Anit-Racism Movement (ARM) / Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)

Áreas prioritarias

Apoyar a los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y por la justicia de género para que sean una fuerza impulsora de retos a los sistemas de opresión y para la creación conjunta de realidades feministas.

Financiamiento de los movimientos feministas

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La encuesta "¿Dónde está el dinero?" #WITM ya está disponible. Participa y comparte tu experiencia en la financiación de tu organización con feministas de todo el mundo.

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En todo el mundo, los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y aliados están enfrentando al poder y reimaginando políticas de liberación. Las contribuciones que sostienen este trabajo llegan de muchas formas, desde recursos financieros y políticos a actos diarios de resistencia y supervivencia.


La iniciativa de AWID Financiando a los Movimientos Feministas (FMF) echa luz sobre el actual ecosistema de financiamiento, el cual abarca desde modelos autogenerados a corrientes de financiamiento más formales.

Mediante nuestra investigación y análisis, indagamos cómo las prácticas de financiamiento pueden servir mejor a nuestros movimientos. Analizamos críticamente las contradicciones de «financiar» la transformación social, especialmente en vistas de la creciente represión política, las agendas anti-derechos y el creciente poder corporativo. Sobre todo, construimos estrategias colectivas para apoyar  movimientos prósperos, fuertes y resilientes.


Nuestras acciones

Reconociendo la riqueza de nuestros movimientos y respondiendo al momento actual, nosotrxs:

  • Creamos y difundimos alternativas: Difundimos prácticas de financiamiento que ponen en el centro las prioridades de lxs propixs activistas e involucramos a un amplio espectro de financiadoras y activistas para que desarrollen nuevos y dinámicos modelos para financiar los movimientos feministas, especialmente en un contexto en el que se reducen los espacios para la sociedad civil.

  • Construimos conocimiento: Analizamos, intercambiamos y fortalecemos el conocimiento sobre cómo los movimientos atraen, organizan y utilizan los recursos que necesitan para lograr cambios significativos.

  • Hacemos incidencia: Trabajamos de manera colaborativa, como  en el Consorcio Count Me In, para influir sobre las agendas de financiamiento y abrimos espacios para el diálogo directo entre/con los movimientos feministas para redistribuir poderes y dineros..

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Encarnar un placer consciente del trauma

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Tshegofatso Senne Portrait

Tshegofatso Senne es unx feminista queer negrx con una enfermedad crónica. Buena parte parte de su trabajo se inscribe en el placer, la comunidad y los sueños, para el que se nutre del abolicionismo somático y la discapacidad, la sanación y las justicias transformadoras. Escribiendo, investigando y expresándose sobre cuestiones concernientes al feminismo, la comunidad, la justicia sexual y reproductiva, el consentimiento, la cultura de la violación y la justicia, Tshegofatso ha adquirido ocho años de experiencia teorizando sobre la intersección de estos tópicos con el placer. Tiene su propia actividad comercial, Thembekile Stationery, y la plataforma comunitaria Hedone, un espacio de reunión para analizar y comprender el poder de la toma de conciencia del trauma y el placer en la vida cotidiana. Tshegofatso trabaja con jóvenes de todo el continente, organiza talleres, presta asesoramiento en cuestiones de placer y liberación, y usa la creatividad y la narración como soluciones fractales a las injusticias sociales. 

Cover for EMBODYING TRAUMA-INFORMED PLEASURE

El cuerpo. El hogar más permanente que tenemos. 

En el cuerpo, no en el cerebro pensante, es donde experimentamos la mayoría de nuestro dolor, placer y alegría y donde procesamos la mayoría de lo que nos pasa. Es también donde realizamos la mayor parte de nuestra sanación, incluyendo nuestra sanación emocional y psicológica. Y es donde experimentamos la resiliencia y una sensación de fluidez. 

Estas palabras, escritas por Resmaa Menakem en su libro My Grandmother’s Hands [Las manos de mi abuela], se han quedado conmigo.

El cuerpo alberga nuestras experiencias. Nuestras memorias. Nuestra resiliencia. Y como ha escrito Menakem, el cuerpo también alberga nuestros traumas. Responde con mecanismos de protección espontáneos para detener o evitar más daños. El poder del cuerpo. El trauma no es el evento mismo; es cómo responden nuestros cuerpos a los eventos que sentimos como peligrosos. A menudo queda atravesado en el cuerpo, hasta que lo abordamos. No se puede convencer a nuestro cuerpo de que no responda, simplemente lo hace. 

Utilizando Digital Superpower, la aplicación de Ling Tan, fui registrando cómo se sentía mi cuerpo mientras recorría diferentes partes de mi ciudad, Johannesburgo, Sudáfrica. La aplicación es una plataforma guiada por gestos que te permite registrar tus percepciones mientras te mueves a través de diferentes lugares, cargando y grabando los datos. Yo la usé para registrar mis síntomas psicosomáticos (reacciones físicas conectadas a una causa mental). Podían ser flashbacks. Ataques de pánico. Opresión en el pecho. Un ritmo cardíaco rápido. Dolores de cabeza tensionales. Dolor muscular. Insomnio. Dificultad para respirar. Registré estos síntomas mientras caminaba y recorría distintas partes de Johannesburgo. Y me pregunté.
 

¿Dónde podemos estar segurxs? ¿Podemos estar segurxs?

Las respuestas psicosomáticas pueden ser causadas por una cantidad de cosas, y algunas no son tan severas como otras. Después de vivir cualquier tipo de trauma, puedes sentir un intenso malestar en eventos o situaciones parecidas. Registré mis sensaciones, ordenadas en una escala del 1 al 5, en la que el 1 representaba las instancias en las que apenas sentí alguno de estos síntomas – me sentía más cómoda que en guardia o nerviosa, mi respiración y mi ritmo cardíaco eran estables, no estaba mirando sobre mi hombro – y el 5 era lo opuesto: los síntomas me tenían cerca del ataque de pánico. 

Como persona negra. Como persona queer. Como persona de género queer que puede ser percibida como mujer, dependiendo de cuál sea mi expresión de género ese día. 

Me pregunté.
¿Dónde podemos estar segurxs?

Incluso en barrios que se podrían considerar «seguros», me he sentido constantemente en pánico. Mirando alrededor mío para asegurarme de que no me estaban siguiendo, acomodándome la camiseta de manera que no se me noten tanto los pechos, mirando alrededor para asegurarme de encontrar numerosas rutas para salir del lugar en el que estaba si me sintiera en peligro. Un camino vacío provoca ansiedad. Uno atestado también lo hace. Estar en un Uber también. Caminar en un camino público también. Estar en mi departamento también. Y también lo hace recibir una entrega a domicilio en la puerta de entrada del edificio. 

¿Podemos estar segurxs?

