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Análisis Especiales

AWID es un organización feminista internacional de membresía, que brinda apoyo a los movimientos que trabajan para lograr la justicia de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo.

La memoria como resistencia: Un Tributo

El Tributo de AWID es una exhibición de arte que honra a feministas, a activistas por los derechos de las mujeres y de la justicia social de todo el mundo que ya no están con nosotrxs. 


En 2020, hacemos un cambio

El Tributo de este año cuenta y comparte las historias y narraciones de quienes crearon conjuntamente realidades feministas, ofrecieron visiones de alternativas a los sistemas y actores que nos oprimen, y propusieron nuevas formas de organizarnos, de movilizarnos, de luchar, de trabajar, de vivir y de aprender.

Se agregan a la galería 49 retratos nuevos de feministas y defensorxs de derechos humanos. Aunque muchxs feministas y defensorxs han fallecido debido a edad avanzada o enfermedad, muchísimxs han sido asesinadxs debido a su trabajo y por ser quienes eran. 

Esta violencia creciente (de parte de Estados, empresas transnacionales, crimen organizado, sicarios no identificados, etc.) no se dirige solo a activistas individuales sino a nuestro trabajo común y a las realidades feministas. 

Al compartir las historias de lxs activistas en este Tributo,  mantenemos vivo su legado y nos inspiran para el trabajo futuro de nuestros movimientos. 

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Lors retratos de 2020 fueron diseñados por la ilustradora y animadora galardonada, Louisa Bertman

En AWID nos gustaría agradecer a las familias y organizaciones que nos compartieron sus historias personales, y así haber contribuido a este memorial. Nos unimos a ellxs para continuar el extraordinario trabajo de estxs activistas y defensorxs, y en el esfuerzo para asegurarnos de que se logre justicia en los casos que permanecen en la impunidad

"Ellos trataron de enterrarnos pero no sabían que éramos semillas."‐ Proverbio Mexicano


Presentamos el Tributo por primera vez en 2012

Primero tomó forma como una exposición física de retratos y biografías de feministas y activistas que habían fallecido, en el 12º Foro Internacional de AWID, en Turquía. Ahora vive como una galería en línea, que actualizamos cada año. 

Desde 2012 hemos presentado más de 467 feministas y defensorxs.

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Contenido relacionado

Understanding the Context of Anti-Rights Threats

Chapter 2

While fundamentalisms, fascisms and other systems of oppression shapeshift and find new tactics and strategies to consolidate power and influence, feminist movements continue to persevere and celebrate gains nationally and The rising power of anti-rights actors is not happening in a vacuum. Understanding the rise of ultra-nationalism, unchecked corporate power, growing repression, and diminishing civic space is key to contextualize the anti-rights threats we face today.

Protester holding a flyer that reads "Danger - Trump and the Far Right."
© Alisdare Hickson / Flickr
Danger - Trump and the Far Right.

Today, considerably more than half of the world’s population is governed by far-right leaders.  Against this backdrop, human rights defenders and feminists are working hard to “hold the line” and protect multilateralism and the international human rights system. They also face the risk that their engagement may bring with it violent reprisals. At the same time, these institutions are increasingly subject to private sector interests. Large businesses, particularly transnational corporations, are occupying seats at the negotiating table and leadership positions in a number of multilateral institutions, including the UN. This nexus of ultra-nationalism, closing civic space, and corporate capture is having a tremendous impact on whether human rights for all can ever be achieved. 

Table of Contents

  • Nationalism and Ultra-nationalism
  • Corporate Capture: Untamed Corporate Power is Putting Rights at Risk
  • Reprisals and Closing Civic Spaces for Feminist Activists, and LGBTIQ+ and Women Human Rights Defenders
  • Movement Resistance Story: CEDAW’s Article 16: A Pathway for Reformation of Discriminatory Family Laws in Muslim Contexts 
     

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CFA 2023 - Forum Theme - thai

 ลุกขึ้นพร้อมกัน: เชื่อมต่อ เยียวยา และเติบโต

ประเด็นหลักของเวที – ลุกขึ้นพร้อมกัน (Rising Together) เป็นการเชิญชวนให้ทุกคนกลับมาอยู่กับตัวเองเพื่อเชื่อมต่อซึ่งกันและกันอย่างมีสมาธิ เอาใจใส่ และกล้าหาญ เพื่อให้เราสามารถรู้สึกถึงจังหวะการเต้น ของหัวใจของการเคลื่อนไหวทั่วโลก และลุกขึ้นมารับมือกับความท้าทายในยุคนี้ไปด้วยกัน

นักสตรีนิยม นักปกป้องสิทธิสตรี ความยุติธรรมทางเพศ LBTQI+ และขบวนการพันธมิตรทั่วโลกกำลังอยู่ ในช่วงหัวเลี้ยวหัวต่อที่สำคัญ คือเผชิญกับแรงตอบโต้สิทธิเสรีภาพที่เคยได้รับก่อนหน้านี้ ช่วงไม่กี่ปีที่ผ่านมา ลัทธิอำนาจนิยมเติบโตอย่างรวดเร็ว การปราบปรามภาคประชาสังคมอย่างรุนแรง และการทำให้สตรีและ นักปกป้องสิทธิมนุษยชนที่มีความหลากหลายทางเพศกลายเป็นอาชญากร สงครามและความขัดแย้งที่ ทวีความรุนแรงขึ้นในหลายส่วนของโลก ความอยุติธรรมทางเศรษฐกิจยังคงดำเนินต่อไป รวมทั้งวิกฤตการณ์ ด้านสุขภาพ นิเวศวิทยาและสภาพภูมิอากาศ

การเคลื่อนไหวของเรากำลังสั่นคลอน และในขณะเดียวกันเราก็พยายามสร้างและดำรงความเข้มแข็งและ อดทนเพื่องานข้างหน้า เราไม่สามารถทำงานนี้โดยลำพังในห้องเล็กๆของเราได้ การเชื่อมต่อและ การเยียวยาจึงเป็นสิ่งสำคัญในการปรับเปลี่ยนความไม่สมดุลของพลังงานและข้อบกพร่องภายในการเคลื่อน ไหวของเราเอง เราต้องทำงานและวางยุทธศาสตร์ในลักษณะที่เชื่อมโยงกัน เพื่อที่เราจะสามารถเติบโต ไปด้วยกันได้ เวที AWID จะส่งเสริมองค์ประกอบสำคัญของการเชื่อมโยงถึงกันกับพลังความสามารถ การเติบโต และการสร้างความเปลี่ยนแปลงของนักสตรีนิยมทั่วโลก

La comunicación del deseo y otras praxis políticas del cuerpo | Title Snippet ES

La comunicación del deseo y otras praxis políticas del cuerpo

con Manal Tamimi, Lindiwe Rasekoala y Louise Malherbe
Crédito del podcast: Zuhour Mahmoud

Promover agendas feministas: progresos clave en género y sexualidad

Capítulo 1

Mientras los fundamentalismos, los fascismos y otros sistemas de opresión cambian de forma y encuentran nuevas tácticas y estrategias para consolidar su poder e influencia, los movimientos feministas siguen perseverando y celebrando logros a nivel nacional y en espacios regionales e internacionales.

© GovernmentZA / Flickr A group of women re-enact the 1956 women's march to Pretoria protesting against pass laws.
© GovernmentZA / Flickr
Un grupo de mujeres recrea la marcha de mujeres de 1956 a Pretoria para protestar contra las leyes de pases.

Por ejemplo, en 2019, se dio un paso significativo en el Consejo de Derechos Humanos, cuando la ONU reconoció por primera vez el derecho a la integridad y autonomía corporal. Varias resoluciones del Consejo sobre la discriminación contra mujeres y niñas también reconocen que la reacción está vinculada con grupos de presión regresivos, con perspectivas ideológicas o con el uso inapropiado de la cultura o la religión para oponerse a los derechos igualitarios de mujeres y niñas. También hemos visto progresos feministas en el trabajo de Procedimientos Especiales de la ONU (funcionarixs independientes), tales como enfatizar la obligación de los Estados de oponerse a las narrativas de ideología de género, denunciar el uso inapropiado por parte de los actores antiderechos de referencias a la «cultura», y enfatizar que las creencias religiosas no pueden ser utilizadas como justificación de la violencia o la discriminación.

Índice de contenidos

  • Nivel nacional
  • Espacios internacionales
  • Ejercicio: ¡Esquematicemos y celebremos nuestras victorias!

 Lee el capítulo completo

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General Information

Communiquer le désir | Content Snippet FR

Communiquer le désir

et autres pratiques politiques incarnées


Communiquer le désir

Hôte: On pense souvent que la communication de notre désir se cantonne à l’intimité des quatre murs de nos chambres et à nos relations personnelles. Mais est-il également possible d’envisager ce genre de communication comme étant structurelle, une pratique qui éclairerait notre travail et la manière dont nous sommes, dont nous existons dans le monde?

