
Leyla Yıldızhan (Deniz Fırat)

Au cours des dernières années, nous avons observé une nouvelle tendance inquiétante dans les espaces internationaux consacrés aux droits humains. Les discours axés sur « la protection de la famille » sont en effet utilisés pour défendre des violations des droits de membres de la famille, pour renforcer et justifier l’impunité des auteurs de ces violations et pour restreindre l’égalité des droits au niveau de la vie familiale.
La campagne en faveur de la « Protection de la famille » est motivée par une volonté conservatrice d’imposer des conceptions « traditionnelles » et patriarcales de la famille et de priver les membres de la famille de leurs droits pour les transférer à « l’institution familiale ».
Depuis 2014, un groupe d’Etats travaille de front dans les espaces dédiés aux droits humains sous le nom de « Group of Friends of the Family » (Groupe des ami-e-s de la famille) ; des résolutions sur la « Protection de la famille » ont été adoptées chaque année depuis 2014.
Ce programme s’est propagé au-delà du Conseil des droits humains. Nous avons observé l’introduction d’un discours régressif autour de la « famille » à la Commission sur la condition de la femme, ainsi que des tentatives d’introduction dans les négociations sur les Objectifs de développement durable.
L’AWID travaille avec des partenaires et des allié-e-s pour s’opposer ensemble à la « Protection de la famille » et à d’autres programmes régressifs et défendre l’universalité des droits humains.
En réponse à l’influence croissante d’acteurs régressifs au sein des espaces dédiés aux droits humains, l’AWID a rejoint des allié-e-s afin de créer l’Observatoire sur l'Universalité des droits (OURs) (site en anglais). L’OURs est un projet de collaboration qui surveille, analyse et diffuse les informations concernant les initiatives anti-droits telles que la « Protection de la famille ».
Le premier rapport de l’OURs, Nos droits en danger, trace une cartographie des acteurs et actrices qui constituent le lobby mondial anti-droits et identifie leur réthorique et stratégies clés ainsi que leur impact sur les droits humains.
Le rapport précise que le programme de « Protection de la famille » a développé une collaboration entre un large éventail d’acteurs régressifs aux Nations Unies, qu’il décrit comme « un cadre stratégique abritant des positions anti-droits et patriarcales multiples, où le cadre vise entre autres à légitimer et institutionnaliser ces positions. »
إيستر لوبيز راقصة وكاتبة تركز أبحاثها على الجسد والنوع والعرق والعلاقات الطبقية. هي مدرّبة بيلاتيس ومعلمة فنون. تخرجت إستر في دراسة المسرح المعاصر – العمليات الإبداعية (في FAINC) وفي الرقص والوعي بالجسم (في USCS). يشمل تخصصها الموسيقي الغناء الشعبي والإيقاع. تلقت تدريبًا في “نوفوس برينكانتس” مع فليرا فيرو وماتيوس برادو وأنطونيو مييرا في معهد Brincante في عامي 2015 و 2016.
Sí, por favor. El mundo ha cambiado desde 2021, y te invitamos a proponer una actividad que refleje tus realidades y prioridades actuales.
«Este sería un buen momento para repensar cómo podría ser la revolución. Quizás no sera una marcha por las calles de cuerpos enojados y sin discapacidades. Quizás será más como el mundo detenido porque todos los cuerpos que hay en él están exhaustos: porque el cuidado debe ser priorizado antes de que sea demasiado tarde.»
- Johanna Hedva
Los hospitales son instituciones, espacios vivientes del capitalismo, y lo que se manifiesta cuando alguien está supuestamente haciendo reposo allí es un microcosmos del sistema en que vivimos.
Las instituciones están organizadas para separarnos de nuestros sistemas de cuidados: en ellas nos encontramos aisladxs en estructuras rígidamente jerárquicas, y a menudo sentimos como si ese cuidado fuera algo que se nos hace a nosotrxs, en lugar de algo dado/recibido como parte de una conversación. Debido a su integración en la demanda capitalista, el cuidado institucional está compartimentado: una persona trata tu pierna y solo tu pierna, otra persona trata tu presión arterial, etc.
El mes pasado, la fotógrafa Mariam Mekiwi tuvo que someterse a una cirugía y documentó el proceso. Sus imágenes de entornos esterilizados (luces blancas de neón, filas y filas de estructuras repetitivas), con una paleta de colores desteñidos, reflejan un lugar que estaba vaciado de vida y de movimiento. Esta fue una de las formas en que Mariam mantuvo vivo su propio espíritu. Era una forma de protesta desde dentro de los confines de una institución con la cual tenía que interactuar.
Las fotos constituyen un retrato de algo increíblemente vulnerable, porque observar a alguien atravesar el colapso de su propio cuerpo es siempre un recordatorio sagrado de nuestra fragilidad. Son también un testimonio de la fragilidad de estos sistemas de cuidado, que nos pueden ser negados por diversas razones: desde no tener dinero hasta no estar en un cuerpo considerado lo suficientemente valioso, un cuerpo que es quizás demasiado femenino, demasiado queer, o demasiado marrón.
El cuidado experimentado como algo desencarnado y solitario, que puede ser revocado en cualquier momento, no nos ayuda a prosperar. Y es muy diferente del modo en que los seres humanos se comportan en la realidad cuando cuidan unos de otros. ¿En qué sería diferente nuestro mundo si nos comprometiéramos a desmantelar las actuales estructuras capitalistas referidas a nuestra salud? ¿Cómo sería nuestro mundo si lo reinventáramos en forma radical?
Consejo editorial Co-editorxs Diseño e ilustración Estratega de las comunicaciones Editora de la versión árabe Responsable de la traducción
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عندما كنت في السادسة من العمر، علِمت أنّ جدّي كان يملك داراً للسينما. أخبرَتني أمّي كيف أنه افتتحها في أوائل الستينيّات، وكانت هي حينها في مثل عمري، إذ كان عمرها قُرابة الستّ سنوات. تذكّرتُ أنهم في الليلة الأولى عرضوا فيلم «صوت الموسيقى».