Pumla Dineo Gqola habla de la fábrica de miedo femenino. Puede o no resultarte familiar, pero si eres alguien socializadx como mujer, conocerás bien esta sensación. La sensación que te hace planificar cada paso que das, ya sea que vayas a trabajar, a la escuela, o simplemente a hacer algún trámite. La sensación de que tienes que fijarte cómo te vistes, cómo actúas, cómo hablas tanto en público como en privado. La sensación en la boca del estómago si tienes que viajar de noche, recibir una entrega a domicilio o tratar con cualquier persona que sigue socializado como hombre cis. Acosadx en la calle, siempre con la amenaza de la violencia. Nuestra existencia en cualquier espacio viene con un miedo innato.

El miedo es tanto un fenómeno individual como sociopolítico. A nivel individual, el miedo puede presentarse como parte de un sistema de alarma saludable y bien desarrollado [...] Cuando pensamos en el miedo, es importante sostener ideas tanto acerca de la experiencia emocional individual como de las maneras políticas en las cuales el miedo ha sido utilizado para el control en diferentes épocas. 
- Pumla Dineo Gqola, en su libro Rape: A South African Nightmare [La violación, una pesadilla sudafricana]

Las mujeres, femmes y queers sudafricanxs sabemos que cada paso que damos afuera – pasos para hacer las cosas cotidianas: caminar a las tiendas, un taxi al trabajo, un Uber desde una fiesta – todos estos actos son una negociación con la violencia. Este miedo es parte del trauma. Para soportar el trauma que cargamos en nuestros cuerpos, desarrollamos respuestas para detectar el peligro: mirar las respuestas emocionales de aquellxs a nuestro alrededor, leer buscando la «simpatía». Estamos constantemente en guardia. 

Día tras día. Año tras año. Vida tras vida. Generación tras generación.

Acerca del desafío adicional de este sistema de defensa aprendido, Bessel Van Der Kolk, autor de The Body Keeps Score [El cuerpo lleva la cuenta], dijo: 

Es que perturba esta capacidad de leer a otrxs con precisión, dejando a lx sobreviviente de trauma menos capaz de detectar el peligro o más proclive a percibir erróneamente peligro donde no lo hay. Insume una tremenda cantidad de energía seguir funcionando mientras se carga con la memoria del terror y la vergüenza de la absoluta debilidad y vulnerabilidad. 

Como ha dicho Resmaa Menakem, el trauma está en todo. Se infiltra en el aire que respiramos, el agua que tomamos, los alimentos que comemos. Está en el sistema que nos gobierna, en la institución que nos enseña y que también nos trauma y dentro de los contratos sociales que acordamos con lxs demás. Lo que es más importante, lo llevamos con nosotrxs a todos lados a donde vamos, en nuestros cuerpos, mientras nos agota y erosiona nuestra salud y felicidad. Llevamos esa verdad en nuestros cuerpos. Lo hemos hecho durante generaciones. 

Así que, mientras camino por mi ciudad, ya sea en un área que es considerada «segura» o no, llevo los traumas de generaciones cuyas respuestas están integradas a mi cuerpo. Mi corazón palpita, se hace difícil respirar, mi pecho se tensa, porque mi cuerpo siente como si el trauma estuviera sucediendo en ese mismo momento. Vivo en hiper vigilancia. Hasta el punto en el que unx está demasiado en guardia como para poder disfrutar plenamente su vida, o demasiado adormecidx para absorber nuevas experiencias. 

Para comenzar a sanar, debemos reconocer estas verdades.

Estas verdades que viven en nuestros cuerpos.

Este trauma es lo que nos impide a muchxs vivir las vidas que queremos. Pregunta a cualquier femme o persona queer cómo es para ellxs la seguridad y seguramente te darán ejemplos de tareas simples: ser capaz de simplemente vivir vidas alegres, sin la amenaza constante de la violencia. 

Las sensaciones de seguridad, de comodidad y de facilidad, son espaciales. Cuando encarnamos nuestro trauma, afecta las formas en las que percibimos nuestra propia seguridad, afecta las maneras en las que interactuamos con el mundo y altera las maneras en las que somos capaces de experimentar y encarnar cualquier cosa placentera y alegre. 

Tenemos que rehusarnos a esta pesada responsabilidad y luchar por un mundo seguro para todxs. Caminando heridxs, como estamos muchxs, somos luchadorxs. El patriarcado puede aterrorizarnos y brutalizarnos, pero no abandonaremos la lucha. Cada vez que salimos a la calle, desafiando el miedo de maneras espectaculares y aparentemente insignificantes, nos defendemos y hablamos en nuestro propio nombre.
- Pumla Dineo Gqola, en su libro Rape: A South African Nightmare [Violación, una pesadilla sudafricana]

¿Dónde podemos estar segurxs? ¿Cómo comenzamos a defendernos, no solo en el sentido físico, sino en sentido emocional, psicológico y espiritual?

«El trauma nos convierte a todxs en armas», dijo adrienne maree brown en una entrevista realizada por Justin Scott Campbell. Y su obra, Pleasure Activism [Activismo del placer], nos ofrece numerosas metodologías para sanar ese trauma y afianzarnos en la comprensión de que la sanación, la justicia y la liberación también pueden ser experiencias placenteras. Especialmente quienes estamos más marginadxs, quienes puede que hayamos sido criadxs para equiparar el sufrimiento con «El trabajo». El trabajo que nos hemos tomado tantxs como activistas, constructorxs de comunidades, aquellxs que atienden a lxs más marginadxs, El trabajo que luchamos por hacer, quemándonos y raramente cuidando nuestras mentes y cuerpos. La alternativa es hacernos más conscientes de nuestro trauma, capaces de identificar nuestras propias necesidades y encarnar eso profundamente. Ese encarnar significa simplemente que somos más capaces de experimentar el mundo a través de los sentidos y las sensaciones en nuestros cuerpos, reconociendo lo que nos dicen, en vez de suprimir e ignorar la información que nos están comunicando. 

Estar en conversación constante con nuestro cuerpo vivo y sostener intencionalmente esas conversaciones nos conecta más profundamente con lo encarnado, nos permite hacer tangibles las emociones que sentimos cuando interactuamos con el mundo, amigarnos con nuestros cuerpos y entender todo lo que están tratando de enseñarnos. Cuando entendemos que el trauma y el encarnar están acoplados, podemos comenzar la sanación y acceder al placer más integralmente, saludablemente, y en nuestras vidas cotidianas sin vergüenza ni culpa. Podemos comenzar a acceder al placer como una herramienta para el cambio individual y social, aprovechando el poder de lo erótico, como lo describió Audre Lorde. Un poder que nos permite compartir la alegría a la que accedemos y que vivimos, ampliando nuestra capacidad para la felicidad y entendiendo que somos merecedorxs de ello, incluso con nuestro trauma. 

