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IDAHOT – Activistas LGBTIQ imaginan un mundo que valora lo Queer

El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobía, Transfobia y Bifobia (IDAHOT) a nivel global. Ha habido un progreso desigual y algunos retrocesos de los derechos LGBTIQ en todo el mundo. Si bien hay un creciente reconocimiento de leyes de matrimonio entre personas del mismo sexo, de adopción y de identidad de género, incluyendo el reconocimiento de un tercer género en Nepal y la India, la violencia sigue aumentando. Un reciente informe producido por Transgender Europe, “Trans Murder Monitoring (TMM) project”, señala que desde enero de 2008 hasta diciembre de 2014,  se reportaron 1731 casos de personas trans o personas de género diverso asesinadas en diferentes regiones.

¿Cómo sería un mundo verdaderamente igualitario? AWID convocó a activistas LGBTIQ a que respondieran las siguientes preguntas: ¿Cómo sería un mundo queer - o un mundo que valore lo queer?¿Qué crees que es necesario para lograr esto? Lee sus respuestas, y dinos tu pensamiento sobre cómo sería un mundo que valore lo queer.


Aïda, 26 | Chouf | Túnez | @Aidakhemiri

Un mundo queer sería un mundo que rechaza las normas desde el nacimiento y desde la escuela primaria. Sería un mundo en el cual las madres dejarían de preparar un ajuar rosa para las niñas y otro azul para los niños. ¡Ambos colores son magníficos y cada uno debería poder libremente usarlos independientemente de lo que la sociedad le indica hacer! Sería un mundo que privilegia las libertades y derechos, que invierte en educación y protección del medio ambiente antes que un mundo que busca clasificar a las personas según su orientación sexual o su género: Esto es una pérdida de tiempo y sobre todo una pérdida de capacidades. Un mundo queer será un mundo en el cual la ocupación principal sería la crianza de las niñas y niños, y de las nuevas generaciones en la paz, la prosperidad y en un planeta sano, antes que debatirse sobre el sexo o la sexualidad de sus madres y padres. 


Cynthia Rothschild, 49 | Activista lesbiana y por los derechos humanos | Nueva York

En ese mundo podríamos ser queer, o detestar esa palabra; podríamos ser "LGBT" o rechazar esas identidades si así lo deseamos, y podríamos utilizar otras palabras para designar otras identidades, que también serían valoradas y respetadas. En ese mundo, el género importaría menos, salvo en aquellas ocasiones en que realmente fuera importante tenerlo en cuenta (por ejemplo, para luchar contra violaciones a los derechos humanos basadas en el género. Ahí el género seguiría importando, y mucho). Las lesbianas no quedarían perdidas en la "sopa de letras" como cuando se aplica la receta de "agregarle tortas a la mezcla LGBT y revolver para obtener una salsa cremosa y monolítica" ... Pero ya sabemos que así no funciona. No somos eso. Nuestras experiencias y necesidades son diferentes según los géneros y según sus expresiones, según unx sea intersex o trans, según las regiones, las condiciones socioeconómicas y muchos otros factores. Un mundo como ese, honraría y respetaría nuestra realidad. Día tras día.

Organizarse. Sensibilidad. Humildad. Capacidad de escucha, de prestar atención. Que a veces liderar sea permanecer en silencio. No tragarse todo el aire, ni ocupar todo el espacio público. Comprometerse a trabajar en coalición y a construir movimientos. Y librar las batallas, siempre, ferozmente, con sabiduría y con cuidado.


Dédé OETOMO, 61 | Fundación GAYa NUSANTARA | Indonesia | @dedeoetomo

En un mundo queer, podríamos vivir nuestras vidas en plenitud y expresarlas sin preocupación ni temor algunos, sin importar nuestra sexualidad, nuestra identidad y expresión de género. En ese mundo, nadie nos diría cómo debemos comportarnos y, si alguien lo hiciera, podríamos defendernos o contaríamos con instituciones que nos defendieran.

Para que ese mundo se haga realidad, tendremos que aprender y enseñar acerca de la diversidad sexual y de género de maneras estratégicas. Y también defender y promover el derecho a hacerlo.


Leigh Ann van der Merwe | mujer transgenero de color | SHE, social, health and empowerment feminist collective of transgender and intersex women of Africa | Sudáfrica | @tweetqueen111

En un mundo queer ya no tendríamos que estar siempre explicando qué significa LGBTIQA. En ese mundo, yo podría subir a un transporte público sin despertar miradas y cuchicheos todo el tiempo. En un mundo queer, nadie me exigiría pedir perdón por mi identidad ni por mi androginia;  me promoverían o me darían un empleo por mis calificaciones, sin negármelo por mi expresión y mi corporización. En un mundo queer, hablaríamos de la homosexualidad abiertamente y sin sentirnos incómodxs, sin preguntas invasivas sobre prácticas sexuales y los diálogos tendrían sentido, porque hablaríamos de identidades y no de prácticas sexuales.