LindiweJe pense que, malheureusement, l’expression de notre sexualité par le passé était restreinte. On était autorisées à l’exprimer dans le strict cadre du mariage, ce qui était permis, mais il y a toujours eu des tabous et une stigmatisation relative à toute autre forme d’expression. Évidemment, lorsqu’il est question de communication, le fait que certaines stigmatisations sont liées à l’expression de notre sexualité ou de nos désirs complique largement la communication dans la chambre ou de manière intime avec notre partenaire. Mon expérience personnelle me fait croire que si je suis beaucoup plus à l’aise à m’exprimer sur d’autres sujets thématiques ou sujets en dehors de la chambre, il m’est plus facile de construire cette confiance parce que je comprends la modalité de résolution de conflits avec cette personne en particulier, je comprends exactement comment rendre la communication spéciale avec cette personne. Ce n’est pas facile. C’est quelque chose que l’on fait tout au long de notre engagement, quel qu’il soit, qu’il s’agisse d’une relation durable ou que cela soit plus informel et ponctuel. Mais je crois que la confiance à l’extérieur peut assurément traduire la manière dont nous communiquons notre désir.

Manal
Depuis la petite enfance, les femmes sont éduquées à coups de « tu n’es pas autorisée à parler de ton corps, tu n’es pas autorisée à parler de ton désir », qui posent une lourde responsabilité sur leurs épaules, et particulièrement des filles à l’adolescence lorsqu’elles ont besoin de s’exprimer et de parler de ces questions. Donc moi, je pense que c’est un gros problème. Tu sais, je suis mariée depuis plus de 25 ans, mais encore aujourd’hui, je ne peux pas parler de mes désirs. Je ne peux pas dire ce que je veux ou ce que je préfère, parce que c’est comme si je n’étais pas autorisée à franchir cette ligne. C’est comme si c’était péché, bien que ce soit mon droit. Et c’est le cas pour toutes mes amies, elles ne peuvent pas s’exprimer de la bonne manière.

Louise
Personnellement, je trouve que l’expression de nos désirs, de mes désirs, quelle que soit la forme que prend cette expression, a à voir avec l’autre, avec le regard que cet autre poserait sur moi. Donc c’est également quelque chose que l’on peut relier au cinéma. Et sur le regard que je poserais sur moi-même aussi : ce que je pense être en tant que personne, mais également ce que la société attend de moi et de ma sexualité. J’ai, par le passé, en quelque sorte fait l’analogie entre ce qui se passe dans la chambre et ce qui se passe sur le lieu du travail, parce qu’il y a parfois cette dynamique de pouvoir, que je le veuille ou non. Et souvent, la communication verbale est plus difficile qu’on ne le pense. Mais quand il est question de représentation dans les films, c’est alors complètement différent. Lorsqu’il est question de simplement communiquer des désirs sexuels dans la chambre ou en dehors, on est très loin de ce que je suppose que nous toutes ici voudrions voir à l’écran.


En ligne et incarné

Hôte: On peut considérer le monde numérique comme étant incarné : alors qu’il peut être virtuel, il n’en est pas moins réel. Et cela a été clairement démontré dans le contexte du Festival des réalités féministes de l’AWID, qui s’est tenu entièrement en ligne. Qu’est-ce que cela signifie, alors, de parler de sexualité, collectivement, politiquement, dans des espaces en ligne? Est-ce que nous naviguons dans les espaces virtuels avec nos corps et nos affects? Et dans ce cas, quels sont les différents éléments à prendre en compte? Qu’est-ce que cela fait à la communication et à la représentation?


LindiweLes réseaux sociaux nous donnent l’impression d’être dans la communauté. Quand on exprime ce qu’on veut ou ce qu’on aime, il y a toujours une personne qui sera d’accord ou pas d’accord, mais celles qui sont d’accord vous donnent le sentiment d’appartenir à une communauté. Donc, c’est plus facile de lancer ça dans l’univers, ou au vu de tout le monde, et de potentiellement ne pas recevoir autant de jugements. Et je parle là en termes très vagues parce que, selon ce que tu exprimes, tu seras vilipendée ou célébrée. Mais quand on est dans la chambre, il y a une certaine intimité à laquelle s’ajoute presque une vulnérabilité qui t’exposent et qui exposent différentes parties de toi, sur lesquelles il n’est pas aussi facile de donner son avis. Quand il est question d’exprimer ton désir, il est beaucoup plus facile d’en parler, de le dire et peut-être même de faire un tweet ou un billet sur les réseaux sociaux, ou même d’aimer et de lire ce que disent d’autres communautés qui pensent de la même manière, que de dire à ta ou ton partenaire « c’est comme ça que je veux ressentir du plaisir » ou « voilà comment je veux que tu fasses ensuite », à cause de la peur du rejet. Mais ce n’est pas tout, rien que la vulnérabilité – de permettre à l’autre personne de te voir à nu au point de savoir à quoi tu penses, ce que tu ressens et ce que tu veux – je pense que c’est là que la différence se ferait pour moi, personnellement. Je pense que c’est beaucoup plus communautaire sur les réseaux sociaux, et c’est plus facile de se lancer dans le récit. Alors que dans la chambre, tu n’as pas forcément envie de tout gâcher. Mais je pense que ça nous aide aussi, en quelque sorte, à comprendre, selon la relation avec la personne, comment agir par la suite. Donc, je sais toujours que si j’essaie de communiquer quelque chose et que je n’y parviens pas sur le moment, je peux toujours essayer d’en parler plus tard et voir quelle est la réaction, pour savoir comment l’aborder ensuite.

LouiseTu sais, la question dans les films c’est que je ne sais pas si le regard masculin est vraiment intentionnel ou pas. On n’en sait vraiment rien, en fait. Ce qu’on sait, c’est que la raison pour laquelle la sexualité en général a toujours été si hétéronormative et centrée sur la pénétration et qu’elle ne donne pas de place aux femmes pour qu’elles puissent vraiment demander quoi que ce soit dans les films, c’est parce que la plupart des gens qui travaillent dans cette industrie et qui prennent les décisions en matière de, tu sais, le déroulement de l’histoire et du montage, sont des hommes blancs. Donc, la revanche suite au viol, c’est ce genre de film très bizarre qui est apparu dans les années 1970, où pendant la moitié de l’histoire, il y aurait une femme qui est violée par une personne ou par plusieurs personnes, et dans l’autre moitié elle obtiendrait sa revanche. Donc, généralement, elle en viendrait à assassiner et à tuer les personnes qui l’ont violée, et parfois d’autres personnes de proximité. Au début de la naissance de ce genre et pendant une trentaine d’années au moins, ces films étaient produits et réalisés par des hommes. C’est aussi pour ça que nous voulons une telle représentation. Beaucoup de féministes et de pionnières dans la réalisation de films queer se sont également servies du fait de filmer pour y parvenir ainsi que pour réclamer leur propre sexualité. Je pense à Barbara Hammer, qui est une féministe et une pionnière queer du cinéma expérimental aux États-Unis, qui a décidé de filmer des femmes faisant du sexe en 16 mm et, ce faisant, réclamé un espace au sein des récits dans les films à cette époque. Il y a également la question de l’invisibilisation : on sait maintenant, grâce à Internet et au partage des connaissances, que les réalisatrices femmes et queer essaient de faire des films depuis les débuts du cinéma. On ne s’en rend compte que maintenant, parce qu’on a accès aux bases de données d’activistes, de conservatrices et de réalisatrices.


Résister face à la colonisation

Hôte: Ça nous permet d’ouvrir la discussion sur l’importance de maintenir nos histoires féministes vivantes. Les mondes en ligne ont également joué un rôle essentiel dans la documentation des protestations et de la résistance. Du Soudan à la Palestine et à la Colombie, les féministes ont déferlé sur nos écrans, remettant en question les réalités de l’occupation, du capitalisme et de l’oppression. Pourrions-nous alors parler de communiquer le désir – le désir de quelque chose d’autre – comme d’une décolonisation?


