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Reconocimiento del ayer, solidaridad del mañana: propuesta para una comprensión solidaria del feminismo

Hay cosas que como feministas ignoramos y las ignoramos porque damos por asumido que los “privilegios” que ahora nos asisten en forma de derechos fueron en algún momento de la historia humana precisamente sólo eso.

Hay otras que como feministas obviamos y lo hacemos porque consideramos que no es necesario insistir sobre lo dado, corriendo el riesgo de perder lo que muchas ganaron por nosotras y de condicionar el futuro de otras.

En eso consiste nuestra lucha feminista y nuestra propuesta solidaria: en luchar contra el olvido, contra la desinformación y contra la invisibilización de la existencia de mujeres en muchos espacios de nuestra historia y en diversos frentes, reivindicando lo que ya fue para hacer más y teniendo siempre en cuenta que el objetivo es en primer lugar, nuestra emancipación.

Ello supone entonces que toda feminista es por antonomasia solidaria. La solidaridad es sinónimo de feminismo. El feminismo y la solidaridad se alimentan mutuamente. Se unen solidariamente para liberarnos de todo lo que nos esclaviza.

Por ello, somos y seremos solidarias no sólo con las mujeres de nuestro tiempo, sino también con aquellas que nos precedieron y que esa solidaridad debemos pensarla y practicarla hacia el pasado y hacia el futuro: hacia el pasado solidarizándonos con las luchas feministas iniciales, rescatando la memoria de mujeres que marcaron dentro del movimiento el inicio de nuestra liberación y la conquista de nuestros derechos. Hacia el futuro reposicionando esas luchas, para que nuevas feministas no pierdan de vista que nuestras cadenas aún están presentes, que adquieren diversas formas y que por tanto no podemos disminuir ni la intensidad ni los esfuerzos por liberar al mundo de toda práctica de opresión y negación.

Nos solidarizamos también con la diversidad y la reivindicamos.

Comprendemos que la lucha feminista no puede dirigirse desde y hacia un grupo homogéneo de mujeres y que en el feminismo no existe tal cosa como la homogeneización o la unicidad. Ello lo debemos a las mujeres que se escindieron del movimiento feminista original, dándonos la posibilidad de repensar, comprender y construir mejor el feminismo. Por tanto las diferencias deben ser salvadas y afirmadas para evitar la anulación de lo que puede parecer diferente, incorporando al feminismo nuevos paradigmas que nos permitan avanzar hacia donde queremos.

Tatiana Sibrián

Como feministas en este contexto de crisis global de derechos humanos y de derechos de mujeres nuestro papel es determinante. Debemos reivindicar esos derechos y debemos sobre todo recordar, que las formas de luchar son diversas y que es urgente sumarnos a todo aquello que tienda a mejorar radicalmente nuestra condición en el mundo de opresiones.

Somos feministas porque tenemos conciencia, porque colaboramos a que otras tomen conciencia y sobre todo porque asumimos que la lucha feminista, con sus aciertos y desaciertos, es desde hace ya mucho tiempo, una lucha esencialmente solidaria.

 


Tatiana Sibrián es abogada y maestrante de Derechos Humanos y Educación para la Paz.

Category
Análisis
Region
Global
Source
AWID / YFA