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Detención ilegal de defensoras de los derechos humanos en medio del conflicto fronterizo en el Sudán

NOTAS DE LOS VIERNES: Lideradas por mujeres y jóvenes, personas sudanesas inspiradas por la Primavera Árabe salieron a las calles del Sudán exigiendo un cambio de régimen en 2011. Las autoridades reprimieron violentamente esas manifestaciones y detuvieron a más de 150 mujeres, quienes durante las protestas sufrieron abusos sexuales o fueron torturadas, lesionadas y golpeadas. Desde junio de 2012, nuevas protestas contra el régimen sudanés han intensificado la violencia contra las defensoras de los derechos humanos (WHRD).[1]

Por Katherine Ronderos

Defensoras protestando en Omdurmán (Sudan), junio 2012

En enero de 2011, el pueblo de Sudán del Sur votó a favor de separarse del Sudán en un proceso de referendo dispuesto por el Acuerdo General de Paz. Firmado en Kenia en 2005, este acuerdo fue el resultado de un largo proceso de negociación entre el Gobierno sudanés y el Ejército/Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA/M) tras 22 años de guerra. La separación oficial entre el Sudán y Sudán del Sur tuvo lugar el 9 de julio de 2011 de manera pacífica, con celebraciones generalizadas del pueblo sudsudanés.

Cuando Sudán del Sur se separó del Sudán adquirió el 75 por ciento de las reservas petroleras del país, pero los oleoductos atraviesan el Sudán para llegar al Mar Rojo. Las relaciones entre ambos países se han caracterizado por conflictos por el Oleoducto del Gran Nilo y la disputada región de Abyei, rica en petróleo y reclamada por los dos lados como parte de su territorio soberano. Ha habido desacuerdo entre los dos antiguos enemigos en la guerra civil, quienes difieren sobre el monto que Sudán del Sur debería pagarle al Sudán por derechos de tránsito. Esto condujo a que se detuvieran todas las exportaciones de petróleo, detonando un colapso en los ingresos gubernamentales que, combinado con fuertes medidas de austeridad, sumió en un caos a ambas naciones. La producción de petróleo reinició apenas en abril de 2013.

Kordofán del Sur, un estado fronterizo entre el Sudán y Sudán del Sur, está poblado en gran medida por las tribus nómadas Nuba, Hawazma y Misiriya. En junio de 2011, tras semanas de creciente tensión por arreglos de seguridad y elecciones estatales, combates entre fuerzas gubernamentales del Sudán y el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA) iniciaron en la región. En Kadugli, la capital de Kordofán del Sur, soldados gubernamentales y milicianos dispararon contra civiles y arrestaron a supuestos simpatizantes del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N) durante cateos casa por casa y puestos de registro, además de saquear y quemar iglesias y viviendas. Las fuerzas armadas del Sudán lanzaron bombas indiscriminadamente en toda la región, obligando a la población a refugiarse en cuevas y montañas donde carecía de alimentos, albergue e higiene. El gobierno también se rehusó a permitir que grupos de ayuda entraran a las áreas afectadas, efectivamente bloqueando una gran parte de la región de los Montes Nuba.

Violencia contra WHRD sudanesas

El 10 de noviembre de 2012, el ejército sudanés en Kadugli detuvo a 34 mujeres sudanesas de la región de los Montes Nuba sin cargos formales o acceso a representación legal. Ellas fueron acusadas de espiar para el SPLM-N, que ha estado combatiendo contra el Gobierno sudanés desde junio de 2011. Los arrestos se dieron tras un aumento de violencia contra WHRD y una crisis humanitaria en deterioro que ha incluido ataques indiscriminados contra civiles, bombardeos aéreos continuos y denegación de asistencia humanitaria, lo cual ha provocado el desplazamiento de millares de personas en la región de los Montes Nuba.

