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¿Por qué necesitamos el feminismo en las escuelas?

Jamila Abbas, quien forma parte del del Grupo de Trabajo del Foro de Feminismos Negros, comparte su visión sobre por qué necesitamos el feminismo en las escuelas.


Siendo una adolescente negra que está comenzando el 10º grado, las experiencias que he tenido en la escuela hacen que agradezca ser una feminista africana.

He vivido en diferentes ciudades en África y en esos lugares he asistido a escuelas que seguían el sistema académico francés.  Son escuelas relativamente privilegiadas, bien equipadas, con una alta tasa de egresadas/os que aprueban exámenes internacionales y que preparan a las/os estudiantes en África para una educación superior que en su mayoría se dará fuera del continente.  El por qué no se explica demasiado;  el personal administrativo y el plantel docente, predominantemente personas blancas, tiene la opinión implícita de que lo de  «afuera» es mejor. Nunca se menciona que las universidades africanas fueron alguna vez prósperas ni que los gobiernos africanos se vieron obligados a retirarle los fondos a  las instituciones públicas, incluyendo las universidades, como condición para obtener préstamos para el desarrollo.

A mi madre le gusta contar, no recuerdo exactamente los detalles, que cuando yo estaba en 5º grado, en nuestro salón de clase había un póster de la «Historia mundial» que comenzaba en los tiempos prehistóricos y tenía la imagen de un hombre de piel oscura, un poco encorvado, con una lanza en su mano; luego venía la Edad Media, donde un hombre blanco de cabello oscuro aparecía frente a castillos medioevales; y culminaba en la «Era Moderna»donde se veía a un hombre rubio sentado frente a una computadora. Imagínense una clase de veinte estudiantes, que en su mayoría no son de raza blanca y de quienes la mitad son niñas, viendo esto todos los días como representación de la historia mundial. El mensaje es que «el mundo» es únicamente europeo y masculino y que cuanto más moderno se vuelve, más se aclaran la piel y el pelo de esos hombres. Estos son detalles nimios pero que ponen de manifiesto el arraigado racismo y sexismo del programa educativo.

Un detalle al que se le presta poca atención es la vestimenta permitida en las escuelas.

Todas las escuelas a las que he ido tienen reglas al respecto que están dirigidas principalmente al cuerpo estudiantil femenino e insinúan, cuando no declaran abiertamente, que las niñas deben cubrirse para no distraer a los niños y para crear un ambiente «apropiado» de aprendizaje.  La idea de que nuestros cuerpos son una distracción que necesita ser vigilada por nuestras madres y padres y luego por la escuela está en el reglamento.  Por su parte, a los niños nunca se les dice que sus camisas son demasiado reveladoras ni que sus shorts son demasiado apretados o cortos.

Sin embargo, la implementación de las reglas es selectiva.

En mi escuela he notado que en el 8º y 9º grado, cuando los cuerpos de las niñas comienzan a tener más curvas, a quienes se vigila es sobre todo a las niñas negras y no a las blancas.  No estoy segura si esto es porque nuestras curvas tienden a ser más acentuadas o porque las personas blancas adultas tienen una imagen más sexualizada de las mujeres negras (y por tanto las controlan más) que a las niñas blancas. Una vez, un empleado administrativo me detuvo y me reportó por llevar jeans blancos de cintura alta y una camiseta corta que llegaba hasta el borde superior de mis jeans.

Miré a mi alrededor, vi a las niñas blancas con sus shorts cortísimos y ajustados y me pregunté cómo podía ser que mi vestimenta, para este empleado blanco, fuera peor que la de ellas.  Mi madre llamó a la escuela para quejarse de que me estuvieran imponiendo reglas que me hicieran sentir avergonzada de mi cuerpo.  Le dijeron que entendían que las reglas eran subjetivas pero que las estaban utilizando para mantenerme segura, a lo cual mi madre respondió que si había un problema de seguridad en la escuela relacionado con el comportamiento de los chicos y los hombres, eran ellos los que debían ser castigados y no las niñas. 

Estaban perpetuando una cultura de violación en la cual la responsabilidad de mantenerse seguras recae sobre las propias niñas  ... y si no lo logran, eso tiene que ver en parte con lo que llevan puesto.  El mismo principio quedó confirmado en una clase de educación sexual que tuvimos en el 8º grado.  Aunque la conversación estuvo bien dirigida y discutimos abierta y honestamente sobre un montón de diferentes actividades sexuales y temas de salud sexual, la profesora que dirigía la conversación dijo que «dependía de las chicas el mantener su honor porque los chicos no podían controlarse».  En una sola frase, le había dado a un grupo de chicos de 12 años de edad licencia para actuar de forma predatoria el resto de sus vidas.

El incidente con la vestimenta escolar me pasó al mismo tiempo que estaba leyendo sobre una niña en Francia a quien habían echado de clase por usar una falda que era demasiado larga ¡porque usarla equivalía a «exhibir su religión»! 

El control que ejerce el Estado acerca de cómo se deben vestir las mujeres y el control que ejercen las escuelas sobre los cuerpos de las jóvenes me parecen parte del mismo continuo.

En el 9º grado tuve una profesora de historia que disfrutaba humillando a sus estudiantes — algo que es demasiado común entre las/os docentes. Me quedó claro que sus humillaciones venían puntualizada por su racismo y su sexismo.  Una vez dijo que yo terminaría siendo una prostituta porque usaba ropa ajustada y masticaba goma de mascar.  Nuevamente, mi madre reaccionó y al poco tiempo me sacó de la escuela.  Pero ese es solo un ejemplo extremo de un problema más básico: la misoginia y el racismo que existen en toda la sociedad.  El feminismo me prepara y me provee de herramientas para lidiar con eso y para entender que todos estos temas están conectados.  Tengo la suerte de poder asistir a la escuela — en África, muchas jóvenes de mi edad no pueden darse ese lujo — y de ir a algunas de las escuelas que me darán acceso a un mundo de posibilidades.  Pero también tenemos que pensar que nuestras escuelas son reflejo de nuestras sociedades y cómo hacer para que sean instituciones en las que las niñas negras puedan aprender mejor.

Para eso, hay que empezar por los detalles...


Este artículo llega a ustedes por cortesía del Grupo de Trabajo del Foro de Feminismos Negros) del que forma parte Jamila Abbas. El Foro de Feminismos Negros tendrá lugar el 2 y 3 de mayo de 2016 en Costa do Sauípe, Bahía, antes del Foro AWID 2016. Consulta aquí sobre actualizaciones, información y actividades del BFF.
Category
Análisis
Region
Global
Source
Foro de AWID