Infórmate

Tu fuente de información para mantenerte al día de las últimas tendencias que afectan a la justicia de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo

Nosotrxs, mujeres que defendemos derechos, ¡somos hermosxs!

Lxs activistas mujeres, x que defienden derechos son hermosxs. Su belleza radica en su resistencia.


En noviembre de 2013, el Tercer Comité de la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución histórica sobre defensoras de derechos humanos (WHRDs por sus siglas en inglés). Este documento histórico fue un paso positivo en la realización de que es necesario proteger a lxs defensorxs que se enfrentan a riesgos y ataques como consecuencia directa de sus identidades y luchas. Esta resolución constituye un punto de referencia para todxs lxs defensorxs que quieran ver garantizada su seguridad cuando se enfrenten a riesgos y peligros. Y es un punto de referencia a pesar de las limitaciones impuestas en la resolución como producto de las negociaciones para aprobarla, ya que los Estados se negaron a incluir un párrafo clave sobre la necesidad de abstenerse de invocar costumbres, tradiciones o consideraciones religiosas como respuesta a la violencia que enfrentan lxs mujeres por defender sus derechos.

Por eso resulta imperativo hablar de qué les ocurre a lxs mujeres que defienden derechos y de por qué ellxs necesitan mecanismos y plataformas internacionalmente reconocidas que les brinden seguridad. Desde Estados Unidos y Filipinas hasta Bahréin y Honduras, defensorxs mujeres, son objeto de amenazas, riesgos y violaciones por ser quienes son y por hacer lo que hacen: su activismo en derechos humanos. Esto se debe a que cuando eres mujer, defender derechos se considera una violación al estereotipo que define tu rol de género.

Yara Sallam durante el 13° Foro internacional de AWID

Durante el 13° Foro Internacional de AWID, la activista egipcia Yara Sallam, que pasó 15 meses en prisión por haber participado en una protesta pacífica, citó  a la ex  prisionera política Mahienour Al-Masry al decir «Tenemos que dejar de glorificar la cárcel». El mismo sentimiento expresó una defensora del Líbano que prefiere permanecer en el anonimato: «Soy fuerte en mi resistencia, pero no dejo de sentir miedo. Nuestro sistema político debería avergonzarse de hacerme vivir permanentemente bajo amenaza y con temor». Al deconstruir el mito de la activista intrépida cuya legitimidad depende de su sufrimiento, los Estados, las personas que redactan políticas públicas y los organismos intergubernamentales deben reconocer que el «miedo» es una táctica deliberada que emplean los gobiernos para desestabilizar a lxs defensorxs. Por eso es importante reconocer que además de tomar medidas para garantizar su seguridad física también se debe tener en cuenta  y promover activamente el bienestar de lxs activistas.

Las estrategias deliberadas de los Estados para desmoralizar y desestabilizar a lxs defensoras están muy difundidas en todo el mundo. Anteriormente ya escribí acerca de la prohibición de viajar impuesta sobre cinco defensoras de los derechos humanos en Bahréin. El 19 de noviembre de 2016, en Egipto, a Azza Solimán le impusieron una prohibición similar al intentar abordar un avión rumbo a Ammán, Jordania, desde el Aeropuerto Internacional de El Cairo. Azza es una defensora que goza de reconocimiento internacional y es fundadora del Center for Egyptian Women’s Legal Assistance [Centro de Asistencia Legal para Mujeres Egipcias]. Fue llevada a juicio y acusada de haber protestado solo porque presenció el asesinato de la activista Shaimaa El-Sabbagh que ocurrió en medio de una protesta pacífica, de la que Shaimaa estaba participando, el 24 de enero de 2015. Mozn Hassan, una de las fundadoras y la directora ejecutiva de Nazra for Feminist Studies [Una mirada para los estudios feministas] también tiene prohibido viajar y no le permitieron ir a recibir el Right Livelihood Award, conocido como Nobel alternativo, en reconocimiento a sus aportes para impulsar una agenda por la justicia de género en Egipto.