Aprovechar el placer y la encarnación de lo erótico nos da la amplitud de estar deliberadamente vivxs, sintiéndonos afianzadxs y estables y entendiendo nuestros sistemas nerviosos. Nos permite entender y descargarnos del equipaje generacional que hemos estado acarreando sin darnos cuenta; podemos tener el poder que nos da el conocimiento de que incluso tan traumatizadxs como estamos, tan traumatizadxs como podríamos estar en el futuro, aún somos merecedorx de vidas placenteras y alegres, que podemos compartir ese poder con nuestra gente. Es el aspecto comunitario lo que está faltando en la forma en que nos cuidamos; el autocuidado no puede existir sin cuidado comunitario. Somos capaces de sentir una confianza, seguridad y poder internos más profundos en nosotrxs mismxs, especialmente de cara a traumas futuros que van a ser disparadores, sabiendo cómo tranquilizarnos y estabilizarnos. Todo este entendimiento nos lleva a un poder interior más profundo que tiene recursos para enfrentar cualquier desafío que surja en nuestro camino. 

Como somos lxs que vivimos con profundos traumas generacionales, nos hemos vuelto desconfiadxs y quizás pensemos que somos incapaces de contener y acceder al poder que tenemos. En «Los usos de lo erótico: lo erótico como poder», Lorde nos enseña que lo erótico nos ofrece una fuente de recarga, una forma de exigir lo mejor para nosotrxs y para nuestras vidas.

Porque lo erótico no es solo se trata de lo que hacemos, es una cuestión de con cuánta intensidad y plenitud podemos sentirnos mientras lo hacemos. Una vez que sabemos en qué medida somos capaces de sentir esa sensación de satisfacción y completitud, podemos observar cuál de nuestros diversos esfuerzos vitales nos lleva más cerca de esa plenitud. 

No digo nada de esto livianamente, sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Sé que muchxs de nosotrxs estamos impedidxs de entender estas verdades, de internalizarlas o incluso de sanarlas. La resistencia viene con momentos de inseguridad, pero no es imposible. Resistir las estructuras de poder que mantienen a salvo a lxs más poderosxs siempre pondrá en peligro a quienes fuimos empujadxs a los márgenes. Reconocer los traumas que has enfrentado es una recuperación de tus experiencias vividas, las que han pasado y las que vendrán; es la resistencia la que encarna el conocimiento de que somos merecedorxs de algo más que las migajas que estos sistemas nos han obligado a engullir. Es una resistencia que entiende que el placer es complicado por el trauma, pero que se puede acceder a él de formas arbitrarias y poderosas. Es una resistencia que reconoce que nuestro trauma es un recurso que nos conecta entre nosotrxs y que nos puede permitir mantenernos mutuamente a salvo. Es una resistencia que entiende que incluso con el placer y la alegría esto no es una utopía; aún causaremos y recibiremos daño, pero estaremos mejor equipadxs para sobrevivir y prosperar en una comunidad de cuidados diversos y amabilidad. Una resistencia que da paso a la sanación y la conexión con nuestro ser plenamente humanxs. 

Sanar nunca será un recorrido fácil y optimista, pero comienza con el reconocimiento de la posibilidad. Cuando la opresión nos hace creer que el placer no es algo a lo que todxs podamos tener igual acceso, una de las maneras en las que comenzamos a hacer el trabajo de reclamar nuestro ser pleno – nuestro ser completo y liberado – es reclamando nuestro acceso al placer. 

En su artículo en Pleasure Activism (con el cual ha contribuido), Leah Lakshmi Piepzna-Samarasinha ha dicho:

Sé que para la mayoría de la gente las palabras «cuidado» y «placer» ni siquiera pueden estar en la misma oración. Todxs estamos empapadxs en un odio capacitista hacia los cuerpos que tienen necesidades, y nos dan una opción realmente de mierda: o no tener necesidades para conseguir tener autonomía, dignidad y control sobre nuestra vida o admitir que necesitas cuidado y perder todo lo anterior.

¿Qué poder tiene esto? Entendemos nuestros traumas, de este modo, entendemos los de otrxs; encarnamos las sensaciones que experimentamos y vamos hacia ellas en vez de distraernos y evitarlas. Accedemos al placer de maneras que nos hacen querer compartir esa alegría con quienes son nuestra comunidad. Cuando tenemos conciencia del trauma, nos damos más lugar para experimentar todo esto y nos damos, a nosotrxs y a otrxs, el permiso para sanar. Imagina una comunidad en la cual todxs tienen acceso, recursos y tiempo para vivir vidas placenteras, en la forma que sea que quieran y merezcan; en la cual los traumas territoriales están mitigados porque las personas que los ocupan son conscientes del trauma y están llenas de cuidado tierno. ¿No es eso sanador? ¿No es eso trabajar los traumas generacionales? ¿No construye y sostiene eso futuros más sanos para todxs?

Es tiempo de que reconectemos con el conocimiento ancestral de que merecemos vivir vidas plenas. Necesitamos volver a estar en contacto con nuestro derecho natural a la alegría y a existir para nosotrxs. A sentir placer simplemente por el hecho de sentirlo. A no vivir vidas de terror. Suena radical, se siente radical. En un mundo donde hemos sido socializadxs y traumatizadxs para el entumecimiento, para el miedo, para sentirnos y seguir estando impotentes, para ser codiciosxs y vivir con temas estructurales que nos llevan a la enfermedad mental, qué regalo y qué maravilla es empezar a sentir, a estar en comunidad con quienes sienten, a ser sanamente interdependientes, a amarnos mutuamente. Sentir es radical. El placer es radical. Sanar es radical. 

Tienes permiso para sentir placer. Tienes permiso para bailar, crear, hacerte el amor a ti mismx y a otrxs, celebrar y cultivar la alegría. Te aliento a que lo hagas. Tienes permiso para sanar. No te lo guardes dentro, no intentes atravesar este momento solx. Tienes permiso para hacer el duelo. Y tienes permiso para vivir.
- adrienne maree brown, «You Have Permission» [Tienes permiso]

La encarnación somática nos permite explorar nuestro trauma, trabajarlo y establecer conexiones significativas con nosotrxs mismxs y con el colectivo. Hacer esto a lo largo del tiempo sostiene nuestra sanación; al igual que el trauma, la sanación no es un evento de una única vez. Esta sanación nos ayuda a avanzar hacia la liberación individual y colectiva. 

En «A Queer Politics of Pleasure» [Una política queer del placer], Andy Johson habla acerca de las formas en las que hacer que el placer sea queer nos ofrece fuentes de sanación, aceptación, liberación, juego, plenitud, desafío, subversión y libertad. ¡Qué amplio! Cuando encarnamos el placer en formas que son tan integrales, tan queer, somos capaces de reconocer la limitación. 