ManalC’est peut-être parce que mon village ne compte que 600 habitantes et habitants et qu’il n’est constitué que d’une seule famille, les Tamimi, mais il n’y a aucun obstacle entre les hommes et les femmes. Nous faisons tout ensemble. Donc, lorsque nous avons commencé notre résistance non violente ou lorsque nous avons rejoint la résistance non violente en Palestine, il n’était nullement question de savoir si les femmes devraient ou non y participer. Nous avons assumé un rôle très important au sein de ce mouvement ici au village. Mais lorsque d’autres villages et d’autres lieux ont commencé à se joindre à nos manifestations hebdomadaires, certains hommes se sont dit que si des femmes participaient ou rejoignaient les mobilisations, elles se battraient alors avec des soldats, signifiant qu’elles seraient des femmes faciles. Il y a eu des hommes qui n’étaient pas du village et qui ont essayé de harceler sexuellement les femmes. Mais une femme forte qui est capable de se tenir face à un soldat peut également se tenir face au harcèlement sexuel. Parfois, lorsque des femmes d’autres lieux se joignent à nos protestations, elles sont tout d’abord timides, elles n’osent pas s’approcher parce qu’il y a de nombreux hommes. Si tu veux rejoindre une manifestation, si tu veux faire partie du mouvement non violent, tu dois éliminer toutes ces restrictions et toutes ces pensées de ton esprit. Tu ne dois te concentrer que sur la lutte pour tes droits. Malheureusement, l’occupation israélienne est consciente de cette question. Par exemple, la première fois où j’ai été arrêtée, comme je porte le hijab, ils ont essayé de me l’enlever; ils ont essayé de m’enlever mes vêtements, devant tout le monde. Il y avait quelque 300 à 400 personnes, et ils ont essayé de me déshabiller. Quand ils m’ont emmenée pour l’interrogatoire, l’interrogateur m’a dit : « On a fait ça parce qu’on veut punir d’autres femmes par ton biais. On connaît ta culture. » Alors je lui ai répondu : « Je m’en fous, j’ai fait quelque chose en quoi je crois. Même si tu enlèves tous mes vêtements, tout le monde sait que Manal est en résistance. »

LindiweJe pense que même d’un point de vue culturel, ce qui est très ironique si on prend en compte la culture en Afrique, montrer sa peau n’était pas un problème avant d’être colonisée. Porter des peaux ou des cuirs d’animaux pour se protéger n’était pas un problème et les gens n’étaient pas aussi sexualisés, sauf dans un contexte approprié. Mais nous, nous sommes conditionnées à dire : « Tu devrais te couvrir », et dès que l’on n’est pas couverte on est exposée, et ça, c’est sexualisé. La nudité est sexualisée, contrairement à juste être nue; ils ne veulent pas qu’une petite fille soit nue. Mais quel genre de société avons-nous conditionnée pour nous-mêmes, si c’est pour sexualiser une personne qui est nue en dehors du contexte d’une relation sexuelle? Mais l’environnement joue un rôle prépondérant, parce que nos parents, nos grands-mères et nos tantes nous disent : « Ne t’habille pas de manière inappropriée » ou « Non, ça c’est trop court ». Donc, on entend ça d’abord à la maison, et ensuite quand on est exposée à l’extérieur, selon l’environnement, qu’il soit eurocentré ou plus occidentalisé que ce à quoi tu es habituée, alors tu es en quelque sorte libre d’être comme tu veux. Et même là, aussi libre que tu sois, il y a quand même beaucoup de choses qui vont avec, entre les remarques dans la rue et les gens qui continuent à sexualiser ton corps. Tu pourrais porter une jupe courte, et quelqu’un se dirait qu’il a le droit de te toucher sans ta permission. Tellement de choses sont associées avec la réglementation et le contrôle des corps des femmes, et cette rhétorique commence à la maison. Et après, quand tu vas dans ta communauté et dans la société, cette rhétorique continue et tu te rends compte que tu es sexualisée par la société dans son ensemble, particulièrement en tant que personne de couleur.

Decorative Element

La résistance en tant que plaisir

Hôte: Et enfin, de quelle manière notre résistance peut-elle être davantage que ce à quoi nous sommes autorisées? Y a-t-il un endroit pour le plaisir et pour la joie, pour nous et nos communautés?


LouiseTrouver le plaisir en tant que résistance et la résistance dans le plaisir, il y a pour moi tout d’abord cette idée du cinéma comme guérilla, ou l’action de filmer quand on ne devrait pas, ou lorsque quelqu’un t’a dit de ne pas le faire, ce qui est le cas pour de nombreuses réalisatrices femmes et queer dans le monde actuellement. Au Liban, par exemple, qui est une scène du cinéma que je connais très bien, la plupart des histoires lesbiennes que j’ai vues avaient été filmées par des étudiantes en format très court avec « aucune valeur de production » comme on le dit en Occident – ce qui signifie sans argent, à cause de la censure au niveau institutionnel, mais également au sein de la famille et de la sphère privée. À mon avis, filmer quoi que ce soit, mais aussi filmer le plaisir et le plaisir dans les histoires lesbiennes, est un acte de résistance en soi. Très souvent, s’emparer d’une caméra et trouver quelqu’un pour le montage et quelqu’un pour jouer est extrêmement difficile et nécessite un fort positionnement politique.

LindiweJ’ai un groupe de soutien pour les victimes de viol. J’essaie d’aider les femmes à se réintégrer d’un point de vue sexuel : vouloir à nouveau avoir des relations intimes, ne pas laisser leur traumatisme avoir une telle influence sur leur avenir. Ce n’est pas chose facile, mais c’est individuel. Donc, je commence toujours par la compréhension de son corps. Je pense que plus on le comprend et l’aime et plus on en est fière, plus on est capable de permettre quelqu’un d’autre dans cet espace. J’appelle ça « la formation à la sensualité », et je les accompagne pour qu’elles commencent à se voir non pas comme des objets sexuels, mais comme des objets de plaisir et de désir qui peuvent être interchangeables. Donc, on mérite de recevoir et de donner. Mais ce n’est pas simplement d’un point de vue psychologique, c’est aussi physique. Quand tu sors de la douche, quand tu sors du bain, et que tu enduis ton corps avec du lait de toilette, regarde toutes les parties de ton corps, touche toutes les parties de ton corps, découvre là où il y a des changements, apprends à connaître ton corps de telle manière que tu sais quand un nouveau bouton apparaît sur ton genou, tu te connais si bien que tu sais qu’il y a quelques heures, il n’était pas là. Donc, des choses comme ça, où je fais en sorte que les femmes s’aiment de l’intérieur, pour sentir qu’elles méritent d’être aimées dans un lieu sûr, c’est comme ça que je les oriente pour qu’elles réclament leur sexualité et leur désir.

ManalTu sais, nous avons commencé à voir des femmes arriver de Naplouse, de Jérusalem, de Ramallah, même des territoires occupés de 1948, qui ont conduit trois ou quatre heures juste pour venir manifester avec nous. Après ça, nous avons essayé d’aller dans d’autres lieux, de parler avec les femmes, de leur dire qu’elles ne doivent pas être timides, qu’elles doivent simplement croire en elles-mêmes et qu’il n’y a rien de mal à ce qu’elles font. Tu peux te protéger, donc où est le mal à participer ou à nous rejoindre? Un jour, j’ai demandé à des femmes : « Pourquoi vous rejoignez-nous? » Et elles ont répondu : « Si les femmes Tamimi peuvent le faire, nous aussi on peut le faire ». En toute honnêteté, j’étais très contente d’entendre ça, parce qu’on était comme un modèle pour d’autres femmes. Si je dois me battre pour mes droits, ça doit être pour tous mes droits, pas juste un ou deux. Les droits, ça ne se divise pas.

Luz de Plenilunio: Una experiencia BDSM africana

Luz de Plenilunio: Una experiencia BDSM africana

Akosua Hanson portrait

Akosua Hanson es una artista activista radicada en Accra (Ghana). Su trabajo abarca la radio, televisión, medios impresos, teatro, cine, muestras de arte del cómic, instalaciones artísticas y la novela gráfica. El activismo de Akosua ha girado en torno al panafricanismo y el feminismo, con interés en la intersección del arte, la cultura pop y el activismo. Posee una maestría en Filosofía y Estudios Africanos con especialización en Género y Pensamiento Filosófico Africano. Akosua Hanson es la creadora de Moongirls, una serie de novelas gráficas que sigue las aventuras de cuatro superheroínas que luchan por un África libre de corrupción, neocolonialismo, fundamentalismos religiosos, cultura de la violación, homofobia y más. Trabaja como conductora radial en Y 107.9 FM en Ghana.

¿Han experimentado alguna vez momentos de profunda claridad durante o después del sexo?

 

En estas placas, Moongirl Wadjet hace el amor practicando BDSM con un demonio de dos géneros. De las cuatro Moongirls, Wadjet es la sanadora y filósofa, el vehículo del Oráculo. Su propósito es iniciar un proceso científico y espiritual, un experimento que denomina «Luz de plenilunio» y mediante el cual recorre un arco de tiempo vibracional por sus recuerdos, sensaciones, emociones, visiones e imaginación. Es una forma de viajar en el tiempo con vibraciones para descubrir lo que ella denomina «revelaciones-verdades». 

En esa experiencia, algunas de las visiones difusas de Wadjet incluyen un apocalipsis inminente derivado de la destrucción ambiental a manos de lxs humanos y al servicio de un capitalismo voraz; un recuerdo de la infancia cuando estuvo hospitalizada luego de recibir un diagnóstico de salud mental, y la visión de una historia del origen de Moongirls en la que la figura bíblica de Noé como una anciana Moongirl negra que advierte sobre los peligros de la contaminación ambiental.

Más que una divertida excentricidad para explorar las sensaciones, el BDSM puede ser una forma de abordar el dolor y el trauma emocionales. Ha sido un medio de sanación sexual para mí, pues me ha permitido una forma radical de liberación. Cuando se inflige dolor físico en el cuerpo, se produce una depuración. Cuando se lo inflige con consentimiento, ese dolor extirpa el padecimiento emocional, casi como si lo «llamara» a retirarse. Los azotes sobre el cuerpo me permiten liberar emociones contenidas: ansiedad, depresión, una sensación de indefensión ante el estrés que me abruma ciertas veces.

