise imperial power as declared by Pope Nicolas V, granting Catholic nations the right to “discover” and claim dominion over non-Christian lands. To diminish the capacity of humans to exercise dominion, is to diminish the image of God on earth (Lisa Sharon Harper, The Very Good Gospel).
The Evangelical Church of Indonesia (GIDI) was established as an institution in 1963. In the Sunday Service liturgy of GIDI, Women are considered unworthy to take any responsibility except collecting offerings. In 2003, after 40 years, the Department of Women was introduced within the structure of the Synod leadership.
In November 2013, I was entrusted to be a chairperson of the Women’s Department of the GIDI Synod.
Together with several other women leaders, we started a cell group that is committed to “decolonizing the Bible.” We learn together how to reconstruct the interpretation of biblical texts to champion women.
A feminist theologian named Elisabeth S Florenza calls it a feminist hermeneutic theory (Josina Wospakrik, Biblical Interpretation and Marginalization of Woman in the Churches of West Papua).
Besides the cell group, we interview our elderly women to collect our ancestors’ wisdom and values. As Bernard Narakobi in his book The Melanesian Way said: “Our history did not begin with contact with the Western explorers. Our civilization did not start with the coming of the Christian missionaries. Because we have an ancient civilization. It is important for us to give proper dignity and place to our history”.
Yum is a knotted net or woven bag handmade from wood fiber or leaves. Yum is highly valued for it symbolizes life and hope. When women of Lani and Walak get married, our maternal aunts put yum on our heads. It means we bear the responsibility for giving life and for providing food. Yum is used to carry garden produce as well as being used as a container to put a baby to sleep in as it gives warmth and a sense of security.
“West Papuan Women are Yum and Tiru” became the prime references as we contextualized women in the eyes of Jesus Christ in seminar and focus group discussions. From 2013 to 2018, we focused on reconstructing the view of women in GIDI and in gaining a healthy self-image. We are still in the process of understanding who we are to Jesus, rather than who we have been told we are by theologians and the fathers of the early Churches. Josina Wospakrik, a West Papuan Theologian said “The Gospel is incredibly rich but it was impoverished due to human ambitions and agendas.”
Since 2018, the GIDI Women Leadership team and I have formulated four priority programs: Decolonizing the Bible, Storytelling in a circle, Training of trainers for Literacy and Gender. The fourth, supported simple bookkeeping and savings groups workshops facilitated by Yapelin and Yasumat, which are faith based organizations established by GIDI leaders to reach the economic, social and health needs of women in the communities.
In this programme we create a safe space for women to talk - each woman has a story. We all sit together and learn how to be good listeners.
“I became Christian and was taught that the government is God’s representative. Why did the government do nothing when the army burnt down my village and killed my relatives?” asked one woman in the storytelling circle. “My aunt was raped.” She stopped for a while. Could not talk. She cried. We all did.
The process of storytelling has driven us into deep conversation. We began to contextualize Biblical texts within our daily realities.
We started asking questions amongst ourselves: Where is God in our toughest times? Does the state government truly represent God on earth? Why does the Creator allow privileged people to destroy His own image in the name of Christianity and Development? During the process, I realized that I have been reading the Bible using somebody else’s glasses.
The church has to be a safe place to share stories and be a place of comfort to be still and rest. As we reflect on the testimonies, those who tell their stories begin the process of recovering from wounds and trauma.
Culturally, West Papuans invest in relationships. The concept of saving is understood as an investment in relations, not in a bank account. And while the Indonesian central government has granted special autonomy to respond to West Papuans’ demand for self-determination, many government policies harm the quality of family life and they do not account for women’s lives. High illiteracy rates amongst women mean most women do not have access to a bank account. With no money saved, access to medical services becomes a struggle.
Through the priority programmes, Yapelin, with the active involvement and support of women, created saving groups in Bokondini and Jayapura. The saving groups are chaired by women who have access to a bank.