Hacer que el placer sea queer también nos plantea las preguntas que entrecruzan nuestros sueños con nuestras realidades de vida. 

¿Quién es libre o consideradx suficientemente valiosx para sentir placer? ¿Cuándo se tiene permitido sentir placer o satisfacción? ¿Con quién se puede sentir placer? ¿Qué clase de placer es accesible? ¿Qué nos limita para acceder a todo nuestro potencial erótico y de satisfacción? 
- Andy Johnson, «A Queer Politics of Pleasure» [Una política queer del placer]

Cuando nuestras prácticas de placer conscientes del trauma están basadas en el cuidado comunitario, comenzamos a responder algunas de estas preguntas. Comenzamos a entender el potencial liberador. Como activistas del placer, esta es la realidad en la que nos afirmamos. La realidad que dice: mi placer puede ser fractal, pero tiene el potencial de sanarme no solo a mí y a mi comunidad, sino a futuros linajes. 

Soy un sistema entero; somos sistemas enteros. No somos solo nuestros dolores, solo nuestros miedos ni solo nuestros pensamientos. Somos sistemas enteros preparados para el placer y podemos aprender cómo decir sí desde adentro. 
- Prentis Hemphill, entrevistadx por Shar Jossell

Hay un mundo de placer que nos permite comenzar a entendernos integralmente, de formas que nos dejen lugar para reconstruir las realidades que afirman que somos capaces y merecedorxs de placer cotidiano. El BDSM, uno de mis placeres más profundos, me permite dar un vistazo a estas realidades en las que puedo tanto sentir como sanar mi trauma, así como sentir innumerables oportunidades para decir sí desde adentro. Mientras que el trauma me mantiene estancada en un ciclo de luchar o huir, el bondage , el estar de rodillas, el impacto y el juego de asfixia me alientan a mantenerme en tierra y conectadx, reconectando con la reparación. El placer que es lúdico me permite sanar, identificar dónde está guardada en mi cuerpo la energía traumática y enfocarla ahí. Me permite expresar las sensaciones que siente mi cuerpo a través de gritos de dolor y de placer, expresar mi no sin miedo y deleitarme en el puto sí. Con un plan de seguridad, cuidado posterior y una comprensión profunda del trauma, lo retorcido ofrece un lugar para el placer y la sanación que es invaluable. 

Así que tanto si tu placer es cocinar una comida a tu gusto, tener sexo, pasar el día en la cama con tu gente, participar en colectivos de cuidado de personas con discapacidad, que alguien te escupa en la boca, ir a excursiones accesibles, tener citas tiernas, asistir a una fiesta bailable en línea, dedicar tiempo a tu jardín, ser ahogadx en un calabozo, espero que lleves el placer contigo donde sea que vayas. Espero que te sane a ti y a tu gente. 

Reconocer el poder de lo erótico en nuestras vidas puede darnos la energía para buscar un cambio genuino en nuestro mundo. 
- Audre Lorde, «Uses of the Erotic: The Erotic as Power» [Los usos de lo erótico: lo erótico como poder]


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Explorar Corporalidades Transnacionales

Esta edición en alianza con Kohl: una publicación para Body and Gender Research analizará soluciones, propuestas y realidades feministas para transformar nuestro mundo actual, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades.

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التجسيدات العابرة للحدود

نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.

استكشف المجلة

¿Cómo puedo financiar mi participación en el Foro de AWID? Muchxs activistas no podrán costearse el Foro: ¿AWID está haciendo algo para brindar asistencia?

Por favor consulta la página «Financiamiento» para obtener algunas ideas sobre cómo puedes financiar tu participación en el próximo Foro. Esto incluye el limitado apoyo que AWID podrá brindar.

Kate McInturff

Desde su paso por Peacebuild hasta la Canadian Feminist Alliance for International Action [alianza feminista canadiense para la acción internacional], Amnistía Internacional y el Canadian Centre for Policy Alternatives (CCPA, centro canadiense para las alternativas políticas), Kate tuvo durante toda su vida una pasión por los derechos de las mujeres y la igualdad de género y dedicó su carrera a luchar contra la desigualdad y a hacer del mundo un lugar más compasivo.

Fue integrante del Comité Coordinador de Social Watch [observatorio social] y colaboró con los informes del Observatorio Social Nacional canadiense. Como investigadora senior en el CCPA, Kate fue aclamada a nivel nacional por hacer la investigación, escribir y producir el informe anual «Los mejores y los peores lugares para ser mujer en Canadá».

Murió tranquilamente, rodeada de su familia, luego de una batalla de tres años con el cáncer de colon. Sus seres queridos la describen como «una feminista divertida, valiente y sin remordimientos».


 

Kate McInturff, Canada

Carta de amor a los movimientos feministas #5

Feministas sudanesas: «Una revolución dentro de la revolución»

«Mientras estaba en la primera línea de la protesta, fui sometida a violencia sexual, a lesiones físicas y a otras formas de violencia. Pero no me detendré hasta que logremos pleno gobierno civil en Sudán. Debemos impedir la militarización del Estado. Nuestros cuerpos no deben seguir siendo tratados como campos de batalla»

dijo Amal,1 una manifestante de 23 años.2 

Durante los últimos cuatro años, las mujeres lideraron la revolución en Sudán. Su liderazgo no fue solo callejero, sino que constituyó el poder que impulsó la resistencia constante en todos los niveles. Las mujeres y las jóvenes feministas se convirtieron en la conciencia alerta del movimiento de cambio y democratización sudanés. Desde la primera protesta del 13 de diciembre de 2018 contra el régimen anterior, en la ciudad de Aldmazein, en el área de conflicto del Nilo Azul, las jóvenes estudiantes fueron las voces que demandaron el fin de la dictadura de los militares y los Hermanos Musulmanes, que ya lleva treinta años en el poder.

Love letter to feminist movements from Your dramatically cloaked jungle nymph.

El movimiento feminista, liderado por mujeres de entre 16 y 35 años, ha entablado una revolución dentro de la revolución en Sudán durante los últimos cuatro años de lucha ininterrumpida. Las potentes voces de las jóvenes que ocupan espacios en las calles, las redes sociales, la sociedad civil y las organizaciones políticas se elevaron lo suficiente como para reconfigurar la opinión pública y desafiar las normas sociales. Por primera vez en la historia de Sudán, las discusiones sobre violencia sexual y de género y sobre los tabúes de la violencia doméstica y los procesos de toma de decisiones dominados por los hombres se convirtieron en debates generalizados. Los equipos de fútbol de mujeres designaron voceras ante los comités de resistencia, y los sindicatos profesionales liderados por mujeres son parte de la expresión de la nueva ola del movimiento feminista de Sudán. El logro más importante es que las jóvenes se identifican como feministas en forma orgullosa y pública, en un país regido por el fundamentalismo islámico durante tres décadas. Los jóvenes varones que apoyan el activismo feminista -y se identifican como feministas- son otra señal de progreso notable.

