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CSW58 – Lo que está en juego para los derechos de las mujeres y la futura Agenda de Desarrollo

Notas de los Viernes – El tema prioritario de la 58ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW58) que tendrá lugar en Nueva York del 10 al 21 de marzo de 2014 es “Desafíos y logros en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para las mujeres y las niñas”. Ofrece una importante oportunidad para aprender de las limitaciones del proceso de los ODM y asegurar que la nueva Agenda de Desarrollo se base en la universalidad de los derechos humanos, una igualdad sustantiva y un marco de redistribución que reduzca las desigualdades de riqueza, poder y recursos.

Por Susan Tolmay

Cada año en marzo, los Estados Miembros y organizaciones y activistas por los derechos de las mujeres se reúnen en la Sede de las Naciones Unidas (ONU) para la sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. La sesión de 2014 (CSW58), que se centrará en los retos y logros en la implementación de los ODM a favor de las mujeres y las niñas, tendrá consecuencias importantes para la futura Agenda de Desarrollo internacional que entrará en vigor cuando los ODM expiren en 2015.

Algunas insuficiencias de los ODM

Hace casi 15 años, al inicio del nuevo milenio, 149 Jefes de Estado y Gobierno se reunieron en la Cumbre del Milenio que se celebró en la Sede de la ONU, en Nueva York, del 6 al 8 de septiembre de 2000. Las y los líderes mundiales adoptaron la Declaración del Milenio y contrajeron compromisos hacia una nueva asociación mundial para reducir la pobreza extrema estableciendo ocho objetivos con plazos y el año 2015 como fecha límite, los cuales llegaron a ser conocidos como Objetivos de Desarrollo del Milenio. El ODM3 se refiere específicamente a promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de las mujeres.

Las mujeres habían alcanzado logros tremendos en las conferencias de la ONU durante la década de 1990,[i]como también mediante una gama de declaraciones para proteger sus derechos, incluidas la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979) y la Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (1993). Tales logros fueron casi enteramente un resultado del trabajo de activistas, organizaciones y movimientos por los derechos de las mujeres. Pese a esto, sin embargo, la sociedad civil en general y las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, en toda su diversidad, estuvieron en buena medida ausentes del proceso de desarrollo de los ODM.

Al formular la Declaración y los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se prestó atención al importante rol de la sociedad civil y las organizaciones de derechos de las mujeres que estuvieron ausentes del proceso. La consecuencia de gran alcance de esto fue que muchos Estados del Sur Global no pudieron participar o influir en las prioridades pese al impacto de los ODM sobre los Estados y sus pueblos.

El enfoque en objetivos y metas no tomó en cuenta las desigualdades y disparidades a nivel subnacional y entre las personas marginadas en función de su sexo, género, sexualidad, religión, edad, capacidad, etnia, idioma, nacionalidad, clase, etc. Y a pesar de que los Objetivos tenían la reducción de la pobreza como su principio central, no abordaron las causas estructurales de la pobreza ni reconocieron las consecuencias y el impacto del actual sistema mundial, las políticas macroeconómicas y la arquitectura financiera que han impedido el logro de los Objetivos. Usar el crecimiento económico orientado por el mercado como el modelo para los ODM, sobre la premisa de que la riqueza es un prerrequisito para el desarrollo humano, ha socavado los intentos de desarrollar y utilizar modelos alternativos de desarrollo que son más sostenibles para la gente y el planeta.

El principio de que los derechos humanos son indivisibles, interrelacionados e interdependientes no quedó reflejado en los Objetivos; por el contrario, se les consideró aislados unos de otros y separados de compromisos y obligaciones internacionales en materia de derechos humanos que ya se habían acordado. Los ODM tampoco mencionaron asuntos esenciales del desarrollo tales como la erradicación de la violencia contra las mujeres, el aumento de los fundamentalismos, el reconocimiento del trabajo no remunerado de las mujeres y el logro de los derechos sexuales y reproductivos, incluida la educación integral en sexualidad para jóvenes.

Qué está en juego para los derechos de las mujeres

Cuando defensoras de los derechos de las mujeres provenientes de todo el mundo se reúnan en Nueva York para la CSW58, les recordarán a los gobiernos las numerosas limitaciones de los ODM. Lo harán en un ambiente cada vez más regresivo. Aunque ha habido grandes progresos en los derechos humanos de las mujeres durante las últimas dos décadas, el contexto actual es de crecientes contragolpes y cada vez más fuerzas regresivas que usan la religión, la cultura y la tradición para violar derechos con impunidad—un contexto en el cual activistas y organizaciones por los derechos de las mujeres tienen que centrarse en que no se dé marcha atrás en los derechos acordados. Hace dos años, la CSW56 no adoptó Conclusiones Convenidas, en gran medida debido a la polarización de posiciones entre países más progresistas y un grupo menor de Estados fuertemente conservadores. En la CSW57 del año pasado, si bien hubo algunos logros importantes, las defensoras de los derechos de las mujeres también tuvieron que luchar contra una fuerte oposición fundamentalista que intentó hacer retroceder derechos ya acordados.

Algo importante que muestra el borrador inicial de las Conclusiones Convenidas es que hay apoyo en cuanto a fortalecer un ambiente propicio para la igualdad de género a fin de afrontar la escasa inversión en la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de las mujeres, situación que continúa limitando los progresos en los ODM para las mujeres y las niñas. También hay apoyo para fortalecer la base de pruebas para la igualdad de género; asegurar la participación de las mujeres en todos los niveles; fortalecer la rendición de cuentas; y sentar las bases para priorizar la igualdad de género y los derechos de las mujeres en la Agenda de Desarrollo posterior a 2015, incluso por medio de un objetivo separado y su integración mediante metas e indicadores en todos los demás objetivos.