In coordination with Yayasan Bethany Indonesia (YBI) and Yayasan Suluh, a faith-based organization (FBO) based in Jayapura, we facilitated four literacy workshops. The literacy team facilitated the training of trainers in three different dioceses: Merauke, Sentani, and Benawa. We now have 30 facilitators in different congregations who run literacy programs.
Lack of financial support for our programs will not stop us. Being stigmatized as rebels will not stop us from standing up and speaking in church evaluation meetings and conferences. It is stressful but I am committed together with several women leaders to calling on the power-holders within to free the church.
The Gospel known as Good News should become news that liberates women from a very patriarchal circle of power, liberates women from social stigma and returns women to the original purpose of The Creator.
The Gospel must be a mirror to reflect who we are collectively. As Lisa Sharon Harper, in her book The Very Good Gospel said “The Gospel is not only about an individual’s reconciliation with God, self and communities. But also speaks on systemic justice, peace between people groups and freedom for the oppressed”.
Rode Wanimbo is the chairperson of the Women’s Department of Evangelical Church of Indonesia (GIDI).
Coming from a place of healing and self-care is a political act that guides us to be focused and to move as one. In New Orleans, we created and will be creating altars in honour of those murdered by police and white supremacists vigilantes!
< Anatomy of a Survivor's Story
Não. Tem por base a história de 20 anos da AWID de mobilizar mais financiamento de maior qualidade para mudanças sociais lideradas por feministas e é a terceira edição do nosso inquérito “Onde está o dinheiro para organização feminista?”. O nosso objetivo é repetir o inquérito WITM a cada 3 anos.
"We know everything is against us and there is very little chance to change that. But we believe in intervention and I do think we have a chance and should use it. That’s why we're doing everything we're doing. We're willing to push for things that are unheard of."
Sopo Japaridze to OpenDemocracy
Photo @სოლიდარობის ქსელი / Solidarity Network
Stephanie Bracken is a feminist who is dedicated to building and supporting strong systems that meet the needs of the moment and the people who interact with them, and serve principles of justice. She holds a Master of Human Rights from the University of Sydney and a BA in Gender Studies, History, and Philosophy from McGill University, and has experience working with feminist and social justice organizations on monitoring, evaluation & learning, strategic work planning, governance, project management, and building operational systems and processes. Stephanie is based in Tiohtià:ke/Montreal, where she enjoys singing with others, camping, fiber arts, and spending time with her kids and community.
Engage with the AWID International Forum - a major global feminist gathering - and have access to special AWID member discounts and enty points for virtual dialogue. Co-created by feminist movements, the Forum is a unique space for deep discussion and imagination where we challenge and strengthen our organizing, where we connect our struggles and feminist realities together.
Esther Mwikali habitait dans le village de Mithini, dans le comté de Murang’a au Kenya. Activiste des droits fonciers, importante et appréciée, elle travaillait sur les abus à l’égard de squatters vivant sur des terres revendiquées par des magnats. Esther a participé à une enquête qui comprenait également des violations de droits fonciers à Makaya par de puissants individus.
Suite à l’absence d’Esther lors d’une réunion de village, une équipe de patrouille est partie à sa recherche. Le 27 août 2019, deux jours après sa disparition, on retrouva son corps dans une ferme proche de sa propriété, montrant des signes de torture. Elle fut sauvagement assassinée.
« Esther était reconnue pour son travail auprès des membres de la communauté, empêchant les évictions de terres revendiquées des magnats. Les activistes du coin n’ont aucun doute sur le lien entre son meurtre et les luttes constantes pour les terres dans la région. C’est un tragique rappel de la fréquence alarmante d’assassinats extrajudiciaires régulièrement menés au Kenya » - Global Wittness Report, juillet 2020
« Nous associons la mort de Mwikali aux luttes pour les terres par ici. Nous demandons au gouvernement de mener une enquête sur ce sujet au plus tôt. » - James Mburu, porte-parole des squatters
« Des mesures devraient être prises à l’égard des individus suspectés d’avoir menacé les squatters, et notamment la famille Mwikali. » - Alice Karanja, National Coalition of Human Rights Defenders (coalition nationale des défenseur·e·s des droits humains)
« L’impact de son travail et sa ténacité demeureront encore en vie pour les prochaines décennies au Kenya. CJGEA console avec les personnes endeuillées et appelle à la justice. » - Center for Justice and Governmental Action (Centre pour la justice et l’action gouvernementale, CJGEA) communiqué de presse, 13 septembre 2019
¡Bienvenidxs a Crear | Résister | Transform: un festival para movimientos feministas!