Necesitamos muchas más personas trabajando sobre sí mismas gracias a la educación y la información. Necesitamos que esos modelos educativos dejen de buscar la participación de nuestras comunidades y de presentar nuestras vidas como teoría y que se dediquen a convertirlas en algo real, algo que podamos entender tanto nosotrxs mismxs como otras personas. Necesitamos salir de las jaulas de la normatividad en las que saltamos de hetero a homo y de ahí a la normatividad trans, para dedicarnos a desmantelar toda visión normativa sobre nuestras vidas. Necesitamos un cambio radical en la forma de hablar acerca de cuestiones queer. Por último, necesitamos recursos que nos permitan encarar ese cambio radical y construir nuestras resistencias.


Margarita Salas Guzmán, 36 | Frente por los Derechos Igualitarios y Beso Diverso | Costa Rica | @maggiewill

Pasar del mundo heteronormativo y patriarcal en que vivimos a un mundo queer, es como pasar de la tv en blanco y negro a la televisión a color: es no solo reconocer, sino celebrar la complejidad y diversidad del espectro, la infinita cantidad de matices que existen en la performatividad del género y las orientaciones sexuales. Un mundo queer trataría las sexualidades como a los colores, entendería que no se pueden jerarquizar y que las posibilidades de combinación son infinitamente hermosas.

Esto implica una transformación cultural, que pasa por las leyes, pero también por la música, el arte, la educación, el entretenimiento, el lenguaje, la publicidad, la economía, pasa por la vida entera. Si hacemos el ejercicio constante de reflejar la diversidad que existe en el mundo, en lugar de hablar siempre desde el lugar de privilegio del hombre blanco cisgénero adinerado, iremos transformando las imágenes en nuestras cabezas y entendiendo que somos más iguales y más diferentes de lo que nos han vendido.  Necesitamos narrativas que se salgan de ese guión monocromático que nos han metido en la cabeza.


Mariam Gagoshashvili, 30 | activista feminista queer | Georgia

Lo que llamo mi utopía queer es en realidad un requisito sin el cual es muy poco probable que se alcance la igualdad entre los géneros. Desde hace mucho tiempo las feministas sabemos que el género no es un marcador que traza una línea entre las personas oprimidas y las que se benefician de la opresión de otras. Por eso, a menos que trabajemos para borrar todos los marcadores de género y en última instancia por la eliminación del género como categoría, estaremos caminando en círculos y mordiéndonos la propia cola. ¿Cómo sería la especie humana si se liberara de todos los marcadores de género? ¿O si los aplicara todos al mismo tiempo? ¿Seríamos la especie que nos precedió en el pasado prehistórico, lxs Neandertal?¿O nos veríamos como cyborgs futuristas en drag? En cualquier caso, creo que nos veríamos tan parecidxs que sería difícil identificar nuestros géneros y colocarnos en los casilleros relevantes. Sería casi imposible discriminar u otorgar privilegios según el género percibido. Sería difícil vigilar y supervisar la conducta de lxs otrxs, y en especial su sexualidad. La conexión normativa que ata la sexualidad al género quedaría destruida. Todxs serían abiertamente queers y estarían cómodxs siéndolo, y habría tantos géneros y sexualidades como seres humanos existan.


Rosa Posa Guinea, 49 | Aireana, grupo por los derechos de las lesbianas | Asunción, Paraguay | @RosaPosaGuinea

Entiendo que no necesariamente el mundo debería ser queer, una no quiere que el mundo sea sólo de una manera determinada, para eso ya tenemos bastante con los fundamentalismos que tratan de aniquilar a quienes no estamos en su norma. (Cuando digo aniquilar me refiero a que no tengamos derechos, a deslegitimar nuestras vidas y también a la acepción literal de “aniquilar” a través de los crímenes de odio).

Gabrielle Esteban, un activista trans de la organización “Sentimos diverso” en Ecuador dijo en un taller de Akahatá que tuvimos hace poco en Lima:

“Pretenden colonizar nuestros cuerpos diciendo que somos queer. Lo queer no es una forma de solucionar nuestras identidades vulnerabilizadas”

Me gustó esta idea. No quiero polemizar sobre el uso de este término, solo dejar eso ahí debatir.

Para responder a cómo sería un mundo que valore “lo queer”, creo sería un mundo que valore sus diferencias, que deje de ver la diversidad en todo sentido como una amenaza, sino como una riqueza. Esto suena como muy obvio, pero tenemos que aprenderlo todavía.

Para eso nuestras sociedades deben abandonar la jerarquización de las personas, es decir abandonar el machismo, el racismo, la LGTBIfobia, la misoginia, los prejuicios en general.

Hay cambios, no solamente en los países donde hay legislaciones que reconocen nuestros derechos, donde son más palpables porque hay compromisos de los Estados.  Creo que  hay cambios en todos los países de la región porque el movimiento LGTBI ha crecido muchísimo y el trabajo de las organizaciones se nota. Incluso en un país como Paraguay donde tenemos un gobierno abiertamente en contra de los derechos LGTBI, hay cambios culturales que se van sintiendo. Por ejemplo, hace unas semanas una escuela agrícola del departamento de San Pedro no permitió la inscripción de una joven por ser lesbiana y eso provocó cierta indignación hasta en algunos medios de comunicación. Antes ni se hubiera hablado de eso.


 

Category
Análisis
Region
Global
Source
AWID