Bajo el actual régimen del golpe militar, las jóvenes que lideran estas iniciativas y los grupos de mujeres que trabajan en el territorio no pueden mencionarse aquí debido a varios problemas de seguridad. Pero su resiliencia, su fuerza y su valentía serán incluidas en los libros de historia. Las audaces jóvenes que encabezan la resistencia en las calles y detrás de las pantallas, y que trabajan en diferentes profesiones y áreas de activismo están dando forma al futuro de Sudán. Las jóvenes feministas de Sudán están creando nuevos espacios para que las narrativas y los discursos feministas reestructuren la distribución del poder a nivel político, económico y social.

A pesar de la inmensa violencia, del resurgimiento del islamismo fundamentalista, de la militarización y de la reducción de los espacios cívicos, las activistas feministas de Sudán se mantienen arraigadas en su sororidad. Siguen siendo una gran inspiración para los movimientos feministas de todo el mundo.

 

Nazik Awad


1 «Amal» es un seudónimo utilizado para proteger a la joven activista citada.
2 Desde 2018, Sudán vive en una revolución constante. Una nueva ola opositora arrancó a partir del golpe militar del 25 de octubre de 2021.

Amal Bayou

Amal fue una destacada política y parlamentaria de Libia.

Fue docente de la Universidad de Benghazi desde 1995 hasta su muerte, en 2017. Amal fue activista de la sociedad civil e integrante de varias iniciativas sociales y políticas. Asistió a las familias de lxs mártires y de lxs desaparecidxs y fue una de lxs fundadorxs de una iniciativa juvenil llamada «Juventud de Benghazi Libia».

En las elecciones parlamentarias de 2014, Amal fue elegida para la Cámara de Representantes con más de 14.000 votos (el mayor número de votos recibido por unx candidatx en las elecciones de 2014). Permanecerá en la memoria de muchxs como una mujer que actuó en política para garantizar un futuro mejor en uno de los contextos de la región más difíciles y afectados por los conflictos.


 

Amal Bayou, Libya

Una estrategia, un mercado y nuevas voces: Las mujeres indígenas y los Foros AWID

Portada para Una estrategia, un mercado y nuevas voces: Las mujeres indígenas y los Foros AWID Historias

 

 

 

Esta historia es sobre la manera en que un grupo cada vez más diverso de feministas del Pacífico se organizaron a lo largo de los años para asistir a los Foros de AWID, y el modo en que ese proceso lxs transformó en forma personal, como organizaciones y como movimiento a través de lo que aprendieron, descubrieron y experimentaron. Ilustra la importancia de los Foros como espacio que permitió que una región que tiende a ser marginada o ignorada a nivel global pueda construir una presencia sólida en el movimiento feminista, que luego es replicada en otros espacios internacionales de derechos de las mujeres.

Descarga esta historia


En sus propias voces: mira la entrevista con María Manuela Sequeira & Mónica Alemán


Conoce todas las historias Descarga el reporte completo

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Bessy Ferrera

Bessy Ferrera fue una defensora de los derechos humanos de las personas trans, de las trabajadoras sexuales y de las personas seropositivas en Honduras, durante toda su vida.  

Bessy también fue  integrante de Arcoíris, una organización que apoya a la comunidad LGBTI+. También fue una persona de referencia para la Plataforma Derechos Aquí y Ahora de Honduras, y abogó enérgicamente por la ciudadanía plena de las personas trans, y por la aprobación de una ley de identidad de género que permitiera a las personas trans cambiar su identidad de género legalmente.

"Desde principios de año [2019] la comunidad trans ha sufrido una serie de ataques, por defender, por reivindicar derechos". - Rihanna Ferrera (hermana de Bessy)
Bessy era una trabajadora sexual, y a principios de julio de 2019, fue asesinada a tiros por dos hombres mientras trabajaba en las calles de Comayagüela. Quienes la asesinaron fueron posteriormente arrestados.

Bessy es una de las muchxs defensorxs de los derechos LGBTI+ en Honduras que fueron asesinadxs por su identidad y su trabajo. Otras compañeras han sido: Cynthia Nicole, Angy Ferreira, Estefanía "Nia" Zúñiga, Gloria Carolina Hernández Vásquez, Paola Barraza, Violeta Rivas y Sherly Montoya.

El caso de Bessy es emblemático por su injusticia y por reflejar un problema mucho más amplio, que es el de la violencia sistemática a la que se enfrenta la comunidad LGBTI+ en Honduras, ya que el Estado ni garantiza los derechos que ofrece y ni  brinda protección. Esto ha creado una cultura de impunidad.

A pesar de los riesgos a los que se enfrentan lxs defensorxs LGBTI+ en Honduras, continúan a diario con su trabajo para desafiar y resistir la violencia, y luchar contra el estigma y la discriminación.

"Si muero, que sea por algo bueno y no por algo inútil. No quiero morir huyendo,  como unx cobarde. Si muero, quiero que la gente diga que morí luchando por lo que es mío". -  integrante de Arcoíris.

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Doris Valenzuela Angulo

Doris Valenzuela Angulo fue una activista social afrodescendiente, líder y defensora de los derechos humanos, de Buenaventura, Colombia. Fue parte de Comunidades Construyendo Paz en los Territorios (CONPAZ), una red nacional de organizaciones de comunidades afectadas por el conflicto armado que propugnan la no violencia y la justicia socioambiental.

Doris desafiaba la constante violencia paramilitar y las presiones de los megaproyectos para desplazar a su comunidad, así como la complicidad del Estado. Enfrentando uno de los contextos más difíciles de su país, tuvo un rol de liderazgo en una iniciativa de resistencia no violenta sin precedentes llamado «Espacio Humanitario Puente Nayero», una zona urbana para la cohesión comunitaria, la seguridad, la creatividad y la acción colectiva.

Esta singular lucha no violenta de las familias que pertenecían al «Espacio Humanitario Puente Nayero» atrajo la atención y el apoyo de organismos locales e internacionales. Hacia septiembre de 2014, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos había establecido medidas cautelares de protección para la comunidad, y había ordenado al Estado colombiano hacer lo necesario para preservar sus vidas y su integridad personal. Sin embargo, las amenazas y la violencia de los paramilitares continuaron. Doris centró sus energías en evitar el reclutamiento forzoso de niñxs y jóvenes por parte de los neo-paramilitares, y siguió haciéndolo a pesar del asesinato de su hijo Cristian Dainer Aragón Valenzuela en julio de 2015. Doris también se convirtió en blanco de ataques, y recibía amenazas por su activismo y el trabajo que realizaba continuamente.