Las WHRD sudanesas fueron detenidas junto a sus hijas e hijos sin acceso a representación legal y luego transferidas a la prisión de Al-Obeid. Desde entonces han sufrido tortura, violencia sexual y condiciones inhumanas de encarcelamiento. En una declaración pública, Amnistía Internacional reportó que algunas de las mujeres detenidas padecen condiciones médicas que incluyen convulsiones y diabetes, pero a todas se les ha denegado tratamiento médico. Los cargos contra 14 WHRD que fueron temporalmente puestas en libertad aún no han sido confirmados, pero las acusaciones incluyen delitos graves—como participar en un crimen, intentar cometer un crimen, además de elaborar y falsificar sellos y marcas oficiales[2]—que podrían conducir a una sentencia hasta de cinco años según la ley penal sudanesa.

En entrevista con AWID, Nazik Kabalo, una WHRD sudanesa que fue forzada a huir del país en febrero de 2012, compartió algunos de los retos que enfrentó cuando fue arrestada en Jartum por liderar la clandestina campaña ‘No for Way’ en apoyo a la distribución de ayuda y educación para el pueblo Nuba. Gracias a su origen árabe, Kabalo fue puesta en libertad 12 horas después de haber sido detenida, con el compromiso de reportarse ante la policía, a diferencia de su colega Jalila Khamis, WHRD Nuba, quien fue detenida por diez meses y acusada de cinco delitos criminales, incluyendo dos bajo la categoría de crímenes contra el Estado, que conllevan la pena de muerte.[3]

En una reunión de la Comisión Africana para los Derechos Humanos en Costa de Marfil en octubre de 2012, el Gobierno sudanés intimidó públicamente a Kabalo, afirmando que iniciaría acciones legales contra ella por atacar al Gobierno del Sudán.

Kabalo dice: “Las mujeres fueron las primeras en emprender acciones contra la guerra en la región de los Montes Nuba y son lideresas muy conocidas que han empezado a obtener poder en sus comunidades. El Gobierno comenzó a identificar este nuevo liderazgo entre las mujeres y perseguir a algunas de ellas”. Kabalo resalta la doble discriminación que las WHRD Nuba enfrentan debido a su etnia y su sexo: han sido tratadas muy mal y con violencia en la cárcel y ahora muchas padecen trastornos psicológicos.

Retos de las WHRD en el Sudán

Según Kabalo, la situación de las WHRD en el Sudán debe ser analizada dentro del contexto político más amplio. Hay una fuerte centralización del Gobierno en la cual la mayoría árabe controla el poder y discrimina a las minorías étnicas. Kabalo agrega: “En los últimos diez años, las WHRD en el Sudán hemos empezado a hablar públicamente sobre temas tabú tales como el racismo, la discriminación, la violencia contra las mujeres, la salud sexual y los derechos reproductivos”. Pero el Gobierno sudanés está imponiendo la ley islámica que limita los derechos de las mujeres, incluyendo la Ley de Orden Público que impide la libertad de movimiento, controla el vestuario e impone empleos estereotípicos para las mujeres. Como resultado de ello, ha habido un incremento en la violencia , el abuso sexual y la represión contra las WHRD.

Kabalo dice que los principales desafíos para las WHRD en el Sudán incluyen el trabajo que hacen abogando contra las políticas del actual Gobierno, así como el contexto económico y político y la transición democrática en el país. En su opinión, “el conflicto armado ha incrementado la marginación y discriminación de las minorías étnicas y las mujeres”.

Los mecanismos de protección para la seguridad de las WHRD continúan siendo un reto: “Ellas no tienen adónde ir, no se ha establecido formalmente un instrumento nacional de derechos humanos y hay una presencia limitada de organizaciones internacionales humanitarias y de derechos humanos”.

