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Los derechos de las mujeres sobreviven en los debates sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Notas de los viernes: AWID participó en la quinta sesión del Grupo de Trabajo Abierto sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)[1] que se realizó del 25 al 27 de noviembre de 2013 en Nueva York. Ésta fue la más reciente reunión de las Naciones Unidas (ONU) para discutir la articulación de una nueva agenda de desarrollo sostenible en relación a cuestiones de políticas macroeconómicas, entre otras.

AWID se unió a un grupo de organizaciones de derechos de las mujeres para influir en este proceso. Acá compartimos un breve análisis de lo que ocurrió y lo que aún se necesita para promover los derechos de las mujeres y la igualdad de género en un marco de desarrollo sostenible.

Por Alejandra Scampini

Actualmente, dentro de la ONU están en curso los debates sobre cómo dar forma a una nueva agenda de desarrollo sostenible, en un proceso que se entrecruza con debates en torno a un nuevo marco del desarrollo posterior a 2015 que reemplazará a los Objetivos de Desarrollo de Milenio cuando expiren en 2015. La necesidad de una profunda transformación sistémica ha sido un debate clave desde que inició el proceso de consulta y hay un reconocimiento cada vez mayor de la contradicción entre un modelo de crecimiento económico irrestricto y la necesidad de políticas macroeconómicas que pongan en el centro a las personas, no el lucro. Las tensiones relacionadas con esta contradicción fueron evidentes en la OWG5, que se centró en el crecimiento sostenido e inclusivo, cuestiones relativas a la política macroeconómica (incluyendo el comercio internacional, el sistema financiero internacional y la sostenibilidad de la deuda externa), el desarrollo de infraestructura y la energía.

Las preocupaciones del Grupo Principal de Mujeres

Defensoras de los derechos de las mujeres, organizadas en el Grupo Principal de Mujeres (WMG),[2] han subrayado esta contradicción y previo a la OWG5 emitieron un análisis detallado, incluyendo recomendaciones,[3] que enfatiza que “el crecimiento, independientemente de cómo se le describa, no es la meta en ni por sí mismo”.

El Grupo cuestionó un “concepto lineal y reduccionista del desarrollo” que se centra sólo en el cambio estructural y la industrialización, ignorando útiles enfoques alternativos que están siendo propuestos para desafiar la debilidad de este modelo, incluyendo el buen vivir y otras visiones no heterodoxas, inclusive las provenientes específicamente de movimientos de mujeres. Enfatizó el reto que plantea el actual contexto de “financiarización agresiva de la economía y los impactos continuos de la crisis financiera mundial y la recesión económica recientes” para un desarrollo inclusivo y equitativo.

El Grupo subraya que reestructurar y regular los “flujos financieros globales sin trabas y volátiles” es la única manera de alcanzar un crecimiento económico inclusivo y una inversión productiva para la economía real; dicho de otra manera: “transformar el sector financiero para que deje de ser mal amo y se convierta en buen servidor”. Señala que “la industrialización no siempre conduce al crecimiento cuando no está anclada en el desarrollo de industrias locales diversas y resilientes, en la capacidad productiva del país y la creación de empleos”. En relación a la industrialización, las condiciones laborales y salarios más altos, el WMG se refiere a la brecha salarial de género, “que está presente en la mayoría de países en todo el mundo” y “representa un incentivo despiadado para la inversión extranjera directa en el Sur global debido a su mano de obra femenina barata”.

Una de las propuestas previas a la OWG5 fue que se estableciera una meta relacionada con “acelerar un crecimiento económico prolongado que sea tanto inclusivo como sostenible”. Desde una perspectiva feminista, el WMG enfatizó que “acelerar el crecimiento económico, por muy inclusivo que pueda ser, no necesariamente promueve las aspiraciones de conservar la vida. La pregunta crítica es cuáles tipos de desarrollo económico son compatibles y pueden fomentar la sostenibilidad de la vida”.