Las persistentes agresiones y amenazas contra su vida forzaron a Doris a abandonar Colombia. Residió en España desde febrero de 2017 hasta febrero de 2018, e integró el Programa de Protección Temporal de Defensores y Defensoras de los Derechos Humanos de Amnistía Internacional para activistas cuyas vidas están en riesgo.

En abril de 2018, Doris fue asesinada por su ex-marido en Murcia, España. Tenía solamente 39 años.


Tributos:

«Doris, pasar un año entero contigo nos ha enseñado cómo una persona puede tener la capacidad de transformar y generar esperanza ante hechos profundamente negativos y devastadores sucedidos durante tu vida...Seguimos con nuestro compromiso en la defensa de todos los derechos humanos. Siempre nos guiará tu valentía y tu luz.» Montserrat Román, Amnistía Internacional Grupo La Palma

Fragmento de «Palabras para Doris Valenzuela Angulo» por Elsa López

«Tú lo sabías. Siempre lo supiste. Y a pesar de todo te levantaste firme contra tantas injusticias, tantas miserias, tanta persecución.Te alzaste, altiva y feroz, contra aquellos que querían hacerte de nuevo abandonar tus esperanzas, humillarte y rendirte. Puesta en pie clamaste por tu libertad y la nuestra que era la tuya. Nada ni nadie paralizó tus esfuerzos por cambiar el mundo y hacerlo más generoso y habitable. Tú, viva entre nosotras, más viva hoy que nunca entre nosotras a pesar de la muerte. Viva siempre por tus gestos, tu valor, tu grandeza al clamar por una tierra prometida que llegaste a invocar con cada uno de tus gritos por todos los desiertos que habitaste. Tú. Siempre viva. Doris Valenzuela Angulo. 
Son sólo palabras. Lo sé. Yo también lo sé. Pero las palabras nos unen, nos protegen, nos dan fuerza y aliento para seguir caminando hacia la luz que tanto defendías.»

Isabel Cabanillas de la Torre

Isabel Cabanillas de la Torre fue una activista joven y una artista feminista muy querida de Ciudad Juárez, México, conocida por sus hermosos diseños evocadores de indumentaria pintada a manoen los que los ojos eran una característica emblemática de su trabajo. Sus murales transformaron los edificios abandonados y vacíos del centro de Ciudad Juárez, al sumarles vida y crítica política a sus paredes.

A través de su arte y de su activismo político, Isabel buscó llamar la atención sobre la violencia de género que se extendía por su ciudad natal. Colaboró como voluntaria con la red Mesa de Mujeres en el proyecto «Observatorio Ciudadano de Género», que monitoreaba la actuación de jueces, fiscales y defensorxs públicxs en casos de femicidios y otras violaciones a los derechos basadas en el género. Integró también «Hijas De Su Maquilera Madre», una colectiva feminista cuyo nombre alude a las hijas de madres que son trabajadoras de la maquila. Algunas de estas madres fueron las primeras víctimas de femicidio en Ciudad Juárez.

El último proyecto de Isabel (todavía en curso) fue una instalación artística para protestar contra una compañía canadiense que quería extraer cobre de los Médanos de Samalayuca.

El 18 de enero de 2020 Isabel fue atacada a balazos mientras volvía a su casa del centro de Ciudad Juárez en bicicleta, víctima, aparentemente, de un asesinato selectivo. Su cuerpo fue encontrado junto a su bicicleta.

El asesinato de Isabel desató una nueva ola de indignación contra los femicidios de la región: cientos de personas marcharon hacia el puente de la frontera entre EEUU y México, y lo bloquearon durante horas mientras cantaban «Ni una más», que es la protesta continua de las colectivas feministas contra los asesinatos de las mujeres en todo México. Solamente en 2019, 3.142 mujeres y niñas fueron asesinadas en el país; muchas de ellas fueron atacadas específicamente por su género.

Amaba andar en bicicleta.

«La bicicleta era un símbolo de libertad para ella. Simbolizaba ser libre en las calles.» - Marisol, amiga de Isabel

Solidarity: membership why page

Solidaridad

Nos solidarizamos unxs con otrxs, y con las distintas luchas por la justicia y las libertades. Procuramos movilizar y fortalecer la acción colectiva, y practicamos formas significativas de trabajar en conjunto.

FRMag - Mainstreaming The Invisible

Popularizar las realidades feministas invisibles

por Dr. Pragati Singh

En 2019, fui invitada por la BBC para hablar en la 100 Women Conference en Delhi, India. El tema era «El futuro del amor, las relaciones, y las familias». El público presente en el gran salón consistía mayoritariamente en jóvenes indixs: estudiantes universitarixs, profesionales, activistas, etc. (...)

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arte: «Angels go out at night too» [Los ángeles también salen de noche], Chloé Luu >

Crear Resistar Snippet

Crear | Résister | Transform

Crear | Résister | Transform es para ti y para todxs lxs increíbles activistas feministas y por la justicia social que conozcas. Reunámonos para compartir nuestras estrategias de resistencia, para crear conjuntamente algo de magia feminista, y para transformar juntxs este mundo.

un festival para movimientos feministas!

Animación: ¡Llamando a todas las superheroínas feministas!

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Llamando a todas las superheroínas feministas!

Sigue a nuestra superheroína mientras se embarca en una misión para recuperar las narrativas capturadas por los actores antiderecho en todo el mundo.

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Sexting Like a Feminist: Humor in the Digital Feminist Revolution Snippet Small

Sexting como feminista: el humor en la revolución digital feminista

por Chinelo Onwualu

El 2 de septiembre de 2021 lxs increíbles activistas feministas y por la justicia social del festival Crear | Résister | Transform de AWID nos juntamos no solo para compartir estrategias, crear juntxs y transformar al mundo sino también para decir cosas sucias en Twitter.

 

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La comunicación del deseo | Content Snippet ES

La comunicación del deseo

y otras praxis políticas del cuerpo


La comunicación del deseo

Anfitrionx: Tendemos a pensar en la comunicación del deseo como algo circunscrito a la intimidad de la alcoba y nuestras relaciones personales. Sin embargo, ¿podemos también pensar este tipo de comunicación como una estructura, una práctica que nutre nuestro trabajo, y cómo somos, y cómo actuamos en el mundo?

LindiweCreo que, desafortunadamente, en el pasado expresar tu sexualidad tenía sus limitaciones. Se te permitía expresarla dentro de los confines del matrimonio, lo cual estaba permitido; siempre el tabú y el estigma estuvieron asociados a todo intento de expresarla de una forma distinta. Cuando se trata de comunicar, obviamente, el hecho de que ciertos estigmas se asocien a la expresión de tu sexualidad o la expresión de tu deseo hace mucho más difícil comunicar eso en la alcoba o en la intimidad con tu pareja. Desde mi experiencia personal creo que, obviamente, si me siento más cómoda expresándome fuera de la alcoba acerca de otros asuntos u otros temas, para mí es más fácil construir esa confianza, porque comprendes la resolución de conflictos con esa persona en particular, comprendes exactamente qué hacer para que esa comunicación sea especial para esa persona en particular. No es fácil. Se hace constantemente en todo tipo de relación, ya sea la pareja, algo casual o solo un momento. Pero creo que la confianza en el afuera puede traducirse definitivamente en cómo comunicas tu deseo.