AWID está comprometida con la creación de un espacio virtual que nos invite y desafíe a todxs a funcionar desde un lugar de valentía, curiosidad, generosidad y responsabilidad compartida.
Te invitamos a crear conjuntamente con nosotrxs espacios libres de acoso y violencia, donde todas las personas sean respetadas en su identidad y expresión de género, raza, capacidad, clase, religión, idioma, etnia, edad, ocupación, tipo de educación, sexualidad, tamaño corporal y apariencia física. Espacios donde reconozcamos las desigualdades que prevalecen en nuestro mundo, y nos esforcemos por transformarlas.
Esto significa escucharnos, comprendernos y vincularnos. Sentirnos cerca, a pesar de la virtualidad. Para eso, contaremos con interpretación y abriremos canales (como el chat y otras herramientas) para reaccionar y compartir. Para lograr escucharnos mejor, les invitamos a utilizar audífonos o auriculares durante la sesión. Si puedes hacerlo, te sugerimos cerrar tus correos electrónicos y cualquier otra posible distracción mientras estás en la conversación.
Celebremos los distintos saberes y las múltiples formas en que estos se expresan. Nos acercamos al espacio con curiosidad y apertura para aprender de otrxs y permitiéndonos desaprender y reaprender a partir del intercambio, sentando las posibilidades para la construcción colectiva de conocimiento.
Estamos comprometidxs con un enfoque holístico de la accesibilidad, conscientes de las diferentes necesidades físicas, mentales, de idioma y de seguridad. Queremos un espacio que acoja a gente de contextos, creencias, capacidades y experiencias diversas. Seremos proactivxs, pero también te pedimos que nos comuniques tus necesidades, para que, dentro de nuestras posibilidades, nos ocupemos de satisfacerlas.
Asumimos compromisos individuales y colectivos de respetar la privacidad y contar con el consentimiento de otrxs para difundir imágenes o contenido generado durante la conversación.
Crear un ambiente más seguro, respetuoso y disfrutable para las conversaciones es responsabilidad de todxs.
Si notas que alguien se está comportando de forma discriminatoria u ofensiva, por favor, contacta a la persona de referencia que se indicará al comienzo de la sesión.
Cualquier participante que se exprese con lenguaje opresivo o imágenes ofensivas será eliminadx de la videoconferencia y no será admitidx nuevamente. No interactuaremos con esa persona de ninguna manera.
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Margarita es una feminista y activista por los derechos de las personas LGBTIQA de América Latina. Sus pasiones son la transformación social y el bienestar colectivo. Posee títulos en Psicología, Comunicaciones y Administración Pública, y varias certificaciones en Política Pública, Liderazgo, Gestión y Toma de Decisiones. Como profesional, ha tenido una dilatada experiencia con organizaciones de base, ONG nacionales y regionales, universidades y el sector público, en los que se ha abocado a la facilitación, la capacitación, la incidencia política, las comunicaciones y la evaluación de políticas.
Nos esforzamos por ser transparentes, por utilizar nuestros recursos en forma responsable, por ser equitativxs en nuestras colaboraciones, y por ser responsables e íntegrxs con nuestrxs afiliadxs, contrapartes y donantes, y con los movimientos con los que trabajamos y en los que participamos. Estamos comprometidxs a reflejar nuestras experiencias, a compartir abiertamente nuestrxs aprendizajes, y a esforzarnos por cambiar nuestras prácticas en consecuencia.