Finalmente, el WMG se refirió a la necesidad de medir la pobreza en términos de ingreso y tiempo, con indicadores de desigualdad pertinentes, y asegurar que el trabajo asistencial no remunerado sea sustancialmente reconocido, valorado y redistribuido.

El WMG hizo dos recomendaciones fundamentales basadas en los argumentos arriba mencionados: (a) “Los ODS deben sustentarse mucho más en la meta de la sostenibilidad de la vida, en vez de la sostenibilidad del crecimiento, independientemente de cuán inclusivo éste pudiera ser. El crecimiento debe ser un medio hacia la meta primordial de la sostenibilidad de la vida y del planeta” y (b) “Los ODS también deben promover políticas fiscales y monetarias orientadas al desarrollo que ayuden a facilitar el gasto público en los sectores sociales, generen trabajo decente urgentemente necesario, reorienten las políticas tributarias hacia la redistribución de la riqueza para una mayor igualdad socioeconómica y administren la política monetaria de modo que sirva a las necesidades de la economía real orientada a la sostenibilidad de la vida y del planeta”.

Debates en la OWG5

Pese a los esfuerzos en una Reunión entre Periodos de Sesiones con los Grupos Principales[4] y otras partes interesadas en la cual organizaciones de derechos de las mujeres, incluida AWID, abordaron las preocupaciones arriba mencionadas, el resumen final de los Copresidentes de la OWG5 no reflejó que las mismas habían sido presentadas.

La sesión evidenció que aún queda un largo camino por recorrer para lograr un cambio en el establecimiento de la agenda del desarrollo. Las palabras ‘derechos’ o ‘derechos humanos’ apenas fueron mencionadas en los discursos de los Estados Miembros, lo cual subraya que poner los derechos humanos en el centro requerirá una intervención más radical y sustantiva, en vez de discursos o lenguaje adicional en los textos. Se plantearon argumentos fuertes a favor de respetar, proteger y realizar los derechos humanos como obligaciones, no elecciones voluntarias, de los Estados. Grupos de jóvenes, activistas ambientalistas, sindicalistas, grupos por los derechos de las mujeres y algunos Estados Miembros compartieron experiencias respecto a la aplicación de un enfoque basado en los derechos humanos; sin embargo, también éstas fueron excluidas en el resumen final de los Copresidentes. De aquí en adelante deberemos exigir un consenso político más osado y ambicioso entre gobiernos, donantes, sectores empresariales, la ONU y otras partes interesadas para crear mecanismos de rendición de cuentas.

Diversos grupos de la sociedad civil plantearon la necesidad de que el enfoque esté en las personas, no sólo en los asuntos. Las propuestas para conservar metas amplias y centradas en los asuntos, con objetivos específicos a grupos de personas desfavorecidas, marginadas o subordinadas, no fueron abordadas por Estados Miembros que estaban más interesados en cuestiones relacionadas con la infraestructura, la industrialización y el crecimiento.

Feministas y grupos por los derechos de las mujeres y los derechos de las personas con discapacidad, entre otros, reiteraron la relevancia de su participación en procesos formales y, más importante aún, instaron a un trabajo significativo con diferentes bases de apoyo en la definición del proceso, las políticas y la implementación de los objetivos.

AWID acompañó estos mensajes, específicamente resaltando la necesidad de abordar el financiamiento para la justicia económica, social, ambiental y de género, como también de formular medidas específicas para asegurar el cumplimiento. A AWID le preocupa la instrumentalización de las mujeres y el lenguaje utilizado cuando se hace referencia a ellas. Durante toda la sesión hubo pocas referencias a los derechos de las mujeres, la igualdad de género o el empoderamiento de las mujeres. Es necesario hacer mucho más para asegurar que se reconozcan todas las dimensiones de la autonomía de las mujeres—incluyendo la autonomía económica, política, sexual y reproductiva, así como el derecho a una vida libre de todas las formas de violencia. Pese a que el WMG fue un actor fundamental en la OWG5, a las organizaciones feministas y de derechos de las mujeres apenas se les menciona o reconoce como actoras clave en la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el terreno. Es necesario que la política del establecimiento de la agenda hacia los ODS[5] asegure que haya un espacio significativo para las voces de las mujeres, incluso movilizando los recursos requeridos para que participen.

