
Rani Jethmalani

Lxs defensorxs se identifican a sí mismas como mujeres y personas lesbianas, bisexuales, transgénero, queer e intersex (LBTQI) y otrxs que defienden derechos y que debido a su trabajo en derechos humanos están bajo riesgos y amenazas específicos por su género y/o como consecuencia directa de su identidad de género u orientación sexual.
Lxs defensorxs son objeto de violencia y discriminación sistemáticas debido a sus identidades y su inclaudicable lucha por derechos, igualdad y justicia.
El Programa Defensorxs colabora con contrapartes internacionales y regionales así como con lxs afiliadxs de AWID para crear conciencia acerca de estos riesgos y amenazas, abogar por medidas de protección y de seguridad que sean feministas e integrales, y promover activamente una cultura del autocuidado y el bienestar colectivo en nuestros movimientos.
lxs defensorxs enfrentan los mismos tipos de riesgos que todxs lxs demás defensorxs de derechos humanos, de comunidades y del medio ambiente. Sin embargo, también están expuestas a violencia y a riesgos específicos por su género porque desafían las normas de género de sus comunidades y sociedades.
Nos proponemos contribuir a un mundo más seguro para lxs defensorxs, sus familias y comunidades. Creemos que actuar por los derechos y la justicia no debe poner en riesgo a lxs defensorxs, sino que debe ser valorado y celebrado.
Promoviendo la colaboración y coordinación entre organizaciones de derechos humanos y organizaciones de derechos de las mujeres en el plano internacional para fortalecer la capacidad de respuesta en relación a la seguridad y el bienestar de lxs defensorxs.
Apoyando a las redes regionales de defensorxs y de sus organizaciones, tales como la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensorxs de Derechos Humanos y la WHRD Middle East and North Africa Coalition [Coalición de Defensorxs de Derechos Humanos de Medio Oriente y África del Norte], promoviendo y fortaleciendo la acción colectiva para la protección, poniendo el énfasis en establecer redes de solidaridad y protección, promover el autocuidado y la incidencia y movilización por la seguridad de lxs defensorxs.
Aumentando la visibilidad y el reconocimiento de lxs defensorxs y sus luchas, así como de los riesgos que enfrentan, a través de la documentación de los ataques que sufren, e investigando, produciendo y difundiendo información sobre sus luchas, estrategias y desafíos.
Movilizando respuestas urgentes de solidaridad internacional para lxs defensorxs que están en riesgo a través de nuestras redes internacionales y regionales y de nuestrxs afiliadxs activxs.
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Claudia est Professeure en Egalité et équité pour le développement, psychologue féministe, activiste en faveur de la défense des droits humains depuis 30 ans et des droits des femmes depuis 24 ans.
Claudia, qui travaille au Salvador, est co-fondatrice et directrice générale de l’association Mujeres Transformando, et défend depuis 16 ans les droits du travail des travailleuses du secteur des maquiladoras textiles et de l’habillement. Elle a collaboré à la formulation d’initiatives législatives, à des propositions de politiques publiques et de recherches visant à améliorer la qualité de l’emploi pour les femmes travaillant dans ce secteur, en plus de travailler sans relâche au renforcement de l’organisation et de l’autonomisation des ouvrières des maquiladoras textiles et des couturières à domicile.
Elle participe activement à des actions de plaidoyer à l’échelle nationale, régionale et internationale pour la défense et la revendication des droits du travail de la classe ouvrière du Sud mondial d’un point de vue féministe, anticapitaliste, anti-patriarcal et dans une perspective de prise de conscience de la classe et du genre. Elle fait partie du Conseil d'administration de l'Initiative Spotlight et du Groupe national de référence de cette dernière. Elle fait également partie du Groupe consultatif de la société civile de l'ONU Femmes.
Une exposition de Nicole Barakat qui incarne sa reconnexion avec la diaspora d'objets provenant de ses terres ancestrales dans l'Asie du Sud-Ouest et l'Afrique du Nord.