Sin embargo, dado que la fecha límite de 2015 para los ODM se acerca rápidamente y está siendo negociada una nueva Agenda de Desarrollo, las defensoras de los derechos de las mujeres tendrán que continuar trabajando juntas para asegurarse de que no se les deje a un lado en estos cruciales procesos. En la sesión de la CSW de este año, activistas y organizaciones por los derechos de las mujeres estarán resaltando las insuficiencias de los ODM y apelando ante los Estados Miembros de la ONU para que consideren seriamente las lecciones aprendidas a medida que se negocia la nueva Agenda de Desarrollo. Activistas, organizaciones y movimientos por los derechos de las mujeres han estado organizándose en coaliciones para influir en la gama de procesos[ii] que afectan el proceso del desarrollo posterior a 2015, incluso en el Grupo Principal de Mujeres[iii] y la Coalición de Mujeres Post-2015 (entre otros), y usarán la CSW58 como una plataforma importante para pugnar por una progresista nueva Agenda de Desarrollo que se base en los derechos humanos, con las mujeres en el centro.

Qué es importante al acercarse 2015

La Agenda de Desarrollo posterior a 2015 debería basarse en los derechos humanos y la justicia de género y económica, así como ser claramente congruente con todos los acuerdos establecidos en materia de derechos humanos. Uno de los logros de la CSW57 fue la inclusión de lenguaje específico sobre la protección de las defensoras de derechos humanos (WHRD, por sus siglas en inglés) y la nueva Agenda de Desarrollo tiene que reconocer la función crucial que las WHRD juegan en promover la implementación de la Agenda de Desarrollo mundial, específicamente en lo relativo a defender los derechos de la Madre Tierra, combatir tanto la violencia contra las mujeres como el militarismo, además de promover y proteger los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas. Activistas por los derechos de las mujeres están pidiendo un entorno propicio para que las WHRD puedan llevar a cabo su trabajo libres de violencia, de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos. También es esencial hacer frente al conflicto, la militarización y el aumento de los fundamentalismos y sus vínculos con la violencia contra las mujeres.

Es fundamental poner los derechos de las mujeres y justicia de género en el centro del desarrollo, lo cual implica fortalecer las diferentes dimensiones de la autonomía de las mujeres, así como reconocer las dimensiones interrelacionadas y múltiples de la desigualdad de género: autonomía económica; autonomía política; autonomía sexual; una vida libre de todas las formas de violencia y discriminaciones (incluyendo las perpetradas por el Estado, por actores no estatales, a nivel comunitario y dentro de las familias); libertad de movimiento, participación política; y ciudadanía plena.

Las desigualdades de riqueza, poder y recursos están aumentando. Según el informe de Oxfam ‘El costo de la inequidad: cómo la riqueza y los ingresos extremos nos dañan a todos’: “Los 240 mil millones de dólares de ingresos netos de las 100 personas más ricas del planeta bastarían para acabar cuatro veces con la pobreza extrema”. La nueva Agenda de Desarrollo tiene que erradicar la pobreza desde las raíces y transformar el insostenible modelo económico y la estructura de gobernanza mundial actuales. Los modelos e indicadores económicos deberían reflejar el valor de las personas y del planeta, como también desafiar los actuales modelos de desarrollo extractivos neoclásicos, patriarcales e insostenibles. La inestabilidad financiera mundial, las desigualdades, la deuda odiosa y los injustos sistemas tributarios deberían afrontarse a través de un lente de derechos humanos y desarrollo.

Se debe incorporar sistemáticamente un análisis de género e interseccional en todos los aspectos de la Agenda de Desarrollo, reconociendo el rol que las mujeres juegan como lideresas clave y agentes activas en la transformación social y económica, no sólo en calidad de beneficiarias. El nuevo marco debe ser orientado por las muchas innovaciones de base en todo el mundo, lideradas por mujeres, personas indígenas y jóvenes, que se sustentan en los valores de los derechos humanos, la sostenibilidad del medio ambiente, la solidaridad y el bienestar colectivo.

Finalmente, es importante que la financiación para el desarrollo vaya más allá de la Asistencia Oficial para el Desarrollo y promueva los derechos de las mujeres y la justicia. Es necesario crear nuevos mecanismos de financiación para el desarrollo a fin de reemplazar el problemático sistema de ayuda y deuda actual por uno que se base en el respeto, la solidaridad, la equidad, la inclusión, la no subordinación y la justicia para todas las personas.

Sigue los procedimientos e involúcrate

Puedes seguir las negociaciones y mantenerte al día sobre lo que estará ocurriendo durante los procedimientos de dos semanas a través de la sección de AWID Análisis Especial de la CSW58, Facebook y Twitter.

Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 7 de marzo de 2014. Título original: CSW 58 – What’s at Stake for Women’s Rights and the Future Development Agenda. Traducción: Laura E. Asturias

[i] Inclusive en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (1993) en Viena, la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (1994) en El Cairo y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995) en Beijing, donde la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing fueron adoptadas.

[ii] Incluyendo el Grupo de Trabajo de Composición Abierta de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible; ver las Notas de los Viernes de AWID: Los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ¿Dónde se ubican la igualdad de género y los derechos de las mujeres?; Los derechos de las mujeres sobreviven en los debates sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible; Reflexiones sobre la Asamblea General 2013 de la ONU hacia la Agenda de Desarrollo posterior a 2015.

[iii] El Grupo Principal de Mujeres (WMG, por sus siglas en inglés) reúne a 400 organizaciones y personas que trabajan en torno al desarrollo sostenible desde una perspectiva de los derechos de las mujeres a nivel local, nacional, regional y mundial. Más información está disponible en su sitio.

Category
Análisis
Region
Global
Source
AWID