Se necesitan más esfuerzos

Al concluir la sesión, integrantes del WMG expresaron sus preocupaciones respecto al Resumen de puntos de los Copresidentes y la versión provisional de las Observaciones finales de los Copresidentes, diciendo que “no fueron los suficientemente equilibrados ni captaron las diversas perspectivas y recomendaciones planteadas por Estados Miembros, como también por el Grupo Principal de Mujeres y otros grupos de la sociedad civil”.

Grupos de la sociedad civil y otras partes interesadas harán esfuerzos por asegurar que las misiones [ante la ONU] en Nueva York, los Estados Miembros, agencias de la ONU y otros grupos pertinentes comprendan tales preocupaciones y retos. Al acercarnos a las últimas tres sesiones Grupo de Trabajo Abierto, es necesario hacer un fuerte llamado a que los informes de resultados y los futuros resúmenes de los Copresidentes reflejen de manera más precisa y sustantiva la participación de grupos por los derechos de las mujeres y de la sociedad civil en toda su diversidad.

Grupos defensores de los derechos de las mujeres se mantendrán alertas y comprometidos a asegurar que una agenda del desarrollo sostenible se sustente en cuatro pilares principales: (a) sistemas económicos transparentes, justos y bien regulados; (b) principios de derechos humanos, igualdad y equidad con énfasis en la erradicación de la pobreza, la no discriminación y la igualdad de género; (c) regulación del poder de las corporaciones privadas; y (d) la participación plena de los movimientos y la sociedad civil.

Notas:

[1] Uno de los principales resultados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), celebrada en Río de Janeiro en junio de 2012, fue el acuerdo, por los Estados Miembros, de iniciar un proceso para elaborar un conjunto de objetivos de desarrollo sostenible (ODS). El 22 de enero de 2013 se estableció el Grupo de Trabajo Abierto, conformado por 30 Estados Miembros, para que preparara una propuesta sobre los ODS que serán decididos por la Asamblea General de la ONU.

[2] El Grupo Principal de Mujeres reúne a 400 organizaciones y personas que trabajan en torno al desarrollo sostenible desde una perspectiva de los derechos de las mujeres a nivel local, nacional, regional y mundial. Más información está disponible en su sitio.

[3] El análisis y las recomendaciones formuladas por el Grupo Principal de Mujeres se dieron en respuesta a una serie de documentos temáticos (disponibles en inglés) preparados por un Equipo de Apoyo Técnico (TST) de la ONU para la OWG5 que incluyeron un documento sintético sobre cuestiones de política macroeconómica y otro relacionado con el desarrollo económico sostenido, el desarrollo de infraestructura y la industrialización.

[4] Los sectores de los Grupos Principales incluyeron: empresa e industria; niños/as y jóvenes; campesinos/as; pueblos indígenas; autoridades locales; organizaciones no gubernamentales; comunidad científica y tecnológica; mujeres; trabajadores y sindicatos. Ver más sobre las posiciones de los Grupos Mayores en la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible en: Río +20 aporta si conocemos un poco más a fondo, Vivienne Solís Rivera, 15 de agosto de 2012.

[5] Ver más sobre los ODS en: El futuro que queremos (párrafos 245-251), Resolución A/RES/66/288 adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 27 de julio de 2012; y Aportación inicial del Secretario General al Grupo de Trabajo de composición abierta sobre los objetivos de desarrollo sostenible, A/67/634, 17 de diciembre de 2012.

Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 13 de diciembre de 2013. Título original: Women’s Rights Still Linger in Debates on Sustainable Development Goals. Traducción: Laura E. Asturias

Category
Análisis
Region
Global
Source
AWID