Barakat présente une collection d'œuvres textiles en tant que manifestations de sa démarche consistant à travailler avec des objets déplacés, souvent volés, détenus dans les collections de musées occidentaux, notamment le Louvre, le British Museum et le Nicholson Museum.
Pour contourner les gardiens et pénétrer dans les vitrines contenant ces objets ancestraux, Barakat récupère des formes de connaissances précoloniales, non linéaires et réceptives qui sont souvent dévaluées et rejetées par les institutions coloniales et patriarcales. Elle utilise ainsi la cafédomancie, le travail du rêve, l'écoute intuitive et les conversations avec les objets eux-mêmes (source).
Ses œuvres comprennent des dessins en tissu et en papier cousus et découpés à la main, des formes sculpturales réalisées avec ses propres cheveux, du tissu et des matériaux végétaux, ainsi que des œuvres en direct où elle utilise sa voix comme matériau.
La pratique créative de Nicole s'enracine dans la re-mémoration et le re-couvrement de son savoir ancestral, y compris la cafédomancie et, plus récemment, le travail avec des plantes et des essences de fleurs pour le soin et la guérison de la communauté.
Jour 1
Sanyu is a Pan-African feminist based in Nairobi, Kenya. She has spent the last decade supporting labour, feminist and human rights movements advocating for corporate accountability, economic justice and gender justice. She has worked with the Business & Human Rights Resource Centre, IWRAW Asia Pacific and the Commonwealth Human Rights Initiative. She has a Master’s of Laws in Human Rights Law and a Bachelor’s of Laws from the University of Nottingham. Her writing has been published in the Business and Human Rights Journal, Human Rights Law Review, Open Global Rights, Open Democracy and more. In her free time, she loves walking in the forest and chasing butterflies.
A complex and evolving network of anti-rights actors is exerting increasing influence in international spaces as well as domestic politics. Often backed by obscure funding, these actors build tactic alliances across issues, regions, and faiths to increase their impact.
We are witnessing fascist and fundamentalist actors that, while nationalist in their discourse, are completely transnational in their ideological underpinnings, political alliances, and networks of financing. In some cases these groups are backed by obscure funding flows, linked with big business, or far-right political parties. However, they also create strategic alliances, including, in some cases, with segments of the feminist and women’s rights movements, and distance themselves from more outwardly extreme elements to appear more legitimate. Anti-rights actors are also spreading and replicating their brand of anti-rights organizing - be that campaigning and lobbying or strategic litigation - across the globe.
(avec des invités spéciaux!)
📅Mardi 12 mars
🕒18 h - 21 h 30 HNE
🏢 Blue Gallery, 222 E 46th St, New York
Entrée par RSVP uniquement
Veena Singh es isleña de Fiyi, feminista y mujer marrón. Nació y creció en una pequeña ciudad rural de Fiyi y es de origen étnico mixto (su madre es indígena fiyiana y su padre es fiyiano con ascendencia india). Es una feminista que trabaja por el desarrollo y está muy a favor de «cambiar el poder de lugar para crear cambios positivos» y de «construir una economía de la amabilidad». Ha trabajado sobre todo en derechos humanos, igualdad de género e inclusión social y cuenta con más de 18 años de experiencia profesional ocupándose especialmente de los derechos de mujeres y niñxs, mujeres, paz y seguridad (CSONU 1325), seguridad humana, desarrollo comunitario y medios comunitarios. Veena fue empleada y voluntaria en varias ONG con sede en Fiyi antes de sumarse a SPC-Fiji Women's Rights Movement [Movimiento por los derechos de las mujeres en Fiyi], FemLINKPacific, la Cruz Roja de Fiyi y Save the Children (Fiyi) .
Además, ha trabajado en diversas áreas y temáticas del desarrollo, entre ellas acceso a la justicia, prevención de conflictos y construcción de la paz, salud y derechos sexuales y reproductivos (SDSR), participación política de las mujeres, liderazgo y toma de decisiones, a las que recientemente le sumó el área de estadísticas de género. Su trabajo le ha permitido colaborar estrechamente con colegas del sector del desarrollo, feministas, activistas, representantes gubernamentales y personas del sector de la paz de las regiones del Pacífico, Asia, Europa y África. Cuando no está en su oficina, le gusta promover y proteger el ambiente, concientizar acerca de la salud mental positiva y el bienestar, y dedicarle tiempo a la escritura.