Cover Illumination by the Light of the Full Moon

Cuando practican BDSM como un camino de sanación, lxs amantes deben prestar mucha atención y hacerse responsables de su compañerx.. Porque si bien se puede haber consentido al principio, debemos estar atentxs a cualquier cambio que pudiera surgir en el proceso, sobre todo cuando las sensaciones aumentan. Me acerco al BDSM a sabiendas de que, para entregarme al dolor, el amor y la empatía tienen que ser la base del proceso y así puedo crear un espacio para el amor o abrirme a él 

Los cuidados posteriores al dolor infligido completan el proceso. Pueden brindarse de forma muy simple como dando caricias, preguntando si tu compañerx necesita beber agua, viendo una película juntxs, compartiendo un abrazo o simplemente un porro. Pueden ser expresados en cualquier idioma amoroso que escojas. Ese espacio de contención, en el que se sabe que se han abierto las heridas, es necesario para completar el proceso de sanación. Debido a lo delicado que es desdibujar la frontera entre dolor y placer, ese espacio te enseña mucho sobre cómo poner en práctica la empatía y sostener verdaderamente a tu compañerx. Por eso para mí, el BDSM es una forma de trabajo de cuidados.

Luego de una experiencia sexual BDSM, me sobrevienen una claridad y una calma que me colocan en un espacio de enorme creatividad y me empoderan espiritualmente. Es casi mágico ver cómo el dolor se transforma en otra cosa en tiempo real. De manera similar, esa experiencia liberadora del BDSM en el plano personal le permite a Wadjet acceder a una suerte de clarividencia, sabiduría y claridad que la ayudan en sus responsabilidades como moongirl que lucha contra el patriarcado africano.


Moongirls nació cuando yo dirigía Drama Queens, una organización de artistas activistas jóvenes radicada en Ghana. Desde nuestros inicios en 2016, hemos empleado distintos medios artísticos como parte de nuestro activismo feminista, panafricanista y ambientalista. Usamos poesía, cuentos, teatro, cine y música para abordar cuestiones como la corrupción, el patriarcado, la degradación del medio ambiente y la homofobia.

Nuestras primeras producciones teatrales, «The Seamstress of St. Francis Street» (La costurera de la calle San Francisco) y «Until Someone Wakes Up» (Hasta que alguien despierte) hablan del problema de la cultura de la violación en nuestras comunidades. Otra obra, «Just Like Us» (Igual que nosotrxs), podría decirse que fue una de las primeras producciones teatrales de Ghana en tratar directamente el arraigadísimo problema de la homofobia en el país. En Queer Universities Ghana, nuestro taller de cine queer para realizadorxs africanxs, se han capacitado cineastas de Ghana, Nigeria, Sudáfrica y Uganda. Cintas que nacieron durante el taller, como «Baby Girl: An Intersex Story» (Una beba: Un relato intersex) de Selassie Djamey, se han proyectado en pantallas de distintos festivales cinematográficos. Por lo tanto, pasar al medio de la novela gráfica fue una evolución natural para nosotrxs

Hace como siete años, había comenzado a escribir una novela que nunca acabé acerca de la vida de cuatro mujeres. En 2018, Open Society Initiative for West Africa (OSIWA) ofreció la oportunidad de un financiamiento que nos permitió producir este proyecto y mi novela inconclusa se convirtió en Moongirls


Hubo dos temporadas de Moongirls, cada una de seis capítulos. Entre lxs escritorxs y editorxs que participaron en la primera temporada estuvieron Suhaida Dramani, Tsiddi Can-Tamakloe, George Hanson y Wanlov the Kubolor. Yaba Armah, Nadia Ahidjo, y yo escribimos para la segunda temporada. Kissiwa, artista ghanesx, estuvo a cargo de la ilustración y la conceptualización de los personajes, mientras que AnimaxFYB Studio, un estudio de animación, diseño y efectos visuales de primer orden, se encarga de las ilustraciones.

Escribir Moongirls entre 2018 y 2022 ha sido una obra de amor para mí, incluso un trabajo liberador. Aspiro a explorar intensamente formas y estilos: he incursionado en convertir otras formas de composición, como los cuentos y la poesía, al formato de la novela gráfica. Al conjugar ilustración y texto, como hacen las novelas gráficas, Moongirls busca abordar los grandes temas y honrar a lxs activistas de la vida real. La decisión de centrarme en superheroínas queer, lo cual es muy raro de ver en este canon, cobró un significado mucho mayor cuando en 2021 el contexto en Ghana comenzó a tornarse peligroso. 

El año pasado hubo un abrupto incremento de la violencia contra la comunidad LGBT+ ghanesa que se originó con el cierre de un centro comunitario LGBT+. A ello le siguieron arrestos y detenciones arbitrarias de personas sospechosas de pertenecer al espectro queer, así como de otras acusadas de propiciar una «agenda LGBT». Como colofón, en el Parlamento ghanés se presentó un proyecto de ley anti-LGBT denominado «Los derechos sexuales humanos apropiados y los valores de la familia ghanesa». Este proyecto probablemente sea el más severo jamás redactado en la región, y sigue a intentos similares en países como Nigeria, Uganda y Kenia. 

Recuerdo muy vívidamente la primera vez que leí ese proyecto de ley. 

Fue un viernes por la noche, momento que en general me reservo para descansar o ir de fiesta luego de una larga semana de trabajo. Por puro azar, el texto me llegó a través de un grupo de WhatsApp, como una filtración. Mientras lo leía, una profunda sensación de temor y alarma me aguó la noche de descanso del viernes. En el proyecto se proponía castigar todo actoo de incidencia LGBT+ con una sentencia de entre cinco y diez años de prisión, y encarcelar a toda persona que se identificara como LGBT+, salvo que se «retractara» y aceptara someterse a una terapia de conversión. En el borrador del proyecto se penalizaba hasta a las personas asexuales. El proyecto atacaba todas las libertades fundamentales: libertad de pensamiento, de ser, de tener tu propia verdad y elegir tu forma de vida en función de ella. Incluso iba en contra del arte y las redes sociales. De haberse aprobado, Moongirls se hubiera convertido en literatura prohibida. Lo que el proyecto se proponía hacer era tan malicioso y tenía tal alcance que me postró en una depresión al comprobar la intensidad de odio con que había sido redactado. 

Al repasar mi línea de tiempo en Twitter aquella noche, vi reflejado el terror que sentía en mi interior. Mi línea de tiempo transmitía en vivo las emociones de las personas que reaccionaban en tiempo real a lo que estaban leyendo, pasando de la incredulidad al terror, seguido por una profunda decepción y tristeza cuando tomamos conciencia de cuán lejos quería llegar con ese proyecto de ley. Algunxs decían en Twitter que estaban dispuestxs a dar vuelta la página y abandonar el país. Luego, al mejor estilo ghanés, la tristeza y el temor se convirtieron en humor. Del humor surgió el ánimo para redoblar la lucha.

Entonces, el trabajo continúa. Creé Moongirls para ofrecer una forma alternativa de educación, para brindar conocimiento allí donde el patriarcado violento lo suprimió, y para crear visibilidad allí donde habían borrado a la comunidad LGBT+. También es importante que la práctica BDSM africana tenga esta plataforma de representación dado que buena parte de lo que se ve del BDSM está encarnado por personas blancas. El placer sexual, a través del BDSM u otras prácticas, así como el amor no heterosexual, trascienden razas y continentes porque el placer sexual y sus experiencias diversas son tan antiguos como el tiempo.
 

Cover image for Communicating Desire
 
Explorar Corporalidades Transnacionales

Esta edición en alianza con Kohl: una publicación para Body and Gender Research analizará soluciones, propuestas y realidades feministas para transformar nuestro mundo actual, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades.

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التجسيدات العابرة للحدود

نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.

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التعبير عن الرغبة وغ

وغيرها من الممارسات السياسيّة الأيديولوجيّة المجسَّدة


التعبير عن الرغبة

المضيفة: نحن نميل إلى الاعتقاد أنّ التعبير عن الرغبة يقتصر على العلاقة الحميمة داخل غرفة النوم وعلى علاقاتنا الشخصيّة. ولكن هل يمكننا أيضًا اعتبار هذا النوع من التعبير كبُنية، أو ممارسة أيديولوجيّة توجّه عملنا، وما نحن عليه، وكيف سنكون في هذا العالم؟

لينديوي: أنا أعتقد للأسف أنّ القيود قد فُرضَت في الماضي على التعبير عن الحياة الجنسيّة/ الجنسانيّة. فكان يُسمَح فقط بالتعبير عنها ضمن إطار الزواج المشروع. ولطالما كان التعبير عنها بأيّ طريقة أخرى مرتبطًا بالمحرّمات والوصمات. وحين يتعلّق الأمر بالتواصل، لا شكّ أن بعض الوصمات المرتبطة بالتعبير عن حياتك الجنسية أو عن رغباتك تجعل إيصال ذلك في غرفة النوم أو لشريكك أمرًا صعبًا جدًا. أنا أؤمن بناءً على تجربتي الشخصيّة أنه إذا شعرت براحة أكبر في التعبير عن أمور أو مواضيع أخرى خارج غرفة النوم، سيصبح من الأسهل أن أبني تلك الثقة، فحين تُدرك كيفيّة حلّ الخلاف مع هذا الشخص المعيّن، تُدرك بالتالي كيف تجعل التواصل مميّزًا معه بالتحديد. المسألة ليست سهلة أبدًا. فهي عمليّة متواصلة تتطوّر طوال فترة تفاعلك، مهما كانت طبيعة هذا التفاعل، سواء كان الأمر يخصّ علاقتك أو علاقة عاديّة ومرتبطة فقط باللحظة التي تعيشها. لكنني أؤمن أن الثقة التي تتمتّع بها في الخارج يمكن أن تجسّد بالتأكيد كيفية التعبير عن رغبتك.
 

