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Caso histórico contra fundamentalista cristiano afirma los derechos de LGBTI como derechos humanos reconocidos internacionalmente

NOTAS DE LOS VIERNES: Pronto irá a juicio en Estados Unidos una demanda judicial en representación de Minorías Sexuales de Uganda (SMUG) contra Scott Lively por el rol que este pastor cristiano ha jugado en incitar a la persecución de personas ugandesas debido a su orientación sexual e identidad de género.

Por Rochelle Jones

AWID entrevistó a Frank Mugisha, de SMUG, sobre lo que esto significa para los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero e intersex (LGBTI) en Uganda y a nivel mundial.

En marzo de 2012, el Centro para los Derechos Constitucionales (CCR) entabló una demanda federal en representación de Minorías Sexuales de Uganda (SMUG), una organización paraguas para grupos por los derechos de LGBTI en Uganda. El caso es contra el pastor estadounidense Scott Lively, Presidente de la organización cristiana derechista Abiding Truth Ministries, quien con regularidad y públicamente denuncia la homosexualidad. El caso del CCR enmarca la participación de Lively en la redacción del Proyecto de Ley contra la Homosexualidad en Uganda y asevera “que las acciones de Lively durante la última década, en colaboración con funcionarios gubernamentales y líderes religiosos ugandeses clave, son responsables de privar a LGBTI ugandeses de sus derechos humanos fundamentales exclusivamente sobre la base de su identidad, que es la definición de persecución según el derecho internacional y considerada un crimen de lesa humanidad”.

Ser LGBTI en Uganda

Las relaciones entre personas de un mismo sexo son actualmente penalizadas por el Código Penal de Uganda. El ugandés Frank Mugisha, Director Ejecutivo de SMUG y activista por los derechos de LGBTI, dice que la cultura en Uganda contra LGBTI depende en muchos aspectos “de dónde se encuentra una persona o de si es abiertamente LGBTI y conocida por el público. En algunos casos hay nombres ofensivos, insultos verbales, expulsión de las escuelas y pérdida de empleo. Pero también hay un nivel de tolerancia especialmente para personas LGBTI que son afluentes y viven en barrios liberales”.

Activistas LGBTI enfrentan acoso constante y están en alerta. El prominente activista ugandés David Kato fue asesinado en enero de 2011 después de que su nombre fue publicado por el tabloide ugandés ‘Rolling Stone’ en una lista de cien ‘principales gays y lesbianas’ bajo el titular “¡Cuélguenlos!”. La activista lesbiana Kasha Nabagesera, quien también fue nombrada en dicha publicación y ayudó a establecer SMUG, ha sido expulsada de escuelas, ha recibido numerosas amenazas de muerte y sido desalojada de su hogar sencillamente por ser lesbiana. Ella demandó exitosamente a ‘Rolling Stone’ por haber publicado su nombre e incitar al odio y recientemente se le otorgó el Premio Internacional de Derechos Humanos de Núremberg.[1]

Organizaciones no gubernamentales (ONG) son constantemente hostigadas y sus reuniones interrumpidas, tal como lo describió Human Rights Watch: “funcionarios gubernamentales a nivel tanto nacional como local han puesto en marcha una variedad de tácticas para intimidar y obstruir el trabajo de las ONG en ciertos sectores... [En particular] la oficina del Ministro de Ética e Integridad ha estado liderando la agenda agresivamente homofóbica de Uganda y violando los derechos de las ONG a la libertad de expresión, asociación y reunión”.[2]

El Proyecto de Ley contra la Homosexualidad

El asesinato de David Kato incrementó la atención internacional hacia el controversial Proyecto de Ley contra la Homosexualidad que fue presentado por primera vez en el Parlamento ugandés en 2009 y que, de ser adoptado, aumentaría y ampliaría las sanciones contra las relaciones entre personas de un mismo sexo, incluso la pena de muerte en algunos casos, y penalizaría la ‘promoción de la homosexualidad’, lo cual afectaría gravemente el trabajo a favor de los derechos humanos.

Calificado por Human Rights Watch en 2012[3] como “en flujo procesal” en el Parlamento, obtener una descripción precisa de lo que el Proyecto de Ley implica y del punto en que se encuentra es problemático debido a desinformación por parte de actores gubernamentales. Mugisha dice que actualmente el Proyecto de Ley “todavía está en el Parlamento ugandés y a nivel de comité, [específicamente en el] ‘Comité de Asuntos Legales y Parlamentarios’. Algunos miembros de este Comité han indicado que el Proyecto de Ley está listo para ser llevado a segunda lectura ante el Parlamento, pero esto aún no ha sucedido. Medios de comunicación internacionales y ugandeses han informado que el Proyecto de Ley fue diluido y la pena de muerte eliminada; sin embargo, aún no hemos visto el documento parlamentario oficial que indique que el Proyecto de Ley fue modificado y, hasta donde sé, mientras esto no ocurra el Proyecto de Ley sigue siendo el mismo”. Mugisha asevera que oficialmente el Gobierno no se ha opuesto al Proyecto de Ley ni lo ha apoyado: “El Gobierno de Uganda ha mostrado cada vez menos interés en el Proyecto de Ley. Al Gobierno y a funcionarios gubernamentales parece preocuparles el reclutamiento y la promoción de la homosexualidad pero, basándonos en nuestras conversaciones con medios de comunicación y diálogos con el Gobierno, parecen decir que a dos personas adultas que den su consentimiento no se les debería molestar siempre y cuando mantengan sus relaciones con prudencia y bajo perfil... también parecen recomendar que la pena de muerte sea eliminada”.