Es madre de 11 gatxs, viste orgullosamente saris y colecciona postales. Veena es una observadora reflexiva del rumbo que toman las actividades feministas en Fiyi, en la región del Pacífico y en las organizaciones que integra, y procura, según sus propias palabras, «descolonizar su mente y su ‘ser’ mediante la autorreflexión radical». Le importa mucho publicar escritos que interesen a la comunidad de la diáspora del Pacífico y que le permitan
Sin palabras |
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Chinelo Onwualu | Ghiwa Sayegh |
«Cuando estamos desesperadxs por el cambio, como sucede tanto en la enfermedad como en la insurrección, nuestro lenguaje se vacía de complejidad, se queda con sus componentes más esenciales… Sin embargo, a medida que la enfermedad y la revolución persisten, el lenguaje que se hizo en ellas y sobre ellas se profundiza, admite más matices, inmerso en la aguda experiencia humana de encontrar los propios límites en el lugar del fin del mundo».
Cuando comenzamos a delinear este número con Nana Darkoa, antes de Crear | Résister | Transform: un festival para movimientos feministas! de AWID, partimos de una pregunta que es más bien una observación sobre el estado del mundo, un deseo de cambiar el terreno: ¿por qué nuestras sexualidades y placeres siguen siendo domesticados y criminalizados incluso cuando nos dicen, una y otra vez, que no tienen valor ni contribuyen al progreso? Llegamos a la conclusión de que cuando se corporizan, hay algo en nuestras sexualidades que opera contra un orden del mundo que sigue manifestándose en los controles fronterizos, los apartheids en relación a las vacunas, el colonialismo de asentamiento, la limpieza étnica, y el capitalismo descontrolado. ¿Podemos hablar, entonces, del potencial disruptivo de nuestras sexualidades? ¿Podemos seguir haciendo eso cuando, para poder obtener recursos, nuestros movimientos deben ser cooptados e institucionalizados?
Cuando el trabajo de nuestros cuerpos se convierte en ganancias en las manos de los sistemas que buscamos desmantelar, no sorprende que nuestras sexualidades y placeres queden relegados una vez más a las márgenes, especialmente cuando no son lo suficientemente rentables. En muchos momentos durante la producción de este número, nos preguntamos qué sucedería si nos negáramos a dar cabida a los servicios esenciales del capitalismo. Pero ¿podemos atrevernos a hacer esa pregunta cuando estamos agotadxs por el mundo? Quizás nuestras sexualidades son desestimadas con tanta facilidad porque no son vistas como formas de cuidado. Quizás lo que necesitemos sea reimaginar el placer como una forma radical de cuidado, una que también es anticapitalista y anti-institucional.
Estamos entrando en nuestro segundo año completo de pandemia global y nuestro abordaje de la corporalidad transnacional ha tenido que concentrarse en un único descubrimiento político: que cuidar es una forma de habitar la corporalidad. Y como ahora tanto de nuestro trabajo se hace sin tomar en cuenta los límites entre y dentro de nosotrxs, todxs somos Corporalidades Transnacionales, y eso a todxs nos sale mal. Estamos fallando en cuanto a cuidarnos y, lo que es más grave, en cuidar a lxs otrxs.
Ese fracaso no es producto de nuestras acciones.
Muchxs de nuestras madres y padres pensaban que el trabajo era transaccional, algo que debía darse a cambio de una compensación y una garantía de cuidado. Y si bien ese intercambio no siempre se cumplió, nuestrxs madres y padres no esperaban que su trabajo les diera satisfacción. Para eso tenían su ocio, sus pasatiempos, y sus comunidades. Hoy, nosotrxs, sus hijxs, que hemos sido condicionadxs para pensar en nuestro trabajo como entrelazado con nuestra pasión, no tenemos esas expectativas. Pensamos el trabajo y el ocio como una sola y misma cosa. Para demasiadas personas, el trabajo ha llegado a encarnar todo lo que somos.