Lxs defensorxs se enfrentan a la violencia — bajo la forma de amenazas, difamación, extorsión y acoso — tanto en el mundo físico como en el virtual. En los cinco años que llevo trabajando con defensorxs de derechos humanos de todo el mundo, vi cómo Estados, actores no estatales e inclusive personas de sus propias comunidades alteraban sus fotos para que aparecieran como pornográficas, las acosaban, las amenazaban y las extorsionaban. En cada una de esas ocasiones, la desmoralización que sufrían mis colegas y los efectos destructivos de la opresión sufrida en línea para su bienestar y su seguridad fueron evidentes. Jennifer Radloff, de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, explica que como activistas habitamos cuerpos tanto físicos como digitales y que esos cuerpos están expuestos a agresiones, acosos y múltiples violaciones.

 

Jennifer afirma que «Así como debemos hacer que los espacios físicos que habitamos sean seguros, amables y reparadores para nuestros cuerpos, también deberíamos garantizar la seguridad  y el cuidado para nuestros cuerpos y espacios digitales».

La multitud de amenazas y ataques a que se enfrentan lxs defensoras como consecuencia directa de sus identidades y luchas nos lleva a la forma más severa de represalia que sufren lxs defensoras de los derechos humanos: la muerte. Lxs defensorxs trans e intersex están también sujetxs a formas letales de violencia. El Proyecto de Monitoreo Transgénero (Transgender Monitoring Project) reporta que 295 personas transgénero y con otras variantes de género fueron asesinadxs entre el 1 de octubre de 2015 y el 30 de septiembre de 2016.

En 2016, el Tributo de AWID a lxs defensorxs conmemora a 60 de ellxs provenientes de 30 países que han fallecido. Algunxs murieron por causas naturales pero lo que muestra claramente el Tributo es que una proporción significativa de defensorxs son asesinadxs o desaparecen en contextos en los que la impunidad está muy arraigada. Solo este año algunxs de lxs defensorxs asesinadxs fueron Berta Cáceres (Honduras), Gloria Capitán (Filipinas), Jo Cox (Reino Unido), Estefanía «Nía» Zúñiga (Honduras) y Brenda Marleni Estrada Tambito (Guatemala). El Tributo de AWID a lxs defensorxs es un archivo importante para el movimiento feminista mundial porque ofrece una plataforma para la memoria de nuestros movimientos y nos da el espacio para recordar nuestras pérdidas así como para honrar a aquellxs que ya no están con nosotrxs.

En palabras de Mother Jones: «Honramos a lxs muertxs, y luchamos a brazo partido por lxs que viven».

Después de las elecciones en Estados Unidos, una amiga me preguntó: «¿Cómo haces?». Lo que realmente me estaba preguntando era qué hago con toda la información que recibo del mundo entero sobre la violencia y la discriminación sistemáticas que enfrentan las personas defensorxs .

Mi respuesta radica en nuestra memoria colectiva y en la fuerza de los movimientos de los que me siento parte: «Resistimos». Construir la memoria de nuestros movimientos en espacios físicos y virtuales, como lo hace el Tributo de AWID, forma parte de un ejercicio de construcción de movimientos que es necesario para mi resistencia, para la sostenibilidad de nuestros movimientos y para las generaciones de activistas feministas por venir. En lo personal, les agradezco a todxs lxs que han contribuido generosamente a la construcción de movimientos feministas y que me ayudaron a desarrollar mis posturas políticas. Somos hermosxs en nuestra resistencia y no tengo dudas de que vamos a vencer.

En estos últimos cinco años, la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID) ha recordado a defensorxs feministas y de los derechos de las mujeres que ya no están con nosotrxs gracias a los aportes de numerosas organizaciones con las que trabajamos, de nuestrxs afiliadxs y de activistas.

Súmate a nosotrxs para honrar su memoria, celebrar su legado y exigir justicia para lxs asesinadxs y desaparecidxs.

Para más información


 

Este artículo se publicó originalmente en The Huffington Post

Category
Análisis
Region
Global