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Indigenous Women: The importance of sharing, learning and growing as leaders

NOTAS DE LOS VIERNES: Del 5 al 8 de marzo se realizó en la Comunidad de Hueyapan, Morelos, México, el 6to Encuentro Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA). AWID conversó con dos participantes, Cecilia Velasque y Tania Pariona Tarqui sobre este evento y sus visiones sobre la situación de los derechos de las mujeres indígenas en la región.

Por Gabriela De Cicco

La importancia de compartir, aprender y crecer en liderazgo

Aproximadamente 300 mujeres indígenas provenientes de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Brasil, Panamá, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica, Venezuela, Belice, Honduras, Canadá, Estados Unidos de Norte América participaron del ECMIA.

Para las mujeres de organizaciones de base este tipo de encuentros les permite poder compartir y comparar experiencias entre las diferentes comunidades y países, “es bueno para la reflexión comunitaria, la personal, y para su empoderamiento,” nos dice Velasque , y “a las dirigentes, les permite a fortalecer sus liderazgos, les hace interesarse más por la demanda de los derechos a nivel de sus propias comunidades, organizaciones e incluso a nivel de los Estados”.

Como resultado de la participación en estos encuentros muchas mujeres lograron convertirse en dirigentes dentro de organizaciones mixtas, y esto no ha sido nada fácil, porque como nos relata Velasque , “una vez que asumen la dirigencia, ellas tienen voz propia en los espacios de toma de decisiones, aportan ideas, cuestionan, y este cambio siempre produce la reacción de muchos dirigentes hombres”.

En el ECMIA hubo una gran presencia de mujeres jóvenes indigenas, entre los 14 y los 29 años. Para Tania Pariona Tarqui, “la participación de los jóvenes indígenas es importante en este encuentro y otros espacios donde se decide y se propone el destino de nuestros pueblos. La voz de la juventud es importante en el abordaje de las problemáticas que nos aquejan así como en la construcción de alternativas de solución de aquellas. Por ejemplo respecto a salud sexual reproductiva que visibiliza el embarazo adolescente, al acceso a la información sobre cuidado y protección de las Enfermedades de Transmisión sexual , y otros temas, nosotras creemos que cuando se plantea una metodología de trabajo con jóvenes indígenas tiene que partir desde el reconocimiento de la identidad de los jóvenes, su concepción de proyecto de vida, y teniendo en cuenta el contexto rural o urbano donde la vida de la joven o la niña se desarrolla”.

Las jóvenes consideran que la trasmisión de experiencias y conocimientos de las “hermanas indígenas mayores” a las nuevas generaciones es fundamental para garantizar la continuidad de sus pueblos y sus luchas. Nos dice Tania: “Conocer la lucha por los derechos de nuestros pueblos, emprendida por hermanas indígenas mayores de nuestros países y de otros regiones, fortalece nuestro rol en la historia, el compromiso y la formación de liderazgos positivos”.

La situación de los derechos de las mujeres indígenas en la región

Si bien existen avances en los derechos, para Velasque “la realidad de las mujeres indígenas en los aspectos de educación, salud, participación política, espacios de toma de decisiones, sigue siendo aún desproporcionado en relación a los hombres. Nuestros derechos, al menos en los países que tienen una población considerable de pueblos y nacionalidades indígenas, siguen siendo violentados por los propios dirigentes hombres, y también a veces por autoridades mujeres. En casos de justicia comunitaria indígena, se nota muy claramente las desventajas que tienen las mujeres en acceder a ella, así como en los momentos de arreglo del conflicto sea este familiar, comunitario o de otra índole”.

Para Velasque algunos de los mayores problemas que enfrentan las mujeres indígenas son “el analfabetismo, la falta de servicios de salud culturalmente adecuados, poco acceso a los espacios de toma de decisiones, inequidad y falta de oportunidades para la participación en los procesos políticos, económicos, así como en la tenencia y acceso a la tierra”.

En lo que respecta a los derechos de las mujeres indígenas jóvenes, Pariona Tarqui sostiene que “son muy escasos los espacios que brindan oportunidad de formación, crecimiento en liderazgo, acceso a asumir cargos de dirigencia y en el nivel político. En cuanto al derecho a la participación en espacios locales, nacionales e internacionales donde se deciden políticas de juventudes, no existen los mecanismos adecuados para garantizar la participación de jóvenes indígenas. Creemos que nuestras demandas no serán visibilizadas si es que no estamos presentes para expresarlo”.

Respecto a la salud, “existe un deficiente acceso a la información sobre el derecho a una salud sexual reproductiva con respeto a la cosmovisión y basado en los planes de vida de cada pueblo”. Respecto a la Educación y el empleo para las jóvenes “existen todavía brechas de desigualdad para acceder, permanecer y concluir con los estudios de nivel primario, secundario y superior. Faltan oportunidades de empleo sin explotación ni discriminación por procedencia étnica y de género”.

Las jóvenes activistas hacen visibles temas para que se debatan más en profundidad

“Los jóvenes venimos expresando en los diferentes espacios, temas necesarios de abordar como son la pérdida de identidad cultural por la influencia de la globalización y otros patrones ajenos a la cultura propia, así como la necesidad de abordar la situación de la migración/urbanización y jóvenes indígenas, y el acceso a oportunidades de formación profesional”, dice Pariona Tarqui.

También señalan como importante “la incorporación de las variables étnicas culturales, de género y etario en las estadísticas para los censos, encuestas de hogares y otros” práctica que ya se está dando en algunos países de la región.