SMUG contra Scott Lively

El caso contra Scott Lively es un ejemplo de la prolongada campaña de persecución contra personas LGBTI en Uganda—y, en particular, del rol significativo que grupos cristianos fundamentalistas de Estados Unidos han jugado al exportar un discurso destructivo y difamatorio contra ellas. A Lively se le acusa de viajar a Uganda y reunirse con actores políticos influyentes desde 2002 para influir en los planes de la nación africana contra la homosexualidad. Patrocinado por la Red para la Vida Familiar (una organización religiosa ugandesa que, según Amnistía Internacional, “trabaja estrechamente con evangélicos de Estados Unidos”), Lively lideró una conferencia de tres días llamada “Seminario sobre la exposición de la agenda homosexual” en Uganda, a la cual asistieron funcionarios religiosos y gubernamentales, agentes de la policía y miembros de la sociedad civil. Una hoja informativa sobre el caso del CCR resume así la participación del pastor: “Lively ha ideado una metodología para despojar a las personas LGBTI de las más elementales protecciones de sus derechos humanos, silenciarlas y finalmente hacerlas desaparecer de la vida pública mediante la eliminación de cualquier espacio político, la revocación de sus derechos fundamentales y/o coacción para que entren en ‘terapia’ de conversión”.[4]

Lively también ha estado activo en Rusia, donde recientemente fue aprobada una legislación contra la homosexualidad. En un programa radial estadounidense en septiembre de 2013, Lively dijo que indirectamente ayudó a que la nueva ley fuera aprobada en Rusia y que éste es “uno de los logros más enorgullecedores de mi carrera”.

Ahora las acciones de Lively para incitar al odio le están dando alcance, gracias a SMUG y al CCR. El 14 de agosto de 2013, un juez federal en Estados Unidos denegó a Lively su solicitud de que se desestimara la demanda judicial, lo cual significa que ahora el caso irá a juicio. Mugisha guarda esperanzas, ya que ésta es la tercera moción que ha sido denegada: “Me siento muy optimista respecto al caso, pero esto no se trata de ganar un caso en un tribunal sino de exigir cuentas a cristianos extremistas por sus acciones, de generar atención en torno a la homofobia y frenarlos. Por supuesto, lo mejor sería ganar el caso y lograr que Scott Lively pida disculpas y deje de propagar odio”.

Mugisha dice que el caso está enviando “el muy claro mensaje de que los derechos de LGBTI son derechos humanos y reconocidos a nivel internacional... La respuesta del Gobierno a la persecución contra LGBTI ha sido que las personas LGBTI no somos perseguidas, y esto es peligroso porque el Gobierno no toma seriamente los niveles de persecución; de ahí que no se creen medidas para proteger a las personas LGBTI contra los crímenes de odio... el impacto [de este caso] será enorme, ya que la gente ugandesa empezará a tomar muy seriamente los derechos de LGBTI y tratar de manera igualitaria a las personas LGBTI. También tendrá más cuidado con algunos cristianos y el mensaje que traen a Uganda”.

Notas:

[1] Texto tomado de una declaración de Boris Dittrich, Director de Incidencia del Programa de Derechos de Lesbianas, Homosexuales, Bisexuales y Personas Transgénero de Human Rights Watch, sobre el otorgamiento del Premio Internacional de Derechos Humanos de Núremberg a Kasha Nabagesera, afirmando que ella es “es una destacada defensora de los derechos humanos, una mujer valiente, una mujer que se ganó un lugar en la historia”.

[2] Informe de Human Rights Watch: Restringir la crítica: Intimidación y obstrucción de la sociedad civil en Uganda (disponible en inglés), 21 de agosto de 2012, pág. 4.

[3] Ibíd., pág. 35.

[4] Informe de Amnistía Internacional: Hacer del amor un crimen: Criminalización de la conducta entre personas de un mismo sexo en el África subsahariana (disponible en inglés), 24 de junio de 2013. Ver también: Gays africanos sufren mayor criminalización, ANSA, 25 de junio de 2013.

Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 18 de octubre de 2013. Título original: Landmark Case Against Christian Fundamentalist Affirms LGBTI Rights As Internationally Recognised Human Rights. Traducción: Laura E. Asturias

Category
Análisis
Region
África
Source
AWID