Manal
Desde la infancia, a una mujer se la cría con eso de: «no tienes permiso para hablar de tu cuerpo, no tienes permiso para hablar de tu deseo», lo que hace recaer una enorme responsabilidad en las mujeres, sobre todo en las niñas en su adolescencia, cuando necesitan expresarse y hablar de estos temas. Por lo tanto, en mi opinión, este es un gran problema. ¿Sabes? Llevo casada más de 25 años, pero todavía, hasta el día de hoy, no puedo hablar de mis deseos. No puedo decir lo que quiero o prefiero, porque es como si no tuviera permitido cruzar esa línea. Es como un pecado, a pesar de ser mi derecho. Lo mismo sucede con todas mis amigas, no pueden expresarse de forma correcta.

Louise
Personalmente creo que expresar nuestros deseos, mis deseos, sea como sea que se expresen, tiene que ver con la otra persona y la mirada que esa otra persona tenga sobre mí. Así que esto también es algo que podemos vincularlo con el cine. Y la mirada que tenga sobre mí misma también: lo que creo que soy como persona, pero también lo que la sociedad espera de mí y mi sexualidad. En el pasado, de algún modo, solía establecer una analogía entre lo que sucede en la alcoba y lo que sucede en el lugar de trabajo, porque a veces se da esta dinámica de poder, lo quiera o no. Y a menudo, la comunicación verbal es más difícil de lo que pensamos. Pero cuando se trata de representarlo en el cine, es un juego absolutamente distinto. Estamos muy lejos de lo que supongo que a todxs lxs presentes nos gustaría ver en la pantalla cuando se trata de comunicar deseos sexuales dentro y fuera de la alcoba. 


En línea y en el cuerpo

Anfitrionx: Podemos pensar en el mundo digital como hecho cuerpo: aunque sea virtual, no es menos real. Y eso quedó claro en el contexto del festival de las Realidades Feministas de AWID, el cual se celebró íntegramente en línea. Entonces, ¿qué implica hablar de sexualidad de forma colectiva, política, en los espacios en línea? ¿Navegamos por los espacios virtuales con nuestros cuerpos y afectos y, en dicho caso, cuáles son las distintas consideraciones en juego? ¿Qué implica para la comunicación y la representación?


LindiweLas redes sociales te hacen sentir en comunidad. Cuando expresas lo que quieres o lo que te agrada, habrá alguien que va a estar de acuerdo o en desacuerdo, pero quienes concuerdan contigo te hacen sentir que perteneces a una comunidad. Así que es más fácil lanzarlo al universo, o que otras personas lo vean, y potencialmente que no se te juzguen tanto. Y digo esto muy libremente porque a veces, según lo que expreses, serás humilladx o aprobadx. Pero cuando se trata de la alcoba, hay una intimidad y casi una vulnerabilidad que te expone a ti y a diferentes partes tuyas sobre las cuales no es fácil opinar. Cuando se trata de expresar tu deseo, hablarlo y manifestarlo y, quizás crear un tuit o un posteo en una red social, o incluso darle un «me gusta» y leer a otras comunidades con ideas afines, eso es más fácil que decirle a tu pareja, «así es como quiero recibir placer» o «así quiero que hagas ahora», debido al temor al rechazo. Pero no es eso únicamente. Sólo el aspecto de la vulnerabilidad – permitirte desnudarte a tal punto que la otra persona vea lo que estás pensando, sintiendo, deseando –, creo que es ahí donde radica la diferencia. Siento que en las redes sociales hay más comunidad y es más fácil involucrarse en conversaciones. Mientras que en la habitación, no quieres arruinar el momento necesariamente. Pero creo que eso, en cierta forma, te ayuda a comprender, según la relación con la persona, cómo te relacionarías de allí en más. Así que siempre sé que si intento comunicar algo y no lo logro en el momento, siempre puedo mencionarlo fuera de ese momento y ver cuál sería la reacción para saber cómo abordarlo en el futuro.

Louise¿Sabes? La cuestión con las películas es que no sé si la mirada masculina es intencionada o no. En verdad no lo sabemos. Lo que sí sabemos es la razón por la que la sexualidad en general ha sido tan heteronormativa y se ha centrado en la penetración, y por qué a las mujeres no se les da ningún espacio para realmente pedir algo en el cine: es porque la mayoría de la gente que ha trabajado en esta industria y tomado decisiones en cuanto a, ya sabes, la narración y la edición, han sido varones blancos. La venganza por violación es este género cinematográfico tan extraño que nació en la década de 1970, en donde la mitad de la historia sería sobre una mujer que fue violada por una o varias personas y, en la otra mitad, ella busca vengarse. Generalmente la mujer asesinará y matará a la persona que la violó y, en algunos casos, a otras personas cercanas al violador. Cuando este género comenzaba a surgir y, durante 30 años como mínimo, los varones eran quienes escribían, producían y dirigían esas películas. Por eso también buscamos tanto la representación. Muchxs feministas y pionerxs en la cinematografía queer también usaron el acto de filmar para hacerlo y reivindicar su propia sexualidad. Se me viene a la mente Barbara Hammer, una pionera queer y feminista del cine experimental de los Estados Unidos, que decidió filmar a mujeres teniendo sexo en 16mm., y, al hacerlo, reclamó un espacio dentro de la narrativa que se exhibía en el cine en aquel momento. Y también está el tema de la invisibilización: ahora sabemos, por Internet y el intercambio de conocimientos, que cineastas mujeres y queer vienen intentando y filmando desde los inicios del cine. Recién ahora nos damos cuenta porque tenemos acceso a bases de datos y al trabajo de activistas y curadorxs y cineastas.


La resistencia a la colonización

Anfitrionx: Y esto abre la conversación sobre la importancia de mantener vivas las historias feministas. Los mundos en línea también han desempeñado un rol crucial en la documentación de las protestas y las resistencias. Desde Sudán hasta Palestina, pasando por Colombia, los feminismos han tomado nuestras pantallas por asalto y desafiado las realidades de la ocupación, el capitalismo y la opresión. Entonces, ¿podemos hablar de la comunicación del deseo, del deseo de algo más, como la descolonización?