Las/os jóvenes indígenas desafían las consideraciones que acerca del trabajo infantil realiza la Organización Internacional del Trabajo, “tenemos el derecho a definir las etapas y ciclos de vida desde los pueblos indígenas, y según la cosmovisión de cada pueblo. Ser niño, ser joven en el mundo indígena no necesariamente está regido por la edad sino por los aprendizajes obtenidos, el valor que cada cultura le asigna a ello” explica Pariona Tarqui.

A la búsqueda de soluciones

A su manera, en cada país, diferentes organizaciones y los Estados mismos han intentado solucionar o achicar las brechas de algunos de los problemas mencionados con anterioridad. Para Velasque una de las principales trabas sería el machismo “que aún existe espacios de toma de decisiones, que son claves para avanzar en la concientización social e implementación de políticas públicas, programas y proyectos”.

Es importante reconocer el arduo trabajo y la movilización de las mujeres para exigir y proponer soluciones; continúa diciendo Velasque: “en los últimos años se han hecho esfuerzo desde las propias mujeres para presentar propuestas, se han hecho acciones en las calles, plantones, movilizaciones para poder alcanzar, por ejemplo, las leyes de cuotas, la Ley de Maternidad Gratuita y Atención a la Infancia (Ecuador), el parto culturalmente adecuado que aún no es muy visible en los países de la región, pero existen iniciativas locales que son reconocidas por los ministerios de Salud. Se han creado algunas oficinas de la mujer, como Ministerio de la mujer, Consejos nacionales de la mujer, subsecretarías entre otros espacios, pero muchos quedan en buenas intenciones por que no tienen presupuesto, ni personal adecuado y empoderado con los derechos de las mujeres”.

En lo concerniente a la participación de las jóvenes, Pariona Tarqui nos cuenta que “desde el 2004 el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de la Américas, ha incorporando en su agenda temática de discusión el tema de niñez y juventud, y se ha venido impulsando progresivamente la participación de lideresas jóvenes en espacios de formación, participación así como en sus encuentros continentales. Recientemente la asamblea orgánica del Enlace incorporó en su estructura organizativa la Comisión de Niñez y Juventud Indígena”.

Avances de los derechos en la región

Velasque señala que “en varios países existen algunas leyes a favor de las mujeres, pero mujeres en general y no específica para mujeres indígenas, mujeres negras, mujeres campesinas, es para todas las mujeres, y las condiciones de vida, culturales, económicas, y geográfica son complemente distintas de unas a otras; a pesar de esta realidad las mujeres indígenas se han empoderado, han adecuado esos derechos de alguna manera y hacen uso de los mismos”.

Según Pariona Tarqui, han habido avances generales la región entre los que se encuentran el haber “logrado que la Plataforma de Beijing reconozca los derechos específicos de mujeres indígenas, desde el reconocimiento del derecho a la diferencia. El tener derecho a la participación con voz propia. Nuestras hermanas mayores han demostrado que es posible estar presente y con voz propia para expresar nuestros pensamientos, propuestas y desafíos como pueblos indígenas. Hacer visible nuestras demandas específicas como mujeres indígenas dentro del movimiento indígena internacional. En algunos países se ha avanzado en el acceso a la participación política, rompiendo barreras discriminatorias por procedencia étnica y de género; se ha logrado el diálogo bajo respeto mutuo con otros movimientos sociales como son el movimiento feminista, Afrodescendiente. Finalmente debo decir que ejercer derechos como mujeres indígenas, sigue siendo una lucha constante no exclusivo de mujeres indígenas sino de pueblos indígenas en su conjunto y la de otros actores, decisores de políticas y programas regionales”.

Los desafíos. Una mirada hacia el futuro

“El desafío de las mujeres indígenas y de manera particular de las organizaciones de mujeres indígenas desde América Latina es la consecución de la Declaración de los derechos de las mujeres indígenas de manera específica” dice Velasque, “por que la lucha por los derechos de las mujeres indígenas no es solamente política electoral, ni el poder por el poder , va mas mucho más allá como es el uso y acceso a la tierra, la relación con la Pacha Mama – madre tierra, la producción de la soberanía alimentaria y no la seguridad alimentaria, la justicia social y no solo la justicia de represión o de resarcimiento o de purificación.”

Para Pariona Tarqui lo que queda pendiente es “ejercer los derechos individuales y colectivos como pueblos indígenas, y también lograr la formulación e implementación de políticas específicas para mujeres indígenas, con asignación de recursos suficientes. Es importante también tener un enfoque intercultural en salud o en educación, por ejemplo, que no debe reducirse a algunos aspectos como el idioma solamente, sino que debe ser ententido en su dimensión amplia y completa. También es importante la formación de nuevos cuadros con liderazgos constructivos, y reducir la desigualdad y brechas de inequidad”.

* Cecilia Velasque es Directora de gestión ambiental, gobierno provincial Cotopaxi, Ecuador. Tania Edith Pariona Tarqui pertence al Pueblo Indígena Quechua de la comunidad de Cayara, Provincia de Fajardo, Ayacucho Perú. Es integrante de la Red de Jóvenes ÑOQANCHIQ, responsable de la secretaria de la juventud de la organización nacional de mujeres indígena del Perú (ONAMIAP), base del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas.

Más lecturas:

- Declaración Juventud y Niñez del 6to Encuentro.

- Antecedentes e historia del Encuentro.

- Documento de reflexión pre-encuentro y prensa:

- Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas.

- Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México.

Category
Análisis
Source
AWID