منال: تُربّى المرأة منذ نعومة أظافرها على تلك المفاهيم والقيود، «لا يجوز أن تتحدّثي عن جسدك، لا يجوز أن تتحدّثي عن رغبتك»، ممّا يلقي مسؤولية كبيرة على كاهل النساء، وخاصة الفتيات المراهقات حين يشعرن بالحاجة إلى التعبير عن أنفسهنّ والتحدّث عن هذه المسائل. برأيي، هذه مشكلة كبيرة. فأنا متزوّجة منذ أكثر من 25 عامًا، وحتى الآن، لا يمكنني التحدّث عن رغباتي. لا يمكنني التعبير عمّا أريده أو ما أفضّله، كما لو أنّه لا يحقّ لي تجاوُز هذا الخطّ. كما لو أنّه حرام رغم أنه من حقّي. والأمر سيّان بالنسبة إلى جميع صديقاتي، إذ لا يستطعن التعبير عن أنفسهنّ كما يرغبن.
 

لويز:
أنا شخصيًا أرى أنّ التعبير عن رغباتنا، أو عن رغباتي، إذا صحّ القول، يتعلّق بالآخر، ونظرته إليّ. وهذا أمرٌ يمكننا ربطه أيضًا بالسينما. ونظرتي إلى نفسي أيضًا: ما أعتقد أنني أجسّده كفرد، ولكن أيضًا ما يتوقّعه المجتمع منّي ومن حياتي الجنسية. قمتُ في السابق إلى حدٍّ ما بمقارنة ما يحدث في غرفة النوم وفي مكان العمل، فنحن نشهد أحيانًا ديناميكية القوة نفسها، شئنا أم أبينا. وفي معظم الأحيان، يكون التواصل اللفظي أصعب مما نعتقد. ولكن عندما يتعلّق الأمر بما تصوّره الأفلام، فالأمر يختلف تمامًا. نحن بعيدون كلّ البعد عمّا نودّ جميعنا هنا رؤيته على الشاشة عندما يتعلّق الأمر ببساطة بالتعبير عن الرغبات الجنسية داخل غرفة النوم أو خارجها. 


العالم الافتراضي والمجسَّد

المضيفة: يمكن أن نرى العالم الرقمي متجسّدًا: في حين قد يكون افتراضيًّا، غير أنه ليس أقلّ واقعيّة. وقد برز ذلك بشكل جليّ في سياق «مهرجان الحقائق النسوية» التابع لـ»جمعية حقوق المرأة في التنمية»، والذي تمّ تنظيمه بالكامل عبر الإنترنت. ماذا يعني إذًا الحديث عن الحياة الجنسيّة، بصورة جماعيّة، وسياسيّة، وفي فضاءات الإنترنت؟ فهل ننتقل في الفضاءات الافتراضية بأجسادنا ومشاعرنا، وفي هذه الحالة، ما هي الاعتبارات المختلفة؟ وما هو تأثيرها على التواصل والتمثيل؟

لينديوي:     تجعلكِ وسائل التواصل الاجتماعي تشعرين بأنّك مرتبطة بجماعة. فعندما تعبّرين عمّا تريدين أو تحبّين، ستجدين دائمًا من يوافقك أو يخالفك الرأي، لكن أولئك الذين يوافقونك الرأي يجعلونك تشعرين بأنك تنتمين إلى جماعة معيّنة. لذلك من الأسهل أن تطرحي فكرتك أو رأيك بشكل مطلق، أو لكي يطّلع عليها الآخرون، ومن المحتمل أن يخفّف ذلك من الأحكام التي قد يطلقها الناس. وأنا أقول هذا بتصرّف مطلق لأنه أحيانًا، وحسب ما تعبّرين عنه، ستتعرّضين للذمّ أو تكونين جديرةً بالإشادة. ولكن عندما يتعلّق الأمر بغرفة النوم، فهناك نوع من الحميميّة وشبه شعور بالضعف يكشفانِك أنتِ وأجزاء مختلفة منك ولا يمكنكِ بالسهولة نفسها أن تُبدي رأيك بالموضوع. عندما يتعلّق الأمر بالتعبير عن رغبتك، قد يكون التحدّث والإفصاح عنها وربما مشاركة تغريدة أو منشور على وسائل التواصل الاجتماعي، أو حتى الإعجاب بجماعات أخرى متقاربة التفكير وقراءة منشوراتها، أسهل بكثير من أن تقولي لشريكك «أودّ أن تمتعني بهذه الطريقة» أو «هذا ما أريدك أن تفعله بعد ذلك»، والسبب هو الخوف من الرفض. ولكن لا يتعلّق الأمر بذلك فقط، جانب الضعف فقط – السماح لنفسك بأن تكون عارية لدرجة السماح للشخص الآخر بمعرفة ما تفكّرين فيه وتشعرين به وتريدينه – أعتقد أن هنا يكمن الاختلاف بالنسبة إليّ شخصيًا. أشعر أنّ المسألة مرتبطة أكثر بالجماعة على وسائل التواصل الاجتماعي، ومن الأسهل المشاركة في النقاش. بينما في غرفة النوم، لا تريدين بالضرورة قتل اللحظة. لكن أعتقد أن هذا أيضًا يساعدك وأنت تمضين قدمًا، وبحسب العلاقة التي تربطك بالشخص، على فهم كيفية التفاعل بعد ذلك. لذلك أنا أدرك دائمًا أنه إذا حاولتُ إيصال فكرة معيّنة وفشلتُ في ذلك في اللحظة نفسها، فيمكنني دائمًا محاولة طرحها مجددًا خارج تلك اللحظة لأرى ردّ الفعل حتى أعرف كيفية التعامل مع هذا الموضع في المستقبل.

لويز:    ما يثير حيرتي في الأفلام هو عدم معرفتي ما إذا كانت النظرة الذكورية مقصودة أو غير مقصودة. فنحن لا نعرف حقيقة ذلك بالفعل. ما نعرفه هو أن السبب الذي جعل الحياة الجنسيّة بشكل عام معياريّة غيريّة إلى حدّ كبير ومتمحورة حول الإيلاج من دون منح المرأة أيّ إمكانيّة لطلب أي شيء بشكل فعليّ في الأفلام، يعود إلى أن معظم الأشخاص الذين كانوا يعملون في هذه الصناعة ويتخذون القرارات في مجال السرد والتحرير هم من الرجال البيض. الانتقام والاغتصاب هو نوع غريب جدًا من الأفلام التي أبصرت النور في السبعينيات، وتقتصر نصف أحداث القصة على أن هناك امرأة تتعرّض للاغتصاب من قبل شخص واحد أو عدة أشخاص، أمّا النصف الآخر، فيدور حول سعيها إلى الانتقام. لذلك عادة ما تقتل الأشخاص الذين اغتصبوها، وأحيانًا أشخاصًا آخرين معهم. منذ نشأة هذا النوع السينمائيّ ولمدّة 30 عامًا على الأقلّ، تولّى رجال كتابة هذه الأفلام وإنتاجها وإخراجها. لهذا السبب نحن بحاجة أيضًا إلى الكثير من التمثيل. لجأ الكثير من النسويات والرائدات في صناعة أفلام الكوير أيضًا إلى التصوير من أجل تحقيق ذلك واستعادة حياتهم الجنسية. وأذكر من بينهم باربرا هامر، وهي نسوية ورائدة في مجال السينما التجريبية في الولايات المتحدة حيث قرّرت تصوير نساء يمارسن الجنس على فيلم بكرة 16 ملم، واستعادت بهذه الطريقة مساحة في مجال السرد كانت مكشوفة في السينما في تلك الفترة. وهناك أيضًا مسألة المحو: نحن ندرك الآن، بسبب الإنترنت ومشاركة المعرفة، أن النساء وصانعي الأفلام الكوير كانوا يحاولون ويصنعون الأفلام منذ بدايات السينما. نحن ندرك ذلك الآن فقط لأنّه بات بإمكاننا الوصول إلى قواعد البيانات وعمل النشطاء والقيّمين وصانعي الأفلام.