Sin embargo, el capitalismo heteropatriarcal no nos valora, ni hablar de que valore nuestro trabajo o nuestras sexualidades. Este es un sistema que solo te exigirá más y más hasta que mueras. Y cuando mueras, te reemplazará por otra persona. Que se espere que estemos en línea todo el día significa que simplemente no podemos tomar distancia del trabajo, ni siquiera cuando queremos hacerlo. Esta comercialización del trabajo, divorciándolo de la persona, ha permeado cada aspecto de nuestras vidas y está siendo perpetuado incluso en los círculos más feministas, más radicales y más revolucionarios.
Las expectativas capitalistas siempre han sido particularmente dañinas para los cuerpos que no se ajustan a su ideal. Y quienes buscan consolidar sus poderes han utilizado la pandemia como una oportunidad para concentrar sus ataques en las mujeres, las minorías sexuales y cualquier otrx a quien subestimen.
Este número especial existe debido a eso y ciertamente a pesar de eso.
Casi todxs lxs colaboradorxs e integrantes del equipo se estaban presionando para ir más allá de su capacidad. Cada una de las colaboraciones fue producida desde un lugar de pasión, pero también de un increíble agotamiento. De una forma muy real, este número encarna el trabajo transnacional y, en el mundo digital en el cual vivimos, todo trabajo se ha convertido en trabajo transnacional. A medida que nos enfrentamos a nuevas fronteras que no han roto un viejo orden sino que lo reifican, experimentamos de primera mano, junto a nuestrxs colaboradorxs, cómo el capitalismo vacía nuestros límites, cómo se hace difícil construir argumentos coherentes, especialmente cuando tenemos una fecha límite para hacerlo. Nos quedamos colectivamente sin palabras, porque nos quedamos sin mundos.
Es precisamente porque nos sentimos perdidxs y solxs en el mundo del capitalismo heteropatriarcal que tenemos que reevaluar y repensar nuestros sistemas de cuidado. En muchos sentidos, hicimos de este número una misión de encontrar placer en el cuidado. Porque se ha vuelto más difícil construir argumentos coherentes, los medios visuales y creativos han pasado al primer plano. Muchas personas que solían escribir se han volcado a estos medios como una vía para producir conocimiento y atravesar la niebla mental que nos ha envuelto a todxs. Trajimos otras voces a este número, además de muchxs a quienes ya escucharon en el Festival, como una manera de abrir nuevas conversaciones y ampliar nuestros horizontes.
Dado que nos roban nuestras palabras, es nuestro deber político seguir encontrando maneras de mantenernos y cuidarnos a nosotrxs mismxs y a lxs otrxs. Muchas de nuestras realidades actuales están tratando de borrarnos y desplazarnos, mientras que siguen explotando nuestro trabajo. Nuestra corporización, por lo tanto, se convierte en una forma de resistencia; es el comienzo de que encontremos nuestro camino hacia afuera y hacia nosotrxs mismxs.
The WITM survey is focused on the feminist resourcing realities of the last 3 years (2021 to 2023), and has five key sections:
It consists of mandatory* and optional questions, most of which are multiple-choice. You will have a chance to share more on issues that are important to you by responding to the open question(s) at the end of the survey.
To respond to the questions quickly and easily, we advise that you have your key financial information at hand (e.g., your annual budgets from 2021 to 2023). However, if you wish to save your responses and come back to the survey later, you are able to do this whenever needed.
Avec plus de 30 ans d'expérience en finance, Christine a consacré sa carrière à développer les missions non lucratives à l'échelle mondiale. Ses contributions vont jusqu’au poste de trésorière du conseil d'administration d'une ONG. Christine a rejoint l'AWID en 2007 comme contrôleuse, puis en tant que directrice des finances depuis 2023. Pendant son temps libre, elle aime voyager, jardiner et faire de la randonnée.