ManalQuizás porque en mi pueblo hay apenas 600 habitantes y es una única familia – la Tamimi – no hay barreras entre varones y mujeres. Hacemos todo de manera conjunta. Entonces, cuando comenzamos nuestra resistencia no violenta o cuando nos unimos a la resistencia no violenta en Palestina, nadie discutió si las mujeres debían participar o no. Asumimos un papel muy importante en el movimiento aquí en el pueblo. Pero cuando otros pueblos u otros lugares comenzaron a sumarse a nuestras protestas semanales, algunos hombres pensaban que, si estas mujeres participaban o se unían a las manifestaciones, ellas lucharían con los soldados y entonces serían mujeres fáciles. Algunos hombres que no eran del pueblo intentaron acosar sexualmente a las mujeres. Pero una mujer fuerte que es capaz de enfrentar a un soldado puede también confrontar el acoso sexual. En ocasiones, cuando otras mujeres de otros lugares se suman a nuestra protesta, en un principio son tímidas; no se quieren acercar porque hay muchos hombres. Si quieres participar en la protesta, si quieres ser parte del movimiento no violento, tienes que quitarte todas esas restricciones y todas esas ideas de la cabeza. Tienes que enfocarte simplemente en luchar por tus derechos. Desafortunadamente, la ocupación israelí conoce todo esto. Por ejemplo, la primera vez que me arrestaron, tenía puesta la hijab, entonces intentaron quitármela, intentaron sacarme la ropa, frente a todo el mundo. Había entre 300 y 400 personas y lo intentaron. Cuando me llevaron para interrogarme, el interrogador dijo: «lo hicimos para castigar a otras mujeres a través suyo. Conocemos su cultura». Yo le respondí: «No me importa, creo en lo que hice. Aun si me quitaran toda la ropa, todo el mundo sabe que Manal está resistiendo».

LindiwePienso que incluso desde una perspectiva cultural, lo cual es muy irónico, si observas la cultura en África, antes de ser colonizada, se ve que mostrar la piel no era un problema. Usar piel animal o cuero para protegerte, no era ningún problema y la gente no estaba sexualizada salvo que se diera en un contexto determinado. Pero nos hemos condicionado a decir «deberías cubrirte» y cuando no te cubres, quedas expuesta y, por lo tanto, estarás sexualizada. La desnudez se sexualiza en lugar de estar simplemente desnuda; no quieres que a una niña pequeña la vean desnuda. ¿Qué tipo de sociedad nos hemos condicionado a ser si vamos a sexualizar a alguien que está desnudx fuera del contexto del vínculo sexual? Pero el entorno definitivamente juega un papel importante, porque tu madre y tu padre y tus abuelas y abuelos y tías y tíos dicen «no, no te vistas de manera inapropiada», o «no, eso es muy corto». Entonces, primero escuchas todo eso en el hogar, y luego, en el momento en que te expones al exterior, según el entorno, ya sea eurocéntrico o más occidentalizado que el que estás acostumbrada, entonces eres un poco libre de hacerlo. E incluso entonces, por más libre que seas, eso trae consigo muchas otras cuestiones en términos de abucheos y la gente que todavía sexualiza tu cuerpo. Puedes vestir una falda corta, y alguien se siente con derecho de tocarte sin tu permiso. Hay tanto asociado a la regulación y el control sobre el cuerpo de las mujeres, y la narrativa comienza en casa. Y luego sales a la comunidad, a la sociedad, y la narrativa se perpetúa, y te das cuenta de que la sociedad te sexualiza en general, sobre todo si eres una persona de color.

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La resistencia como placer

Anfitrionx: Por último, ¿cómo puede nuestra resistencia traspasar lo que está permitido? ¿Hay un lugar para el placer y el gozo para nosotrxs y nuestras comunidades?

LouiseEncontrar placer en la resistencia y resistencia en el placer; en primer lugar, para mí está la idea del cine de guerrilla o el acto de filmar cuando se supone que no deberías o cuando alguien te dijo que no lo hagas, lo cual es el caso de muchas realizadoras, incluidas lxs realizadorxs queer, en el mundo de hoy. Por ejemplo, en el Líbano, que es un terreno cinematográfico que conozco muy bien, la mayoría de las historias de lesbianas que he visto las han rodado estudiantes en formatos muy cortos «sin valor de producción», como se diría en Occidente: sin dinero, debido a la censura en el ámbito institucional, pero también en la esfera familiar y privada. Creo que filmar lo que sea, pero también filmar el placer y el placer en la narrativa lesbiana, es un acto de resistencia en sí mismo. Muchas veces, tan solo tomar una cámara y conseguir que alguien edite y que alguien interprete es sumamente difícil y requiere de mucha convicción política.

LindiweTengo un grupo de apoyo para casos de violación. Intento asistir a las mujeres para que se restablezcan desde una perspectiva sexual: si quieren volver a tener intimidad, que los traumas del pasado no influyan a la hora de seguir adelante. No es fácil, pero es individual. Por eso siempre comienzo por comprender el cuerpo. Creo que cuanto más lo comprendes y lo amas y más orgullo sientes por él, serás mucho más capaz de recibir a alguien en ese espacio. Lo denomino entrenamiento en la sensualidad, donde hago que comiencen a verse a sí mismas no como objetos sexuales, sino como objetos de placer y deseo que pueden ser intercambiables. De ese modo eres tan digna de recibir como de dar. Pero no solo desde un punto de vista psicológico, también es físico. Cuando sales de la ducha, sales de la tina, y te pasas loción por el cuerpo, miras cada parte de tu cuerpo, sientes cada parte de tu cuerpo, sabes cuando hay cambios, conoces tu cuerpo tan bien que si te sale un grano nuevo en la rodilla, eres tan consciente de ello porque hasta hace unas horas no lo tenías. Con este tipo de cosas intento hacer que las personas se amen a sí mismas desde su interior, se sientan que son dignas de recibir amor en un espacio seguro, así las guío hacia la reivindicación de su sexualidad y su deseo.

Manal
¿Sabes? Comenzamos a ver mujeres de Nablus, de Jerusalén, de Ramallah, incluso de las 48 zonas ocupadas, que tienen que conducir entre tres y cuatro horas solo para sumarse a las protestas. Luego intentamos ir a otros lugares, hablar con las mujeres, decirles que no sean tímidas, que simplemente tienen que creer en sí mismas y que no hay nada de malo en lo que estamos haciendo. Puedes protegerte, entonces, ¿qué tiene de malo participar o sumarte? Cuando les pregunté a algunas de ellas por qué se habían sumado, respondieron, «si las mujeres Tamimi pueden, nosotras también». Con toda honestidad, escuchar esa respuesta me hizo muy feliz porque éramos una especie de modelo para otras mujeres. Si tengo que defender mis derechos, deberían ser todos mis derechos, no apenas uno o dos. Los derechos no se dividen.

A Collective Love Print | Small Snippet ES

Una huella de amor colectiva

«Si podemos heredar un trauma, ¿podemos heredar una huella relacionada con el amor?»

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