مقاومة الاستعمار

المضيفة: وهذا يفتح باب النقاش حول أهمية الحفاظ على تاريخنا النسوي حيّاً. لعِبَت العوالم الافتراضية أيضًا دورًا مهمّاً في توثيق المظاهرات والمقاومة. من السودان مرورًا بفلسطين وصولًا إلى كولومبيا، اجتاحت النسويات شاشاتنا، وتحدّت واقع الاحتلال والرأسمالية والقمع. فهل يمكن أن نتحدث عن التعبير عن الرغبة – الرغبة في شيء آخر – على أنه إنهاء للاستعمار؟


منال: ربّما لأنّ عدد السكّان في قريتي لا يتجاوز 600 نسمة والقرية بأكملها تسكنها عائلة واحدة – عائلة التميمي – فليس هناك حواجز بين الرجال والنساء. نحن نفعل كلّ شيء معًا. لذلك عندما بدأنا المقاومة اللاعنفية أو عندما انضممنا إلى المقاومة اللاعنفية في فلسطين، لم يؤدِّ ذلك إلى إثارة أيّ نقاش حول مشاركة المرأة أو عدم مشاركتها. لقد لعبنا دورًا مهمّاً للغاية ضمن الحراك هنا في القرية. ولكن عندما بدأت قرى وأماكن أخرى بالانضمام إلى مظاهراتنا الأسبوعية، ظنّ بعض الرجال أنه إذا شاركت هؤلاء النساء أو انضممن إلى المظاهرات، فسوف يتشاجرن مع الجنود، وسيبدو الأمر كما لو أنهنّ نساء سهلات المنال. حاول بعض الرجال من خارج القرية التحرّش جنسيًّا بالنساء. لكن المرأة القوية التي بإمكانها الوقوف أمام الجنود يمكنها أيضًا التصدّي للتحرّش الجنسي. في بعض الأحيان، عندما تنضمّ نساء أخريات من مناطق أخرى إلى مظاهرتنا، يشعرن بالخجل في البداية؛ لا يردن الاقتراب لأن هناك الكثير من الرجال. إن كنت ترغبين في الانضمام إلى المظاهرة، وإذا كنت تريدين أن تكوني جزءًا من حركة اللاعنف، فعليك التخلّص من هذه القيود كلّها وإزالة هذه الأفكار كلّها من ذهنك. عليك التركيز فقط على النضال من أجل حقوقك. وللأسف يُدرك الاحتلال الإسرائيلي هذا الأمر. فعلى سبيل المثال، في المرة الأولى التي تمّ فيها اعتقالي، حاولوا نزع حجابي؛ وحاولوا تجريدي من ملابسي أمام الجميع. حاولوا القيام بذلك رغم وجود نحو 300 إلى 400 شخص. عندما اقتادوني إلى التحقيق، قال المحقق: «لقد فعلنا ذلك لأننا نودّ معاقبة النساء الأخريات من خلالك. فنحن نعرف ثقافتك». فأجبته: «أنا لا أبالي بذلك، لقد فعلتُ شيئًا أؤمن به. وحتى لو جرّدتموني من كلّ ملابسي، فالجميع يعلم أن منال تقاوم».

لينديوي:أعتقد أنّه حتى من المنظور الثقافي، وهو أمر مثير للسخرية، إذا نظرت إلى الثقافة في إفريقيا، قبل الاستعمار، ستلاحظين أن إظهار الجلد لم يكن مشكلة. وارتداء جلود الحيوانات لحمايتك، لم يكن مشكلة أيضًا ولم تتمّ جنسنة الناس إلّا ضمن السياق المناسب. لكننا تكيّفنا مع الوضع فأصبحنا نقول، «يجب أن تستتري» وحين لا تكوني مستترة تكونين عارية، وبالتالي ستخضعين للجنسنة. يصبح العُري مُجَنسنًا بدل أن تكوني عارية ببساطة؛ لا يريدون أن يرى أحد فتاة صغيرة عارية. ما هو هذا المجتمع الذي تكيّفنا معه إن كنت ستُجنسِنين شخصًا عاريًا خارج سياق العلاقة الجنسية؟ لكن البيئة تلعب بالتأكيد دورًا مهمّاً لأن والديك وجدّتيك وخالاتك وعمّاتك يقولون لك «لا، لا ترتدي ملابس غير محتشمة» أو «لا، هذا قصير جدًا». لذلك تسمعين هذه الملاحظات في المنزل أولاً، ثم في اللحظة التي تنكشفين فيها في الخارج، وذلك بحسب البيئة، سواء كانت بيئة يطغى عليها الطابع الأوروبي أو تهيمن عليها الأجواء الغربية أكثر ممّا أنت اعتدت عليه، فتصبحين حرّة نوعًا ما للقيام بذلك. وحتى في هذه الحالة، مهما كنتِ حرّة، ما زلتِ ستتعرّضين بسبب ذلك لكثير من المعاكسات وسيستمرّ الناس في جنسنة جسدك. قد تكونين مرتدية تنورة قصيرة، ويشعر أحدهم أنّه يحقّ له لمسك من دون إذنك. هناك الكثير من الأمور المرتبطة بالقوانين التي تخضع لها أجساد النساء وتتحكّم فيها، وتبدأ هذه القصص في المنزل. وبعد ذلك تخرجين إلى بيئتك ومجتمعك وتستمرّ هذه القصص نفسها، وتدركين أنك تتعرّضين للجنسنة من قبل المجتمع ككلّ أيضًا وعلى نطاق واسع، لا سيما إن كنتِ شخصًا ملوّنًا.

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المقاومة كمتعة

المضيفة:   وأخيرًا، كيف يمكن أن تتخطّى مقاومتنا ما يُسمح به لنا؟ هل هناك مكان للمتعة والفرح لنا ولمجتمعاتنا؟


لويز:
اعتبار المتعة مقاومة والمقاومة في المتعة، أولاً بالنسبة إليّ هناك هذه الفكرة عن صناعة السينما غير التقليدية أو عمليّة التصوير عندما لا يُفترَض بك لقيام بذلك أو عندما يُطلَب منك عدم القيام بذلك، وهذا هو الحال بالنسبة إلى كثير من النساء وصانعي الأفلام الكوير في العالم الآن. فعلى سبيل المثال، في لبنان، حيث أنا مُطلعة جدًا على الواقع السينمائي، قام طلّاب بتصوير معظم قصص المثليات جنسيًا التي شاهدتها وفق تنسيقات قصيرة جدًا «بدون قيمة إنتاج» كما يُقال في الغرب – أي من دون تمويل، وذلك بسبب الرقابة التي تحدث على المستوى المؤسسي، ولكن أيضًا ضمن الأسرة وإطار الحياة الخاصّة. أعتقد أن التصوير بحدّ ذاته، لا بل أيضًا تصوير المتعة والمتعة ضمن إطار سرد قصص المثليات هو بحدّ ذاته تعبير عن المقاومة. في كثير من الأحيان، يكون مجرد التقاط كاميرا وجعل أحدهم يقوم بالتحرير وآخر بالتمثيل مهمّة صعبة للغاية وتتطلّب الكثير من المواقف السياسية.

لينديوي:
لديّ مجموعة لدعم ضحايا الاغتصاب. فأنا أحاول مساعدة النساء على إعادة الاندماج من منظور جنسي: استعادة الرغبة في العلاقة الحميمة، وعدم السماح لصدمات الماضي بالتأثير بشكل كبير على كيفية مضيّهن قدمًا. وهذا ليس أمرًا سهلًا، لكنّها مسألة فرديّة. لذلك أبدأ دائمًا بتشجيعهنّ على فهم جسدهنّ. فأنا أشعر أنّه كلما فهمتِ جسدك وأحببته وافتخرت به، زادت قدرتك على السماح لشخص آخر بالدخول إلى تلك المساحة. أسمّي ذلك التدريب على الشهوانيّة/ الحسّيّة، حيث أدفعهنّ إلى البدء بعدم رؤية أنفسهنّ كسلع جنسيّة، إنّما كمصدر متعة ورغبة يمكن أن يكون قابلًا للتبادل. إذًا فأنت تستحقين التلقّي تمامًا كما تعطين. لكنّ هذه المسألة ليست من وجهة نظر نفسيّة فقط، لا بل هي جسديّة أيضًا. حين تخرجين من الدوش، أو تنتهين من الاستحمام، وتضعين مرطبًا على جسمك، تأمّلي كلّ جزء من أجزاء جسمك، واشعري بكلّ جزء منه، لاحظي ظهور أيّ تغييرات، تعرّفي على جسمك بشكل جيّد لدرجة أنّه إذا ظهرت بثرة جديدة على ركبتك، فستكونين واثقة تمامًا من أنها لم تكن موجودة قبل بضع ساعات. أقوم بأمور من هذا القبيل حيث أجعل النساء يحببن أنفسهنّ من الداخل، لذلك يشعرن أنهنّ يستحققن الحبّ في مكان آمن، وهذه هي الطريقة التي أتّبعها لأرشدهنّ نحو المطالبة بحياتهنّ الجنسية ورغبتهنّ.