Respuesta y solidaridad internacionales

Las WHRD como Kabalo han reportado constantemente violaciones de derechos humanos ante la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, como también a la Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos. Aunque los mecanismos de la ONU abordaron estos asuntos con el Gobierno sudanés, no ha habido resultados concretos. Las WHRD exigen a la ONU declaraciones firmes y acciones políticas positivas que conduzcan a la aplicación y el disfrute de los derechos humanos.

Algunas de las recomendaciones hechas durante el Examen Periódico Universal de la ONU sobre el Sudán en mayo de 2011 incluyeron abordar las leyes vigentes que discriminan a las mujeres, la violencia sexual y de género, la censura a los medios de comunicación y el arresto arbitrario de defensoras/es de los derechos humanos y periodistas, que son persistentes en las áreas de conflicto de Darfur y Sudán del Sur.

El Experto Independiente de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Sudán recomendó al Gobierno sudanés, como medidas inmediatas necesarias, “garantizar que defensores de los derechos humanos, trabajadores humanitarios, miembros de la oposición política, periodistas y otros miembros de la sociedad civil no sean intimidados, arrestados y detenidos, maltratados o torturados por agentes del Estado debido a su trabajo, sus opiniones o reunión pacífica”.[4]

En todo caso, Kabalo se siente optimista respecto a la solidaridad y el apoyo que han recibido de organizaciones hermanas a nivel mundial: “En la medida en que las WHRD están siendo oprimidas, así también han sido grandemente apoyadas por la comunidad internacional, organizaciones de mujeres y otras WHRD de todo el mundo, y las feministas en Sudán continúan pugnando por la paz”.

¡Actúa! Firma la petición en línea de la Organización Arry para exigir al Gobierno sudanés que inmediatamente ya sea acuse de un delito legítimo a las mujeres detenidas o las ponga en libertad sin más demora.

Notas:

 

  1. En los dos meses de manifestaciones, cien mujeres fueron detenidas por horas o días y 14 por más de cinco semanas, una estudiante de 17 años fue asesinada y cuatro mujeres lesionadas durante las protestas, según WHRD sudanesas en las líneas del frente: Informe sobre la situación de las defensoras de los derechos humanos en el Sudán de 2009 a 2012, por la Organización Arry para los Derechos Humanos y el Proyecto de Derechos Humanos de las Mujeres Sudanesas, marzo de 2013 (disponible en inglés).

  2. Actualizaciones: Catorce mujeres Nuba detenidas fueron liberadas hoy, Organización Arry para los Derechos Humanos, 25 de abril de 2013 (versión en inglés); Sudán: 32 mujeres nubias detenidas en el Día Internacional de la Mujer, Mujeres Viviendo bajo Leyes Musulmanas (WLUML), 8 de marzo de 2013 (versión en inglés).

  3. Ver: Una profesora sudanesa puede ser condenada a muerte, Amnistía Internacional, 14 de diciembre de 2012. Ver también Salvemos a Jalila Khamis Koko: Jalila Khamis Koko tiene cinco hijas e hijos, es maestra de escuela y esposa. Podría ser ejecutada por haberse pronunciado contra el Gobierno sudanés, que está persiguiendo activamente a personas de la tribuNuba en las áreas del sur del Sudán. Ella no se ha involucrado en actos violentos; simplemente ha ayudado a personas desplazadas a buscar refugio y manifestado sus opiniones en unvideo de YouTube en el que instó a un cese al fuego.

  4. Ver (en inglés): Consejo de Derechos Humanos sostiene diálogos interactivos sobre la situación de los derechos humanos en el Sudán y Bielorrusia, 20 de septiembre de 2011. Estas recomendaciones también fueron hechas en el Informe de la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en el Sudán, Sima Samar en junio de 2009 (ver página 19, recomendación (i) (a)).

 

Más información:

Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 24 de mayo de 2013. Título original: Illegal Detention Of Women Human Rights Defenders In The Midst Of The Border Conflict Of Sudan. Traducción: Laura E. Asturias

Category
Análisis
Region
África
Source
AWID