منال:
بدأنا نرى نساء قادمات من نابلس، ومن القدس، ومن رام الله، حتى من مناطق الـ48 المحتلة، وكان عليهنّ القيادة لمدّة 3-4 ساعات، فقط للمشاركة في المظاهرات. حاولنا بعد ذلك الانتقال إلى أماكن أخرى، والتحدّث مع النساء، وإخبارهنّ أنّه لا يجب أن يخجلن، وأنّه عليهنّ فقط الإيمان بأنفسهنّ، وأنّه لا عيب في ما نفعله. يمكنك حماية نفسك فأين العيب في المشاركة أو الانضمام إلى المظاهرة؟ سألت مرّة بعض النساء، «لماذا تشاركن في المظاهرة؟» فأجبن، «إذا تمكَّنت نساء التميمي من القيام بذلك، فنحن أيضًا بإمكاننا فعله»، بكلّ صدق، كنتُ سعيدة جدًا لسماع ذلك لأننا كنّا قدوة للنساء الأخريات. إن كان عليّ الدفاع عن حقوقي، فسأدافع عن حقوقي كلّها، وليس مجرّد واحد أو اثنين منها. لا يمكننا تقسيم الحقوق.

Con-versandamos

Gracias, Ángela y Pilar.

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Yannia Sofía Garzón Valencia Portrait

Yannia Sofía Garzón Valencia: Soy Mujernegra y tejedora comunitaria. Vivo en Santander de Quilichao, Cauca, Colombia. Me interesan los procesos creativos que producen organización para sostener la vida colectiva. Me gusta conversar y cocinar, investigar y analizar, sembrar y aprender de plantas, leer y jugar. Actualmente coordino el Observatorio sobre violencia basada en género contra personas Afrodescendientes en Colombia. (@VigiaAfro).


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Las tres “compartíamos” la tarde en un barrio del sur de Bogotá.

Como pocas veces ocurre, había una amplia área verde para jugar y nos sentamos en unos banquitos de madera bajo un árbol de sauco. Por fin experimentábamos la sensación de otras formas del amor – estar por el gusto de estar y el placer de escucharnos. Estas conversas para mí hacen parte de las más recientes expresiones de amor que la vida me ha permitido. Formas que no sabía que eran posibles, que se quedan afuera de un taller o de un espacio militante, de un salón de clases o de una oficina de trabajo. Pasamos la tarde entre amigas donde el color de piel de las tres no fuese un tema para hacernos las ciegas y sí una experiencia para intimar sobre los parecidos y diferencias entre nuestras experiencias de infancia y juventud. 
 
Hasta hoy me resultan nutritivas y resignificadoras aquellas charlas que se eximen de alguna tarea pendiente del movimiento negro en Colombia con la cercanía tejida del encuentro, de reconocernos, y en ese reconocernos, de identificar las particularidades que tiene liberarnos. Y de que no hay un solo camino sino muchos caminos de liberación – caminos que habitamos cada vez que dijimos no y nos rebelamos, y que lejos de incomodarnos, nos encontramos en nuestra autenticidad hecha de debilidad y fortaleza, que en lugar de separarnos, nos junta. 
 
Nuestro propósito para hacer esa hermosa tarde fue estar. Ser conscientes de estar entre nosotras. Transitamos para que los recuerdos que quedaran sean aquellos que imaginamos por decididos, sean nuestros y no los que el miedo filtra, acomoda y permite. Recordamos fragmentos exactos de programas; cantamos coros de canciones y a lxs artistas que nos educaron en qué iba eso de amar bien, odiar bien, insultar como la mejor villana, sufrir como la mejor protagonista. Nos contamos travesuras en el colegio, lo que nos quedaba dentro del inconsciente después de la exposición a tantas formas mediáticas de decir lo mismo: durante la época del colegio, desde las maestras y las religiosas, la sobreexposición se nos hace a las mujeres para que nos identifiquemos en la aspiración de cenicienta, la conducción y apropiación para nuestras vidas del drama de la muchacha empobrecida y disminuida que precisa completar el valor de ella misma en el acto redentor de nuestra condición, y del que solo es capaz la mirada de un hombre, que como mínimo ha de ser blanco, merecedor de nuestra entrepierna – su supuesta “máxima aspiración” – y la “perfecta realización de nuestros sueños” la que debe ser nuestra.
 
Aquella tarde éramos tres, y cada una de nosotras criadas en diferentes lugares del país, pero era fascinante coincidir al repetir de memoria frases y situaciones de canciones y novelas, que a veces – nos dimos cuenta hablando, conociéndonos – mantuvieron algunos códigos, símbolos que se reprodujeron con algunas variaciones en nuestras casas, en nuestras relaciones primeras dentro del barrio y en el colegio. Educadas en y para el “drama” – ¿así se llama al género taquillero? – que llega a ser más drama y mayor merecimiento, el tema de “cómo y en qué situaciones es válido y legítimo sufrir” se transforma también – y esto es importante – en cómo debe ser la actitud, cómo debe verse y cómo debe hacer y ser quien sufre. Por tanto, algunas conseguimos sacarnos de nosotras mismas, y por todo significado de amor “aprendimos” que aquel que nos toca a nosotras, solo lo podíamos aprender adultas, rompiendo las ilusiones, aceptando el pecado natural, el conocimiento de la producción industrial de una virgen maría a la que no queremos parecernos, a la que no nos cabe dentro de lo que entendemos, y los desengaños que esta alineación nos reserva.
 
Luego de cantar, pasamos por las exploraciones sexuales tempranas. Nunca pensé que la mayoría de personas pasamos por ahí antes de los nueve años, y que aún en la adultez, hoy esas experiencias, esos recuerdos, son carga pesada y que incluso hoy, en miles de lugares, millones de niñas y niños son cercenados en su inocencia por la ausencia de confianza y la ignorancia que les ofrecemos para que reconozcan sus cuerpos. Culpar la curiosidad, valiosa fórmula de control. Retomamos conversas breves que habíamos tenido derivadas de nuestro rehacernos la historia de nuestra vida desde nuestro ser maldecido negro y por nosotras renacido. Recordamos que muchas de nuestras tías y primas fueron saliendo de sus casas, de ombligo, de su arraigo, para buscar un futuro afuera, en otro lugar.

El futuro exige el precio de reacomodar las relaciones que nos han hecho desde la infancia y colocarlas en un cuarto de olvido, fundantes, pero no relevantes para avanzar. Progresar fue para nosotras memorizar qué nos hacemos a nosotras mismas con las oportunidades que encontramos en otro lugar, que el otro lugar y no nosotras es dónde habita la oportunidad, que estamos disponibles, que hay que estar afuera. Sin embargo, para muchas de nuestras tías y primas, a cambio de la oportunidad que pocas veces llegaba de ser matriculadas y mantenidas en el colegio nocturno o un sabático por su trabajo doméstico, lo que sí llegaba con puntualidad de factura de servicio público, era la de convertirse en la primera experiencia sexual de parientes que vivían en ese futuro por el que ellas mismas y otrxs antes de ellas ya habían pagado y cuyo precio habían olvidado. Ese legado no lo seguiremos.

"Aprendió que el cuidado del vientre es un asunto de mantener sus tejidos en calor, de evitar los fríos que entran por la molleja encima de la cabeza, por los pies, por las orejas, para que no doliera especialmente en tiempos en que la luna baja, que para eso hay que cuidar lo que se come y no se come, cómo se viste y cómo se camina, que esto tiene que ver en todo momento con la salud de las niñas."

En Colombia y en América Latina se implementó con mucho éxito un manual de conducta llamado “La Urbanidad de Carreño.” Hasta la década de los 90’s y tanto en colegios públicos como privados fue de obligatoria lectura. Mi mamá que fue recogida por monjas carmelitas, lo conocía de pe a pa: el manual efectivamente condicionaba la mirada sobre los cuerpos. La primera vez que lo leí tuve que parar varias veces para sobarme el estómago que me dolía de tanto reír. Tiene instrucciones tan ridículas como la de ducharse con los ojos cerrados y apagar la luz al momento de ponerse la ropa de dormir. Los capítulos hacían referencia a cómo estar en la casa, en la calle, en una cena, en una comida – en otras palabras, las normas del buen gusto y de la etiqueta. El deber ser de la ciudadanía de bien, la civilidad que permitía distanciarse de los valores de la vida en el campo. El mismo manual indicaba que saludar de grito a alguna persona conocida que se encontrara al otro lado de la calle era indecoroso; la buena educación es cruzar la calle, así como los hombres deben quitarse sus abrigos, para ponerlos en los charcos de agua toda vez que fueran acompañados de mujeres que no debían mojarse el calzado. Pensaba en los saludos de un lado al otro lado del río, y en el calor que hace en los lugares donde hacemos la vida que no nos pide abrigo. 
 
Este señor Carreño se contrasta grandemente con el abuelo de otra mujer mayora oriunda de Turbo. Ella compartió una vez que su abuelo era un sabio, que de él aprendió a partiar, a cuidarse el cuerpo. Aprendió que el cuidado del vientre es un asunto de mantener sus tejidos en calor, de evitar los fríos que entran por la molleja encima de la cabeza, por los pies, por las orejas, para que no doliera especialmente en tiempos en que la luna baja, que para eso hay que cuidar lo que se come y no se come, cómo se viste y cómo se camina, que esto tiene que ver en todo momento con la salud de las niñas. La mayora dice que de su abuelo devoto aprendió que los cólicos se hicieron más comunes cuando las casas dejaron de tener piso de tierra y/o madera. Cuando llegó el concreto y la baldosa, cuando el material de la casa permitió que el frio entrara por los pies, con ellos aumentó la tensión en el tejido de los vientres.
 
Sorprendidas de nuevo. La distancia entre la consciencia de la vida de Don Carreño y la del sabio abuelo, es la misma distancia entre lo que se dicta para el comportamiento adecuado, y cómo se ven incapacitados el impulso y los sentidos, incluso el sentido común que gusta de la salud. En ese momento podía entender otra de las tantas maneras en cómo el cemento obstruye nuestra forma de respirar de la tierra, y de nosotras como parte de ella. No había dimensionado que hubo, y aún hay, arquitecturas y materiales pensados para el cuido de nuestros cuerpos. En Colombia como en muchos otros países, el material del que está hecha la vivienda hace parte de los indicadores del índice de pobreza multidimensional: la vivienda que está construida en cemento aleja al hogar de ser leído como pobre, y así podríamos seguir rastreando el desaliento con el que el progreso nos arrastra en abandonar la relación de nuestro entorno con nuestro cuerpo. El buen gusto y la civilidad nos encamina hacia afuera: avanzar – mienten – está allá afuera.
 
Nos molestó un poco caer en cuenta juntas de cómo nuestras mamás o nuestros papás no nos dijeron palabra alguna de la menstruación, salvo cuando la mancha marrón ya había embadurnado los calzones. Ni nos alejaron de la vergüenza que se supone era apenas natural sentir una vez estuviera allí, acompañada de los retortijones en el vientre muchas veces acallados por las labores de faena, que se llaman quistes, miomas, hematomas – asesinaron y olvidaron a nuestras abuelas que habían averiguado y olvidaron los tratamientos para sanarlos. Que su aliento, enfriado cada vez más por ese afuera, heló la familiaridad y en lugar de calentar nuestros vientres, sentenció consejos parecidos más a las advertencias sobre lo único que les importa a los hombres. Generalizando a todos los hombres – legitimando el rol saqueador del pene, y que la única opción para esos cuerpos con pene es tomar aquello que tenemos entre las piernas. La inmutable e instalada naturalización de las múltiples variaciones de esta verdad. Y generalizar para todas las mujeres que debemos preservarlo para uno, el que lo meta primero, el que dé algo a cambio, y que somos mujeres únicamente por eso, por aspirar a/y dejarlo meter. De niña exploré penesitos y clitorisitos, y entre juegos la pregunta al oído que en esas ocasiones hacía cuando era entre mujeres fue: ¿esta vez a quién le toca hacer de hombre y a quién hacer de mujer? Por respuesta: principios de orgasmitos independientemente de con quién. Supongo que ocurre parecido entre los cuerpos de los hombres también.

"Podía entender otra de las tantas maneras en cómo el cemento obstruye nuestra forma de respirar de la tierra, y de nosotras como parte de ella. No había dimensionado que hubo, y aún hay, arquitecturas y materiales pensados para el cuido de nuestros cuerpos."

Experiencias y exploraciones de nuestras tías, primas y conocidas se volcaron hacia el cuerpo y su desnudez como tabú. Evadieron expresarla, enunciarla, hasta el punto de encubrirla, asignando nombres para sus funciones, de excretar, de expulsar, de procrear, y para nosotras de recibir. A propósito, compartí una reflexión que salió de escuchar una mayora en un taller; ella decía que, en el tiempo de vivir con su abuela, la recordaba durmiendo con un ojo abierto y otro cerrado y con una escopeta al lado del colchón. Al menor ruido en la noche, la accionaba sin chistar, situación no poco habitual en algunos territorios del pacífico colombiano donde hay un comportamiento nocivo y normalizado; y es que hombres casados y solteros que sienten gusto por una joven, se le meten en la habitación de noche – “gateada” entendemos, “gateada” decimos. El asunto de hacerle justicia a la joven, era un cálculo de riesgo: si las autoridades de la casa se daban cuenta y había o no abuso, podían herirlo y hasta matarlo. 
 
Una práctica de justicia propia y directa, que tiene consecuencias que hasta hoy no han acabado con el gateo. En ese mismo taller – seguía compartiendo con mis hermanas – otras participantes dijeron que ni ellas ni sus mamás dejaban a sus hijas con sus padres a la hora del baño, a menos que llevaran ropa interior. En esas recordé la voz de mi papá diciéndome cuando yo tenía siete años, su mamá nunca ha dejado que yo la bañe. Les compartí esto y, todo lo contrario, una de ellas nos compartió que en cambio su papá la bañaba desnudita en el patio de su casa de infancia hasta que tuvo siete años, y que luego hasta los nueve lo hacía su hermano mayor. Ella nunca sintió un dejo de mirada extraña por parte de ellos; para ellos, decía, era parte de las tareas del cuidado con la consentida. Recuerda ser vista como lo que era: una niña hija, una niña hermana peleada con el agua. 
 
De nuevo la infancia, ayer y hoy. Nos sorprendió escucharla, me consoló saberlo. Ya había sido diferente en otros lugares y el padre de mi hija hasta casi los dos años la bañó en la tina. Incluso antes de que cumpliera dos años le pegaba un poco en las nalgas hacia arriba, según él, para hacerlas más grandes. Acá se pueden conversar sobre otras dimensiones de cómo hacemos los cuerpos, pero es para otro cuento. Para mí, se trataba de una tarea de cuidado entre tantas del reparto que acordamos antes de que ella naciera. Y la decisión de no ver en cada hombre un violador al acecho, no significa que no lo sean, sino que también pueden dejar de serlo. También hay hombres y cuerpos de hombres que por crianza nunca lo han sido. 
 
También pasa ahora. Le pasó a nuestra amiga y a mi hija. Me quedé pensando: ¿cómo puede ser que algunas mujeres pudieran formar una pareja en la que no les pueden dejar el cuidado de sus hijas? Estoy segura que mi mamá amó a mi papá. Y aunque pocas veces hablamos sobre la mujer que fue antes de ser mi mamá, sé que sus experiencias de abuso no se comparan en brutalidad y permisividad como las de ahora y sin embargo es una decisión – de muchas mujeres en muchos lugares. Lo que me lleva a otras preguntas: ¿Qué tan frecuente, tan reiterados los casos de abuso que en nuestra familia extensa fueron, que las madres prohibieron perceptible o imperceptiblemente a sus parejas bañar a sus hijas?, ¿Tiene que ver con toda esa sobreexposición mediática a la que somos expuestxs casi desde el nacer?, ¿Qué hace posible el desdibujamiento del lazo familiar y lo deja solo en un lazo de satisfacción corporal?, ¿Es la proximidad a los valores de la urbanidad que con tanto celo cuida de las correctas formas de los cuerpos femeninos como objetos de deseo, e impulsa a los cuerpos masculinos a actuar como poseedores y conquistadores, cumpliendo el mandato que debe ser imitado de la representación a la que mediáticamente les exponen para sentirse tranquilos en su identidad?, ¿Es el cemento y otros códigos como el de la urbanidad de Carreño el que lo soporta?, ¿El olvido de las relaciones que establecemos en función de obtener progreso, lo que lo provoca, el insistente hacer para afuera?, ¿Qué pasa con los aprendizajes de nuestra época, de quienes a escondidas o no, tuvimos exploración sexual infantil?, ¿Anulados por la culpa?, ¿Germen de la desconfianza y la vergüenza hacia la desnudez?, ¿Germen de la desconfianza y la vergüenza hacia estar adentro de si mismx? ¿No son estos aprendizajes, posibilidades para confiar en abordar la desnudez de los cuerpos dentro del respeto a sí mismx y otrxs? Estas preguntas nacen porque hay espacios de confianza, donde el miedo a decir cómo se piensa y siente está espantado por el propósito de acompañarnos. Imagino cuantas hay en tantos rincones de este planeta y estoy muy segura que no son preguntas nuevas, que hay mensajes repetidos en ellas y que nos encontramos viviendo sus respuestas.

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التجسيدات العابرة للحدود

نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.

استكشف المجلة

Are there some red line topics we should avoid submitting?

The AWID Forum has always been a space that doesn’t shy away from much needed and difficult conversations. We welcome these submissions when the organizers can carefully hold a respectful and safer space for the participants.

Desintegración | Title Snippet ES

Desintegración

adaptado de un cuento de Ester Lopes

Fotos realizadas por Mariam Mekiwi
Diseñadora de vestuario y modelo: El Nemrah